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sábado, 30 de noviembre de 2013
OVNIS en el Lejano Oeste
Resulta innegable la existencia de una gran cantidad de documentos y testimonios históricos, tanto escritos como gráficos, que han llegado a nuestros días y demuestran la aparición de OVNIs en los cielos desde la más remota antigüedad. La casuística del fenómeno abarca todas las épocas y escenarios, dejando un rastro de pruebas que se extiende desde el principio de los tiempos. A finales del siglo XIX, en el mítico Lejano Oeste americano, se registraron un gran número de avistamientos en lo que puede calificarse como una "gran oleada" OVNI.
Gracias a la labor incansable y al trabajo riguroso de investigadores de la talla del astrofísico francés Jacques Vallée, muchos de los casos OVNI acaecidos en el Lejano Oeste han sido rescatados del olvido. Todos ellos reúnen muchas de las características propias que definen el fenómeno, desde la aparente falta de sentido de las situaciones en las que se producen, hasta la presencia de tripulantes ante los ojos de los testigos. Algunos de estos encuentros fueron recogidos en las páginas de los periódicos de la época, con descripciones detalladas y declaraciones de los que los vieron, entre ellos miembros respetables de la comunidad y agentes del orden. Sin embargo, el carácter local de los diarios limitó la difusión de las noticias, aunque esta circunstancia no restó veracidad a los hechos narrados.
Un claro ejemplo lo encontramos en la edición del 28 de abril de 1897 del Houston Daily Post, que recogía una insólita noticia fechada el día 26 de ese mismo mes en la pequeña localidad de Merkeljexas. Al anochecer de ese día, un grupo de feligreses que regresaban de asistir a un oficio religioso en la iglesia, advirtieron la presencia de un extraño objeto que parecía estar siendo arrastrado pesadamente por una cuerda que se perdía en la oscuridad. Un tanto sorprendidos por lo que estaban viendo, los vecinos siguieron al objeto hasta que este se quedó enganchado en un raíl al atravesar las vías del ferrocarril. Cuando fijaron su atención en la cuerda, vieron que esta se elevaba hacia el cielo y entonces contemplaron estupefactos cómo llegaba hasta lo que parecía ser una nave aérea en vuelo estático. La oscuridad de la noche y la altura considerable a la que se encontraba les impidió calcular su tamaño, pero parecía tener varios "ojos de buey" iluminados alrededor de su casco y por la proa emitía una luz muy potente que los testigos identificaron con el faro frontal de una locomotora.
Pero no iban a acabar ahí las sorpresas de esa noche. Transcurridos unos diez minutos vieron bajar por la cuerda la figura de lo que parecía ser un hombre, descendiendo lo suficiente para que todos los testigos pudieran observarle con claridad. Según sus descripciones coincidentes, era de pequeña estatura y vestía un extraño "traje de marinero" azul claro. Cuando vio al grupo de personas que observaban atónitas la escena y que se habían congregado alrededor del objeto atrapado entre las vías, aquel ser se detuvo y se apresuró a cortar la cuerda, volviéndose rápidamente hacia la nave aérea que con él en su interior se alejó en dirección noroeste a gran velocidad.
Según informaba el periódico en su crónica, el pesado objeto, definido por los testigos como una especie de "ancla", fue recogido por alguno de ellos y exhibido durante varios días en una herrería del pueblo. Lamentablemente, el rastro de aquella "ancla" caída de las nubes se perdió para siempre, desconociéndose cuál es su paradero actual.
Diversos fotogramas y el cartel de la película Cowboys contra Aliens, de reciente estreno en los cines españoles. Aunque se trata de una historia de pura ciencia ficción, lo cierto es que en el Lejano Oeste se reportaron muchos casos de avistármenos OVNI e incluso Encuentros Cercanos del Tercer Tipo.
La gran oleada
Este suceso no constituyó un hecho aislado sino que pertenece a una gran "oleada" de avistamientos que tuvieron lugar en aquellas fechas por todo el Lejano Oeste americano. De esta larga sucesión destacaremos algunos de los más insólitos y es-pectaculares. Durante el verano de 1873, unos granjeros que trabajaban sus tierras cerca de la localidad tejana de Bonhan, afirmaron habervisto una "gigantesca serpiente voladora". Cuando contaron a sus vecinos su turbadora visión, estos no los creyeron pensando que se trataba de una broma. Sin embargo, su testimonio fue confirmado al día siguiente cuando en la localidad de Fort Scott, situada en el estado de Kansas, varias personas declararon haber visto también una "serpiente voladora". La consulta de un mapa de los Estados Unidos nos da una idea de la enorme distancia que separa los escenarios de los dos sucesos, circunstancia que nos permite descartar la posibilidad de una broma o una alucinación colectiva a gran escala que hubiera afectado a los testigos repartidos entre dos estados separados por cientos de kilómetros.
En 1878, un agricultor de Parkersburg, Virginia Occidental, afirmó habervisto flotar en el aire un caballo blanco. Este suceso y el anterior nos recuerdan a los avistamientos de absurdas criaturas aladas que se han venido produciendo en los últimos años en muchas partes del mundo. Continuando con un caso parecido, en 1881, en varias poblaciones de los estados de Delaware y las dos Virginias cientos de personas vieron a "soldados uniformados flotando" por los aires durante la noche. Apenas ocho días más tarde, un enorme objeto alargado y de aspecto metálico, en el que se podían distinguir una especie de alas, sobrevoló la ciudad de Chicago emitiendo una serie de destellos verdes, blancos y rojos. Tal y como recoge la prensa de la época, durante los siguientes días se continuaron observando varios objetos voladores atravesando los cielos de algunos estados del centro y oeste del país.
Estos primeros avistamientos marcaron el inicio de una espectacular sucesión de encuentros cercanos. El lunes 12 de abril de 1881, un aparato volador fusiforme y1 de grandes dimensiones fue observado por varios testigos dignos de todo crédito en la localidad de Milwood, en el estado de Illinois. En la misma fecha y en la cercana población de Creen Ridge, también fue divisado un objeto parecido, si no el mismo. Parece ser que en este segundo caso llegó a aterrizar y los que lo vieron afirmaron que de su interior salió uno de sus ocupantes para realizar lo que creyeron que podía ser algún tipo de reparación. Apenas dos días más tarde, un objeto volador aterrizó en el terreno de un rancho cercano al pueblo de Gas City (Indiana), espantando a los caballos y al ganado y provocando la lógica alarma entre los cowboys. Su sorpresa fue aún mayor cuando vieron descender de aquel extraño aparato a seis tripulantes que, completamente ajenos a lo que les rodeaba, se dedicaron a manipular el exterior de la nave. Cuando terminaron, desaparecieron en su interior y el aparato se elevó vertiginosamente hacia el cielo.
El día 15 fue visto un objeto volador de grandes dimensiones en las cercanías de Linn Grove (lowa), siendo contemplado por casi toda la población. Cuando algunos de los testigos se atrevieron a aproximarse lo Suficientemente cerca para poder ver a dos de sus tripulantes, descritos con aspecto humano y luciendo una cabellera inusualmente larga, la misteriosa nave aérea "...desplegó cuatro alas gigantescas y se elevó hacia el norte". Pocos días después se produciría un suceso que nos recuerda a las "persecuciones" de OVNIs a algunos aviones de tiempos recientes. Los periódicos recogieron la sorprendente noticia in-formando de que un extraño objeto aéreo había seguido durante varios minutos a un tren en Dakota del Sur. Ese mismo día, un tren de pasajeros que se dirigía a Quincey (Mississipi) también fue "perseguido" por un aparato volador similar en las cercanías de Perry Springs (Missouri).Todos los viajeros pudieron observar con detalle sus evoluciones mientras lanzaba destellos con sus luces rojas y blancas. De repente, el aparato se elevó desapareciendo a gran velocidad. Unas horas después se produjo un nuevo suceso relacionado con este último. En las cercanías de Springfield, Illinois, dos testigos vieron una extraña "nave" posada en el campo. Al acercarse, mantuvieron una sorprendente conversación con sus tripulantes quienes les informaron haber "...volado desde Quincey en una media hora". Lamentablemente, carecemos de más datos que nos informen del contenido de aquella amigable charla. Siguiendo con la sucesión frenética de avistamientos y encuentros cercanos con lo absurdo que se produjeron durante aquel mes de abril de 1881, el día 19 otro aparato aéreo sobrevoló Sisterville (Virginia Occidental) mientras emitía luces blancas, rojas y verdes.
Según el testimonio de los que lo vieron, tenía forma cónica y unos sesenta metros de longitud, apreciándose en sus costados una especie de aletas de grandes dimen-siones.
Encuentros cercanos
Aquella misma noche del lunes 19 de abril tendn'a lugar un avistamiento cercano que reunió todas las características del fenómeno en su tercera fase. En la pequeña población de Leroy (Kansas), Alexander Hamilton y su familia descansaban plácidamente tras una dura jornada de trabajo en el campo. En plena noche su sueño fue interrumpido por los mugidos del ganado asustado. Se levantaron para ver lo que pasaba y en el exterior de su casa pudieron observar un objeto de aproximada-mente cien metros de largo con forma de cigarro puro y una cabina traslúcida en su parte inferior. El objeto se mantenía flotando a unos diez metros sobre el suelo sin emitir ningún ruido. El granjero venció su miedo inicial y acompañado por sus hijos se acercó a menos de cincuenta metros del aparato que desprendía una intensa luz blanca. En el interior de la cabina consiguieron distinguir las figuras de seis extraños seres a los que Hamilton calificó como repulsivos en sus declaraciones posteriores a la prensa. También les oyeron hablar entre ellos aunque su lenguaje les resultó incomprensible. Mientras observaban a tan extraños tripulantes, de la nave lanzaron una especie de cable que atrapó a una res de las que se encontraban cerca, elevándose después en el cielo y desapareciendo en medio de la oscuridad de la noche. Al día siguiente, el granjero encontró muerto al animal abducido. A la mañana siguiente, el capitán James Hooton se encontraba en las afueras de Homan. Arkansas, cuando oyó lo que le pareció el ruido de una máquina de vapor. Al acercarse al lugar de donde procedía aquel ruido misterioso descubrió sobre un claro un gran objeto cilíndrico de extremos achatados, con una serie de ruedas o "hélices" asomando de sus costados y de la parte superior. El capitán Hooton entabló conversación con los ocupantes del aparato al que ellos mismos definieron como nave aérea, el mismo nombre con el que se referían a estos avistamientos en la prensa de la época. Antes de volver a su interior para reemprender el vuelo, sus locuaces tripulantes le dieron algunas explicaciones sobre el funcionamiento de la máquina que el capitán reconoció no comprender.
El día 22 de aquel ajetreado mes, en las proximidades de Rockland y Josserand, Texas, y con una diferencia de apenas media hora, se dieron dos nuevos avista-mientos de una extraña nave aérea. John M. Barcley vivía en las afueras de Rockland cuando aquella noche le despertaron los ladridos de su perro asustado. Al salir de su casa, se encontró con un gran aparato que flotaba a unos cinco metros sobre el suelo. Presentaba unas características muy similares al observado por Hamilton y el capitán Hooton, con una alargada estructura fusiforme de la que sobresalían algu-nos salientes, y una luz blanca muy intensa que se apagó repentinamente cuando aterrizó. El señor .Barcley contempló entonces cómo de su interior salía un ocupante que después de saludarle en un correcto inglés sin acento apreciable, le pidió unas herramientas para efectuar ciertas reparaciones en la nave. El misterioso tripulante le pagó su ayuda con un billete de diez dólares, y volvió a introducirse en el aparato que salió entonces a toda velocidad, "...como una bala de cañón", según declaró el señor Barcley en una entrevista a un corresponsal de un periódico local.
Frank Nichols, vecino de la cercana localidad de Josserand y uno de los miembros más respetados de su comunidad, fue sorprendido por la súbita aparición de un enorme objeto de brillante luminosidad sobrevolando a muy baja altura un trigal de su propiedad. Cuando aterrizó, consiguió hablar con sus tripulantes, que como en el caso acaecido en Leroy también eran seis, los cuales le pidieron un poco de agua. Tras agradecerle el favor y antes de marcharse, le explicaron el funcionamiento del insólito aparato que supuestamente pilotaban, ¡aunque el impresionado señor Nichols no ¡consiguió entender gran cosa.
Esta gran oleada OVNI tuvo su continuación en los días siguientes. El día 27 Lawrence A. Byrne, juez de Texarkana, Arkansas. se encontró con una extraña nave que parecía anclada en el suelo mientras recoma unos terrenos que estaba tasando. El juez descubrió la presencia de tres de sus tripulantes en las proximidades del aparato, seres con los que intentó comunicarse sin obtener resultado, ya que "...Hablaban una lengua extranjera, pero a juzgar por su aspecto se les podría tomar por japoneses". Unos días más tarde, el 6 de mayo, dos agentes de la ley se iban a convertir en "privilegiados" protagonistas de un nuevo y espectacular avistamiento. Los dos hombres cabalgaban por las inmediaciones de Hot Springs, también en Arkansas, cuando a pesar de la lluvia intensa que caía ob-servaron una luz muy brillante en el cielo nocturno. Después, los jinetes continuaron su camino hasta que los caballos se negaron a continuar, asustados. Fue entonces cuando en un claro descubrieron posada la silueta de un aparato desconocido, y junto a este lo que parecían ser dos hombres y una mujer. Intuyendo cierto peligro, los agentes desmontaron y armados con sus respectivos Winchester se: acercaron hasta ellos para preguntarles1 qué estaban haciendo. Vieron entonces! cómo aquellos tres seres parecían estar He-: nando de agua de lluvia una especie de bolsa de grandes di-mensiones. Tras una breve charla en inglés, los desconocidos les invitaron a dar una vuelta en su extraño aparato, proposición que fue amablemente rechazada por los dos representantes de la ley, que decidieron seguir adelante por su camino sin hacer más preguntas.
Incidente en Aurora,
¿preludio de Roswell?
Casi cincuenta años antes de que se produjese el polémico y discutido incidente de Roswell en Nuevo México, el 19 de abril de 1897 la edición diaria del Daifas Mom/ng News abría su portada con un titular impreso en grandes caracteres en el que se decía: "EN AURORA SE HA ESTRELLADO UNA NAVE AÉREA". La noticia estaba fechada el 17 de abril, en la población de Aurora, condado de Wise. Según recogía la crónica, hacia las seis de la mañana de ese día, los más madrugadores de la localidad quedaron asombrados ante la súbita aparición de una aeronave desconocida sobrevolando el cielo. Su aspecto coincidía con el de otros avistamientos anteriores, siendo su forma cilíndrica y alargada de la que salían cegadores destellos luminosos. El objeto sobrevoló a gran velocidad la plaza del pueblo y cuando llegó a las afueras de la localidad, chocó contra la torre del molino de viento del juez Proctor, estallando en mil pedazos tras producirse una tremenda explosión. Sus restos quedaron esparcidos por una superficie de varias hectáreas, destruyendo el molino y el depósito de agua, así como causando graves daños en el jardín del juez. Entre ellos se encontró el cuerpo desfigurado de lo que parecía ser su único tripulante. Al contemplar el aspecto del cadáver, algunos testigos se atrevieron a afirmar que no se trataba de un ser de este planeta. Las desconcertadas autoridades locales solicitaron entonces la opinión, en su calidad de astrónomo, del señor Weems. oficial del Servicio de Transmisiones del Ejército de los Estados Unidos. Al contemplar los restos del supuesto tripulante de la nave aérea, el señor Weems afirmó que en su opinión se trataba de ¡un habitante de Marte!
Según parece, entre los fragmentos del aparato fueron hallados una serie de documentos redactados en un tipo de escritura jeroglífica desconocida e incomprensible. En su día tampoco se efectuó una investigación exhaustiva que hubiera permitido obtener valiosos datos sobre su construcción y la energía que lo propulsaba, aunque como informaba el Dallas Morning News, del examen superficial de algunos restos se deducía que "... Tres de las muestras tienen propiedades y contenidos comunes de metales de esta zona, pero una de ellas requiere una investigación en profundidad...".
Evidencias de un enigma
Esta impresionante sucesión de avistamientos en el Lejano Oeste confirma que estamos ante una de las oleadas OVNI más espectaculares de la historia. En el contexto de la época, aquellos extraños aparatos voladores fueron comparados con la tecnología existente entonces. Así se hablaba de naves aéreas, "anclas", ojos de buey, hélices, "trajes de marinero"... descripciones que interpoladas nos recuerdan a las comparaciones que se hacen con objetos tecnológicos de hoy en día respecto a los avistamientos actuales.
Cuando intentamos buscar una explicación racional, acabamos en el callejón sin salida al que siempre nos conduce la investigación sobre el fenómeno OVNI. La posibilidad de un fenómeno atmosférico o una confusión astronómica no resiste un análisis serio. La recurrente alucinación colectiva y contagiosa tampoco puede ser tenida en cuenta si atendemos a la naturaleza de los avistamientos y las declaraciones de los testigos. ¿Qué eran entonces y quién las pilotaba? Algunos se han atrevido a insinuar la ingenua posibilidad de que se tratase de prototipos de aparatos voladores desconocidos, evaluados por alguna potencia de la época, teoría inspirada por algunos avistamientos OVNI de época reciente que han conseguido ser explicados al ser confundidos con aviones secretos de tecnología furtiva o pruebas de la ultima tecnología aeroespacial. Sin embargo, esta teoría propia de la ciencia ficción de la época, queda descartada por la sencilla razón de que a finales del siglo XIX no existía ninguna tecnología, ni siquiera oculta, que fuera capaz de desarrollar aeronaves con las increíbles características mencionadas por los testigos. Aún quedaban bastantes años para que los primeros aviones merecedores de tal nombre volasen y los globos aerostáticos eran un invento demasiado reciente. Además de la hipótesis extraterrestre, habría que tener en cuenta una teoría que en los últimos tiempos cobra cada vez mayor fuerza en círculos ufológicos y científicos: la posibilidad de que se tratase de viajeros en el tiempo. No obstante, las respuestas, como siempre ocurre en estos casos, se encuentran tras el muro de un misterio de momento inexplicable.
José Luis Hernández Garvi
Revista española ENIGMAS.
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