DE CONFIRMARSE, EL LUGAR HABRÍA SIDO UN RECINTO PARA MANTENER A ANIMALES SAGRADOS
Los arquéologos desenterraron diversas ofrendas como parte del Proyecto Templo Mayor (PTM) en el predio de las Ajaracas, entre las que se encontraban 9 mil huesos de animales, descubierta en 2009 se le considera como el depósito ritual más variado en materiales biológicos. La ofrenda 126 ha sido identificada en un 20 por ciento, sin embargo, lo que los especialistas hallaron fue inesperado: la mayor parte de los restos óseos corresponden a lobos, una especie que ha sido poco estudiada dentro del pensamiento mexica debido a que no existen referencias importantes dentro de las fuentes históricas.
La arqueóloga Ximena Chávez Balderas, quien se ha dedicado al estudio de los rituales funerarios en el recinto sagrado de los mexicas y quien lleva cabo una investigación sobre la importancia de los cánidos, asegura que laofrenda 126 contiene alrededor de 20 lobos de todas las edades.
Entre los restos se halla una camada de cinco crías que habrían fallecido a causa de alguna enfermedad respiratoria a las seis semanas de edad; en la ofrenda 125, por ejemplo, se halló una loba vieja que padeció artritis y displasia severa, lo cual indica que requirió de cuidado humano para sobrevivir.
Los datos sobre reproducción de animales en cautiverio y las evidencias sobre el cuidado humano, podrían apuntar a la posible existencia del Zoológico de Moctezuma, un espacio donde se conservaba una gran variedad de animales, que se empleaban para sacrificios o como fuente de materia prima.
Las fuentes históricas indican que en Tenochtitlan había dos espacios para los animales: “la casa de las aves”, donde vivían especies lacustres, y “la casa de las fieras”, donde se albergaría a los lobos, pumas, jaguares y aves rapaces.
Aunque no se ha ubicado físicamente, otro arqueólogo, Israel Elizalde, indica que posiblemente el recinto se localizara cerca de lo que hoy es el Palacio Nacional.
La función del recinto sería la de reserva y abastecer de animales sagrados, no estaba diseñado para el disfrute.
Los análisis de ADN de los restos destacan como novedosos durante la séptima temporada del Proyecto, precisamente porque no hay registros de que los lobos fueran animales con funciones rituales, lo cual parecen desmentir los recientes hallazgos.
De acuerdo con Chávez Balderas, en los códices aparecen representaciones de coyotes, sin embargo, sus restos no se hallan entre los rituales escenificados en el Templo Mayor, por ello considera que bien podría tratarse de lobos y no de coyotes, incluso en consultas a biólogos se ha logrado determinar que por la morfología, corresponderían más bien a lobos.
Otra línea de investigación abierta a partir de los hallazgos, apunta al estudio de la relación de los lobos conHuehuecóyotl, el coyote viejo, quien en la mitología mexica se considera una deidad transgresora, guerrera y lúdica.
El especialista en genética de cánidos Robert Wayne, de la Universidad de California, ha logrado identificar a algunos de los esqueletos como ejemplares de lobo mexicano, especie en peligro de extinción.
articulo publicado en--http://arqueologia-paleoramaenred.blogspot.com.es/2014/12/el-hallazgo-de-restos-de-lobos-en-unas.html
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