¿Es posible que un accidente geológico hiciera reactores nucleares “naturales” mejor equipados que los reactores existentes hoy en día?
En África, hay una montaña de residuos de uranio. Los depósitos, sugieren la existencia de una civilización avanzada de hace 2 millones de años.
Llamado el ‘monstruo atómico’, este parecía ser el mayor productor de energía nuclear y más eficiente. Paredes con ángulos inclinados, aislamiento de los residuos nucleares y una mejor refrigeración que la ingeniería actual pudiera desarrollar.
Estaba bien diseñado con una excelente estructura. Por lo tanto, después de el período de “gran destrucción”, muchas civilizaciones posteriores trataron de explorar lo que quedaba del “monstruo” para devolverlo a los días de gloria.
Pero el edificio estaba en muy mal estado y el sistema de reciclaje de uranio ya no funcionaba. Por último, a lo largo de los milenios, las paredes y los canales de refrigeración estaban oxidados, corroídos y terminaron confundiéndose con la montaña que antiguamente lo había albergado.
Cientos de miles de años más tarde, el único vestigio de una tecnología de construcción que existía en ese lugar fue el material agotado, el resto del reactor era irreconocible.
Esta configuración de ficción no podría haber sido muy diferente a la realidad, si tenemos en cuenta que muchos científicos de los años 70 opinaron que la existencia de este “reactor nuclear en Gabón”, era un depósito gigante de uranio en África y es un fenómeno que nunca podría haber ocurrido de forma natural.
Con una edad de alrededor de 2 millones de años, la mina de Oklo en la República de Gabón, saltó a la luz internacional cuando una empresa francesa descubrió que su uranio había sido extraído y utilizado.
Después de analizar muestras de la mina, la planta técnica nuclear de Tricastin descubrió que el mineral no sería bueno para fines industriales.
Ante la sospecha de un posible fraude por parte de la empresa que exporta el uranio, Tricastin decidió investigar la razón de porque las muestras de uranio normales tienen aproximadamente 0,7% de material aprovechable, mientras que el de Oklo aproximadamente sólo el 0,3%.
Cuando se confirmó que el material parecía el residuo de la reacción nuclear, los investigadores de todo el mundo viajaron a estudiar el sitio.
Después de un análisis químico exhaustivo y también análisis geológicos, los científicos llegaron unánimemente a una conclusión sorprendente: las minas de uranio en Gabón no podrían haber sido más que un reactor de 35.000 km², que comenzó su labor hace millones de años y se mantuvo en funcionamiento durante otros 500.000 años.
Estas sorprendentes cifras han llevado a muchos expertos a romperse la cabeza pensando en una posible explicación. Pero 40 años después, el caso de las minas de Gabón todavía les despierta las mismas preguntas que tenían al principio.
¿Qué o quién fue el que uso de la energía nuclear antes de que existiera alguna civilización en la Tierra? ¿Como ellos diseñaron un complejo de reactores tan grande? ¿Cómo se mantuvo en funcionamiento durante tanto tiempo?
La explicación plausible
En un esfuerzo por explicar el origen del reactor, los científicos han recurrido a una vieja teoría del químico japonés Kazuo Kuroda, quien años antes había sido ridiculizado después de postular su teoría.
Kuroda dijo que una reacción nuclear podría ocurrir sin la mano del hombre solo cuando la naturaleza tenga una serie de condiciones esenciales: un depósito de uranio de un tamaño adecuado, un mineral con una alta proporción de uranio fisible, un elemento que actúa como moderador en ausencia de partículas disueltas que impidan la reacción.
Pero tres de las condiciones que indica Kuroda eran muy poco probables. Por esta razón, los científicos añaden a una hipótesis final al factor de Kuroda: un sistema geológico ocasional que permite la entrada de agua en el depósito y la salida del vapor de la reacción.
Se estima que varios millones de años, la proporción de uranio fisible en la naturaleza era mucho mayor (alrededor del 3% del mineral), un evento clave para que la supuesta reacción pudiera haber ocurrido.
En base a este factor, los científicos propusieron que cada tres horas los depósitos de uranio podían haberse activado de forma espontánea cuando eran inundados con agua filtrada de las grietas.
Sin embargo, para que la teoría de Kuroda sea plausible, el agua requerida debería tener una buena razón de deuterio (agua pesada) y debería estar ausente de cualquier partícula que pudiera detener los neutrones de la reacción.
¿Podría agua que se filtra a través de las rocas tener estas condiciones excepcionales? ¿Podría encontrarse en una naturaleza líquida, lo que hoy en día requiere de un proceso de producción desarrollado?
Ingeniería Avanzada
Después de una serie de análisis geológicos, los investigadores descubrieron que al reactor de Oklo aún le quedaba una última sorpresa: los “depósitos” de residuos adoptaron una disposición tal que a pesar de haber pasado millones de años, la radioactividad no se había escapado de la mina.
En resumen, el reactor gigante en Gabón fue mejor en relación con cualquier reactor moderno.
Por lo tanto, incluso si la teoría de los “reactores naturales” que es ahora la más extendida en el mundo académico, hay muchas preguntas que todavía esperan a ser contestadas.
¿Por qué el uranio fue encontrado en depósitos bien definidos y no dispersos por toda la tierra? ¿Por qué este fenómeno se produjo sólo en África y no en otras partes del mundo?
¿Se puede casualmente formar un patrón en las paredes de una mina para que ninguna radiactividad pueda migrar fuera de la misma?
Pero, sobre todo, ¿qué es exactamente lo que sucedió en Gabón hace 2000 millones años?
Crédito de la imagen : AFP / Getty Images
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