Microlitos geométricos y gonométricos de Neve David. Crédito: ZINMAN INSTITUTE OF ARCHEOLOGY / UNIVERSITY OF HAIFA)
Miles de años antes de que Israel fuera reconocido en todo el mundo como la “nación emergente”, los grupos prehistóricos de la región dominaban su propio tipo de nanotecnología, según demuestran nuevas investigaciones de arqueólogos israelíes y chinos. Como se explica en un artículo recientemente publicado en la revista PLOS ONE, los habitantes del enclave de Neve David en el Monte Carmelo produjeron herramientas miniaturizadas muy eficaces.
“Neve David presenta los restos de una sociedad que vivió en la zona hace unos 20.000 años durante el período epipaleolítico”, anunció la Dra. Iris Groman-Yaroslavski (izquierda), del Instituto Zinman de Arqueología de la Universidad de Haifa y una de las principales autoras de la investigación llevada a cabo. “El sitio ofrece los rastros de una rica cultura material, incluyendo una gran cantidad de diminutas herramientas de sílex, pequeñas hojas no más largas de cinco centímetros”.
La materia prima para fabricarlas estaba disponible en el Monte Carmelo. El pedernal tenía que ser golpeado para crear el núcleo del objeto y luego tallarlo en fases sucesivas para crear el artefacto preciso que se necesitaba, en un proceso que requería un alto nivel de habilidad. Las hojas o cuchillas tenían diferentes formas: curvas, triángulos, rectángulos, trapecios, creando artefactos que los expertos denominan como microlitos, señaló la arqueóloga.
Foto: excavación en el yacimiento de Neve David
Si en el pasado el uso de estos instrumentos se estudiaba con especial atención a su empleo como armas, la nueva investigación se centra en la versatilidad de los propósitos para los que servían. Entre los autores del documento se encuentran también los directores de excavación de Neve David, Reuven Yeshurun y Dani Nadel, así como Chen Hong y otros académicos de la Universidad de Zhejiang en Hangzhou (China).
Como señala Groman-Yaroslavski, los microlitos podrían utilizarse para raspar, procesar carne, cortar madera y muchos otros materiales, así como crear lanzas y flechas para la caza y actividades similares. Además, a menudo eran insertados o pegados a otros objetos hechos de diferentes materiales, creando herramientas compuestas.
(a) Mapa de ubicación del Monte Carmelo. (b) Neve David y otros sitios contemporáneos mencionados en el estudio. (c) Plano de excavación que muestra la ubicación del Locus 5 donde se hallaron los microlitos (d) Foto de campo del Locus 5 y algunos de los microlitos.
“Pudimos comprobar que la gente los utilizaba para descuartizar un animal y distribuirlo entre los miembros del grupo, o para cortar y recolectar paja u otras plantas, y más cosas”, añade. “Para entender cómo funcionaban, llevamos a cabo una investigación microscópica y una arqueología experimental”, explicó. “Si hoy nos imagináramos usando una hoja de dos centímetros de largo para cortar madera, ¿cómo funcionaría?”.
Experimentos con diversos arreglos de enmangamiento y microlitos de mano para trabajar la madera.
Por lo tanto, un grupo de estudiantes involucrados en el proyecto creó algunas réplicas de las herramientas y las probaron en diferentes materiales, comparándolas con las antiguas encontradas en el yacimiento.
“Nos sorprendió descubrir lo eficaces que eran, si se usaban correctamente”, señala la arqueóloga. “Realizamos un análisis mediante el empleo de un microscopio metalúrgico con un aumento de hasta 500 veces para ver el patrón de desgaste de las hojas”.
“Es difícil probar la ventaja de herramientas miniaturizadas en comparación con herramientas más grandes utilizadas antes o después, pero creo que representaron una forma de sofisticación que yo llamo la ‘nanotecnología de la prehistoria’, es decir, hacer las mismas cosas con herramientas más pequeñas, como sucede hoy en día con los ordenadores y los teléfonos”, agrega.
Macrografías que muestran macrodesgaste en herramientas experimentales realizadas para su estudio.
Unos miles de años más tarde, durante el Neolítico, las herramientas miniaturizadas se utilizaron cada vez menos hasta que casi desaparecieron, hace unos 11.000 años.
Iris Groman-Yaroslavski mencionó que este fenómeno podría haber dependido de varios factores, desde cambios climáticos hasta grupos cada vez más grandes, por lo que se necesitaban diferentes instrumentos.
“Hace unos nueve mil años, la producción de enormes cuchillas con una nueva tecnología muy sofisticada sustituyó por completo a los microlitos”, concluye.
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