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sábado, 1 de diciembre de 2012

ALINEAMIENTOS DE CARNAC

Los montículos y piedras de Carnac se cuentan entre las estructuras humanas más viejas de Europa y conforman el monumento megalítico más grande del continente, miles de estudiosos han especulado sobre su finalidad, aún incierta.A lo largo de toda Europa se esparcen abundantes monumentos megalíticos en una vasta franja que va desde Italia, en el sur, a Escandinavia y las Islas Británicas en el norte, pero el mayor conjunto se halla en Carnac, en el corazón de los páramos y pinares de Bretaña, en el oeste de Francia, estas no sólo son las piedras más numerosas de Europa, sino también las ordenadas en mayor escala y sobre un espacio más grande, casi 8 Km. de longitud, aunque el pueblo que erigió las piedras de Carnac apenas comienza a conocerse, seguramente contaba con experimentados ingenieros, una numerosa fuerza de trabajo y un plan preconcebido.
Miles de piedras colocadas en hileras proponen el enigma. ¿Quiénes y por qué las colocaron allí? Como largas filas de penitentes, las fantasmales piedras de Carnac recorren en línea recta el áspero territorio de bretón, frente a las bravías aguas del golfo de Vizcaya. Aunque su presencia y configuración son realmente misteriosas, los campesinos de la región encontraron cómo explicarlas. Según una arraigada creencia, los megalitos son soldados romanos petrificados por Dios para proteger a San Cornelio, patrón de la zona de Carnac y del ganado, mientras aquéllos lo perseguían. Otros mitos bretones aseguran que las piedras de Carnac se desplazan regularmente hacia el mar para bañarse o beber de sus aguas. Y les atribuyen grandes poderes: además de ser curativas, las piedras pueden brindar fertilidad y ayudar a los jóvenes en busca de pareja Cuando fueron erigidas, las piedras de Carnac eran 10 mil. Hoy, después de 65 siglos, quedan sólo 3 mil, en cuatro grandes agrupamientos Jerome Penhouet propuso, en 1826, que los cuatro alineamientos eran parte del cuerpo de una enorme serpiente que se desplazaba sobre el terreno bretón. Distintas épocas intentaron otras explicaciones para el misterio. Durante el siglo XIX se sugirió que se trataba de lugares dedicados al culto solar y lunar, mientras otros autores pensaban que eran avenidas que conducían a los templos hoy desaparecidos. Por su parte, Hans Hirmenech propuso a principios de este siglo que las filas de menhires eran las tumbas de soldados de la Atlántida que habían muerto durante la guerra de Troya. Asimismo, James Fergusson decía que la erección de estos monumentos debe conmemorar alguna gran batalla que tuvo lugar en esta llanura en tiempos remotos. Otros estudiosos de Carnac fueron más allá y propusieron que se trataba de verdaderas tumbas y creyeron encontrar apoyo para este razonamiento en el significado de los nombres de algunos lugares: en bretón, un idioma de origen celta, Kermario quiere decir "ciudad de los muertos" (pero no tuvieron en cuenta que los menhires son muy anteriores a la aparición de los celtas en esta región).En experimentos efectuados en Francia, fue posible mover piedras de 30 toneladas, montadas sobre rodillos de madera, con el esfuerzo de 200 personas tirando de sogas y el apoyo de un grupo menor que mantenía la buena dirección con palancas. Si para mover un megalito de 30 toneladas hicieron falta 200 hombres, ¿cuántos habrán sido necesarios para desplazar el menhir de Locmariaquer, que pesa 350 toneladas? Esta pregunta podría tener una sencilla respuesta aritmética. Pero hay un interrogante que es mucho más difícil de contestar: ¿Qué motivo impulsaba a nuestros antepasados de la Edad de Piedra y los llevaba a realizar esfuerzos tan desmesurados? Quizás las rocas lo saben, pero lo conservarán profundamente oculto hasta el fin de los tiempos.
Antaño se habían formulado diversas teorías para explicar la presencia de los menhires, algunas muy peregrinas: vestigios del Diluvio Universal, restos de un campamento romano, balizas para la navegación, etc. Jerome Penhouet sugirió en 1826 que los alineamientos podían ser el fósil de una enorme serpiente que se habría desplazado sobre Bretaña en eras prehistóricas. Otros creían que eran enormes avenidas que habían conducido a antiguos templos hoy inexisten En realidad, los menhires son básicamente tumbas y el conjunto una gran necrópolis, como el resto de monumentos megalíticos. Tal vez pudieran haber tenido otro fin además del funerario, pero se desconoce

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