Un equipo de científicos ha encontrado en la saliva de individuos del África subsahariana de hoy en día indicios de que una especie "fantasma" de humanos arcaicos pudo haber aportado material genético a los antepasados de los mismos.
La investigación se suma a un creciente cuerpo de evidencias que sugiere que los encuentros sexuales entre diferentes especies humanas arcaicas pudieron haber sido muy usuales.
Estudios anteriores han concluido que los antepasados de los seres humanos modernos en Asia y Europa se cruzaron con otras especies de homínidos tempranos, incluyendo Neandertales y Denisovanos. La nueva investigación está entre los análisis genéticos más recientes que indican que los antiguos africanos también hibridaron con otros hominidos tempranos.
"Parece que el cruce entre diferentes especies de homínidos tempranos no es la excepción, es la norma", dice Omer Gokcumen (izquierda), profesor de Biología en la Universidad de Buffalo.
"Nuestra investigación rastreó la evolución de una importante proteína mucina llamada MUC7 que se encuentra en la saliva", añade. "Cuando examinamos la historia del gen que codifica dicha proteína, vimos la firma de una mezcla arcaica en las modernas poblaciones africanas subsaharianas".
La investigación ha sido publicada el pasado 21 de julio en la revista Molecular Biology and Evolution. El estudio fue dirigido por Omer Gokcumen y Stefan Ruhl (derecha), este último profesor de Biología oral en la Escuela de Odontología en la Universidad de Buffalo.
Una pista tentadora en la saliva
Los científicos descubrieron su hallazgo mientras investigaban el propósito y los orígenes de la proteína MUC7, la cual ayuda a dar consistencia viscosa a la saliva y unirse a los microbios, ayudando potencialmente a librar el cuerpo de las bacterias que causan enfermedades.
Como parte de esta investigación, el equipo examinó el gen MUC7 en más de 2.500 genomas de humanos modernos. El análisis produjo una sorpresa: un grupo de genomas del África subsahariana tenía una versión del gen que era extremadamente diferente de las versiones encontradas en otros seres humanos modernos. La variante subsahariana era tan distintiva que los genes de MUC7 de Neandertales y Denisovanos coincidían más estrechamente con los de otros seres humanos modernos que con los de sub-saharianos atípicos.
"Basándonos en nuestro análisis, la explicación más plausible para esta variación extrema es la introgresión arcaica, es decir, la introducción de material genético de una especie 'fantasma' de homínidos antiguos", dice Gokcumen. "Este desconocido pariente humano podría ser una especie que ha sido descubierta, tal como una subespecie de Homo erectus o un hominido sin descubrir. Lo llamamos especie 'fantasma' porque no tenemos sus fósiles".
Dada la tasa de mutación de los genes durante el curso de la evolución, el equipo calculó que los antepasados de las personas que llevan la variante sub-sahariana MUC7 se cruzaron con otra antigua especie humana tan recientemente como hace 150.000 años, después de que las dos especies divergieran hace 1,5 a 2 millones de años.
Esta ilustración muestra la proteína MUC7 en humanos. Con forma de limpiador de botellas, esta proteína se encuentra en la saliva y contiene unidades que se repiten (en azul). Las repeticiones de este tipo pueden haber conferido una ventaja evolutiva a los seres humanos y otros primates, posiblemente al mejorar los rasgos de la saliva, como su lubricidad y su capacidad para unirse a los microbios (una capacidad que puede ayudar a frenar enfermedades orales).
El porqué es importante MUC7
Los científicos estaban interesados en MUC7 porque en un estudio previo mostraron que dicha proteína probablemente evolucionó para servir a un propósito importante en los seres humanos.
En algunas personas, el gen que codifica MUC7 tiene seis copias de instrucciones genéticas que dirigen al cuerpo para producir partes de la proteína correspondiente. En otras personas, el gen alberga sólo cinco conjuntos de estas instrucciones (conocidas como repeticiones en tándem).
Estudios anteriores de otros investigadores hallaron que la versión de cinco copias del gen protege contra el asma, pero Gokcumen y Ruhl no observaron esta asociación cuando realizaron un análisis más detallado.
El nuevo estudio concluyó, sin embargo, que MUC7 parece influir en la composición del microbioma oral, es decir, la colección de bacterias dentro de la boca. La evidencia de tal circunstancia provino de un análisis de muestras biológicas de 130 personas, entre las cuales hallaron que diferentes versiones del gen MUC7 estaban fuertemente asociadas con diferentes composiciones de microbiomas orales.
"Por lo que sabemos de MUC7, tiene sentido que las personas con diferentes versiones del mismo podrían tener diferentes microbiomas orales", afirma Ruhl. "Se cree que la proteína MUC7 aumenta la capacidad de la saliva de unirse a los microbios, una tarea importante que puede ayudar a prevenir enfermedades al eliminar bacterias no deseadas u otros patógenos de la boca".
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