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lunes, 13 de mayo de 2019

Tiwanaku – La ciudad de los hijos del sol



Cerca del lago Titicaca, en Bolivia, a casi cuatro mil metros de altitud, en un escenario desértico e inhóspito, donde el oxígeno escasea y la vida se hace difícil, se encuentran las ruinas de Tiahuanaco, la “ciudad de los hijos del sol”. Con una superficie de 450.000 m2, estos restos son lo que queda de la capital de la misteriosa civilización Tiwanaku.
Puerta del templo Kalasasaya con el monolito Ponce de fondo
Las ruinas abren un inmenso interrogante sobre la habilidad arquitectónica, ingenieril y constructiva de sus fundadores dado que concibieron la ciudad orientada astronómicamente con precisión absoluta, con extraordinarias piezas iconográficas talladas sobre piedras monumentales de un solo bloque entre 20 y 130 toneladas. Con qué tecnología pudieron ser capaces de cortar las piedras con rectas y ángulos perfectos, y como hicieron para transportarlas kilómetros desde la cantera más cercana y ensamblarlas unas sobre las otras. Como fueron capaces de diseñar cámaras subterráneas y redes de canales para aguas pluviales y servidas. Todo este desarrollo urbanístico denota un nivel de avance tecnológico y conceptual tan extraordinario que ninguna respuesta ordinaria es suficiente.
Templo subterraneo con canales
Al igual que en otras construcciones megalíticas del planeta, se observa aquí la utilización de pesadísimas y gigantescas piedras de arsénica y basalto cuyos yacimientos más cercanos se encuentran a cientos de kilómetros, siendo una incógnita absoluta cómo se logró transportarlos.
Puma Punku – plataforma y bloques
El complejo se conforman por: El Templo de Kalasasaya, el templo subterráneo, la Pirámide de Akapana, el templo piramidal Pumapunku, Kantatayita y Putini, el palacio de los sarcófagos. En su iconografía se observa la trilogía de animales sagrados: el cóndor, el puma y la serpiente.
En el Templo de Kalasasaya (kala = piedra y saya o sayasta = parado) o Templo de las Piedras Paradas se verificaban con exactitud los cambios de estaciones y el año solar de 365 días. En ambos equinoccios (otoño: 21 de marzo y primavera: 21 de septiembre) el Sol nacía por el centro de la puerta principal de ingreso. En el solsticio de invierno (21 de junio) el Sol nacía en el ángulo N.E. En el solsticio de verano (21 de diciembre) se marcaba por el nacimiento del Sol en el ángulo S.E. Este muro es conocido como “pared balconera” o “chunchukala”.
Puerta del templo de Kalasasaya
Uno de los monolitos del templo representa a un hombre barbado y de rasgos aparentemente caucásicos, hecho por demás singular ya que los nativoamericanos no tenían barba, por lo que dificilmente podrían representarla en la cara de un hombre. 
Tiwanaku – Representación de hombre barbado
Muy probablemente se trataría de una representación del dios que los incas conocían como Viracocha, el dios creador de su religión, aunque en realidad ellos no le daban un nombre concreto sino una serie de títulos, entre ellos el de Ilya Tiquisi Wyracoca Pacayacacic, que podría traducirse como “Antiguo Cimiento, Señor Instructor del Mundo”.
Templo de Kalasasaya
En Kalasasaya existen tres importantes esculturas: la Estela 8 (Ponce), el monolito El Fraile y la Puerta del Sol.
El Monolito Ponce es un bloque de andesita de una sola pieza de 3 metros de altura, que se cree representa a un sacerdote con vasos ceremoniales en las manos. En su espalda tiene un elaborado grabado que bien puede ser ornamental o también ha sido interpretado como un lenguaje no decodificado aún.
Monolito Ponce
Tiwanaku – Monolito Ponce espalda tallada
La estela “El Fraile” es una pieza labrada en arenisca veteada de 3 metros de altura, mostrando un enigmático personaje que lleva un báculo y un keru en las manos; porta una faja ventral donde se aprecian algunas huellas en relieve de cangrejos.
Monolito El Fraile
La Puerta del Sol es un impresionante portal lítico trabajado en un solo bloque de piedra andesita de 10 toneladas. Posee inscripciones en relieve del Dios de los Báculos (dios Viracocha) que está rodeado por unas criaturas aladas que se arrodillan ante él. Se ha interpretado como un calendario solar/lunar.
Puerta del Sol
Puerta del Sol
Según análisis realizados por el arqueólogo alemán Kiss, la Puerta del Sol se divide en 4 partes cada una de las cuales está separada de la otra por los solsticios y los equinoccios de las estaciones astronómicas, con la posición de la luna en cada hora de cada día, e indicando sus dos movimientos aparente y real (teniendo en cuenta de la rotación de la Tierra). Otros más audaces proponen que se trata de una puerta hacia otra dimensión.
El Monolito de Bennet es la escultura lítica más grande de toda la cultura Tiahuanaco y fue encontrado al interior interior del Templo subterráneo. El Monolito de Bennet mide 7.30 metros de alto por 1.20 de ancho. Esta tallado en un solo bloque de 18.5 toneladas de peso.
Monolito de Bennett
Monolito de Bennett
La Puerta de la Luna se asienta sobre un terreno elevado en el enclave de Putuni, donde se halla el Palacio de los sarcófagos.
Puerta de la Luna
Puerta de la Luna
El Templo Subterráneo está construído dos metros por debajo del nivel del suelo.
Templo subterraneo con detalle de cabezas humanas
Templo subterraneo con tallado de cabezas humanas

Puma Punku

Aún con todo lo que tienen de extraordinario los demás sitios de Tiwanaku, lo más impresionante del monumental complejo es sin dudas Puma Punku, “la puerta del puma”, posiblemente, las ruinas más antiguas y las más desconcertantes sobre la faz de la Tierra.
Puma Punku - plataforma y bloques
Puma Punku – plataforma y bloques
Lo más llamativo de Puma Punku es encontrar diseminados por el terreno unos inmensos bloques geométricos de piedra, perfectamente cortada, de acuerdo a algún plano maestro constructivo, de modo de que dichos bloques encajen unos con otros como en un juego de rastis.
Puma Punku - plataforma y bloques
Puma Punku – plataforma y bloques
Este sofisticado método constructivo contempla diversos modelos de piezas para que los bloques se unan entre sí como un puzzle, formando las juntas de los muros por encastre, sin necesidad de uso de un mortero.
Puma Punku detalle de bloques H
Puma Punku detalle de bloques H
La precisión con la que estos ángulos fueron formados para crear esas juntas tan perfectamente alineadas indica un conocimiento altamente sofisticado.
Puma Punku detalle de bloques
Puma Punku detalle de bloques
Más aún, este método constructivo implicó necesariamente un procedimiento de producción a escala de los bloques, todos ellos identicos entre sí según cada modelo de pieza, para encajar a la perfección en la estructura de forma intercambiable. El trabajo que realizaron sobre la piedra es tan perfecto que parece un molde prefabricado de cemento.
Puma Punku detalle de bloques H
Puma Punku detalle de bloques H
Los cortes en estas piedras son perfectamente rectos como lo son también los agujeros en el núcleo de estas piedras, todos de igual profundidad. En algunas piedra tipo “conectores” se pueden encontrar pequeños orificios a lo largo de un surco, todos ellos equidistantes, sugiriendo el uso de una varilla con tornillos.
Puma Punku detalle de bloques
Puma Punku detalle de bloques
Esta evidencia del uso de tecnologías avanzadas claramente contradice lo que la arqueología oficial sugiere sobre el nivel de desarrollo general de los pueblos originarios de Sudamérica.
Puma Punku detalle de bloques
Puma Punku detalle de bloques
La reina de estos bloques de piedra gigantescos es una lápida de arenisca roja, de 5 metros de ancho y uno de espesor, con un peso estimado de 131 toneladas métricas. Bloques algo menos pesados se ven encajados en esta plataforma lítica de Puma Punku con tal precisión que no cabe entre ellos el más mínimo objeto, ni siquiera una hoja de papel o una cuchilla de afeitar.
Puma Punku - plataforma y bloques
Puma Punku – plataforma y bloques
Basándose en la petrografía y en análisis químicos de muestras de ambos bloques, los arqueólogos concluyeron que estos y otros bloques de piedra arenisca fueron transportados por una pendiente abrupta desde una cantera cercana al lago Titicaca situada a 10 kilómetros de distancia. Los bloques más pequeños que fueron usados para tallar la piedra llegaron de canteras situadas en la Península de Copacabana, a 90 kilómetros de distancia cruzando el lago Titicaca.
Puma Punku detalle de bloques
Puma Punku detalle de bloques
Incluso con el uso de la tecnología y la informática moderna estas estructuras desafían la lógica y confunden a aquellos que buscan resolver los misterios que se encuentran dentro de ellas. ¿Quién construyó estas estructuras? , ¿Cómo se construyeron estas estructuras?, ¿Por qué se construyeron estas estructuras? Estos son los grandes interrogantes de quienes investigan estas estructuras antiguas, y que no son fáciles de responder, si es que se pueden responder de alguna forma.
Puma Punku plano de bloques H
Puma Punku plano de bloques H
Se cree que Puma Punku contuvo alguna vez una gran estructura de cuatro partes, no obstante todo lo que queda hoy en día son ruinas megalíticas de algún evento catastrófico en la historia de la antigüedad remota. Sea un gran terremoto, una inundación, u otra hipótesis (como una hipotética destrucción con armas nucleares producida por civilizaciones extraterrestres que visitaron la tierra en tiempos remotos), son todas conjeturas para intentar explicar la destrucción de la estructura de Puma Punku, y de la civilización Tiwanaku.

Datación

Tiahuanaco parece haber sido una ciudad portuaria, con evidencias de muelles y embarcaderos, además de haberse encontrado millones de conchas marinas en la zona. Sin embargo, el Lago Titicaca, el único cuerpo de agua en los alrededores y se encuentra en la actualidad a casi 20 kilómetros de distancia. El lago Titicaca es asimismo un mar interior de agua salada en el que aún se mantiene viva una abundante vida marina, infundiendo la presunción de que una vez fue parte del océano.
La cultura Tiwanaku, según algunos autores, se inició alrededor del 1.500 a 1.000 a.C., aunque según estudios más recientes se inició entre 900 a 800 a.C. y colapsó alrededor del año 900 a 1.000 d. C. etapa en la que se estima una población de 115.000 habitantes en la ciudad, junto con otros 250.000 en los campos circundantes. El comercio y la agricultura eran boyantes. Sin embargo, décadas de sequía sacudieron la zona alrededor del año 1.000 y la ciudad de Tiahuanaco fue abandonada, disolviéndose sus habitantes por las montañas circundantes.
El científico vienés Arthur Posnansky fué el primero que investigó seriamente las ruinas de Tiahuanaco y basándose en cálculos de arqueo-astronomía afirmó que la ciudad de Tiahuanaco fue fundada en el 15.000 a.C., en plena era glacial antediluviana.
En su libro Tiahuanaco, la cuna del hombre americano, Posnansky propone dos pruebas que según él son esenciales para considerar a Tiahuanaco como la ciudad más antigua del mundo. Primero que todo, la prueba arqueo-astronómica: estudiando las alineaciones de los monumentos respecto de la salida y puesta del sol, Posnansky sostuvo que cuando se fundó el templo Kalasasaya, el eje terrestre (polo norte-sur) estaba inclinado en la perpendicular de la eclíptica de 23 grados 8’ y 48’’ (en 1930 era de 23 grados y 27’). Según los cálculos de la conferencia internacional de las Efemérides, esa inclinación del eje terrestre correspondía precisamente al 15.000 a.C. La segunda prueba es arqueológica: Posnansky encontró huesos de toxodonte (mamífero de la megafauna extinto en el 12.000 a.C.) junto a huesos humanos en el mismo estrato estratigráfico.
Según Posnansky, la civilización Tiahuanaco antediluviana tuvo que enfrentar enormes catástrofes acaecidas alrededor del 11.000 a.C.. Estos cataclismos habrían primero elevado el nivel del fondo del lago Titicaca, haciendo que se desbordaran sus aguas, inundando, de esta manera, inmensas extensiones de tierras habitadas y cultivadas. Posnansky llegó a estas conclusiones porque durante algunas excavaciones encontró esqueletos humanos muy cerca a restos de peces y fósiles de plantas acuáticas que normalmente crecen en las profundidades del lago. La teoría de Posnansky también afirma que después de la inundación del 11.000 a.C. hubo una progresiva disminución del lago, que hizo que Tiahuanaco, construida inicialmente en las orillas de éste (con los muelles de Puma Punku), estuviera distante unos 22 kilómetros, alejándola de la costa, tan importante para la vida económica de la ciudad hasta el 15.000 a.C.
El descubrimiento en Los Andes a 4000 m de altura de restos de sedimentos marinos que se extienden a lo largo de 700 km parecen confirmar que las aguas de fines de la era terciaria efectivamente subían hasta allí.

El mito de Viracocha

Para el mundo andino, el Creador, el Dios absoluto, era Viracocha. Se trataba de un ser antropomorfo que apareció en la isla del Sol (del lago Titicaca) durante la época del Purun Pacha (el silencio después de la tempestad). El mito sugiere que Viracocha era alto, robusto, blanco, con abundante cabello rubio y barbado, características por cierto inexistentes en la fisionomía andina. Viracocha, Espuma del Mar, era un maestro de la ciencia y la magia, arquitecto, escultor e ingeniero.
Viracocha fue también un sanador y se hizo útil con las personas necesitadas. Donde quiera que pasó, él sanó a todos los estaban enfermos y restauró la vista a los ciegos. Caminaba con un bastón y se dirigió a los nativos con amor, llamándolos sus hijos e hijas. Habló toda lengua aún mejor que los nativos. Habría venido para establecer el orden en el mundo, crear y civilizar, contando para ello con inmensos poderes.
Todas las leyendas están acuerdo, además, que había llevado a cabo su misión civilizadora con gran bondad y en la medida de lo posible había abjurado el uso de la fuerza: una cuidadosa instrucción y el ejemplo personal había sido el principal método utilizado para equipar a las personas con las técnicas y conocimientos necesarios para una vida culta y productiva. En particular, fue recordado por traer al Perú ese tipo de habilidades variadas como la medicina, la metalurgia, la agricultura, la ganadería, y el arte de escribir.
Tiwanaku - Dibujo de Viracocha
Tiwanaku – Representación de Viracocha
Viracocha creó el cielo y la Tierra, y luego dio origen a unos gigantes llamados Waris Runa (cuyo progenitor, llamado Pirua, dio su nombre a Perú entero). Así, los gigantes erigieron los primeros templos para la adoración de Viracocha, de Wari y del Sol (Willka, en aymara). Según las recopilaciones de Sarmiento de Gamboa, los gigantes fueron irrespetuosos con Viracocha, quien se vengó desencadenando el diluvio universal (Uno Pachaci).
Después del diluvio, el Creador dividió el mundo en cuatro partes y forjó los seres humanos, a quienes separó en cuatro pueblos que se repartieron desde el Titicaca (Titi, jaguar; Kaka, pez). Sus tres discípulos, que tuvieron la tarea de crear los animales, las plantas y las flores, se llamaron Manco (legislador), Colla y Tokay.
Luego, Viracocha se dirigió hacia el mar, en los alrededores de Tumbes, y en aquellas playas, donde lo aguardaban sus discípulos, Viracocha caminó sobre las aguas y se alejó con sus secuaces en la inmensidad del océano. Desde aquel momento fue llamado precisamente Viracocha, “espuma del océano” (vira, espuma; cocha, espejo de agua), ya que según Blas Valera, el nombre original de ese Dios era Illa Tiki, que en aymara significaría “luz original”.





Articulo publicado en...http://laplacamadre.wordpress.com/tag/lago-titicaca/


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