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martes, 14 de marzo de 2017

LA PIRÁMIDE DE KUKULKÁN EN CHICÉN ITZÁ Y SUS ESTRUCTURAS INTERNAS


La pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá y sus estructuras internas.

Presentación.
El descubrimiento de una segunda Subestructura en el interior de la pirámide, por medio de un extraordinario trabajo de tomografía eléctrica, obteniendo sus dimensiones y situación aproximada, unido al actual conocimiento del comportamiento maya para estas cuestiones constructivas, permite fijar con gran precisión su posición  y dimensiones.

Antecedentes.
En 1975 se realizaron unas mediciones en la pirámide, concluyendo que existía una corriente de agua próxima a la superficie, a unos 20 metros de profundidad, que discurría en sentido NNE (22,5º) y que era cruzada perpendicularmente por otra supuesta corriente, de la que no se determinaron más datos que el constatar que la profundidad de su señal era superior a la de la detectada anteriormente y estaba definida por dos líneas que se supuso eran sus márgenes.
Teniendo en cuenta el escaso conocimiento y la falta de experiencia práctica sobre esta técnica con la que se contaba en 1975, hoy en día han de ponerse en duda alguna de estas mediciones, ya que la existencia de la corriente próxima a la superficie  parece indudable, pero la presunta corriente transversal situada a mayor profundidad, bien podrían ser dos líneas de corriente profunda en lugar de una corriente con anchura medible.
De acuerdo con el conocimiento actual, esto cambiaría totalmente el destino de la Subestructura 2, que pasaría de poder tener una finalidad funeraria, a ser destinada  únicamente a templo.
Se contemplan ambas posibilidades.

Análisis actual de la situación.
Hoy se conoce que los constructores mayas situaban la escalinata principal sobre la proyección en horizontal de la  corriente más superficial, con su ancho exacto y de tal manera que al ascender por ella, el sentido de circulación de la corriente se reciba de frente.
El punto más sagrado del conjunto está situado en el de cruce con las corrientes transversales, que viene a encontrarse hacia el centro de la actual Pirámide exterior.

Es lógico pensar que la corriente y las líneas transversales (L 1 y L 2) que definieron el tamaño y posición de la recién detectada Subestructura 2, también fueron
 tenidas en cuenta para  el posterior trazado y posicionado de la parte central de la actual Pirámide externa.
Su análisis permitirá dimensionarla y situarla.
En el trazado en planta que se incluye, puede apreciarse esta zona central a la que se hace referencia.
Más detalles y fundamentos de lo anteriormente señalado pueden encontrarse en enlace    
El examen detallado de esta zona central muestra que en la dirección A-B, seguida por la corriente con anchura medible circulando hacia A (22,5º), queda definida por el ancho de la escalinata.
La dirección transversal a ella, C-D, presenta una evidente anomalía, ya que el templete situado sobre la plataforma no está centrado con ella, presentando un espacio más ancho en el lado A.
Esto solamente puede deberse a que las líneas transversales (L 1 y L 2) de corriente profunda, no están centradas con la plataforma, lo que permite situarlas con precisión. 
La superposición de este trazado hidrológico sobre la planta de la plataforma, muestra con claridad su  disposición

De la Subestructura 2 se conoce que la dimensión de su planta en la dirección A-B (n) es de unos 12 metros y en la  C-D (m) de unos 18 metros.
Tratando de situarlas  sobre el trazado hidrológico, se obtiene la figura que se presenta, y que superpuesta a su vez a la plataforma, permitirá dimensionarla y situarla con exactitud.

Basta con medir exactamente la dimensión del lado A de la plataforma para obtener el lado m de la base de la Subestructura 2  y la medida  de lado D del templete situado sobre ella, para obtener el lado n de la Subestructura 2
El resto de medidas del descentramiento entre la plataforma y el templete, permiten calcular con precisión el desplazamiento d  de la Subestructura 2 en el sentido hacia el S-SW (B) (202,5º), con respecto al centro de la actual Pirámide externa.

En las mediciones ha de ponerse especial atención al hecho de que, al tratarse de líneas definidas por corrientes formadas en un proceso natural, es posible que los ángulos aparentemente rectos, no midan exactamente 90º, sino valores muy próximos a ellos.

Aunque los lugares sagrados se eligen precisamente por estas intercesiones en  perpendicularidad, en ocasiones se han detectado diferencias de algunos grados.

También es posible que algunas líneas rectas estén ligeramente distorsionadas, al seguir fielmente las líneas de corriente que las definen.

En el momento actual y contando únicamente con una topografía solamente aproximada, a título de ejemplo, los valores serían: m = 17,5 metros; n = 12,3 metros y d = 0,9 metros

Lamentablemente no se conoce si tenían pautas constructivas para determinar la altura de las estructuras.

La puerta del lado A del templete situado sobre la plataforma, podría estar definida por alguna línea de corriente profunda que a su vez podrían establecer la situación o dimensiones del posible adoratorio sobre la Subestructura 2.
Otros aspectos a tener en cuenta
Subestructura 1
Es sabido que algunas de estas antiguas culturas conocían el posicionado de la proyección en la vertical de las corrientes cercanas a la superficie, pero desconocían la manera de determinar su profundidad.
Por ello puede darse el caso de que la señal procedente del sensor inclinado 45º, con la que se determina esta, haya sido confundida con la procedente de una verdadera línea de corriente profunda, ya que al caminar alejándose de su vertical la señal captada es idéntica, aunque no suceda lo mismo al acercarse.

El detalle sobre estas mediciones puede encontrarse en el enlace:
Teniendo en cuenta que a la Subestructura 1 se le estima una base aproximada de unos 33 metros, su tamaño mitad situaría a la corriente próxima a la superficie a una profundidad de unos 26 metros, cifra que encaja en el orden de lo encontrado en 1975.
Bastará con determinar la profundidad real a la que se encuentra la corriente, para dimensionar y posicionar los lados de la Subestructura 1.
La figura muestra también, que la base de la actual Pirámide externa, podría igualmente estar definida por el punto de detección de las tangentes a 45º a la corriente en su zona inferior, pero esto no parece probable, ya que la señal que en ese caso se capta, es distinta a la detectada para una verdadera  línea de corriente profunda, sin posibilidad de ser confundida con ella.
El examen de la figura correspondiente a la sección vertical por D-C parece indicar que la plataforma superior de la Subestructura 2 se corresponde con la anchura de la corriente que define la escalinata y que también parece establecer el de la plataforma de la Subestructura 1.
El conjunto, visto en planta, permite apreciar con claridad su disposición.
La medición directamente sobre el terreno permitirá aclarar estas posibilidades, al determinar con seguridad la verdadera naturaleza de las líneas utilizadas para establecer las bases, tanto de esta Pirámide externa como de la Subestructura 1, junto con las de todas las demás líneas detectadas.

Se intentará obtener la autorización para efectuar estas comprobaciones, sobre el terreno inmediato a la base de la actual Pirámide externa y simultáneamente, para determinar las medidas exactas directamente sobre la plataforma, junto con la identificación de la verdadera naturaleza de todas las líneas que se detecten.
 .

Caso de dos corrientes con anchura medible.
Si se diera esta circunstancia, la estructura podría haber sido destinada para usos funerarios.
La cripta debería situarse desde el centro del cruce de las proyecciones de ambas corrientes hacia el sentido de la dirección de la más próxima a la superficie, en este caso hacia A (22,5º) y el cadáver con la cabeza en esa misma dirección.
Esto daría lugar a una cripta más bien pequeña, para poderla encajarla constructivamente dentro de la Estructura 2, que en esa dirección tan solo tiene un total de 12 metros.


Caso de existir una comunicación artificial con el cenote situado bajo ella.
Se trataría de una situación verdaderamente extraordinaria, que habría que enlazar con los usos culturales de los constructores del Dolmen de Menga situado en Antequera (España) datado hacia el 4.500 a. C.
Esto abriría una serie de interesantes preguntas, sobre las posibles causas de esta coincidencia entre dos culturas tan lejanas en la distancia y en el tiempo.














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