La evidencia según la cual los antiguos egipcios ya cruzaron el Atlántico hace 3.000 años, mucho antes que Cristóbal Colón en el 1492, no solo procede de la imitación de tradiciones culturales que observamos en Perú y las islas Canarias, donde se han encontrado evidencias de trepanación y momificación, sino de las propias momias egipcias.
Increíblemente, en 1976 la Dra. Michelle Lescott, del Museo de Historia Natural de París, recibió una muestra procedente de los restos momificados del faraón egipcio Ramsés el Grande para su estudio. Utilizando un microscopio electrónico, descubrió granos de tabaco aferrados a las fibras de sus vendajes.
Este descubrimiento inicial fue criticado por las autoridades y sus expertos colegas, quienes insistían en que Lescott simplemente había observado “contaminación procedente de fuentes modernas”, quizás algún antiguo arqueólogo fumando en pipa en sus cercanías, o tal vez hubiese descubierto los restos del estornudo de un obrero.
El tabaco llegó a Europa procedente de Sudamérica durante la época de Colón, 2.700 años más tarde, descartando la posibilidad de que el tabaco estuviera presente durante el reinado de Ramsés, en torno al 1213 a. C.
Algunos años más tarde, la Dra. Svelta Balabanova, toxicóloga forense del Instituto de Medicina Forense de la ULM, continuó el trabajo de la Dra. Lescott con evidencias aún más intrigantes.
A fin de eliminar la posibilidad de contaminación contemporánea, la Dra. Babalanova obtuvo muestras de tejido intestinal del interior del cuerpo de Ramsés, en lugar de las habituales capas externas de piel y tejidos, y para su gran asombro descubrió rastros de cannabis, coca y tabaco fijados a sus células corporales ‘como los anillos de un árbol’.
Dra. Svelta Balabanova. (Fotografía aportada por el autor)
Para sus colegas investigadores esto aún no era prueba suficiente a pesar de la excelente reputación de Balabanova, ya que tal evidencia contradecía las explicaciones convencionales de un eventual contacto intercontinental en el pasado en miles de años de diferencia.
La Dra. Balabanova llevó a cabo una serie de pruebas de cromatografía de gases en las muestras de siete momias, una de las cuales era los restos momificados de Henut Tanui ‘la señora de las dos tierras’ una sacerdotisa que vivió durante el reinado de la Dinastía XXI del antiguo Egipto, en torno al 1000 a. C.
Cada individuo reveló la presencia de nicotina y cocaína, y tanto las momias como los resultados obtenidos fueron considerados completamente creíbles.
La posibilidad de antiguos viajes intercontinentales
‘Podría deducirse por lo tanto que los egipcios obtenían estas plantas comerciando con remotas civilizaciones de todo el mundo antiguo’, escribía el autor/investigador Dr. Alexander Sumach . ‘Prepárense para la noción plausible de contacto cultural intercontinental que fuera, ya continuo, o al menos sostenido hasta cierto punto, durante todas las fases de la historia de la humanidad.’
El profesor Martin Bernal, historiador de la Universidad Cornell, es uno de los muchos expertos que concedió que debieron existir vínculos de antiguo comercio muy anteriores a los cálculos actuales: ‘Estamos consiguiendo más y más evidencias de comercio mundial en una fase más temprana.’
Por otro lado, no está solo en sus hipótesis. Pueden encontrarse más detalles sobre contacto transoceánico en mi último libro The Myth Of Man (“El mito del hombre”).
La historia nos cuenta que el 20 de septiembre de 1519, Fernando Magallanes partió de la costa española con su expedición en el intento de ser el primer hombre de la historia registrada en circunnavegar con éxito el mundo por mar. A pesar de que muchas fuentes afirman que tuvo éxito en esta inmensa gesta, la verdad de este relato afirma que se involucró en una guerra local y encontró la muerte en una batalla el 27 de abril de 1521.
Según ciertos documentos históricos, fue su esclavo personal Enrique de Malaca quien finalmente tuvo éxito donde su amo había fallado, consiguiendo navegar el vasto océano completando una vuelta alrededor del mundo.
Enrique de Malaca. (Imagen aportada por el autor)
La historia nos habla de muchas antiguas travesías de los océanos Pacífico y Atlántico en el pasado, pero han salido a la luz evidencias que extienden la cronología de estas actividades miles de años más allá de las fechas aceptadas en el presente.
El pueblo Manu llegó a la isla de Pitcairn
La isla de Pitcairn , una formación volcánica aislada que se encuentra 1.350 millas (2.172,6 Km) al sudeste de Tahití en el océano Pacífico, fue avistada oficialmente por primera vez en 1767.
La población actual de Pitcairn está formada por descendientes del carguero de 215 toneladas de la Marina Real Británica HMS Bounty , víctima de un trágico motín en 1789 encabezado por el segundo de a bordo Fletcher Christian, quien finalmente condujo a sus amotinados a la isla antes de desembarcar y posteriormente quemar el famoso barco. Aquí fundó lo que se cree que habría sido la primera colonia en tan remoto lugar.
Vista de la isla de Pitcairn, mares del Sur, 1814, J. Shillibeer, Biblioteca del Estado de Nueva Gales del Sur. ( Dominio público )
En 1820 se informó del descubrimiento de una inscripción grabada en la roca, escrita en el dialecto libio del antiguo egipcio, en la isla de Pitcairn. En ella se puede leer:
Nuestra tripulación, naufragada en una tormenta, tocó tierra gracias a Dios
Somos gente de la región de Manu. Adoramos a Ra
de acuerdo con la escritura. Contemplamos el sol
y damos nuestra voz.
Manu es una región elevada de Libia. Por tanto, la pregunta que se plantea es, ¿cómo pudieron viajeros tan distantes alcanzar estas orillas en la época del antiguo Egipto, y por qué esta prueba en concreto ha sido ignorada desde entonces? ¿Es porque oficialmente ningún navegante pudo haber cruzado el Pacífico en una época tan remota?
Acabado en el 2008, el ‘Min of the Desert’ es la réplica de un barco marinero egipcio que navegó desde el mar Rojo hasta Punt hace 3.800 años bajo el reinado de la reina Hatshepsut. ( Boston University Arts & Sciences )
John L. Sorenson y Carl L. Johannessen estudiaron evidencias procedentes de fuentes arqueológicas, históricas y lingüísticas, arte antiguo y estudios botánicos convencionales, que revelaron ‘evidencias concluyentes de que casi cien especies de plantas, la mayoría de ellas cultivables, estaban presentes tanto en el hemisferio Oriental como en el Occidental antes del primer viaje a América de Colón .’
Su artículo de investigación ‘Evidencias científicas de viajes transoceánicos precolombinos’ explica que muchas especies de plantas, más de la mitad de las cuales eran flora de origen americano que se extendieron a Eurasia u Oceanía, solo pudieron haber sido distribuidas a orillas lejanas por medio de viajes transoceánicos llevados a cabo por antiguos marineros.
‘Esta distribución no pudo deberse meramente a mecanismos naturales de transferencia, ni puede explicarse por las primeras migraciones humanas al Nuevo Mundo a través de la ruta del estrecho de Bering’, según afirman los autores.
Mapa del flujo genético en ambas direcciones a través de Beringia, según datos del año 2007 basados en haplogrupos del ADN mitocondrial. Los colores de las flechas corresponden a la época aproximada de los acontecimientos y su clave se puede encontrar en la barra cronológica de colores. (Erika Tamm et al/ CC BY 2.5 )
Necesariamente, antiguos viajes transoceánicos
Sorenson y Johannessen afirman que ‘La única explicación plausible para estos hallazgos es que un considerable número de viajes transoceánicos en ambas direcciones a través de los dos océanos de mayor tamaño se completaran entre el milenio VII a. C. y la época europea del descubrimiento.’
Unos descubrimientos científicos tan polémicos contradicen las nociones aceptadas de las fechas plausibles asociadas al viaje transoceánico, pero los autores insisten:
‘Nuestro creciente conocimiento de la tecnología marítima más antigua y sus logros nos aporta confianza en que se desarrollaran en la época indicada embarcaciones y habilidades náuticas capaces de realizar estos viajes a larga distancia.’
La presencia de mapas anómalos solo ayuda a reforzar la noción de que tuvieron lugar viajes transoceánicos miles de años antes de lo aceptado en la actualidad. Echaremos un vistazo más de cerca a estos mapas en otro artículo.
Mapa del mundo obra del almirante otomano Piri Reis, dibujado en el año 1513 pero supuestamente basado en mapas mucho más antiguos. ( Dominio público )
Autor: J.P. Robinson
Este artículo es un extracto del libro de J. P. Robinson ‘The Myth of Man’.
Referencias:
Did the Ancient Egyptians Regularly Ingest Cannabis, Coca and Tobacco? Shee-Eire.com. Available from: http://www.shee-eire.com/Misc/Articles/EygyptianHemp/hemp1.htm
John L. Sorenson and Carl L. Johannessen, “Scientific Evidence for Pre-Columbian Transoceanic Voyages” Sino-Platonic Papers, 133 (April 200
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