Buscar este blog

miércoles, 27 de noviembre de 2013

yacimiento celtibérico de Segeda

En 2003, un grupo de arqueólogos que trabajaba en el yacimiento celtibérico de Segeda, en la comarca de Calatayud (Zaragoza), descubrió por casualidad una plataforma formada por dos muros de grandes dimensiones -10 y 16,6 m de longitud- construidos por sillares de hasta 500 kg. En un primer momento los expertos creyeron que se trataba de una construcción defensiva, pero estudios posteriores parecían indicar que se trataba de otra cosa. Fue el profesor Martín Almagro Gorbea quien, recordando otros yacimientos europeos, decidió probar suerte con la arqueoastronomía.Tras contactar con Manuel Pérez Gutiérrez, profesor de astronomía y geodesia de la Universidad de Salamanca, tomaron datos exhaustivos en el enclave y, al traspasarlos a programas informáticos de simulación astronómica, descubrieron que el ángulo formado por los muros señalaba al cercano cerro de la Atalaya, pero también a la puesta de Sol en el solsticio de verano hacia el año 200 a.C., probable fecha de la construcción. Para confirmar los datos, el equipo se desplazó el 21 de junio de 2009 hasta el lugar, presenciando in situ el fenómeno. "Fue algo impresionante, un momento mágico", explicó Francisco Burillo, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza y director de las excavaciones. Los científicos determinaron que el enclave podía considerarse "el primer santuario celtibero identificado y vinculado con una ciudad", lo que lo dotaba de mayor importancia. Con el paso de los meses y la continuación de los estudios, esta consideración no sólo se vio confirmada, sino ampliada. Durante el Congreso Internacional de Astronomía Cultural celebrado en octubre de 2009, Burillo y su equipo presentaron los hallazgos realizados hasta la fecha. "Queríamos confirmar lo que intuíamos, y es que habíamos encontrado algo de lo que no existe paralelo en la antigüedad en el Mediterráneo", explicó Burillo. "Y sí, aunque en la antigüedad hubo construcciones dedicadas al solsticio y al equinoccio, no hay nada como lo que hemos encontrado", añadió. Además de la alineación de la plataforma con el solsticio de verano, fecha en la que el Sol se pone exactamente sobre el cercano cerro de La Atalaya, los arqueólogos han determinado también otras llamativas alineaciones astronómicas. Así, la piedra angular de la construcción está orientada de forma perfecta con la puesta de Sol en los equinoccios, lo que se produce sobre otro cerro, el de Valdehornos, y el resto de los muros de la estructura señalan perfectamente al norte geográfico y a la llamada "Parada Mayor" o Ciclo Metónico de la Luna -cada 19 años-, respectivamente. Los arqueólogos consideran que la estructura constituye un "ejemplo único" de calendario lunisolar, utilizado además con fines religiosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.