También han descubierto varias piezas de Xipe Totec, un dios precolombino de la fertilidad que se representaba como un cadáver humano despellejado, al que llevaban como ofrenda las pieles de los humanos a los que sacrificaban
Un equipo de investigación mexicano afirma que ha encontrado el primer templo dedicado al Señor Desollador, un dios precolombino de la fertilidad que se representaba como un cadáver humano despellejado.
El tronco humano que representa a la deidad sostiene un brazo de una posible víctima
De acuerdo con el periódico británico The Guardian, el Instituto Nacional de Antropología de México ha afirmado que el descubrimiento se produjo durante las recientes excavaciones realizadas en las ruinas de Popoloca, en el Estado de Puebla.
La institución ha declarado que los especialistas hallaron dos calaveras y un tronco esculpidos en piedra que simbolizaban a Xipe Totec, la citada deidad. La figura sostenía un brazo de una posible víctima de un sacrificio.
Varias representaciones de este dios habían sido encontradas antes en otras culturas, incluida la azteca, pero es la primera vez que se haya un templo dedicado exclusivamente a la deidad. Los Popolocas lo construyeron dentro de un complejo denominado Ndachjian-Tehuacán, entre el año 1000 y el 1260, y después fueron conquistados por los aztecas.
Sus sacerdotes ofrecían como sacrificio a Xipe Totec las pieles de seres humanos a los que despellejaban en un ritual que aseguraba la fertilidad y la regeneración. Investigaciones anteriores apuntan a que las víctimas eran sacrificadas en combates parecidos a los de losgladiadores romanos y después eran desolladas en otro lugar. La disposición del templo encontrado en Tehuacán se corresponde con esa despripción.
Susan Gillespie, arqueóloga de la Universidad de Florida aunque no participaba en el proyecto ha escrito: «El hallazgo del fragmento del torso humano llevando la piel de una víctima desollada es, quizá, la evidencia más convincente de la asociación de esta práctica y de la deidad con el templo, más allá de la dos calaveras esculpidas.»
«Los aztecas llevaban a cabo el sacrificio de la muerte en uno o más lugares -ha continuado esta especialista-, pero guardaban las pieles en otro, después de ser llevadas por hombres vivos durante varios días. Este podría ser el templo en el que se guardaban, convirtiéndolas en sagradas».
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