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jueves, 19 de enero de 2017

¿Qué esconde la Luna?


¿Qué encontraron en la Luna?
Este es un fragmento de la supuesta conversación censurada que mantuvieron el Apolo XI con la NASA en el momento de la llegada del hombre a la Luna:
Astronauta 1: ¡Pero! ¿Qué es aquello?
Astronauta 2: ¿Tenéis alguna explicación?
Houston: No la tenemos, ¡no os preocupéis, seguid con el programa!
Astronauta 1: Oh chico, es, ¡es increíble! ¡Esto es fantástico, no lo habrías podido ni imaginar!
Houston: Roger ¡Lo sabemos, id por el otro lado!
Astronauta 1: ¿Pero qué tipo de maravilla es esto? ¡Es increíble! …Dios… ¿Qué es eso?
Astronauta 1: ¿Me decís qué demonios es eso?
Houston: ¡Usad Tango, Tango!
Astronauta 1: ¡Ahora hay una especie de luz allí!
Houston: Roger, ¡Cambiamos la comunicación, usen Bravo Tango, Bravo Tango, y seleccionen Jezebel, Jezebel!
Astronauta 1: …¡Sí!… pero todo esto es increíble!
El 20 de julio de 1969 más de 600 millones de personas vieron fascinadas a Neil Armstrong poniendo un pie sobre la Luna por primera vez. Se retransmitió el viaje en directo, y posteriormente fueron publicadas las fotos de los tres astronautas.
Pero el sueño lunar se vio resquebrajado más tarde por los escépticos, que empezaron a decir que tal viaje había sido un fraude y que lo que realmente se descubrió en la Luna nunca ha sido revelado.
Este artículo abre con un fragmento de grabación que supuestamente un radioaficionado pudo captar el día en que el hombre pisaba la Luna por primera vez.
Maurice Chatelain, experto en comunicaciones de la NASA, declaró que tales grabaciones habían sido censuradas. Afirmó que durante la retransmisión existía un retardo en el tiempo de comunicación entre la NASA y el Apolo XI, dónde les dio margen para eliminar esta parte del diálogo.
Pero los misterios que giran alrededor de la Luna no empiezan aquí. Antes de que el hombre pisara la Luna y empezaran las especulaciones sobre lo que allí había sucedido realmente, echaremos la vista atrás un momento para conocer los muchos astrónomos que observaron el satélite de la Tierra y se quedaron atónitos ante lo que sus ojos lograron ver.
ANTECEDENTES DE LAS TEORÍAS SOBRE CONSTRUCCIONES LUNARES
En 1783, el astrónomo inglés Sir William Herschel (descubridor del planeta Urano y de los satélites de Saturno) vio a través de su telescopio unos puntos luminosos que se movían encima de la superficie lunar y que no parecían provocados por los efectos de la luz del Sol.
Más tarde, otro astrónomo apellidado Loomis observó pequeñas luces atravesando la Luna a gran velocidad en el año 1821. Y precisamente en esta época el doctor Glenn Seabor, presidente de la Comisión Norteamericana de energía Nuclear en Moscú, declaró que en la Luna estaban pasando cosas extrañas que eran dignas de ser estudiadas debidamente. Recordemos que en esta época aún no se hablaba del fenómeno OVNI ni de viajes lunares.
Uno de los primeros hechos significativos sucedió en 1915, cuando el científico norteamericano Bernard Thomas vio desde el observatorio de Tasmania una luz situada en el mar de la Crisis. Al mismo tiempo, el Observatorio Nacional de París informó que había presenciado la misma luz, que se asemejaba a un muro en el circo de Aristeo.
Siete años más tarde, fue otro astrónomo quien vislumbró desde su telescopio tres elevaciones perfectamente regulares que le recordaron a unas pirámides. Se trataba de F. Burnet.
Pero no fue hasta más adelante, cuando la noticia que dio John O’Neil, aficionado a la astronomía y redactor científico del periódico The New Herald Tribune, empezó a llamar la atención pública. Éste declaró haber hallado una construcción que tenía forma de puente en el borde del mar de la Crisis. El profesor H. P. Wilkins, el creador del mapa más preciso de la Luna que se hizo hasta su época, confirmó haber visto el mismo puente.
Los interesados en el fenómeno OVNI aseguran que los astronautas que hablaron demasiado fueron dados de baja de su servicio en la NASA.
Uno de los casos más conocidos es el de Gordon Cooper, integrante del proyecto Mercury y piloto de esta misma nave en 1963 y del Géminis 5 en 1968; poco después de que el Apolo XI fuera enviado a la Luna se declaró partidario a la existencia de vida extraterrestre y los OVNIS. Incluso organizó expediciones por América del Sur con el fin de encontrar y estudiar vestigios de antiguas civilizaciones… y explorar las pirámides. Incluso llegó a declarar lo siguiente:
“Creo que vehículos extraterrestres y sus tripulaciones nos están visitando desde otros planetas y que están técnicamente más avanzados que nosotros. Considero que necesitamos un programa de alto nivel para recoger y analizar la información referente a cualquier tipo de encuentro y para determinar la mejor manera de relacionarnos amistosamente con estos visitantes. Además, en 1951, durante dos días tuve ocasión de observar muchos objetos de diferentes tamaños que volaban en formación a una altura mucho mayor de la que podíamos alcanzar.”
Apolo XI
Apolo XI
Pero ¿por qué se abandonó, las misiones lunares por parte de las agencias espaciales? Un misterio. Se dijo que en la Luna  no se hicieron descubrimientos excitantes y la emoción estaba en descubrir lo que se oculta en Marte. Los estudios, llevados a cabo por los americanos y soviéticos, parecían saber prácticamente todo sobre nuestro satélite. Las fotografías, (que se pueden prestar a interpretación), pero sobre todo, el relato de los astronautas y lo que vieron en la superficie lunar, abrió el debate sobre la existencia de ruinas extraterrestres muy antiguas, sobre la superficie lunar. Uno de los factores que refuerzan esta creencia, es el brusco “abandono” que hizo la NASA y de “tapar” toda la posible actividad en la Luna, de retener material fotográfico, videos y transmisiones de radio, que se efectuaron durante las misiones.
Lo que sí queda claro, que aquel día histórico del 20 de Julio de 1.969, cuando el hombre puso por “primera vez” su pie en la Luna, encontraron lo que ellos esperaban encontrar. Las fotografías anteriores tomadas por americanos y soviéticos, se podían apreciar la existencia de extrañas estructuras, que por su forma y organización, sugieren un origen artificial; formaciones rectangulares, que asemejan ruinas de ciudades y extrañas cúpulas, semitransparentes, forman un conjunto, que de ser origen alienígena tendría una considerable antigüedad; los monolitos de más de 200 metros de alto, que el astrónomo Wiliam Blair descubrió en las fotografías tomadas por un de las sondas del programa lunar Orbiter en 1.967, y que la NASA justificó como “efectos ópticos”, pero tienen la particularidad de estar repartidos por la superficie lunar, siguiendo un patrón regular. Existe una foto, tomada por el Apolo X y que la NASA trató de ocultar descatalogándola, salió a la luz gracias a la labor de investigadores no oficiales. La foto muestra un paraje de geografía lunar, en el que aparecen peculiaridades tan notables como una enorme plaza, de planta perfectamente cuadrada, junto a la que se puede observar  una enorme estructura regular y al otro lado de un risco de curiosa forma, un entramado de líneas que recuerdan  el trazado de las calles de una ciudad.
La conclusión que llegaron estos investigadores no oficiales, es de que una civilización desconocida, tuvo hace miles de años una base sobre la Luna. Según Alan Davis, ingeniero de telecomunicaciones del proyecto Apolo y encargado de recibir las comunicaciones de los astronautas, siendo testigo directo de todo cuanto acontecía, contó que Armstrong avisó por el circuito interno de comunicaciones, de que “sentía como alguien se estaba fijando en él y su compañero, no veía a nadie, pero estaba convencido de que no estaban solos” pero más tarde ocurrió algo, que dejó helados a los miembros de control de Houston, los astronautas relataron, que ante sus ojos habían aparecido ruinas de una construcción ,hecha por seres “inteligentes”. Los astronautas de los diferentes  vuelos a la Luna, coinciden en señalar que allá arriba nunca han estado solos, que siempre ha habido una constante vigilancia de objetos desconocidos.
Los estudios llevados a cabo por los programas espaciales norteamericanos y soviéticos desvelaron parte de sus misterios, pero las fotografías y los relatos de los astronautas sobre el terreno lunar abrieron el debate sobre la posible existencia de ruinas extraterrestres muy antiguas sobre la superficie de la Luna. Desde el comienzo de la carrera espacial, las sondas lunares, tanto soviéticas como norteamericanas, habían sido vigiladas muy de cerca por una intensa actividad OVNI. Cuando el 8 de abril de 1964 la NASA lanzó desde Cabo Kennedy la primera cápsula Géminis con instrumental sensible, los observadores de radar vieron alarmados que cuatro Ovnis, que aparecieron a una velocidad de 40.000 km/h, igualaron su marcha con la cápsula y tomaron posición a su alrededor: dos encima, uno debajo y otro detrás. En esa ubicación la siguieron durante una órbita completa a la Tierra -1 hora y 15 minutos- alejándose después vertiginosamente en distintas direcciones.
El astronauta del Apollo 14 Edgard Mitchell afirmó durante una entrevista en 1971: “Todos nosotros sabemos que los Ovnis son reales. Lo que necesitamos saber es de dónde vienen”. Los astronautas James Lovell y Frank Borman en diciembre de 1965, tripulaban una Géminis, también vieron un Ovni durante la segunda órbita de su vuelo récord de 14 días. Lovell y Borman informaron que veían un aparato espacial no identificado a cierta distancia de su cápsula. El centro de control contestó que lo que veían era la última etapa de su cohete impulsor Titán. Borman confirmó que podía ver muy bien el cohete, pero que además veía algo completamente diferente. El astronauta Eugene Cernan  fue el comandante del Apollo 17, en un artículo publicado en Los Ángeles Times en 1973, comentó: “A mí se me han hecho preguntas y contesto públicamente que yo creo firmemente en la existencia de los Ovnis, son algo diferente, algo que proviene de otra civilización”.
Los astronautas Frank Borman, James Lowell y William Anders, vieron el 21 de diciembre de 1968 mientras tripulaban el Apollo 8, un Ovni con forma de disco estuvo rotando alrededor de la Luna. Cuando contactaron con el centro de control se oyeron voces en una extraña lengua. El astronauta Scott Carpenter fue uno de los astronautas del Proyecto Mercury, estas palabras las dijo en una conferencia: “En ningún momento los astronautas han estado solos en el espacio, siempre ha habido una constante vigilancia por los Ovnis”.
Me quedo, con unas palabras de Neil Armstrong, ante la insistencia de unos periodistas: “No me hagan ninguna pregunta y yo no les diré ninguna mentira”.




articulo publicado en...http://www.veritasboss.com/esconde-la-luna/

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