martes, 3 de diciembre de 2019

León saca a la luz 900 pinturas rupestres inéditas



El Bierzo es ‘la cueva del tesoro’ del arte rupestre leonés. El arqueólogo Feliciano Cadierno lleva años embarcado en la tarea de localizar e inventariar la gran pinacoteca prehistórica, básicamente, en esta comarca. No quiere hablar de «descubrimientos», por si aparece alguien que reclama haber visto «primero» alguna de estas pinturas esquemáticas del Neolítico y de la Edad del Bronce. En los ocho años que lleva ‘peinando’ enclaves como Villafranca, Vega de Espinareda, Fabero, Toreno, Candín y Peña Piñera, aunque también Castrocontrigo o los Ancares ha registrado más de 900 pinturas.
Son figuras esquemáticas, algunas representan a hombres y animales o figuras solares; pero las hay realmente extrañas, como un antropomorfo con cuernos; o realizadas con una técnica «muy inusual», como la que representa a un ídolo oculado, realizado con 120 puntos, al estilo de los pintores puntillistas del siglo XIX —pero 7.000 años antes—.

Cuando Cadierno inició la búsqueda, únicamente había 351 pinturas catalogadas. Muchas de ellas solo se ven con un programa de ordenador, de ahí que los aficionados a garabatear en cuevas y abrigos rocosos hayan daño algunas sin saberlo. Cadierno, que actualmente trabaja de profesor en Londres, emplea el verano y las vacaciones en rastrear el legado prehistórico de la provincia. Afirma que «en Babia tiene que haber pinturas rupestres» y también en otros enclaves del Bierzo y Ancares. «Las posibilidades son infinitas, pero se necesita tiempo y dinero».

Su propósito es que el inventario de estas pinturas prehistóricas sirva para protegerlas. Lamenta que el arte rupestre es la hermanastra del patrimonio. «Ni siquiera la Universidad de León tiene un departamento que investigue». A ello añade el desinterés de las instituciones. «No dan dinero y no se investiga y no se investiga porque no hay dinero». Él trabaja sin subvenciones, aunque este verano llevó a cabo una excavación en el castro Peña Piñera, con una inversión de 6.000 euros, cofinanciados por el Instituto Leonés de Cultura y el Ayuntamiento de Vega de Espinareda, que ha arrojado interesantes resultados. Se trata del mayor castro de León, con 14 hectáreas, que pudo ser el último reducto de los astures en las guerras cántabras.
El castro de Peña Piñera ocupa una extensión de 14 hectáreas. CADIERMO Y SASTRE
Cadierno ha encontrado dos colaboradores excepcionales, José Anglés y Miguel Ángel González, que también han localizado numerosas pinturas y revisan las que están en peligro, como cuando se produjo el año pasado un devastador incendio en el valle de Fornela.

Según Cadierno, algunas pinturas rupestres del Bierzo, Peña Piñera, Librán y San Pedro Mallo tendrían una finalidad precisa: un enorme calendario lunar y solar en plena naturaleza.









Fuente: diariodeleon.es 

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