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martes, 23 de junio de 2015
El Qasr al-Farid, el Castillo Solitario de los Nabateos
El reino nabateo ocupaba un área que se extendía desde el sur de Oriente Próximo hasta el norte de Arabia, una posición que les permitía controlar la Ruta del Incienso que atravesaba la Península Arábiga. Como resultado de tan lucrativo comercio el reino nabateo creció, inmensamente rico y poderoso. Una muestra de esta riqueza puede constatarse a través de los monumentos que construyeron. El monumento nabateo más conocido es sin duda alguna, el al-Khazneh de Petra, en la actual Jordania. Sin embargo, los nabateos eran artesanos altamente cualificados como talladores de rocas y a lo largo de todo su reino se pueden encontrar numerosos ejemplos de su genial mano de obra. Ejemplo de ellos es el monumento Qasr al-Farid.
Los Nabateos eran hábiles artesanos que tallaban sus monumentos en la roca
El Qasr al-Farid (que significa "Castillo Solitario') se ubica dentro del yacimiento arqueológico de Madain Salih (conocido también como al-Hiyr o Hegra), al norte de Arabia Saudita. Aunque se le describe como un castillo, el Qasr al-Farid es en realidad una tumba construida, aproximadamente, en el siglo I d. C. El Qasr al-Farid es sólo una de las 111 monumentales tumbas repartidas por el paisaje de Madain Salih, un paraje que desde el año 2008 fue catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. De estas tumbas, 94 están decoradas. El Qasr al-Farid es una de las tumbas más famosas de Madain Salih, debido a que, al contrario que las demás, se halla completamente aislada. Esto es algo inusual, puesto que la mayoría de las tumbas monumentales de Madain Salih se encuentran agrupadas, incluyendo las tumbas Qasr al-Bint, Qasr al-Sani y las tumbas de la zona de Jabal al-Mahjar.
yacimiento arqueológico de Madain Salih, Arabia Saudita
El Qasr al-Farid tiene cuatro pisos de altura. Tales construcciones estaban destinadas a ser una clara indicación de la riqueza y el estatus social de las personas que las sufragaban y cuanto mayores eran, más prestigio se tenia. Otro aspecto destacable de Qasr al-Farid es el número de pilares presentes en su fachada. El resto de las fachadas de las tumbas de Madain Salih contienen sólo dos pilares: uno a la izquierda y otro a la derecha. Qasr al-Farid, sin embargo, posee cuatro: uno a cada lado de su fachada y otros dos adicionales en el medio. Esta característica puede ser una prueba más de que el propietario de esta tumba fue una persona inmensamente rica y muy importante dentro de la sociedad nabatea. Los enigmáticos nabateos fueron en su origen una tribu nómada, pero hace unos 2.500 años comenzaron a construir grandes asentamientos y ciudades que prosperaron desde el siglo I a. C. hasta el siglo I d. C., incluyendo la magnífica ciudad de Petra, en Jordania. Además de actividades agrícolas, desarrollaron sistemas políticos, artes, ingeniería, cantería, astronomía y demostraron poseer asombrosos conocimientos hidráulicos, construyendo pozos, cisternas y acueductos.
A diferencia de otras estructuras de Madain Salih, Qasr al-Farid tiene cuatro pilares en lugar de dos
Asimismo, sorprende saber que la construcción de Qasr al-Farid en realidad nunca se terminó. Desafortunadamente, es muy poco probable que alguna vez lleguemos a averiguar para quién se construyó esta tumba. Tampoco sabremos las razones que llevaron a su dueño o a los obreros a abandonar este proyecto. Sin embargo, el hecho de que se encuentre inacabada sí que nos revela algo acerca de ella: la calidad de la obra es más rugosa en la parte inferior de la fachada de la tumba, lo que nos sugiere que el monumento fue construido desde arriba y hacia abajo. Tal vez otros monumentos similares también se realizasen de esta manera.
En el siglo tercero d. C., la Ruta del Incienso comenzó su declive debido a la crisis política y económica que se sufrió por los enfrentamientos con el Imperio Romano. Como consecuencia de ello, muchas ciudades a lo largo de esta ruta se vieron afectadas por el deterioro del comercio. Incluso Medain Salih, que otrora fuera un importante centro comercial de la principal ruta de las caravanas de norte a sur, se vio afectada y con el tiempo se redujo hasta convertirse en un pequeño pueblo. Un viajero árabe del siglo X, por ejemplo, escribió que en su tiempo, Madain Salih no era más que un pequeño oasis, cuyas actividades se centraban en pozos y campesinos. Sin duda dicha realidad contrasta en mucho con el apogeo vivido por esta localidad durante el período nabateo, cuando comerciantes y camellos, cargados con el incienso de Arabia, atestaban sus calles camino hacia el norte. Aún así, Qasr al-Farid y el resto de tumbas construidas por los nabateos siguen en pie como testimonio de la grandeza de lo que una vez fue Madain Salih.
Autor: Ḏḥwty
Traducción: Moreno Montañaroja
fuente-https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-asia/el-qasr-al-farid-el-castillo-solitario-los-nabateos-002458
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