La ciudad siciliana de Palermo cuenta con sobrados atractivos para el visitante (podéis echar un vistazo aeste fantástico reportaje de nuestro amigo y compañero Paco Bellido), pero sin duda alguna hay un rincón de la ciudad capaz de causar admiración, sorpresa –e incluso pavor– entre los turistas más medrosos e impresionables.
Momias en la catacumbas de los capuchinos de Palermo | © Paco Bellido – Cuaderno de Viaje
Nos referimos a las Catacumbas de los Capuchinos, excavadas bajo el monasterio que la orden poseía en la ciudad. En el siglo XVI el cementerio del recinto monástico se les había quedado pequeño, así que los monjes comenzaron a excavar criptas en el subsuelo. El primero que tuvo el honor de recibir “sepultura” en el macabro recinto fue uno de los religiosos, el monje Silvestro de Gubbio, fallecido en el año 1599.
Vista de las catacumbas | © Paco Bellido – Cuaderno de Viaje
Los monjes sometían a los cadáveres a un proceso de embalsamamiento y deshidratación, que daba lugar –gracias a las particulares condiciones “climáticas” de las catacumbas– a las espeluznantes momias que pueden contemplarse hoy en día. Aunque en un principio sólo los monjes capuchinos podían gozar del “privilegio” de pasar a la vida eterna de un modo tan singular, con el tiempo se permitió a los laicos ser enterrados en las catacumbas. Gracias a este relajo en las costumbres originales, hoy podemos contemplar salas abarrotadas de momias, ordenadas por profesiones y separadas por sexos.
Las momias están “ordenadas” en función de su profesión, y separadas por sexos | © Paco Bellido – Cuaderno de Viaje
© Paco Bellido – Cuaderno de Viaje
Una de las momias más espectaculares –perteneciente a uno de los últimos fallecidos en ser admitidos en el recinto– corresponde a una niña, la pequeña Rosalia Lombardo, que murió con sólo 2 años de edad y fue depositada en la cripta en 1920. Su sorprendente estado de conservación –casi parece que la hemos descubierto plácidamente dormida–, la ha convertido en uno de los “puntos” destacados de la visita.
Momia de un niño | © Paco Bellido – Cuaderno de Viaje
Las catacumbas dejaron de cumplir su función original en las primeras décadas del siglo XX y hoy permanecen como atracción turística y testimonio de costumbres mortuorias de otros tiempos. Una visita que no puedes dejar de realizar si pasas por la ciudad siciliana, a no ser, claro, que seas de ánimo fácilmente impresionable. Las pesadillas están garantizadas.
Publicado el 07/06/2013
http://www.viajesenelobjetivo.com/2013/06/07/las-espeluznantes-catacumbas-de-los-capuchinos-de-palermo/
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