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lunes, 3 de noviembre de 2014

Huchuy Qusqo, el monumental refugio de Viracocha Inca

Huchuy Qusqo, el monumental refugio de Viracocha Inca
Recientemente, junto a mi amigo peruano Juan Carlos Valdivia, pude conocer uno de los sitios arqueológicos menos conocidos de la región de Cusco. Llamado Huchuy Qusqo, o sea pequeño Cusco, el sitio arqueológico se sitúa a una altura de aproximadamente 3600 metros sobre el nivel del mar, en la cima de una montaña perpendicular al “valle sagrado”, el valle del río Vilcanota (que más adelante se denomina Urubamba).
Para llegar a Huchuy Qusqo subimos en aproximadamente dos horas una empinada cuesta, pasando de los 3000 msnm de Lamay, ciudad ubicada cerca del Río Vilcanota, a los 3600 msnm de Huchuy Qusqo.
La impresión inicial, cuando nos encontramos frente a grandes muros de contención, fue que el sitio había sido utilizado como refugio, pero también como centro de producción agrícola y ceremonial.
Hay una kallanka, o bien, un gran recinto ceremonial de aproximadamente 40 metros de lado, además de una construcción en piedra de dos pisos, todavía hoy en buen estado.
Más arriba hay varios muros de formas más rústicas, probablemente de origen preincaico. En especial se observa una serie de huecos o nichos ceremoniales, cuyo número es difícil de establecer porque parte de los muros está derrocada.
Según el escritor español Pedro Cieza de León, el constructor de Huchuy Qusqo fue Hatun Tópac, llamado Viracocha Inca, el octavo rey de los Incas.
Hatun Tópac, quien se hacía llamar Viracocha Inca después de que el dios Viracocha se le apareciera en sueños, reinó a partir del 1400 d.C. y conquistó las zonas contiguas a la ciudad de Cusco, en particular la parte del valle del Río Vilcanota en la zona de Calca, donde justamente se dice que hizo construir (o reestructurar y ampliar) su ciudadela, hoy llamada Huchuy Qusqo.
Cieza de León y Juan de Betanzos contaron que Viracocha no tuvo el coraje de organizar un ejército para defender a Cusco de la avanzada de los terribles Chancas.
En 1438, el jefe de los Chankas, llamado Anku Huallok, reunió aproximadamente 40.000 hombres con el fin de poner bajo asedio a Cusco. Sin embargo, hubo un príncipe valiente, cuyo nombre era Cusi Yupanqui (llamado luego Pachacútec), quien se puso al frente de un ejército con el objetivo de confrontar a los bárbaros Chankas.
La batalla campal tuvo lugar en Yawarpampa, donde murieron 22.000 Chankas y 8000 soldados Incas. Cusi Yupanqui fue entonces proclamado rey de los Incas con el nombre de Pachacútec.
A este punto, el hijo de Viracocha Inca, cuyo nombre era Inca Urco, se sintió defraudado y marchó con su ejército personal hacia Cusco, con la idea de derrotar a Pachacútec.
Este último, sin embargo, mejor organizado y liderando un poderoso ejército, venció fácilmente a Inca Urco, luego lo hizo ajusticiar y permaneció solo a la cabeza del imperio. Viracocha Inca dio luego a Viracocha la mascapaicha, una corona de lana roja adornada de hilos de oro y plumas de un halcón andino (caracará andino o Phalcoboenus megalopterus), símbolo del poder imperial.
YURI LEVERATTO






articulo publicado en--http://yurileveratto.com/articolo.php?Id=456

YURI LEVERATTO
Copyright 2014
Traducción de Julia Escobar Villegas
julia.escobar.villegas@gmail.com

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