Considerado como una de las maravillas de Occidente, el Monte St-Michel es una fortaleza medieval francesa, construida sobre un islote en medio del océano. Flotando sobre el horizonte, como un espejismo, este sagrado monasterio es realmente un lugar único. Habiendo sido habitada a lo largo de toda su existencia, durante más de mil años, la isla ha servido como fortaleza estratégica, prisión y lugar de peregrinación, atrayendo a peregrinos cristianos de todo el mundo. La pieza central del Monte St-Michel Mont es su iglesia: un rascacielos medieval inspirado durante un sueño. Construido sobre la cima de una formación rocosa de 80 metros de altitud, el Monte St-Michel se localiza sobre la costa norte de Francia, justo donde se encuentran las regiones de Normandía y Bretaña. Precisamente es su ubicación los que hace de este monumento un lugar impresionante. Como salido de un cuento de hadas, el Monte St-Michel emerge como una isla de granito en el centro de una enorme bahía, unido por un sendero al continente (camino que se revela sólo durante la marea baja).
Durante las mareas altas, sin embargo, queda completamente rodeado por el mar. De hecho, en estos casos, el agua se puede precipitar a velocidades increíbles y subir de nivel hasta más de 13 metros de forma casi repentina, con lo que un confiado peatón podría ahogarse rápidamente, sorprendido por la rápida crecida del mar. El castillo turco en el que 'Dracula' estuvo prisionero se abrirá al público (en inglés) Desenterrados en Kyoto Restos de un Castillo Construido por un Poderoso Señor Feudal Japonés El Castillo de Elmina y su Oscura Historia de Esclavitud, Tortura y Muerte (en inglés) En épocas prehistóricas, la bahía e la que ahora se asienta el monasterio formaba parte de la línea de la costa. Durante millones de años, los sucesivas crecidas del nivel del mar provocaron tal erosión que finalmente derribaron parte de la antigua costa, dando forma a la actual. Sin embargo, algunos bloques de granito resistieron el desgaste del océano mejor que el resto, siendo uno de ellos el Monte St-Michel, que (junto con otras formaciones rocosas) permanece imperturbable a pesar de los cambios en su entorno. Los orígenes del Monte St-Michel se remontan hasta los siglos VI-VII d. C., cuando los Galos de la Armórica utilizaron la isla como fortaleza y expresión de su poder en Bretaña. Durante esa época la isla era conocida como "Monte Tombe". Cuando los Romanos abandonaron Gran Bretaña a mediados del siglo V, muchos británicos cruzaron el canal ante el temor a la creciente influencia anglosajona en su antiguo país de origen. Esta emigración fue la razón por la que en Francia llaman Bretagne a esta región, conocida asimismo por los ingleses como “Brittany”. El Monte Tombe sirvió de fortaleza hasta que fue saqueado por los Francos, que pusieron fin a la etapa céltica de vínculos culturales entre la Bretaña Francesa y Gran Bretaña. En octubre del año 708, el obispo de Avranches, San Aubert, ordenó agregar una pequeña iglesia al lugar. La aparición del culto a San Miguel se relata en un manuscrito del siglo X llamado La Revelatio ecclesiae sancti Michaelis. Según la leyenda, una noche del año 708, San Aubert vio al Arcángel Miguel (líder de los ejércitos celestiales) en un sueño, en el que le mandó que construyera una iglesia sobre la cima de la isla. De hecho hay una estatua de oro de San Miguel que aún puede verse en lo alto de la aguja de iglesia. El edificio del monasterio fue un proyecto inmenso que fue evolucionando a lo largo de los siglos. La construcción de la abadía se prolongó durante más de 500 años, del 1017 al 1521 y la estructura de la iglesia original quedó acabada en el 1144. Otros edificios se añadieron en el siglo XIII para acomodar a los monjes y peregrinos que llegaban hasta el Monte St-Michel para rezar y vivir en soledad. En un principio, el Monte St-Michel se parecía a la típica iglesia románica del siglo XI, pero, como sucedió con muchas otras iglesias de este período, sufrió la influencia de la ola de arquitectura gótica que se estaba extendiendo por toda Europa. En la actualidad la iglesia se considera de estilo gótico con sus típicos arcos ojivales y sus muchos ventanales que llenan el santuario de luz.
Durante la Edad Media, creció un pueblo alrededor de la iglesia, sobre todo en la cara Este de la isla y, aún a día de hoy, entre 30 y 50 residentes siguen viviendo ahí. Su calle principal está salpicada de tiendas y hoteles y durante el Medievo era un mercadillo rebosante de puestos de venta de "souvenirs" y comida rápida como tortillas y “crepes”.
En el año 966, una comunidad de monjes Benedictinos, procedentes de Europa occidental, se estableció en el islote a petición del Duque de Normandía. Tras la conquista normanda de Inglaterra en el año 1066, la Iglesia prestó su apoyo al duque Guillermo de Normandía y a su aspiración de ocupar el trono inglés. Dicho apoyo tuvo como resultado que la Iglesia obtuviese un gran poder político y financiero, lo que le permitió continuar ampliando las construcciones sobre el Monte de St-Michel.
En el siglo XIV, durante la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, tanto la iglesia como el pueblo se fortificaron como defensa ante los ataques de los ingleses. Se construyeron murallas para poder defenderlo contra una nueva clase de arma (el cañón), y se levantaron más anchas que altas para, de este modo, ofrecer un objetivo de menor tamaño al enemigo. Aunque los ingleses conquistaron todo el resto de la Normandía y pese a que asaltaron el Monte St-Michel en varias ocasiones, no fueron capaces de conquistar este bien fortificado islote. Por su obstinada defensa contra los ingleses durante la Guerra de los Cien Años, el Monte St-Michel se transformó en símbolo nacional de la identidad francesa. Con el comienzo de la Reforma a principios del siglo XVI su popularidad comenzó a disminuir. Durante la Revolución Francesa, poquísimos monjes habitaban ya el Monte St-Michel y tras la revolución la iglesia fue cerrada y convertida en prisión en 1793. En ella se encerró a prisioneros religiosos y políticos del nuevo régimen. En 1836, se lanzó una campaña para reinstaurar el lugar como símbolo nacional arquitectónico. Esto provocó el cierre de la prisión en el año 1874, cuando la isla pasó a formar parte del Departamento de Monumentos Históricos siendo declarada monumento histórico. Desde entonces, se ha mantenido abierta al público durante todo el año. A finales de la década de 1960, una comunidad religiosa regresó al monasterio y desde el año 2001, frailes y monjas de "Las Fraternidades Monásticas de Jerusalén", han perpetuado la presencia espiritual en el islote. En la actualidad, los religiosos viven y trabajan en el lugar de igual manera que en la época medieval. En 1979, el Monte St-Michel fue designado Patrimonio Mundial por la UNESCO y a día de hoy recibe más de tres millones de visitantes al año. En la actualidad se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos de Europa así como en la atracción turística más popular de Francia después de París.
Autor: Bryan Hilliard
Traducción: Mariló T. A.
articulo publicado en--https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-europa/monte-st-michel-el-sagrado-castillo-sobre-el-mar-002767
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