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miércoles, 25 de septiembre de 2013
La Torre de Babel es una ¿mítica? construcción que aparece en la Biblia y que tiene una historia digna de ser analizada, como otros muchos pasajes de dicha obra religiosa que no son más que pruebas y documentos importantes mezclados entre paja y datos superfluos.
Y es que esa suerte de rosario compuesto por verdades, medias verdades, mentiras y claras omisiones hace que la mayor parte de este conjunto de libros (incluso para los propios cristianos) sea tomada como relatos fantasiosos y ficticios que funcionarían a modo de fábulas para los más incultos. Y nada más lejos de la realidad, pues la Biblia, al igual que otros textos sagrados como los Vedas por ejemplo, contiene pasajes que más que parábolas o leyendas relatan auténticos "encuentros con lo desconocido" y son la prueba de que quizás las cosas no son como nos las han contado...
Volviendo a la construcción que nos ocupa y según el Génesis, los hombres pretendían "alcanzar el cielo con esta torre". Yahveh no estaba de acuerdo con el alzamiento de dicho edificio, por lo que hizo que los trabajadores de la torre comenzasen a hablar diferentes lenguas, para que no pudieran entenderse, lo que dio lugar a un caos que provocó la expansión del hombre por toda la Tierra. Como vemos en este pasaje del Génesis, Yahveh es un "dios muy humano":
Yahveh descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando y dijo: "He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros". Así, Yahveh los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad.La prueba de que la historia, la arqueología bíblica y los mitos siguen interesando y siendo una realidad muy arraigada en nuestra cultura es la exposición que se está celebrando en el Museo Arqueológico de Murcia: "Torre de Babel: Historia y Mito". La muestra, de valía internacional, recoge piezas tan interesantes como dos relieves que representan un león y un dragón respectivamente, procedentes de la Babilonia del Rey Nabucodonosor II.
Aunque otro atractivo indudable que ofrece la exposición son las maquetas realizadas por un equipo de la Universidad de A Coruña y que representan cómo habría sido la Torre de Babel. El artífice de este estudio científico es el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de A Coruña y comisionario de la muestra: Juan Luis Montero Fenollos. El profesor, cuyo trabajo ha causado gran interés entre expertos y medios de comunicación, ha determinado que la torre medía 60 metros y no 90 metros como se pensaba hasta ahora.
Muy amablemente, Juan Luis Montero ha accedido a contestar a mis preguntas y a despejar mis dudas y curiosidades con respecto a esta legendaria construcción. Aquí os dejo la entrevista.
En primer lugar, ¿Cómo surge la idea de realizar una exposición que ahonde en todo lo que rodea a la mítica Torre de Babel?
Es evidente que la Torre de Babel es un edificio universalmente conocido gracias a su presencia en la Biblia. Ese es el mito de Babel y la confusión de lenguas por todos conocidos. Sin embargo, muy poca gente sabe que detrás de ese mito hay un trasfondo histórico y arqueológico, que nos lleva hasta la antigua Mesopotamia (el actual Irak). La exposición surge tras una investigación de 10 años sobre la Torre de Babel y con el objetivo de dar a conocer al gran público esa parte histórica poco conocida del célebre monumento.
¿Existen datos suficientes como para avalar la existencia de la legendaria construcción?
Hoy en día sí. Sabemos que la Torre de Babel es el zigurat o torre escalonada de la ciudad de Babilonia, 90 kilómetros al sur de Bagdad. Sin embargo, no siempre fue así. Hubo muchos exploradores europeos que desde la Edad Media localizaron la Torre de Babel erróneamente. El mérito hay que atribuírselo a los arqueólogos alemanes que excavaban en Babilonia en el año 1913. La identificación de la Babel bíblica con la Babilonia (llamada Babilu por los babilonios) mesopotámica es hoy indiscutible.
¿Sus conclusiones en relación a las medidas de la torre se basan tan sólo en construcciones que podrían haber sido similares o contemporáneas a la torre o realmente existe una base susceptible de superar las críticas más escépticas para corroborar que realmente existió?
De la Torre de Babel hoy solo se conservan sus cimientos en el centro de Babilonia. El debate entre los investigadores se ha centrado sobre todo en la altura que pudo alcanzar esta torre maciza construida con adobe. Tradicionalmente se ha afirmado (a partir de los datos hallados en una tablilla cuneiforme del siglo III a.C.) que la torre tenía 90 m de alto. Sin embargo, es técnicamente inviable construir una torre de esta altura con un material como el adobe (tierra mezclada con paja y secada al sol). El estudio de otros zigurats mesopotámicos y de pirámides egipcias de adobe nos indica que la altura máxima suele ser el 70 % de las medidas de su base. Por la arqueología sabemos que el zigurat de Babilonia tenía una base cuadrada de 90 m, por tanto la altura máxima rondaría los 60 m. Además, un suelo arcillo como el de Babilonia no soportaría la tensión que provocaría una torre de 90 de altura.
Los datos históricos evolucionan a medida que descubrimos nuevos hallazgos que hacen cambiar los parámetros vigentes hasta un determinado momento ¿Qué supone para un historiador de prestigio defender hechos históricos "heterodoxos"?
El objetivo de todo buen historiador es la búsqueda de la verdad, al margen de leyendas y mitos. En el caso de la Torre de Babel el objetivo ha sido el de acercarse a cuál debió de ser su imagen real, un proyecto que se mueve entre la utopía y la realidad debido a la falta de datos y al halo mítico que envuelve al monumento.
¿Afirmar la existencia de la Torre de Babel puede dar lugar a que también se consideren ciertos otros aspectos y pasajes de la Biblia considerados como meras leyendas?
El objetivo del historiador, o del arqueólogo en este caso, no debe ser el de demostrar que la “Biblia tenía razón”. No es mi objetivo avalar o rechazar con mis investigaciones fe alguna. Esa es una cuestión muy personal. Pero no podemos negar que la Biblia, a pesar de ser un texto religioso, encierra un trasfondo histórico. El episodio de Babel hace sin duda alusión al exilio en Babilonia del pueblo del reino Judá a finales del siglo VI a.C., justo en el momento en el que debían de estar a punto de concluir las obras del zigurat de la ciudad, por parte del rey babilónico Nabucodonosor.
Por último, ¿De todo lo aprendido gracias al estudio de nuestro pasado, con qué se queda? ¿Paradójicamente, cree que en realidad no somos tan diferentes ni estamos tan evolucionados con respecto a nuestros antepasados?
Creo que es importante el estudio del pasado para conocernos mejor como seres que vivimos en una sociedad compleja, que es el fruto de larga evolución histórica. Es indudable que mucho de lo que hoy somos tiene unos orígenes remotos. Por ejemplo, escribir o vivir en una ciudad. La escritura y la ciudad fueron inventadas en la antigua Mesopotamia hace varios miles de años. A pesar de la deuda contraída con nuestros antepasados, creo que estamos muy lejos cultural, social e intelectualmente (no sé si por fortuna o no) de aquellos babilonios que levantaron la Torre de Babel hace más de 2500 años.
http://periodismoymisterio.blogspot.com.es/2011/03/la-torre-de-babel-una-miticarealidad.html
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