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jueves, 19 de enero de 2017

Hallan en Kaprina (Croacia) más pruebas de que los neandertales utilizaban elementos simbólicos


Un grupo internacional que incluye a un investigador de la Universidad de Kansas ha descubierto un trozo de piedra caliza de color marrón en un enclave de Croacia que sugiere que los neandertales de hace 130.000 años recogieron la misma, dado que se destaca entre todos los demás elementos encontrados.
"Si nosotros estuviéramos caminando y cogiéramos esta piedra, nos la habríamos llevado a casa", dijo David Frayer (izquierda), profesor emérito de antropología y miembro del grupo que realizó el estudio. "Se trata de un trozo de roca interesante".
El hallazgo es importante, dijo, ya que se suma a otras evidencias recientes que muestran que los neandertales eran capaces -por su propia cuenta- de incorporar objetos simbólicos a su cultura. El trozo de roca fue recogido hace más de 100 años, en el yacimiento conocido como Krapina Neanderthal, el cual ha proporcionado otros elementos que se conservan en el Museo de Historia Natural de Croacia, en Zagreb, y que, en los últimos años, el equipo de investigación ha vuelto a examinar.
Las conclusiones del grupo de especialistas sobre la colección de objetos pétreos procedentes de Krapina han sido publicadas recientemente en la revista francesa Comptes Rendus PalevolDavorka Radovčić (derecha), conservadora del Museo de Historia Natural de Croacia, es la autora principal del estudio y Frayer colaborador del mismo.
El mismo grupo de investigación publicó en PLOS ONE, en 2015, un trabajo -ampliamente reconocido- sobre un conjunto de garras de águila procedentes del mismo enclave neandertal, en el que se especificaba las marcas de corte y su elaboración como objetos de adorno.
"La gente a menudo ha definido a los neandertales como carentes de cualquier tipo de sentimientos estéticos, y, sin embargo, sabemos que en este sitio ellos coleccionaron garras de águila (izquierda) y, además, esta piedra singular. En otros yacimientos, se ha encontrado que recogían conchas y utilizaban pigmentos sobre las mismas" (derecha), dijo Frayer. "Hay algunas pruebas que sugieren que no fueron los grandes seres lerdos que todo el mundo piensa que eran".
Al igual que ocurrió con el descubrimiento de los objetos de adorno neandertales hallados en Krapina, Frayer subraya el perspicaz ojo de Radovčić al examinar todos los objetos encontrados en dicho lugar, originariamente excavado entre 1899 a 1905 y en el que se encontró que contenía restos óseos de neandertales.
"La cueva, en el lugar de Krapina, es de piedra arenisca, por lo que el trozo de roca caliza sobresalía al no corresponderse con la cueva", dijo Frayer. Ninguno de los más de 1.000 objetos líticos obtenidos en Krapina se asemejan al trozo de roca en cuestión, pero los arqueólogos originales aparentemente no hicieron otra cosa más que recoger todo lo que hallaron.
Frayer dijo que el trozo de roca caliza -que mide aproximadamente 12,7 centímetros de largo, 10,6 de alto y alrededor de 1,30 de espesor- no tienen ninguna zona llamativa u otras áreas de preparación en sus bordes, por lo que el equipo de investigación supuso que no se había roto intencionadamente.
"Para nosotros, el hecho de que no hubiera sido modificada, significa que había sido llevada allí para un fin distinto al que se utiliza como una herramienta", afirma Frayer.
Hay una pequeña escama triangular que encaja con el trozo de roca, pero tal ruptura parece ser reciente y probablemente ocurrió mucho después de que la muestra se depositara entre los sedimentos del yacimiento de Krapina. Tal vez ocurrió durante el transporte o almacenamiento después de la excavación en torno a 1900,sostiene.
El aspecto del trozo de roca también llamó la atención de los investigadores al observar ciertas inclusiones o líneas negras que se destacan en él. Tal vez esa característica fue lo que hizo que los neandertales quisieran conservar semejante trozo pétreo.
"Parece como si el mismo fuera importante", dice Frayer. "Volvimos a analizar todos los trozos de roca recogidos en el lugar para asegurarnos de que no había otros parecidos. Estuvo guardado durante unos 100 años, al igual que la mayoría de las otras cosas obtenidas en la cueva, pero los arqueólogos originales, que habían descrito herramientas de piedra halladas, no pusieron atención en esta pieza".
Los investigadores sospechan que un neandertal recogió dicho trozo de roca en algún sitio a pocos kilómetros al norte de Krapina donde hay afloramientos de piedra caliza gris. O bien un neandertal lo encontró allí, o bien la corriente de agua del Krapinica lo transportó cerca del lugar.
El descubrimiento de la colección de rocas es probablemente de transcendencia muy menor en comparación con otros descubrimientos, tal como las pinturas rupestres que los Homo sapiens hicieron hace más de 25.000 años en Francia. Sin embargo, Frayer sostiene que el hallazgo se suma al cuerpo de evidencias de que los neandertales eran capaces de asignar significado simbólico a los objetos y se esforzaban en su recogida.
El hallazgo también podría proporcionar más pistas sobre cómo los humanos modernos desarrollaron estos rasgos, afirmó.
"Semejante pieza pétrea se suma a otros estudios recientes acerca de que los neandertales hacían cosas que se piensa son únicas del Homo sapiens moderno. Defendemos, pues, que tenían una curiosidad y una capacidad simbólica como la de los humanos modernos", subraya Frayer.









Fuente: Universidad de Kansas | 17 de enero de 2017 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)




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