Fuente: Universidad de California | Jeffrey Norris | 30 de junio de 2014 (Traducción de G.C.C. paraTerrae Antiqvae)
La idea popular de que los europeos del norte desarrollaron una piel clara para absorber más luz ultravioleta (UV), y así poder elaborar más vitamina D -vital para la salud de los huesos y la función inmune-, ha sido analizada por investigadores de Universidad de California, San Francisco (UCSF), en un nuevo estudio publicado online en la revista Evolutionary Biology.
El equipo de Elias concluyó que las mutaciones genéticas que comprometen la aptitud de la piel para servir como una barrera epidérmica ante los elementos permitió a los europeos del norte de piel clara poblar latitudes donde muy poca luz ultravioleta B (UVB) -que posibilita la producción de vitamina D- penetra en la atmósfera.
Entre los científicos que estudian la evolución humana, se había asumido casi universalmente que la necesidad de elaborar más vitamina D en las latitudes del norte condujo a mutaciones genéticas que redujeron la producción del pigmento de melanina, el principal determinante del tono de la piel.
"En las latitudes más altas de Gran Bretaña, Escandinavia y países bálticos, así como en el norte de Alemania y Francia, muy poca luz UVB llega a la Tierra, y parece clave la longitud de onda requerida por la piel para la generación de vitamina D", dijo Elías.

"Por ejemplo, estudios recientes muestran que los humanos de piel oscura producen vitamina D, después de una exposición al sol, de modo tan eficiente como los humanos ligeramente pigmentados; y la osteoporosis -la cual puede ser un signo de deficiencia en vitamina D- es menos común, en lugar de más frecuente, en seres humanos con pigmentación oscura".
Por otra parte, la evidencia de un gradiente desde el sur al norte en la prevalencia de mutaciones de melanina es más débil que esta explicación alternativa explorada por Elias y sus colegas.
En una investigación anterior, Elias comenzó a estudiar el papel de la piel como una barrera epidérmica para la pérdida de agua. Recientemente se ha centrado en una proteína específica de barrera epidérmica llamada filagrina, la cual se descompone en una molécula llamada ácido urocánico, el absorbente más potente de la luz UVB en la piel, según Elias. "Ella es, ciertamente, más importante que la melanina en la piel ligeramente pigmentada", dijo.
En su nuevo estudio, los investigadores identificaron una sorprendente y mayor prevalencia de mutaciones innatas en el gen de la filagrina entre las poblaciones del norte de Europa. Hasta un 10 por ciento de los individuos normales de estas naciones del norte llevan mutaciones en el gen de la filagrina, en contraste con las tasas de mutación mucho más bajas de las poblaciones del sur de Europa, Asia y África.
Una imagen microscópica de células de la piel.
Por otra parte, el aumento de las tasas de mutación de la filagrina, que se traducen en una pérdida de ácido urocánico, se correlacionan con niveles más altos de vitamina D en la sangre. Las variaciones en los genes de la melanina, dependientes de la latitud, no se asocian de manera similar con los niveles de vitamina D, de acuerdo con Elias. Esta evidencia sugiere que los cambios en la barrera epidérmica de la piel juegaron un papel en la adaptación evolutiva de los europeos del norte a las latitudes septentrionales, concluye el estudio.
Sin embargo, hubo una compensación evolutiva a estas mutaciones de la filagrina con una barrera debilitada de la piel, dijo Elías. Los portadores de estas mutaciones tienen tendencia a tener una piel muy seca y son vulnerables a la dermatitis atópica, el asma y las alergias alimentarias. Sin embargo, estas dolencias han aparecido solo recientemente, y no se convertieron en un problema hasta que los humanos comenzaron a vivir en entornos urbanos densamente poblados, dijo Elías.

Con todo, los datos del nuevo estudio no explican por qué los europeos del norte perdieron melanina. Si la necesidad de tomar más vitamina D no derivó de la pérdida de pigmento, ¿qué lo hizo? Elias especula que "Una vez que las poblaciones humanas emigraron hacia el norte, lejos de la avalancha tropical de UVB, el pigmento se fue perdiendo gradualmente en servicio de la conservación metabólica. El cuerpo no desperdiciaba una valiosa energía y proteínas para producir, a su vez, proteínas que ya no necesitaba".
Para el estudio publicado en Evolutionary Biology, y etiquetado como un "documento de síntesis" por la revista, Elias y el coautor Jacob P. Thyssen, profesor de la Universidad de Copenhague, trazaron un mapa de los datos de mutación y midieron sus correlaciones con los niveles en sangre de vitamina D. Laboratorios de todo el mundo identificaron las mutaciones. Pr su parte, Daniel Bikle, profesor de medicina de la UCSF, aportó su experiencia en el metabolismo de la vitamina D.
La investigación fue financiada por el Centro Médico para Asuntos de Veteranos de San Francisco, el Departamento de Defensa, los Institutos Nacionales de Salud, y una donación de la Fundación Lundbeck.
fuente--http://terraeantiqvae.com/profiles/blogs/un-nuevo-estudio-explica-por-que-los-europeos-del-norte-evolucion#.U7wkKvl_tHU
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