Siguiendo mi ruta por los enclaves templarios de Toledo, visité el Castillo de Montalbán. Se trata de la fortaleza de mayor tamaño y complejidad de todas las existentes en la actual Castilla La Mancha y una de las más importantes de la Península Ibérica. Su visita, al ser propiedad privada, sólo puede realizarse los sábados por la mañana y sólo durante unos meses al año. Dificil su acceso y algo peligrosa su visita.
Es realmente impresionante encontrar una fortaleza enorme, con sus defensas bien conservadas en medio de la nada. Con sus piedras llenas de marcas de cantería de simbolismo esotérico.
En un paraje agreste, al borde de un profundo tajo. No hay construcciones modernas, ni pintadas, ni carteles, ni coches… Parece estar tal y como fue abandonado hace siglos. Arruinándose lenta y majestuosamente.
En sus proximidades hay dolmenes prehistóricos; fue fortaleza musulmana, ampliada y reformada por los caballeros templarios y uno de los principales bastiones que tuvo el Temple. Cabeza de la importante Encomienda Templaria de Montalbán, tambien posible lugar de reunión y ceremonias. De allí partieron los caballeros templarios hacia la batalla de las Navas de Tolosa en 1212.
Y como todo buen castillo templario, alberga leyendas y misterios de todo tipo:
Ninguna poblacion hay cerca, ninguna ruta importante. Pero el castillo transmite una gran fortaleza. Viejas tradiciones aseguran que está hecho para guardar algo… un fabuloso tesoro.
Puede ser el misterioso tesoro de los templarios, jamás encontrado.
O las riquezas de los reyes godos.
O los objetos esotéricos más buscados: El Santo Grial y La Mesa de Salomón.
La leyenda dice que el castillo se comunica por un túnel con la cercana y misteriosa iglesia de Santa María de Melque: Las gentes de la zona hablan de ovejas que se pierden en Melque y aparecen en el Castillo de Montalbán y de un pastor que descendió a los tuneles del castillo y apareció en el pozo de la iglesia.
El caso es que se conservan en el castillo inmensos subterráneos, que cualquiera puede vislumbrar a través de varios pozos. Se supone que son aljibes o silos. Pero su tamaño es enorme, desproporcionado. Y la calidad de su construcción muy alta. De esos enormes recintos subterraneos parten amplias galerías.
¿Ocultan esos misteriosos túneles alguno de los secretos más buscados? Importantes investigadores ubican en la zona los tesoros de los reyes visigodos, que escondieron a la llegada de los invasores musulmanes.
Quizá los templarios fueron los guardianes y depositarios de secretos ancestrales, como el de la Mesa de Salomón o el Santo Grial.
Quizá la cercana iglesia de Melque tenga algo que ver con esos viejos misterios.
Hablaremos de ello.
Quizá la cercana iglesia de Melque tenga algo que ver con esos viejos misterios.
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