El infanticidio era un hecho de la vida en la antigua Roma. En la historia de la fundación de la ciudad, dos bebés abandonados, Rómulo y Remo, fueron amamantados por una loba, como se muestra en esta escultura de la Basílica de Aquileia.
Fuente: LiveScience | Stephanie Pappas | 24 de enero de 2014 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)
Una nueva mirada a un conjunto de huesos de bebés descubierto en Gran Bretaña está alterando las hipótesis acerca de por qué los antiguos romanos cometían infanticidio.
Las niñas infantiles, aparentemente, no fueron asesinadas con más frecuencia que los niños varones, según informa un equipo de investigadores en la revista Journal of Archaeological Science.
"Muy a menudo, las sociedades han preferido a los hijos varones, así que, cuando practican el infanticidio, tienden a ser los bebés de sexo masculino los que se mantienen, y los bebés de sexo femenino los que se matan", dice el investigador del estudio Simon Mays (izquierda), especialista en biólogía del esqueleto de English Heritage (Patrimonio Inglés), una organización no gubernamental que protege los sitios históricos.
Aunque los antiguos romanos, de hecho, preferían a los niños varones, no hay pruebas de que fueran tan lejos con el infanticidio como para sesgar la proporción entre ambos sexos, dice Mays a LiveScience.
Pequeños esqueletos
Mays y sus colegas utilizaron una técnica llamada análisis de ADN antiguo para estudiar los huesos infantiles que se encontraron en un lugar llamado Yewden Villa, cerca de Hambleden, en Inglaterra. Dicho enclave fue excavado por primera vez en 1912, y, aunque se encontró que guardaba restos de bebés que se remontaban a unos 1.800 años atrás, se pensaba que los mismos ya se habían perdido, dijo Mays.
Pero hace poco, casi un siglo después de la excavación inicial, la arqueóloga Jill Eyers (derecha), directora de Chiltern Arqueology, en Inglaterra, encontró los huesos escondidos en pequeñas cajas en un archivo de un museo del lugar.
En 2011, Mays y Eyers publicaron un estudio de los huesos en el que sugerían que los bebés fueron víctimas de infanticidio, basándose en el hecho de que las mediciones de los huesos largos de los brazos y las piernas sugerían que todos los bebés murieron a la misma edad, justo en el momento del nacimiento.
Si las muertes habían sido de modo natural, Mays dijo que esperaba ver algunos bebés prematuros, algunos que hubieran muerto alrededor del momento del nacimiento y otros que murieran semanas después del mismo.
Debido a la gran cantidad de esqueletos encontrados, los investigadores especularon en su día que el lugar contuvo un burdel y que los bebés eran de las prostitutas. Pero esa idea siempre fue"una posibilidad remota", dijo Mays.
En el nuevo estudio, los investigadores profundizan en por qué estos bebés fueron asesinados. Antiguos textos romanos se refieren al infanticidio como una práctica aceptada, y era, además, la única forma en que la gente podía controlar el tamaño de sus familias en una época anterior a la anticoncepción fiable. (De hecho, el mito de la fundación de Roma implica a dos niños gemelos, Rómulo y Remo, que son abandonados por su madre para que mueran, pero que son salvados por un animal salvaje.)
Sin embargo, los textos se refieren al infanticidio en la misma Roma, la cual tenía una cultura diferente a la de sus territorios lejanos, como los de Gran Bretaña, dice Mays.
Y a pesar de que la preferencia por los niños varones sugiere que los romanos practicaban el infanticidio selectivo por sexo, agrega Mays, sólo hay un documento que apoye esa hipótesis: una carta de un soldado romano destinado en Inglaterra a su esposa embarazada, en la que le dice que no se moleste en mantener al bebé si es una niña cuando nazca.
Foto: Esqueleto de un niño encontrado en el sitio de Hambleden.
Las pruebas de ADN
Es imposible saber el sexo de un bebé mirando la forma de los huesos. Las diferencias de sexo sólo emergen después de la pubertad, dijo Mays. Así que los investigadores recurrieron a una nueva herramienta: el análisis de ADN antiguo. Los expertos evaluaron 33 de los 35 restos más completos, pero, debido a que el ADN no se conserva bien en huesos muy viejos, los investigadores sólo fueron capaces de desentrañar las secuencias genéticas de 12 de los 33 disponibles.
"De ellos, siete eran mujeres y cinco varones, una proporción de sexos relativamente uniforme", dijo Mays.
Y lo que es más, ninguno de los bebés compartía una misma madre, un revés en contra de la hipótesis de burdel. Si los bebés eran hijos de las prostitutas, dice Mays, las mujeres probablemente habrían estado embarazadas una y otra vez.
Los 12 bebés estudiados en el nuevo documento llevan a que el número total de los mismos que se consideran víctimas de infanticidio, y que han sido sometidos a las pruebas de ADN, sea de 25. Ahora bien, en general, no hay evidencias de que los niñas sufrieran la muerte con mayor frecuencia.
"Parece como si los romanos no estuvieran usando el infanticidio para manipular la proporción de sexos", arguye Mays.
"Parece como si los romanos no estuvieran usando el infanticidio para manipular la proporción de sexos", arguye Mays.
"Ahora que podemos usar el ADN para saber si los bebés eran hombres o mujeres, estamos comenzando a revisar los supuestos comúnmente aceptados sobre el infanticidio en el mundo romano", dijo Kristina Killgrove (izquierda), un bioarqueóloga de la Universidad de Florida Oeste, la cual no ha participado en la investigación.
A pesar de que a la gente moderna le parezca horripilante la muerte de recién nacidos, en la antigua Roma los bebés no eran considerados plenamente humanos al nacer, dijo Mays. No obstante, ellos ganaron humanidad a través del tiempo, primero con su nombramiento a los pocos días de nacer, y más tarde cuando ellos ya cortaban con los dientes y podían comer alimentos sólidos.
fuente--terraeantiqvae
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