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viernes, 8 de julio de 2016

La Falsedad De Los Sacrificios Humanos Aztecas


La historia oficial siempre ha dado una versión conveniente a sus intereses para adoctrinar a la población con falsas verdades, y la historia de México no es una excepción.
En lo referente a los Aztecas, Mexicas y Mayas ha habido un oscurecimiento de su cultura por individuos de una mente inquisidora  basada en el miedo,  la sumisión y la tortura propia del catolicismo y de una Europa feudal que de una civilización basada en el respeto por la naturaleza y en armonía con las energías y los elementos de la naturaleza y el cosmos como la Mexica.
En consecuencia los herederos de esta cultura ya están más que hartos y están empezando ha hablar. Hablar de verdades incomodas de como fue en realidad la conquista de anahuac (América) y la verdad de sus tradiciones,  cultura y ceremonias.
En el caso de los sacrificios humanos que todos tienen en mente sacando el corazón con un cuchillo de obsidiana, es otra manipulación para justificar que los indígenas eran unos salvajes y necesitaban ser convertidos en la fe cristiana, así como realizar infinidad de torturas y apoderarse de sus riquezas.
La realidad es que con un cuchillo de obsidiana o de pedernal no tiene la capacidad ni de corte ni de fuerza para realizar esta supuesta ceremonia. El pedernal es de origen volcánico, aunque si es filoso, también es quebradizo, y pierde su filo con facilidad, y es imposible clavar un cuchillo de este material sin romperse. El corazón esta protegido por la caja torácica, mediante el esternón y las costillas, que están fuertemente unidos por unos potentes ligamentos que un cuchillo de pedernal es imposible que pueda romperlos. Después esta el corazón que esta también fuertemente conectado con arterias, venas y nervios que  hace muy difícil arrancarlo con una mano. Actualmente las operaciones de corazón abierto se realizan con una sierra eléctrica para poder serrar las costillas y separarlas del esternón, además de poner unos separadores porque la musculatura pectoral hace fuerza  para permanecer cerrada. La leyenda negra dice que además se bebían la sangre del corazón, cosa muy complicada ya que la sangre se coagula en dos minutos, y pierde su estado líquido. Así que tendrían que realizar esta proeza en menos de dos minutos, algo que es materialmente imposible incluso en la actualidad.
En realidad no hubo ningún testigo presencial de estos sacrificios, ni siquiera Hernán Cortes los presenció en los seis meses que estuvo mantenido y alimentado en Tenochtitlan. Si de verdad los Aztecas fueran unos salvajes caníbales que practicaban esta serie de sacrificios , pues ya se los hubieran comido a todos, sobretodo después de comprobar la simpatía natural que rebosaba Hernán Cortes.
El único testimonio más que dudoso fue el soldado Bernal díaz del Castillo, que afirmó que a una distancia de 7 km vio como sacrificaban a sus compañeros y les sacaban el corazón con un cuchillo de obsidiana y lo sacaban con una mano con el corazón aún latiendo.  Vamos que tenia una vista prodigiosa, y una imaginación propia de alguien temeroso de Dios y de la inquisición.
Nunca se encontraron restos de cadáveres con el pecho abierto, y en la actualidad cualquier resto de huesos que encuentran ya lo dan por sacrificado, ningún resto de indígena de hace 500 años dicen que murió de viejo.
La antropóloga e historiadora  Eulalia Guzmán Barrón, señalaba en su momento que no hubieron tales sacrificios y que Moctezuma no fue un Rey traidor.
El profesor Francisco Armengol  dijo textualmente:
“Los pueblos de Anáhuac no fueron incultos, ni salvajes, ni sanguinarios”, ya nos afirmaba que no existió ni la sumisión ni la cobardía de Moctezuma, ni la entrega voluntaria de esos pueblos a los conquistadores y a sus cronistas, que sólo fueron : “Mentiras para justificar sus atrocidades ante Carlos V. Pero tales aseveraciones se sustentó en irrefutables argumentaciones, por lo menos hasta ahora. Como una de las pocas investigadoras que en el mundo han tenido acceso a las cartas o relaciones originales de Hernán Cortés a Carlos V, demuestra que en las emitidas de abril a julio de 1519 sin testigos ni testimonios relata que a los sacrificados los sacerdotes quitan corazones y entrañas y las queman en ofrenda. Todos lo creyeron y, lo que es peor, lo siguen creyendo”.

“tampoco doña Eulalia encontró una prueba testimonial de la existencia de los sacrificios humanos ni en fray Bernardino de Sahagún, ni en funcionario, sacerdote, ni hombre sabio tenochca. En cambio Ixtlixóchitl consigna las resultantes de cuestionarios obligados para indígenas de otros pueblos que no eran del Anáhuac y de ninguna calidad y categoría que respondieron en náhuatl y sus respuestas fueron traducidas por alumnos del colegio de Tlatelolco, ya catequizados por lo que, afirmó doña Eulalia, “Sahagún alteró los datos y los interpretó a su criterio”. Los vencedores fabricaron su propia historia, porque “de México Tenochtitlan-Teotihuacan no quedó un solo libro pintura (códices). Todo fue implacablemente destruido”.

Hernán Cortes, necesitaba alguna justificación para no ser condenado de traición, ya que no tenía autorización del Rey de España para entrar en territorio Anahuac, Lo hizo por su cuenta ya que venia huyendo de un conflicto con el virrey de Cuba, y tuvo que  inventarse mil y una historias para justificar tanta sangre, saqueos y torturas. Y en la actualidad la historia oficial y la iglesia siguen siendo cómplices de este engaño.

Pero aún hay mas pruebas de esta vergonzosa manipulación, Doña Eulalia Guzmán demostró que la mal llamada piedra de los sacrificios que se encuentra en el museo nacional de antropología , se trata en realidad del monumento al sol llamada  piedra Tizoc,  encontró que fue manipulada a golpe de martillo estropeando los bajos relieves originales, para hacer una falsa canaleta, donde en la actualidad se asegura que corría la sangre de los sacrificados. De hecho la verdad es que si se nota que esa canaleta esta hecha posteriormente de una forma muy basta como de demuestra en esta fotografía.
Ella aclaraba que efectivamente esas piedras eran para ofrendar a los Dioses, aunque en realidad no creían en Dioses, ya que todo era simbólico. Los Aztecas en realidad daban homenaje a las energías de la naturaleza y las representaban en forma de “Dioses”.
Ya que la palabra en nahuatl  “Teotl” no tiene un significado de Dios como le daban los cristianos sino que se traduce también como energía y creación.En esta piedra de ofrendas había hojas de maguey en donde los que daban la ofrenda  se punzaban la oreja sacando una gota de sangre y la quemaban con copal, y ese fue el mito de los sacrificios de sangre.
Aquí dejo un link de la noticia en cuestión de las declaraciones de la Antropóloga Eulalia Guzman.
El cuchillo de pedernal o tekpatl estaba siempre presente en las liturgias Mexicas, para entregar la fuerza de voluntad representada por el corazón, a las fuerzas de la naturaleza que rigen el cosmos. Esta fuerza de voluntad era necesaria para vencerse a si mismo, es decir la ira, envidias, tortura y codicia, era un ritual de superación personal, era una de las disciplinas guerreras de los Mexicas.
Cada vez que se indaga e investiga la cultura Mexica, uno se da cuenta que es una incongruencia pensar en sacrificios humanos. Una cultura que creo un calendario en armonía con el cosmos, que tenían respeto por la naturaleza y honraban la vida, no tiene sentido hacer rituales de sangre arrancando corazones para satisfacer Dioses caprichosos.
Los verdaderos sacrificios de sangre empezaron con la conquista , y de eso si hay pruebas más que suficientes y nadie las puede negar.






Joaquin Piquer.
Fuente: Maestro Viejo

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