Y no, no vamos a hacer las 699 partes restantes, pero algo así necesitaríamos para poder abarcar un tema fascinante. Si hay una escritura que ha interesado, intrigado y motivado a millones de personas a lo largo de los siglos y de la que aún no sabemos tanto como nos gustaría, esa es la escritura jeroglífica egipcia. Actualmente la conocemos a través de distintas colecciones de textos, ya sea grabados en piedra o escritos en otros soportes (papiros en su mayoría), y a través de ellos nos ha llegado una gran parte de la cultura de esta civilización.
Como todas las lenguas, también la egipcia evolucionó a lo largo de los siglos: el egipcio fue escrito durante un período de más de 4000 años(3000 a.C. – 1000 d.C. aproximadamente) y sufrió distintas transformaciones. El triunfo del cristianismo supuso el fin del uso de la lengua egipcia, a excepción del copto, una modificación de esta lengua utilizada por las comunidades cristianas en Egipto hasta el siglo XVII.
¿Qué son los jeroglíficos?
La palabra “jeroglífico” proviene de dos términos griegos: ἱερός (hierós) que significa “sagrado”, y γλύφειν (glýphein) que significa “escritura”. Por lo tanto, podemos definir los jeroglíficos como “escritura sagrada”. La escritura jeroglífica fue utilizada únicamente por altos cargos de los gobiernos egipcios (familia real, escribas, sacerdotes) en inscripciones oficiales en templos y monumentos funerarios, en documentos administrativos y jurídicos, y en obras literarias.
Cabe destacar dentro de la cultura egipcia la importancia de la literatura funeraria que ha llegado a nosotros a través de los Textos de las Pirámides (Imperio Antiguo, escritura jeroglífica sobre piedra en la pirámide del rey Unas, dinastía V, c. 2350 a.C.), los Textos de los sarcófagos (escritura jeroglífica sobre madera, grabada o pintada, Imperio Medio, c. 2050 – 1750 a. C.) y el Libro de los Muertos(escritura jeroglífica sobre papiro, Imperio Nuevo, c. 1550 a. C. – 1070 a.C.). El cambio de soporte para la escritura jeroglífica nos deja entrever también la popularización de los ritos funerarios y de una escritura, en principio, reservada a los grandes personajes de esta civilización.
¿Cómo se empezaron a leer los jeroglíficos?
Los egipcios no nos dejaron ningún texto referente a la gramática de su lengua que nos hiciera más sencilla la interpretación de los jeroglíficos. Ya en el siglo XVIIalgunos occidentales como el viajero Pietro della Valle trajeron a Europa las primeras gramáticas y diccionarios coptos, una lengua heredera del demótico, el idioma egipcio utilizado durante la época saíta (663 – 525 a.C.).
Basándose en estos textos, junto con el Hieroglyphica de Horapolo (un tratado sobre los jeroglíficos del siglo IV d.C. y traducido al griego por Filipo en el siglo V d.C.). el jesuita Atanasio Kircher comenzó las primeras investigaciones de cara a descifrar los jeroglíficos. Su intención era buena, pero falló al pensar que el sistema de escritura jeroglífica estaba solo basado en símbolos, cuando realmente también contiene signos fonéticos y determinativos.
No fue hasta la invasión de Egipto por parte de Napoleón cuando se pudieron traducir de forma efectiva los jeroglíficos gracias al descubrimiento de la piedra de Rosetta. Esta es un trozo de estela de granito perteneciente a la época del faraón Ptolomeo IV (196 a.C.) en la que podemos leer un mismo decreto en tres tipos de escritura: jeroglífico en la parte superior, demótico en la media y griego en la inferior.
A partir del hallazgo de la piedra en 1799 fueron varios los lingüistas, arqueólogos y eruditos que intentaron descifrar aquellos dos idiomas “extraños” que acompañaban al griego. Fue el profesor Jean-François Champollion quien en 1822 dio con la clave para la traducción del texto jeroglífico a partir de la traducción de los nombres propios que aparecen en la estela (Ptolomeo y Cleopatra). A partir de estos, creó una tabla alfabética de equivalencias con los jeroglíficos, y pasado un tiempo también publicó una gramática egipcia.
Primeros pasos para leer: ¿qué son estos dibujitos?
Lo primero que tenemos que tener claro a la hora de empezar a leer jeroglíficos es que, a diferencia de nuestro alfabeto, en la escritura jeroglífica un dibujo puede significar varias cosas. En nuestro sistema de escritura, una letra por si sola no significa nada, a no ser que nos refiramos a las palabras de una sola letra (a, e, y, o, u) o que sea un símbolo (N es el símbolo químico del nitrógeno). En la escritura jeroglífica un dibujo puede tener varias funciones:
- Puede ser un signo fonético: que a su vez pueden ser alfabéticos o monolíteros (representan las 24 letras del pseudo-alfabeto egipcio) o silábicos (que pueden ser bilíteros o trilíteros). Además de actuar como signos fonéticos, con el sonido que corresponde a cada uno, también pueden hacerlo como determinativos fonéticos: uno o varios monolíteros al lado de un bilítero o trilítero que repiten sus mismas letras lo hacen solo para reforzar esa idea, no con ánimo de repetir lo mismo dos veces. hay que tener en cuenta que la escritura jeroglífica era una escritura artística, de modo que podían usarse estas repeticiones de letras para llenar un espacio en la composición pictórica.
- Puede ser un signo ideográfico o pictograma: es un signo que se inserta al final de una palabra para aclarar el sentido de la misma (si la palabra tiene varios significados) o que actúa como determinativo para dar información de lo que se trata (por ejemplo, un círculo con un aspa es el determinativo de “lugar, ciudad, región”, por lo que el nombre que lo precede es el nombre de un lugar). Una forma “sencilla” de comenzar a leer jeroglíficos es conocer estos determinativos, que son los que separan las palabras.
Trucos fáciles para comenzar a leer jeroglíficos
Todo lo que hemos dicho hasta ahora puede parecer súper complicado: lo es, no os engañéis. Leer y traducir textos jeroglíficos no es algo que se haga en una mañana, ni en un año, ni en dos, y casi siempre vamos a necesitar tener un diccionario o glosario cerca para poder echar un ojo (os recomiendo el glosario, vocabulario y gramática del Egyptian Grammar de Gardiner; posiblemente la mejor obra hasta la fecha).
Sin embargo, sí que hay ciertos trucos que nos hacen la vida más fácil y que nos permiten conocer ciertas expresiones que se repiten en muchos textos. A continuación os dejamos unos cuantos trucos para que comencéis a leer poco a poco.
- ¿Por dónde empiezo a leer? Los jeroglíficos se escriben de derecha a izquierda, o bien de izquierda a derecha, y siempre de arriba a abajo. Para saber por qué lado de la fila tenemos que comenzar a leer solo debemos fijarnos en los seres vivos que están dibujados en la inscripción: siempre se comienza a leer desde el lado al que miran los animales. Si en una misma columna hay varios símbolos, se lee siempre primero el de arriba.
- Si hay un cartucho, indica el nombre de un faraón: los únicos nombres que podían ir encerrados en cartuchos o shenu, una representación esquemática de una cuerda anudada por los extremos, eran los nombres de los faraones. Siempre que veamos un cartucho podemos estar seguros de que dentro figura el nombre de un faraón.
- Si conocemos los signos monolíteros, podemos comenzar a leer uniendo las letras que conocemos. Siempre que se nos junten varias consonantes y no podamos pronunciar por falta de vocales, se añade una “e” entre ellas.Realmente es una convención, porque a día de hoy no sabemos cómo sonaría exactamente el egipcio hablado, pero es como funciona. Por ejemplo, el corazón y tráquea que se escribe nfr y que simboliza belleza, se pronuncia “nefer”.
Fórmulas que nos harán la vida más fácil
Algunas fórmulas se repiten en muchos papiros, piedras o sarcófagos, y conviene conocerlas para leerlas de corrido.
- Ankh-djed-was”: formada por la conocida como “llave de la vida”, el pilar (su nombre en lengua egipcia es djed) y el bastón (se pronuncia “was”). En realidad es una abreviación de una frase mucho más larga, pero que se tomó como convención representarla con estos tres signos. Suele aparecer detrás del nombre de algún faraón para bendecirlo, pues su significado es “que viva, que sea próspero y que tenga salud”.
- “Nsw-bity” o “Nesu-bity”: literalmente quiere decir “el papiro y la abeja” y es una fórmula para referirse al rey (o reina) del Alto y el Bajo Egipto, siendo el papiro el símbolo de la zona norte del país (el delta del Nilo) y la abeja de la zona sur. Aparece siempre precediendo al cartucho de algún faraón.
- “Nebty”: o “las dos Señoras”. Otra referencia a las zonas del Alto y el Bajo Egipto, con sus animales correspondientes: Nejbet, la diosa buitre del Alto Egipto, y Uadyet, la diosa serpiente del Bajo Egipto. Como el “Nesu-bity”, precede al nombre de un faraón; y es que en la época de esplendor del imperios egipcio los faraones llegaban a coronarse hasta con cinco nombres distintos.
Con estos pequeños trucos, y sobre todo conociendo los signos monolíteros, ya puedes comenzar a leer, o al menos a tirarte el rollo delante de tus amigos. Un consejo: empieza por los jeroglíficos en piedra en los templos, que suelen tener muchas fórmulas convencionales, para luego pasar a la literatura egipcia. Los papiros de la Historia de Sinhué(no, no es ese Sinhué) narran un bonito cuento por el que puedes comenzar.
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