En un descubrimiento que reescribe la cronología del comportamiento simbólico en los primeros humanos, arqueólogos en España han identificado lo que ahora se considera la huella dactilar humana más antigua conocida, dejada en pigmento ocre por un neandertal sobre una piedra de granito hace aproximadamente 43.000 años. El extraordinario hallazgo se desenterró en el abrigo rocoso de San Lázaro, ubicado en la ciudad de Segovia, y se considera un hito en el estudio de la cognición y la cultura prehistóricas.
El descubrimiento es fruto de una colaboración entre investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), la Universidad de Salamanca y la Policía Científica de España, con la coordinación científica a cargo del Dr. Daniel Álvarez-Alonso y el Dr. Miguel de Andrés-Herrero.
Un acto simbólico grabado en el tiempo
El objeto en cuestión es un guijarro de granito, colocado deliberadamente en el refugio por los neandertales y marcado con un punto ocre rojo, un pigmento asociado desde hace mucho tiempo con la expresión simbólica. Incrustada en la superficie pintada, los investigadores identificaron una huella dactilar neandertal , preservada accidental o intencionadamente en el pigmento aún húmedo.
A. El objeto antes de ser excavado completamente; B. Una vez desenterrado, es posible apreciar las tres cavidades principales y la posición central del punto rojo ( Álvarez-Alonso et al, 2025/ CC BY 4.0 ).
Mediante imágenes multiespectrales, microscopía electrónica de barrido (MEB) y análisis dermatoglífico forense, el equipo identificó de forma concluyente el patrón como una huella dactilar humana. Según la investigación publicada en Archaeological and Anthropological Sciences , este es el ejemplo más antiguo conocido de este tipo de huella y el primero confirmado como dejada por un neandertal .
Este descubrimiento representa no solo la huella dactilar humana más antigua, sino también una evidencia contundente del comportamiento simbólico en los últimos neandertales de la Península Ibérica”, afirmó el Dr. Álvarez-Alonso, coautor del estudio.
“El uso del pigmento y la ubicación intencional del objeto sugieren un pensamiento abstracto y posiblemente incluso una comunicación a través del simbolismo”.
Izquierda; Detalle del punto rojo obtenido tras utilizar un proceso fotogramétrico para documentar el guijarro en 3D. Derecha; Imagen dermatoglífica obtenida mediante el análisis multiespectral del punto rojo (Álvarez-Alonso et al, 2025/ CC BY 4.0 ).
Evidencia de inteligencia simbólica
La huella dactilar en el guijarro destaca como algo más que una simple huella accidental. El análisis del objeto reveló que había sido manipulado en un contexto no utilitario, lo que refuerza la interpretación de que formaba parte de un acto ritual o simbólico, posiblemente relacionado con la identidad, el estatus o las creencias espirituales de los neandertales.
“Este objeto nos dice que los neandertales no eran los seres brutales que se creía”, añadió el Dr. Andrés-Herrero. “Eran capaces de pensamiento abstracto, de atribuir significado a los objetos y de preservarlo mediante actos deliberados”.
Importancia global
El descubrimiento de San Lázaro sitúa a Segovia, España, y a toda la región de Castilla y León, a la vanguardia de la arqueología prehistórica en Europa. El yacimiento se investiga desde 2012 en el marco del proyecto «Primeros Pobladores de Segovia», con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Según el CSIC , el guijarro y su marca simbólica ofrecen una visión sin precedentes del panorama cultural de los neandertales en Europa Occidental. Proporciona evidencia concreta de que estos homínidos no solo eran biológicamente cercanos al Homo sapiens, sino que también compartían capacidades cognitivas que les permitían el pensamiento simbólico, considerado durante mucho tiempo un sello distintivo del comportamiento humano moderno.
“Esta huella es más que una simple marca en la piedra”, afirmó el coautor Dr. Antonio Díez-Herrero. “Es un mensaje a través del tiempo: un rastro de intencionalidad, ritual e identidad dejado por una mano que desapareció hace mucho tiempo”.
Imagen superior: Izquierda: el punto rojo en una piedra, que resultó ser una huella dactilar. Derecha: zonas de muestra en el punto rojo. Fuente: Fotos de Pedro A. Saura Ramos/ Ciencias Arqueológicas y Antropológicas
Por Gary Manners
Articulo publicado en https://www.ancient-origins.net/news-history-archaeology/oldest-human-fingerprint-0022159