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lunes, 15 de abril de 2019

La Biblioteca de Hattusa

Reconstrucción de Hattusa
Reconstrucción digital de Hattusa

Artículo sobre la Biblioteca de Hattusa publicado por mí el día 24/09/2018 en la web de QueAprendemosHoy. Puedes acceder a la versión original del mismo a través de este enlace.

Introducción

En el Próximo Oriente antiguo no existían las bibliotecas y los archivos tal y como los entendemos en la actualidad. A día de hoy, las dos funciones, inseparables la una de la otra, que cumple un archivo son las de conservar el patrimonio documental de la cultura en la que se inscribe, y difundir y facilitar su conocimiento a la sociedad que los ha producido. Por el contrario, en el Antiguo Oriente estos archivos se ubicaban en los templos y palacios, y solo tenían acceso a ellos los reyes, los sacerdotes y los escribas.
En la actualidad se calcula que existen distribuidas por los museos y entidades científicas entre 700.000 y 1.000.000 tablillas de arcilla, de las cuales en torno a un 10% son textos literarios. Además, se ha estimado que, solo durante el periodo de tiempo que transcurre entre el 1500 y el 300 a.C., existieron más de 200 archivos y bibliotecas, distribuidos a lo largo de más de 50 ciudades diferentes de todo el Próximo Oriente antiguo.
Mapa de la península de Anatolia que señala la ubicación de la ciudad
Mapa de la península de Anatolia que señala la ubicación de Hattusa

Singularidades de la Biblioteca de Hattusa

Las fuentes de conocimiento que tenemos para descubrir la Historia del reino de Hatti son algunas de las más singulares y particulares de todas las civilizaciones próximo orientales. Esto se debe a que todo lo que conocemos sobre la civilización hitita es casi exclusivamente a través de los archivos locales, es decir, que prácticamente no se habla nada de los hititas fuera del propio reino de los hititas.
A pesar de que los dos archivos más importantes son sin duda los ubicados en Büyükkale, la ciudadela de la capital hitita, Hattusas (la actual Bogazköy, al este de Ankara), y en el templo de Nisantepe, al suroeste de la ciudadela, la arqueología también ha revelado la existencia de archivos menores en las ciudades hititas de Tappiga, Sapinuwa y Sarisa. Aunque el arqueólogo francés Ernest Chantre había sido el primero en hacer una pequeña excavación entre 1893 y 1894, no es hasta 1906 cuando empiezan las verdaderas primeras excavaciones arqueológicas de la zona por el Instituto Arqueológico Alemán del que formaban parte el arqueólogo alemán Hugo Winckler y el otomano Theodore Makridi Bey.
Estado actual de parte de Hattusa
Estado actual de parte de Hattusa
Solo durante las dos primeras campañas de excavación, entre 1906 y 1912, se descubrieron en el yacimiento arqueológico cerca de 25.000 fragmentos de tablillas de arcilla que según se ha calculado podrían haber pertenecido a unas 10.000 tablillas completas . Años más tarde, entre 1930 y 1939, el arqueólogo alemán Kurt Bittelsacaría a la luz más de 6000 nuevas tablillas. En su conjunto, las temáticas predominantes en estos documentos, fechados a lo largo de toda la Historia del Imperio Hitita, son las administrativas, legislativas y literarias, aunque también llaman la atención el conjunto de textos que proponen remedios para tratar incapacidades como la impotencia sexual, los de oraciones para combatir la brujería, o los de mitología.

Aportaciones de la Biblioteca de Hattusa

Uno de los primeros rasgos extraordinarios de este gran archivo real es que las tablillas se han encontrado hasta en ocho lenguas diferentes, que van desde el hitita hasta el acadio, pasando por el luvita, el hurrita o el jeroglífico egipcio. De hecho, uno de los textos más reproducidos en múltiples lenguajes fue el Poema de Gilgamesh, la epopeya sumeria que supone la obra épica más antigua de la Historia.
Sin embargo, la aportación más importante del archivo de Büyükkale al conocimiento del mundo hitita es su literatura histórica, puesto que, a diferencia de la de las otras civilizaciones próximo orientales que no aportan nada de información o la aportan de una forma totalmente exagerada y laudatoria, se caracteriza por su realismo y verosimilitud. En estos textos es el propio rey (hay literatura histórica de tiempos del reinado de Telepinu, Supiluliuma, Mursil II y Hatusil III ) el que cuenta en primera persona los acontecimientos que han pasado durante su reinado, utilizando para ello con frecuencia el estilo directo de narración y el diálogo.

Estado actual del gran templo de Teshub, sede de la biblioteca de Hattusa
Estado actual del gran templo de Teshub, sede de la biblioteca de Hattusa
Sin duda, uno de los textos más trascendentales hallados en estos archivos de Hattusa fue la tabla de arcilla de grandes dimensiones que contenía el Tratado de Qadesh, hallado por Hugo Winckler en su primer año de excavación. Este tratado realizado en 1259 a.C. sirvió para sellar la paz entre el imperio egipcio del faraón Ramsés II (1279-1213 a.C.) y el imperio hitita del rey Khattushili III (1267-1237 a.C.), después de la batalla acontecida en las proximidades de la ciudad de Qadesh, a orillas del río Orontes en el año 1274 a.C.
Los singulares rasgos de este tratado de paz, el más antiguo de la Historia conservado en la actualidad, buscaban satisfacer a la vez a ambas potencias, de tal modo que, aunque la batalla hubiera terminado en empate, los dos soberanos pudieran publicitarlo en sus reinos como si de una gran victoria se tratase. Entre estos se encontraba un pacto de no agresión, una alianza defensiva, una amnistía para los refugiados, un acuerdo de extradición, y una cláusula para salvaguardar la sucesión real en ambos imperios.

Los escribas en el Imperio Hitita

Otra singularidad del mundo hitita que se puede deducir a partir del estudio de sus archivos es la ingente relevancia de los escribas reales, de los cuales se conocen bastantes nombres no solo porque figuraban como autores materiales en los colofones finales de las tablillas, sino porque llegaron a ocupar altos cargos en la administración y en el gobierno. La gran categoría social de la que disfrutaban los escribas en la civilización hitita llegaba hasta tal punto que el jefe de los escribas era considerado la persona más importante del reino después de la familia real, ocupando en muchos casos también el cargo equivalente a lo que entenderíamos hoy como un primer ministro, el líder del gobierno hitita, encargado de los asuntos internos y externos.
Reconstrucción de Hattusa
Reconstrucción digital de Hattusa
Estos escribas tenían que tener avanzados conocimientos sobre varias lenguas y sobre los sistemas de escritura cuneiforme y jeroglífico hitita, además de llevar a cabo a la perfección la ejecución de estas escrituras en las tablillas. Este último, el jeroglífico hitita, era un sistema de escritura hallado no solo en el archivo de Hattusa, sino también en el norte de Siria, y utilizado sobre todo para la ostentación en sellos e inscripciones rupestres, ya que la documentación importante u oficial se escribía en cuneiforme.













Bibliografía

BÁEZ, F. Nueva Historia universal de la destrucción de libros: de las tablillas sumerias a la era digital. Barcelona: Destino, 2013.
CASSON, L. Las bibliotecas del mundo antiguo. Barcelona: Bellatierra, 2003.
ESCOLAR SOBRINO, H. Historia de las bibliotecas. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1996.
LIVERANI, M. Antiguo Oriente: Historia, sociedad y economía. Barcelona: Crítica, 1995.
VEENHOF, K. R. Cuneiform Archives and Libraries. Bélgica: Nederlands Instituut Voor Het Nabije Oosten Leiden, 1986.
Artículo sobre la Biblioteca de Hattusa publicado por mí el día 24/09/2018 en la web de QueAprendemosHoy. Puedes acceder a la versión original del mismo a través de este enlace.

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