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viernes, 11 de octubre de 2013

Los dioses de Río Tinto

Fue en 1976 cuando en Río Tinto, Huelva, se encontró algo insólito, algo que no encajaría con los esquemas mentales de muchos científicos.En plena explotación minera de mineral, una escavadora abrió con su pala un enorme agujero, allí aparecieron restos de lo que parecía un asentamiento prehistórico… El hallazgo causó impresión, se localizaron más de setenta esculturas de humanoides o seres muy especiales. Aquellas esculturas parecían representar seres humanos de todo el planeta por la diversidad de rasgos que representaban. Posiblemente todos ellos llegaron a esta zona de Huelva llamados por su riqueza en minerales preciosos, tal vez fueran estas las famosas minas de Tarsis, de donde los sorprendentes tartesios extraían el oro y plata que admiraban los egipcios y sumerios…
Aquellos bustos dieron origen a la posibilidad del uso de mano de obra esclava, eran representaciones muy detalladas y exactas (para el nivel artículos de los autores). Los problemas surgen cuando se representan seres con rasgos amerindios, de Sudamérica, rasgos faciales de aquellas latitudes en Europa, en Huelva, ¡¿hace más de 3000 años!? Esteban Márquez Triguero, ingeniero y arqueólogo, detuvo las excavaciones en la zona ya que estaban siendo sometidas a expolio. Posteriormente comenzó a estudiarlas. El origen de las estatuas era la zona de Río Tinto, de forma incuestionable. Las segunda conclusión es que su manufactura era obra tartesia, o tartésico-fenicia. Ello, de nuevo, aseveraba la importancia del hallazgo y la localización entre Huelva, Sevilla y Cádiz de del reino perdido de Tartessos. Pero también se llegó a plantear que fueran el producto de una vieja y perdida civilización…Y no hubo quién no pensó en la Atlántida… La universidad de Granada estudió las figuras, no pudieron datar las mismas, pero por la pátina que las recubrían afirmaron: “son muy muy antiguas, desde un punto de vista geológico”. El principal problema de las figuras es que hay figuras que presentan rasgos de homínidos y ni tartesios ni fenicios coincidieron con ellos… Ni tampoco los atlantes en una época remota (11000 a.C.)…Las figuras también representan al Australopithecus y a los Neanderthales… ¡¿Cómo!? Se estaba con un imposible… Los primeros desaparecieron de la faz de la Tierra hace un millón de años y los segundo hace más de treinta mil años…Su existencia es conocida por los fósiles hallados en el siglo XX. No se puede explicar satisfactoriamente y, o los tartesios y/o fenicios realizaron expediciones arqueológicas y reconstruyeron como fueron nuestros ancestros, o sobrevivieron algunos ejemplares de estas especies y fueron representada, o los autores convivieron con esas razas hace mucho tiempo…Sea como fuere parece todo un desafío a la Historia y a la Ciencia. Hoy día, se pueden contemplar en el Museo Posada del Moro de Córdoba, como mudo recuerdo de un pasado que, hoy, desconocemos.

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