El mundo se está calentando. No es de extrañar que la extensión de hielo en el Ártico caiga en promedio cada verano en los últimos años. Pero resulta desconcertante que el hielo marino que rodea la Antártida haya incrementado su extensión notablemente desde que se empezaron a tomar mediciones a finales de los años 70s.
«No hay duda de que el cambio climático es real», dice Walt Meier, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. «Lo que ocurre es que cada polo responde a su manera a este fenómeno global», dijo. La Tierra, tomada en su conjunto, está perdiendo hielo marino. Mediciones de la NASA y el Centro Nacional de Datos de Hielo indican que el Ártico perdió un promedio de 32.000 kilómetros cuadrados de hielo marino cada año desde finales de los 1970s. Mientras tanto, la Antártida se ha ganado un promedio de 10.000 kilómetros cuadrados por año, que no es suficiente para equilibrar el balance.
¿Por qué los océanos Ártico y Antártico se comportan de maneras diferentes? «El aumento que hemos visto en el hielo marino antártico es en parte un misterio», admite Meier. «Todavía estamos tratando de entender cómo un clima general más cálido provoca aumentos regionales en la cubierta de hielo». La NASA apunta varias causas…
VIENTO, DESHIELO DE GLACIARES O MÁS PRECIPITACIÓN.
El culpable podría ser el clima. El cambio está alterando los patrones del clima en todo el planeta, y uno de esos cambios es un aumento de la ventosidad en todo el continente de la Antártida. Los golpes de aire frío desde el continente helado hacia el mar están provocando un incremento del hielo marino. «Esa es una teoría», dice Meier. «Creo que los vientos, sin duda, juegan un papel preponderante. Pero otros factores podrían estar interviniendo también».
Por ejemplo, señala que el derretimiento de glaciares en los bordes del continente podría, irónicamente, producir más hielo en el océano circundante. «El agua dulce de deshielo de los glaciares se congela más fácilmente que el agua salada de mar», explica. Las nevadas podrían ser importantes también. La nieve depositada en el fino hielo marino puede presionar sobre el hielo y empujarlo justo debajo del agua.
El agua fría del océano se filtra a través del hielo y se produce como resultado una mezcla fangosa que después se espesa creando más hielo marino, informa la NASA.
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