BREVE HISTORIA DE UN MISTERIO CONDENADO, QUE NO ACLARADO…
En mayo de 1991, la desaparecida revista Espacio y Tiempo, dirigida por el Dr. Jiménez del Oso, recogía en primicia informativa el descubrimiento de un extraño cráter submarino en la Bahía de Cádiz. La noticia causó gran expectación, ya que el autor del reportaje, el investigador gaditano Jesús Borrego, relacionaba esta enorme fosa con la posible existencia en la zona de una base secreta de OVNIs.
Rápidamente varios medios de comunicación del país se hicieron eco de la noticia, pero tras un fugaz comienzo, donde incluso TV-3 llegó a realizar un exhaustivo documental, el tema cayo en el olvido…
Sin embargo la investigación no había concluido, ni mucho menos…
El propio Borrego nos refresca la memoria sobre los inicios de este apasionante enigma, en el confortable salón de su domicilio; “Nadie conocía la existencia del cráter en Cádiz, amigo Caravaca, hasta que en 1988, Joaquín Hernández que estaba realizando un reportaje fotográfico desde una avioneta, capto una imagen inusual de la bahía, cerca del puente Carranza, donde se apreciaba una mancha circular en el fondo de mar. La verdad es que se deben de dar una circunstanciales especiales para que el cráter sea apreciado desde alto, como marea baja, poca corriente, etc. Las fotos llegaron a mis manos y comencé a investigar. Hasta los mas ancianos pescadores del lugar se extrañaban al observar la fotografía, no podían creer que eso estuviera allí, (aunque si conocían otros datos…)
En mayo de 1991, la desaparecida revista Espacio y Tiempo, dirigida por el Dr. Jiménez del Oso, recogía en primicia informativa el descubrimiento de un extraño cráter submarino en la Bahía de Cádiz. La noticia causó gran expectación, ya que el autor del reportaje, el investigador gaditano Jesús Borrego, relacionaba esta enorme fosa con la posible existencia en la zona de una base secreta de OVNIs.
Rápidamente varios medios de comunicación del país se hicieron eco de la noticia, pero tras un fugaz comienzo, donde incluso TV-3 llegó a realizar un exhaustivo documental, el tema cayo en el olvido…
Sin embargo la investigación no había concluido, ni mucho menos…
El propio Borrego nos refresca la memoria sobre los inicios de este apasionante enigma, en el confortable salón de su domicilio; “Nadie conocía la existencia del cráter en Cádiz, amigo Caravaca, hasta que en 1988, Joaquín Hernández que estaba realizando un reportaje fotográfico desde una avioneta, capto una imagen inusual de la bahía, cerca del puente Carranza, donde se apreciaba una mancha circular en el fondo de mar. La verdad es que se deben de dar una circunstanciales especiales para que el cráter sea apreciado desde alto, como marea baja, poca corriente, etc. Las fotos llegaron a mis manos y comencé a investigar. Hasta los mas ancianos pescadores del lugar se extrañaban al observar la fotografía, no podían creer que eso estuviera allí, (aunque si conocían otros datos…)
Curiosamente, puedo decirte, que en las modernas cartas marítimas no aparece el cráter por ningún lado, sin embargo fijate que curioso, ya en el lejano Siglo XVIII, el Brigadier de la Real Armada D. Vicente Tofiño de San Miguel (1789) lo deja reflejado perfectamente en una carta de navegación, extraño ¿no?…En un principio hay que aclarar que el cráter se originó posiblemente por el impacto de un meteorito hace miles de años, los restos de meteoritos que hemos recogido en su borde y periferia así parece evidenciarlo. Tiene un diámetro de unos 300 metros mas o menos y su profundidad es de al menos 25 metros. La verdad es que no hemos podido saberlo con exactitud, por que siempre hemos tenido problemas a la hora de verificar su profundidad, es realmente paradójico. Una vez tiramos una gran plomada en el centro del cráter y a los varios metros comenzó a oscilar como arrastrada por la corriente. Te puedo contar que ha habido submarinistas que han bajado a la fosa y han acabado a centenares de metros de ellas arrastrados por esa misteriosa corriente que existe en el canal. Es más, hace pocas semanas, verano del 2000, fui a la zona con un buen amigo, con la intención de seguir con la exploración, y cuando se hallaba en el interior del cráter, “algo” metálico golpeó fuertemente su botella de oxigeno y salio despavorido del lugar. La verdad es que los submarinistas sienten un gran respeto por el cráter. Imaginate bajar por ese inmensa fosa oscura, donde los focos apenas pueden penetrar en su interior. He de confesar, que personalmente solo me he atrevido a asomarse a su borde. De todas formas te adelanto que en breve, iniciaré un nuevo sondeo en la zona que aclare todas estas interrogantes, o eso espero.
Sobre su hipotética relación con los OVNIs, Jesús Borrego nos aclara algunos puntos;
En su día se especuló con la posibilidad de que fuera una base extraterrestre pero hoy día, ya no está tan claro, aunque no descarto que en alguna ocasión sirva de refugio para OVNIs . Lo que si te puedo confirmar es que contamos con decenas de testimonios de personas que han observado apariciones de extrañas luces en las inmediaciones del cráter, eso es innegable. Sobre todo hablamos de pequeñas esferas luminosas que se entretienen saliendo y entrando en el mar. Además por si fuera poco, también hemos hallados unas inexplicables huellas submarinas a unos 500 metros del cráter que parecen rodadas de algún tipo de maquinaria enorme…
De hecho toda la costa gaditana es enigmática, existe otra zona en la bahía, frente a la Caleta, donde se ubica una gigantesca fosa submarina que es muy frecuentada por los OVNIs, y donde se han estrellado y desaparecido misteriosamente varios aviones y barcos. Es mas en muy poco espacio de tiempo se estrellaron en un mismo área un F-5 y un helicóptero. Pero hay mas incidentes relacionados con los OVNIs. Quizás el mas significativo sea el ocurrido la noche del 5 de septiembre de 1979 cuando sobre las 23:30 se observó un enorme OVNI luminoso a unas dos millas del castillo de San Sebastián que se sumergió en el mar. Posteriormente se acerco a la costa, hasta colocarse de repente, sobre la vertical de la catedral de Cádiz. Afortunadamente un reportero del Diario de Cádiz, el Sr. Movellán logró obtener unas impresionantes imágenes del objeto, donde se aprecia perfectamente la estructura del OVNI; de forma discoidal, de unos 40 m de diámetro y estructura cóncava en su parte inferior, con muchos salientes y protuberancias cuajadas de luces de distintos colores, entre ellos el blanco de diferentes matices, el rosa, el rojo, el verde, y el azul. En su parte central ofrecía varios focos de color blanco y se le pudieron apreciar un cilindro saliente con “escotilla” abierta y en ambos extremos, dos luces posicionales que cambiaban de color, predominando el blanco. Algunos testigos dicen que se sumergió en el mar…
El incidente fue portada en el Diario de Cádiz, y gracias al madrugón que me pegué, pude recuperar al menos los negativos utilizados en la rotativa, por que los negativos originales desparecieron al ser enviados a Madrid..”.Precisamente unas nuevas fotografías del cráter de Cádiz, obtenidas en Abril de 2001, colocaban de nuevo el asunto en la más rabiosa actualidad…
“Ésta nueva exploración – me comenta Jesús Borrego a las pocas horas de recibir las fotografías- ha descubierto que existen otros cráteres submarinos en el área muy próximo al ya conocido. En un de las fotos se aprecia claramente, como junto al gran cráter, existen dos pequeñas fosas mas a su lado, ¡extraordinario!”.Aunque desde hacia tiempo, el meticuloso Borrego conocía la existencia de otras pequeñas fosas junto al gran cráter de casi 300 metros, era la primera vez que había podido conseguir pruebas palpables de ello.
Sobre su hipotética relación con los OVNIs, Jesús Borrego nos aclara algunos puntos;
En su día se especuló con la posibilidad de que fuera una base extraterrestre pero hoy día, ya no está tan claro, aunque no descarto que en alguna ocasión sirva de refugio para OVNIs . Lo que si te puedo confirmar es que contamos con decenas de testimonios de personas que han observado apariciones de extrañas luces en las inmediaciones del cráter, eso es innegable. Sobre todo hablamos de pequeñas esferas luminosas que se entretienen saliendo y entrando en el mar. Además por si fuera poco, también hemos hallados unas inexplicables huellas submarinas a unos 500 metros del cráter que parecen rodadas de algún tipo de maquinaria enorme…
De hecho toda la costa gaditana es enigmática, existe otra zona en la bahía, frente a la Caleta, donde se ubica una gigantesca fosa submarina que es muy frecuentada por los OVNIs, y donde se han estrellado y desaparecido misteriosamente varios aviones y barcos. Es mas en muy poco espacio de tiempo se estrellaron en un mismo área un F-5 y un helicóptero. Pero hay mas incidentes relacionados con los OVNIs. Quizás el mas significativo sea el ocurrido la noche del 5 de septiembre de 1979 cuando sobre las 23:30 se observó un enorme OVNI luminoso a unas dos millas del castillo de San Sebastián que se sumergió en el mar. Posteriormente se acerco a la costa, hasta colocarse de repente, sobre la vertical de la catedral de Cádiz. Afortunadamente un reportero del Diario de Cádiz, el Sr. Movellán logró obtener unas impresionantes imágenes del objeto, donde se aprecia perfectamente la estructura del OVNI; de forma discoidal, de unos 40 m de diámetro y estructura cóncava en su parte inferior, con muchos salientes y protuberancias cuajadas de luces de distintos colores, entre ellos el blanco de diferentes matices, el rosa, el rojo, el verde, y el azul. En su parte central ofrecía varios focos de color blanco y se le pudieron apreciar un cilindro saliente con “escotilla” abierta y en ambos extremos, dos luces posicionales que cambiaban de color, predominando el blanco. Algunos testigos dicen que se sumergió en el mar…
El incidente fue portada en el Diario de Cádiz, y gracias al madrugón que me pegué, pude recuperar al menos los negativos utilizados en la rotativa, por que los negativos originales desparecieron al ser enviados a Madrid..”.Precisamente unas nuevas fotografías del cráter de Cádiz, obtenidas en Abril de 2001, colocaban de nuevo el asunto en la más rabiosa actualidad…
“Ésta nueva exploración – me comenta Jesús Borrego a las pocas horas de recibir las fotografías- ha descubierto que existen otros cráteres submarinos en el área muy próximo al ya conocido. En un de las fotos se aprecia claramente, como junto al gran cráter, existen dos pequeñas fosas mas a su lado, ¡extraordinario!”.Aunque desde hacia tiempo, el meticuloso Borrego conocía la existencia de otras pequeñas fosas junto al gran cráter de casi 300 metros, era la primera vez que había podido conseguir pruebas palpables de ello.
LA VERDAD SALE A FLOTE EL 29 JULIO DE 2001
Todo estaba preparado para que aquella mañana embarcáramos rumbo a los cráteres de la Bahía de Cádiz. Jesús Borrego había organizado una exploración marítima con el solido objetivo de demostrar, de una vez por todas, la realidad palpable de un misterio que duraba ya demasiado tiempo…
Los “ufólogos escépticos” de la capital gaditana, “asustados” por la repercusión del asunto, decidieron desde un primer momento dirigir sus esfuerzos en negar por activa y por pasiva la existencia del cráter…
Desde que la noticia saltara a la palestra, éste colectivo de supuesta investigación OVNI, ha esgrimido mil y un argumentos para desacreditar todas las informaciones que surgían sobre el supuesto cráter submarino. Llegando a “pontificar” que allí en la bahía no había nada extraño, y mucho menos un cráter submarino desconocido.
Pero curiosamente, en contra de sus propias y continuas afirmaciones, reclamando y exigiendo una investigación seria y científica del fenómeno OVNI, no movieron un solo dedo para confirmar sus sospechas… aun encontrandose el misterio a las puertas de sus casas… grave error…
Mas que en ningún otro suceso de éstas características, en el presente caso, se evidencia a gritos, la forma de actuar de estos “negadores” profesionales… pero volvamos a nuestro periplo marítimo...
Todo estaba preparado para que aquella mañana embarcáramos rumbo a los cráteres de la Bahía de Cádiz. Jesús Borrego había organizado una exploración marítima con el solido objetivo de demostrar, de una vez por todas, la realidad palpable de un misterio que duraba ya demasiado tiempo…
Los “ufólogos escépticos” de la capital gaditana, “asustados” por la repercusión del asunto, decidieron desde un primer momento dirigir sus esfuerzos en negar por activa y por pasiva la existencia del cráter…
Desde que la noticia saltara a la palestra, éste colectivo de supuesta investigación OVNI, ha esgrimido mil y un argumentos para desacreditar todas las informaciones que surgían sobre el supuesto cráter submarino. Llegando a “pontificar” que allí en la bahía no había nada extraño, y mucho menos un cráter submarino desconocido.
Pero curiosamente, en contra de sus propias y continuas afirmaciones, reclamando y exigiendo una investigación seria y científica del fenómeno OVNI, no movieron un solo dedo para confirmar sus sospechas… aun encontrandose el misterio a las puertas de sus casas… grave error…
Mas que en ningún otro suceso de éstas características, en el presente caso, se evidencia a gritos, la forma de actuar de estos “negadores” profesionales… pero volvamos a nuestro periplo marítimo...
LA CONFIRMACIÓN
Frente a la costa y de cara a la bahía nos esperaba nuestro anfitrión y jefe de expedición Jesús Borrego, oteando el horizonte. Sin muchos preámbulos acometimos nuestra empresa.
A bordo del barco San Antonio, capitaneado por un joven y experimentado lobo de mar, Antonio M., zarpamos desde el puerto de Puerto Real con destino a la zona donde las fotografías e indagaciones de Borrego señalaban como la supuesta ubicación del cráter. Aunque nuestra primera sorpresa no tardaría en llegar…
La tripulación de la embarcación conocía sobradamente la existencia de las depresiones submarinas y sus extremados desniveles por su lógica familiaridad con la bahía. Lo que nunca habían intuido, es que aquellos hoyos eran perfectamente circulares…
No sería el ultimo sobresalto del día.
Sobre la cubierta del barco y mientras llegamos a nuestro esperado destino, Jesús Borrego nos narra algunos de los avistamientos habidos en la zona y que le hizo plantear una hipotética vinculación entre la fosa y los enigmáticos OVNIs:
“Antes de conocer la existencia del cráter, a mediados de los 80 investigué un caso muy curioso. Todo comenzó cuando el matrimonio formado por José Antonio Mestres y su esposa Josefa Muñoz, se dirigían en su coche hacia Cádiz por la carretera de Matagorda. Serían las 8:30 de la tarde y se hallaban cerca del Puente Carranza, era un viaje tranquilo hasta que a la altura de los astilleros de Puerto Real se quedaron maravillados cuando vieron un espectáculo inédito. Del mar surgían unas extrañas burbujas de colores azul celeste, naranja y verde esperanza. Estas esferas de luz, de un tamaño reducido, salían muy lentamente del mar, luego se suspendían en el espacio estáticas y a continuación salían disparadas hacía el firmamento, a tanta velocidad que daba la sensación que se apagaban, comentaron los testigos. El fenómeno fue contemplado por el matrimonio Mestres en compañía de sus dos hijos menores por el espacio de unos 15 minutos Posteriormente, cuando conocí la ubicación del cráter, comprobé que estos hechos acontecieron sobre la enorme fosa submarina, ¿casualidad?…
Curiosamente extrañas burbujas de colores han sido también atisbadas en otras localizaciones donde se habla de la presencia de OVNIs bajo el mar. Uno de estos lugares mágicos es la zona de Baleares, conocida por los investigadores como el Triangulo del Silencio, donde los pescadores hablan de frecuentes avistamientos de “burbujas de luz que salen de los fondos marinos”.Recordamos también, en relación a los OVNIS y el cráter, el incidente vivido por el investigador sevillano Antonio Espino, que en agosto de 1999 desde la playa de las Redes (Puerto de Santa María) sobre las 24:00 horas, observó una extraña luz blanca del tamaño de Venus sobre la punta San Felipe en el extremo de Cádiz . Comenzó a desplazarse y tras girar noventa grados, sobrevoló toda la capital gaditana lentamente hasta que se situó, pasando el puente Carranza, a unos 40 metros de altura sobre la vertical del mar. “Entonces -según palabras del propio Antonio Espino- la luz parecía bailar, se detenía, desaparecía y volvía a aparecer en otro punto, avanzaba hacia delante y hacia atrás… hacia arriba y hacia abajo, pero lo mas curioso del caso es que cuando la observé con ayuda de los prismáticos que tenía en mi coche, parecía que la luz giraba en su interior, lanzando chipas como las de las ruedas de fuegos artificiales, era realmente extraño”.”La experiencia duraría en su conjunto -continua nuestro testigo- una media hora y os puedo asegurar que aquello no era normal, los movimientos se realizaban sobre una zona concreta pasando el puente Carranza.” La observación se produjo sobre las inmediaciones del cráter… ¿otra casualidad?…
Frente a la costa y de cara a la bahía nos esperaba nuestro anfitrión y jefe de expedición Jesús Borrego, oteando el horizonte. Sin muchos preámbulos acometimos nuestra empresa.
A bordo del barco San Antonio, capitaneado por un joven y experimentado lobo de mar, Antonio M., zarpamos desde el puerto de Puerto Real con destino a la zona donde las fotografías e indagaciones de Borrego señalaban como la supuesta ubicación del cráter. Aunque nuestra primera sorpresa no tardaría en llegar…
La tripulación de la embarcación conocía sobradamente la existencia de las depresiones submarinas y sus extremados desniveles por su lógica familiaridad con la bahía. Lo que nunca habían intuido, es que aquellos hoyos eran perfectamente circulares…
No sería el ultimo sobresalto del día.
Sobre la cubierta del barco y mientras llegamos a nuestro esperado destino, Jesús Borrego nos narra algunos de los avistamientos habidos en la zona y que le hizo plantear una hipotética vinculación entre la fosa y los enigmáticos OVNIs:
“Antes de conocer la existencia del cráter, a mediados de los 80 investigué un caso muy curioso. Todo comenzó cuando el matrimonio formado por José Antonio Mestres y su esposa Josefa Muñoz, se dirigían en su coche hacia Cádiz por la carretera de Matagorda. Serían las 8:30 de la tarde y se hallaban cerca del Puente Carranza, era un viaje tranquilo hasta que a la altura de los astilleros de Puerto Real se quedaron maravillados cuando vieron un espectáculo inédito. Del mar surgían unas extrañas burbujas de colores azul celeste, naranja y verde esperanza. Estas esferas de luz, de un tamaño reducido, salían muy lentamente del mar, luego se suspendían en el espacio estáticas y a continuación salían disparadas hacía el firmamento, a tanta velocidad que daba la sensación que se apagaban, comentaron los testigos. El fenómeno fue contemplado por el matrimonio Mestres en compañía de sus dos hijos menores por el espacio de unos 15 minutos Posteriormente, cuando conocí la ubicación del cráter, comprobé que estos hechos acontecieron sobre la enorme fosa submarina, ¿casualidad?…
Curiosamente extrañas burbujas de colores han sido también atisbadas en otras localizaciones donde se habla de la presencia de OVNIs bajo el mar. Uno de estos lugares mágicos es la zona de Baleares, conocida por los investigadores como el Triangulo del Silencio, donde los pescadores hablan de frecuentes avistamientos de “burbujas de luz que salen de los fondos marinos”.Recordamos también, en relación a los OVNIS y el cráter, el incidente vivido por el investigador sevillano Antonio Espino, que en agosto de 1999 desde la playa de las Redes (Puerto de Santa María) sobre las 24:00 horas, observó una extraña luz blanca del tamaño de Venus sobre la punta San Felipe en el extremo de Cádiz . Comenzó a desplazarse y tras girar noventa grados, sobrevoló toda la capital gaditana lentamente hasta que se situó, pasando el puente Carranza, a unos 40 metros de altura sobre la vertical del mar. “Entonces -según palabras del propio Antonio Espino- la luz parecía bailar, se detenía, desaparecía y volvía a aparecer en otro punto, avanzaba hacia delante y hacia atrás… hacia arriba y hacia abajo, pero lo mas curioso del caso es que cuando la observé con ayuda de los prismáticos que tenía en mi coche, parecía que la luz giraba en su interior, lanzando chipas como las de las ruedas de fuegos artificiales, era realmente extraño”.”La experiencia duraría en su conjunto -continua nuestro testigo- una media hora y os puedo asegurar que aquello no era normal, los movimientos se realizaban sobre una zona concreta pasando el puente Carranza.” La observación se produjo sobre las inmediaciones del cráter… ¿otra casualidad?…
EL SONAR NO MIENTE
Pero volvamos una vez más, a retomar nuestra travesía. En esos momentos, a escasos minutos de nuestra partida, el capitán del navío requirió nuestra presencia en cabina. En el estrecho habitáculo del barco, nuestra mirada se clavó en el sonar, tal como nos señalaba el patrón. Allí estaba la confirmación inapelable del misterio.
“En esta parte de la bahía la profundidad no excede de los 5, 6 metros, dependiendo de la marea , pero fijaos como ahora,… de golpe… bajamos hasta los 18 o 22 metros”. La gráfica del sonar no nos engañaba, un pequeño precipicio se dibujaba ante nuestros ojos, demostrando la ubicación del primer cráter “esta depresión puede tener un diámetro de unos 280-290 mt aproximadamente, la profundidad varia según la marea, pero cuando ésta baja, uno puede acercarse al borde de la fosa y el agua le llega por la cintura… “.
Al salir de la oquedad la profundidad vuelve a estabilizarse, y raramente excede los 10 metros nos comenta nuestro capitán (En sondeos posteriores, Jesús Borrego ha localizado zonas del interior del cráter, de mayor diámetro, que pueden llegar hasta los 30 metros de profundidad).
Pero nuestras pesquisas y descubrimientos no acaban ahí.
El veterano ufólogo gaditano nos reservaba otra sorpresa.
La existencia de otra fosa submarina. Y de nuevo la lectura del sonar nos ratificaba sus afirmaciones.
“La otra fosa, es menor, pero la pendiente de la caída es mas recta”- exponía el capitán del navío mientras perplejos veíamos la gráfica del sonar.
Y no desatinaba el buen marinero, a no excesiva distancia del primer cráter, a unos 700 metros, la profundidad máxima en aquellos instantes no superaba los 4 metros, y de pronto el abismo. 25 metros de caída libre se dibujaron en la pequeña pantalla del sonar.
“Hemos pasado -nos señala Antonio- de los 4 metros, a los 25 de golpe, y fijaos en la perpendicular que dibuja el sonar”. Sin lugar a dudas, las fotografías aéreas no mentían, las fosas estaban allí. Una y otra vez el capitán hizo deslizar su barco por la periferia del cráter para recrearnos en su caída en el pequeño monitor. “Esta fosa es menor que la anterior y puede tener entre unos 150 mt y 200 mt de diámetro aproximadamente”.Así concluyo la presente aventura.
Pero volvamos una vez más, a retomar nuestra travesía. En esos momentos, a escasos minutos de nuestra partida, el capitán del navío requirió nuestra presencia en cabina. En el estrecho habitáculo del barco, nuestra mirada se clavó en el sonar, tal como nos señalaba el patrón. Allí estaba la confirmación inapelable del misterio.
“En esta parte de la bahía la profundidad no excede de los 5, 6 metros, dependiendo de la marea , pero fijaos como ahora,… de golpe… bajamos hasta los 18 o 22 metros”. La gráfica del sonar no nos engañaba, un pequeño precipicio se dibujaba ante nuestros ojos, demostrando la ubicación del primer cráter “esta depresión puede tener un diámetro de unos 280-290 mt aproximadamente, la profundidad varia según la marea, pero cuando ésta baja, uno puede acercarse al borde de la fosa y el agua le llega por la cintura… “.
Al salir de la oquedad la profundidad vuelve a estabilizarse, y raramente excede los 10 metros nos comenta nuestro capitán (En sondeos posteriores, Jesús Borrego ha localizado zonas del interior del cráter, de mayor diámetro, que pueden llegar hasta los 30 metros de profundidad).
Pero nuestras pesquisas y descubrimientos no acaban ahí.
El veterano ufólogo gaditano nos reservaba otra sorpresa.
La existencia de otra fosa submarina. Y de nuevo la lectura del sonar nos ratificaba sus afirmaciones.
“La otra fosa, es menor, pero la pendiente de la caída es mas recta”- exponía el capitán del navío mientras perplejos veíamos la gráfica del sonar.
Y no desatinaba el buen marinero, a no excesiva distancia del primer cráter, a unos 700 metros, la profundidad máxima en aquellos instantes no superaba los 4 metros, y de pronto el abismo. 25 metros de caída libre se dibujaron en la pequeña pantalla del sonar.
“Hemos pasado -nos señala Antonio- de los 4 metros, a los 25 de golpe, y fijaos en la perpendicular que dibuja el sonar”. Sin lugar a dudas, las fotografías aéreas no mentían, las fosas estaban allí. Una y otra vez el capitán hizo deslizar su barco por la periferia del cráter para recrearnos en su caída en el pequeño monitor. “Esta fosa es menor que la anterior y puede tener entre unos 150 mt y 200 mt de diámetro aproximadamente”.Así concluyo la presente aventura.
Y EL QUE PUEDA QUE SE CONFIESE…
Tras décadas de ardua discusión el enigma estaba parcialmente desvelado. Durante esta última década, como decíamos anteriormente, muchos han sido los intentos, por parte de determinados grupos ufológicos por desprestigiar el asunto de los cráteres. Negando lo evidente. Y simplemente por una razón. Por vincularse con la problemática OVNI. Recriminaron hasta la saciedad la supuesta invención por parte de los ufólogos locales de la existencia en la bahía de aquellas “fosas fantasmas”. Certificaban desde su “poltrona” que todo era un gran fraude, una gran farsa, una mentira más, un engaño mas…
Pero resulta paradójico, anecdótico y hasta chocante, que los máximos defensores del dato, del metro, de la posición de Venus, del globo sonda, de la chatarra espacial, del método científico, de la lupa, de la brújula y del manual del perfecto boy-scout falten a la verdad de una manera tan descarada.“La zona de los hoyos -nos decía para más INRI Antonio M.- es conocida por todos los pescadores del lugar desde hace mucho, mucho tiempo, es una cosa harta conocida. Todos sabemos de la existencia de esos huecos, no se quien puede dudar de ello, será por que nunca ha navegado por aquí”.
Y por si no fuera suficiente estas últimas evidencias aportadas, Jesús Borrego no quiere dejar cabos sueltos, y por eso, a parte de las míticas fotografías del cráter logradas en 1988 por Joaquín Hernández, en las que la gran fosa se deja ver como un enorme ojo submarino. El perspicaz ufólogo gaditano ha conseguido obtener nuevos documentos gráficos, que corroboran que la fosa submarina sigue allí, que no se ha evaporado, y que las primeras instantáneas no se debían a ningún tipo de error técnico o de malinterpretación.
Sobre el origen y naturaleza de estas depresiones todo son conjeturas y suposiciones hasta el momento. Aunque la localización de varios supuestos “meteoritos” en sus alrededores, podrían apuntar a que hace miles de años se produjeron varios impactos en la zona…
“Con estas pruebas que hemos recogido -nos señala con buen criterio Jesús Borrego de camino a puerto- no creo que haya nadie en su sano juicio que pueda negar lo evidente, otra cosa es su posible relación con los OVNIs, ahí respeto las opiniones de cada uno. No obstante os diré qué, en paralelo de estas exploraciones, que no han tenido otro fin que el de demostrar un hecho palpable, he podido seguir recopilando sucesos extraños alrededor de la zona de los hoyos, que vendrían a confirmar que tampoco andaba muy desencaminado cuando hablaba de la actividad OVNI que se producía en este lugar concreto de la bahía. Actualmente estoy investigando un caso muy interesante, en el cual un barco de pesca estuvo a punto de irse a pique por que una fuerza misteriosa e invisible tiraba de sus redes hacia el fondo marino, la tripulación al completo habían visto hacía escasos minutos, una enorme burbuja de agua que surgía del mar. Si no llegan a cortar las redes, posiblemente el barco se hubiera hundido… ¿Y sabes donde ocurrió esto?… muy cerca de los cráteres… habrá que seguir indagando.Y no es para menos, hace poco tiempo tuve conocimiento de un incidente muy parecido al vivido por el pescador gaditano ocurrido hace mas de 50 años. En esta ocasión el protagonista fue un marinero malagueño que en las inmediaciones del cráter vio surgir una misteriosa burbuja de agua frente a la quilla de su barcaza… haciendo peligrar la estabilidad de la misma… Sin duda algo inquietante ocurre en aquella zona de la Bahía… seguiremos informando…
Tras décadas de ardua discusión el enigma estaba parcialmente desvelado. Durante esta última década, como decíamos anteriormente, muchos han sido los intentos, por parte de determinados grupos ufológicos por desprestigiar el asunto de los cráteres. Negando lo evidente. Y simplemente por una razón. Por vincularse con la problemática OVNI. Recriminaron hasta la saciedad la supuesta invención por parte de los ufólogos locales de la existencia en la bahía de aquellas “fosas fantasmas”. Certificaban desde su “poltrona” que todo era un gran fraude, una gran farsa, una mentira más, un engaño mas…
Pero resulta paradójico, anecdótico y hasta chocante, que los máximos defensores del dato, del metro, de la posición de Venus, del globo sonda, de la chatarra espacial, del método científico, de la lupa, de la brújula y del manual del perfecto boy-scout falten a la verdad de una manera tan descarada.“La zona de los hoyos -nos decía para más INRI Antonio M.- es conocida por todos los pescadores del lugar desde hace mucho, mucho tiempo, es una cosa harta conocida. Todos sabemos de la existencia de esos huecos, no se quien puede dudar de ello, será por que nunca ha navegado por aquí”.
Y por si no fuera suficiente estas últimas evidencias aportadas, Jesús Borrego no quiere dejar cabos sueltos, y por eso, a parte de las míticas fotografías del cráter logradas en 1988 por Joaquín Hernández, en las que la gran fosa se deja ver como un enorme ojo submarino. El perspicaz ufólogo gaditano ha conseguido obtener nuevos documentos gráficos, que corroboran que la fosa submarina sigue allí, que no se ha evaporado, y que las primeras instantáneas no se debían a ningún tipo de error técnico o de malinterpretación.
Sobre el origen y naturaleza de estas depresiones todo son conjeturas y suposiciones hasta el momento. Aunque la localización de varios supuestos “meteoritos” en sus alrededores, podrían apuntar a que hace miles de años se produjeron varios impactos en la zona…
“Con estas pruebas que hemos recogido -nos señala con buen criterio Jesús Borrego de camino a puerto- no creo que haya nadie en su sano juicio que pueda negar lo evidente, otra cosa es su posible relación con los OVNIs, ahí respeto las opiniones de cada uno. No obstante os diré qué, en paralelo de estas exploraciones, que no han tenido otro fin que el de demostrar un hecho palpable, he podido seguir recopilando sucesos extraños alrededor de la zona de los hoyos, que vendrían a confirmar que tampoco andaba muy desencaminado cuando hablaba de la actividad OVNI que se producía en este lugar concreto de la bahía. Actualmente estoy investigando un caso muy interesante, en el cual un barco de pesca estuvo a punto de irse a pique por que una fuerza misteriosa e invisible tiraba de sus redes hacia el fondo marino, la tripulación al completo habían visto hacía escasos minutos, una enorme burbuja de agua que surgía del mar. Si no llegan a cortar las redes, posiblemente el barco se hubiera hundido… ¿Y sabes donde ocurrió esto?… muy cerca de los cráteres… habrá que seguir indagando.Y no es para menos, hace poco tiempo tuve conocimiento de un incidente muy parecido al vivido por el pescador gaditano ocurrido hace mas de 50 años. En esta ocasión el protagonista fue un marinero malagueño que en las inmediaciones del cráter vio surgir una misteriosa burbuja de agua frente a la quilla de su barcaza… haciendo peligrar la estabilidad de la misma… Sin duda algo inquietante ocurre en aquella zona de la Bahía… seguiremos informando…
Articulo publicado en...http://www.unsurcoenlasombra.com/el-enigma-del-crater-de-cadiz-cronica-de-una-investigacion/
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