Imagen: © Eugenio Acevez.
Un nuevo esqueleto descubierto en las cuevas sumergidas de Tulum arroja nueva luz sobre los primeros pobladores de México, según un estudio publicado en la revista PLOS ONE por Wolfgang Stinnesbeck, de la Universität Heidelberg, Alemania.
Los exploradores de cuevas Vicente Fito e Ivan Hernández encontraron los restos óseos en septiembre de 2016, mientras buceaban en la cueva Chan Hol, cerca de Tulum. En ese momento, estaban buscando otro antiguo esqueleto conocido como 'Chan Hol 2', cuyos restos, a excepción de algunos huesos, habían sido robados por unos ladrones.
Foto: Esqueleto de Chan Hol II previo al robo. Fotografía: Nick Pool/Liquid Jungle.
Los huesos recién descubiertos estaban ubicados a 140 metros del sitio de 'Chan Hol 2', lo que llevó a los arqueólogos a suponer que los buzos habían encontrado los restos que quedaban de 'Chan Hol 2'. Pero un análisis pronto demostró que estaban equivocados; una comparación de los nuevos huesos con fotos antiguas de los restos de 'Chan Hol 2' mostró que pertenecían a individuos diferentes.
Los humanos han estado viviendo en la península de Yucatán, en México, desde al menos el Pleistoceno tardío (hace 126.000-11.700 años). Gran parte de lo que sabemos sobre estos primeros pobladores proviene de nueve esqueletos humanos bien conservados que se encontraron en las cuevas y sumideros sumergidos cerca de Tulum, en Quintana Roo, México.
Foto: El cráneo de Chan Hol 3 tal como se encontró en el fondo de la cueva sumergida. La flecha roja indica una estalagmita rota cerca. Imagen : W. Stinnesbeck et al., 2020 / PLOS One.
En su estudio, Stinnesbeck y sus colegas describen el nuevo esqueleto hallado -completo en un 30 por ciento- y lo han denominado 'Chan Hol 3' (también llamada Ixchel) , al haber sido descubierto en la cueva submarina de Chan Hol, dentro del sistema de cuevas de Tulum. Los autores han utilizado un método de datación no dañino y tomado mediciones craneométricas, y luego han comparado su cráneo con otros 452 cráneos de América del Norte, Central y del Sur, así como con los cráneos hallados en las cuevas de Tulum.
El análisis mostró que 'Chan Hol 3' probablemente era una mujer de aproximadamente 30 años de edad que medía 1,64 metros en el momento de su muerte, y que vivió hace al menos unos 9.900 años. Su cráneo tenía tres heridas distintas, lo que indica que algo duro la golpeó, rompiendo los huesos del cráneo. También presentaba deformaciones parecidas a cráteres, lesiones que se parecen a las causadas por un pariente bacteriano de la sífilis, según el estudio publicado.
Signos de trauma en el cráneo.Imagen : W. Stinnesbeck et al., 2020 / PLOS One.
"Realmente parece que esta mujer tuvo un momento muy difícil y un final extremadamente infeliz de su vida", dijo a Live Science Wolfgang Stinnesbeck (izquierda). "Obviamente, esto es especulativo, pero dados los traumas y las deformaciones patológicas en su cráneo, parece probable que la expulsaran de su grupo y la mataran en la cueva, o la dejaran morir allí".
El cráneo de 'Chan Hol 3' ostenta un patrón mesocefálico (ni especialmente ancho o estrecho, con pómulos anchos y una frente plana), al igual que los otros tres cráneos de las cuevas de Tulum utilizados para la comparación. Todos los cráneos de las cuevas de Tulum tenían caries, lo que puede indicar que ingerían una dieta alta en azúcar. Esto contrasta con la mayoría de los otros cráneos conocidos del centro de México y América del Norte en un rango de antigüedad similar, los cuales tienden a ser largos y estrechos (dolicocéfalos), y muestran dientes desgastados sin caries (lo que indica una ingesta de alimentos duros en su dieta).
El cráneo de 'Chan Hol 3' es mucho más redondeado que los hallados en otras regiones de México.
Aunque limitados por la relativa falta de evidencias arqueológicas sobre los primeros pobladores de América, los autores sugieren que estos patrones craneales indican la presencia de al menos dos grupos humanos morfológicamente diferentes que vivieron por separado en México durante el tránsito del Pleistoceno al Holoceno (nuestra actual época).
"Los dos grupos deben haber sido muy diferentes en aspecto y cultura. Mientras que los grupos del centro de México eran altos, buenos cazadores, con elaboradas herramientas de piedra, el pueblo de Yucatán era pequeño y delicado, y hasta la fecha, no se ha encontrado una sola herramienta de piedra", dice Stinnesbeck.
Y agrega: "Los esqueletos de Tulúm indican que más de un grupo de personas llegó primero al continente americano, o que hubo tiempo suficiente para que un pequeño grupo de pobladores tempranos, que vivían aislados en la península de Yucatán, desarrollaran una morfología craneal diferente. Por tanto, la historia de los primeros asentamientos en América, parece que fue más compleja y, además, haber ocurrido antes de lo que se suponía previamente".
"Sin embargo, en ausencia de datos de ADN, no podemos decir de dónde vinieron originalmente estas personas y cómo llegaron a las Américas", dijo Stinnesbeck.
Equipo de la Universidad John Moores de Liverpool, Reino Unido, involucrado en la descripción del esqueleto de Ixchel y las comparaciones con otros esqueletos paleoindios del centro de México y Brasil. Dr Sam Rennie (derecha) y Prof Silvia Gonzalez (izquierda). Crédito: Jerónimo Avilés Olguín.
El descubrimiento de Stinnesbeck se suma a otra reciente investigación que refuerza su hipótesis. Científicos de la Universidad de Ohio analizaron otros cuatro esqueletos hallados en el área de Quintana Roo, también en la península de Yucatán. Se calcula que estas personas vivieron entre hace 9.000 y 13.000 años y sus restos dan cuenta de una gran variedad morfológica.
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