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sábado, 30 de noviembre de 2019

La violenta vida de una joven guerrera armenia que murió en plena batalla hace 2.500 años



La guerrera, con una estatura de 165 centímetros, probablemente tenía un alto estatus dentro de su sociedad debido a la cantidad de elementos con los que fue encontrada enterrada.
En la provincia de Lorri, al norte de Armenia, los arqueólogos han descubierto la tumba de una joven guerrera que murió en plena batalla hace más de 2.500 años.
Los restos fueron hallados en 2017 en la necrópolis de en la necrópolis Bover I, pero en ese momento los investigadores apuntaron que se trataba de un enterramiento de clase alta, debido a las joyas con las que fue sepultada.
Sin embargo, ahora se ha llevado a cabo un análisis óseo que arroja un resultado muy diferente. El estudio, que se ha publicado en el International Journal of Osteoarchaeology, mantiene que la mujer parecía vivir como una guerrera profesional y fue enterrada como correspondía a alguien de ese rango en la época, entre los siglos IX y VIII antes de Cristo.
El equipo de arqueólogos, liderado por Anahit Khudaverdyan (izquierda) de la Academia de Ciencias Nacional de la República de Armenia, ha encontrado en el análisis esquelético una gran cantidad de lesiones traumáticas, que arrojan luz sobre las actividades diarias, la ocupación y la práctica de guerra de esta joven, que se encontraba en la veintena.

El análisis mostró haber recibido un disparo de flecha en la rodilla izquierda al cual sobrevivió, dado que el hueso mostraba signos de recuperación después de esta herida de guerra. También sufrió golpes en el hueso pélvico, el fémur y la tibia que tampoco acabaron con su vida. Probablemente murió como resultado directo de heridas de batalla posteriores.
«Tales heridas sugieren que fue golpeada en el combate por más de una persona con una espada y con un hacha. Suponemos que murió durante esa batalla», ha afirmado Khudaverdyan en el Daily Mail.
La arqueóloga se refiere a las heridas realizadas por esas armas que se produjeron poco antes de su muerte. La cadera izquierda y el muslo derecho tenían marcas de corte, mientras que la parte inferior de la pierna izquierda había sido apuñalada.
"La gran cantidad de lesiones enfatiza el hecho de que para esta mujer armenia la violencia interpersonal era un aspecto siempre presente de la vida", escriben los arqueólogos. 
Los arqueólogos también descubrieron lesiones en una de sus piernas, probablemente causadas por un arma de largo alcance
La mujer tenía bien desarrollados los músculos del pecho y de los hombros como consecuencia de una  una considerable actividad física, algo típico de una arquera con experiencia. Los músculos de los muslos y glúteos también eran pronunciados, lo que evidencia que montaba a caballo con asiduidad
Exequias, Aquiles y Pentesilea (540-530 a.C.), British Museum, Londres
Tumbas de guerreros en otras partes de las tierras altas armenias presentan evidencias esqueléticas similares; en la zona de Qarashamb, señalan los arqueólogos, hay al menos cinco entierros de hombres guerreros. Pero este entierro de Bover I es uno de los pocos ejemplos de una probable mujer guerrera, a pesar del hecho de que se sabe que mujeres y hombres de esta cultura luchaban juntos. Esta tumba es el segundo entierro descubierto en Armenia que proporciona evidencia sobre mujeres guerreras.
Khudaverdyan y sus colegas reflexionan que este tipo de guerrera podría haber sido la base de las antiguas historias griegas sobre las amazonas, las aguerridas mujeres que vivían en la parte oriental del territorio de Asia Menor, cerca de la actual Armenia. "Parece muy probable que haya habido mujeres guerreras entre las tribus del Cáucaso, cuyas vidas coinciden con las descripciones de las amazonas en los mitos griegos".








Fuentes: abc.es | forbes.com | dailymail.co.uk 

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