La cultura sicán, conocida también como cultura lambayeque por la región que alguna vez habitaron, fue una de las muchas culturas que existieron en Perú antes de la llegada de los incas. Los sicán habitaron la costa norte de lo que hoy en día es Perú entre los años 750 y 1375 d.C. Al igual que muchas otras civilizaciones, las diferencias sociales y la jerarquía estaban presentes en la sociedad sicán. Estas divisiones se ven reflejadas en las prácticas funerarias de los sicán, quienes no solo incluían el ajuar funerario sino a veces también sacrificios.
Origen de los sicán
El origen de los sicán no es muy claro y algunos creen que son descendientes de la cultura moche. Según la leyenda, el fundador de la civilización sicán fue un hombre llamado Naymlap. Supuestamente, Naymlap vino del sur con una flotilla da balsas, un séquito de guerreros y un ídolo de piedra en forma de mujer de color verde. Ellos conquistaron varios valles de la región y Naymlap comenzó a construir templos y palacios cerca del mar en el Valle de Lambayeque.
Se dice que doce generaciones de líderes gobernaron la cultura sicán, el último de ellos se llamó Fempellec. Según la leyenda, Fempellec fue tentado a mover el ídolo y esto provocó que hubiese un mes de lluvias intensas e inundaciones que acabaron con los sicán.
Máscara ceremonial dorada, cultura sicán, Lambayeque, Perú
Los sepelios de los "plebeyos"
La cultura sicán se dividió en tres grandes periodos, sin embargo, la mayor parte de evidencia arqueológica concerniente a las prácticas funerarias de esta civilización hacen parte del periodo Sicán medio. Se observó que durante este periodo los plebeyos eran enterrados en fosas sencillas y poco profundas en lugares residenciales o en sitios de producción artesanal. Se reportó también que las fosas no medían más de 2 metros (6.5 pies) cuadrados. Se ha dicho que estos sepelios plebeyos no están registrados ni analizados adecuadamente, y se encuentran marginados en términos de documentación, conservación y análisis.
Prácticas funerarias de las élites
Las prácticas funerarias de las élites recibían una atención mucho mayor. Es a través de estos sepelios de la élite que los arqueólogos han podido identificar cambios de la previa cultura moche. Por ejemplo, en los primeros sepelios de los moche, comunmente se encontraban recámaras o ataúdes de caña, tronco o adobe. Por otro lado, la evidencia arqueológica muestra que esta práctica fue abandonada durante el periodo Sicán medio. Adicionalmente, los moches sepultaban a sus muertos en posición acostada, mientras que los sicán los enterraban en posición sentada. Esto puede ser un indicio de que hubo un cambio en la manera en que se concebía la vida después de la muerte.
Los sepelios de la élite solían estar cargados con ajuar funerario, una razón más de la atención que se les daba. En la Tumba Este de Huaca del Loro por ejemplo, se descubrieron alrededor de 1.2 toneladas de ajuar funerario. La mayoría de estos objetos (más de 2/3 del peso total) estaban hechos de cobre arsenical, tumbaga, o aleación de oro de muchos quilates. Se ha señalado que el cobre arsenical era accesible tanto para las élites como para los plebeyos. Por tanto, la cantidad de este metal en el sepelio es un indicador del estatus social de esa persona.
Representación de un sepelio en Huaca del Loro, Museo Nacional Sicán, Ferreñafe, Perú
Ajuar funerario precioso
Los objetos hallados entre el ajuar funerario de la élite en Huaca del Loro incluyen implementos de cobre arsenical fundido, ornamentos y parafernalia ritual de oro, oro-plata y tumbaga, como también dos montones de conchas Spondylus princeps y Conus fergusoni. Sin embargo, uno de los objetos más famosos de este lugar es la magnífica máscara dorada y los tocados. Esta máscara pertenecía a un hombre en posición sentado de unos 40 a 50 años de edad que estaba sepultado en una tumba de 9 metros cuadrados (29.5 pies) dentro de un pozo de 11 metros (36 pies). La máscara estaba pintada de rojo, tenía orejeras y una cabeza de murciélago dorada tridimensional en la frente. Los tocados tenían plumas de oro y 15 discos dorados suspendidos.
Representación de un sepelio en la tumba Este, Huaca del Loro. La posición invertida puede deberse a que los sicán creían en un nuevo nacimiento después de la muerte. Museo Nacional Sicán, Ferreñafe, Perú
Sacrificios humanos
Otro aspecto de las prácticas funerarias de los sicán que ha llamado la atención últimamente, es el sacrificio humano. En Huaca del Loro por ejemplo, hay 24 sepelios de mujeres en edades entre 18 y 25 años. Se ha sugerido que estas mujeres fueron sacrificadas para acompañar a los hombres de la élite en la otra vida. De todas maneras, no todos están de acuerdo con esta interpretación, y factores como las diferencias de forma en los sepelios son usados para refutar dicha versión.
Representación del sacrificio de una mujer en la tumba Este en Huaca del Loro, Museo Nacional Sicán, Ferreñafe, Perú
Otro ejemplo de sacrificios humanos en las tumbas sicán puede encontrarse en el lugar de Huaca Las Ventanas. A diferencia de Huaca del Loro, la mayoría de los cuerpos allí eran de hombres adultos. Otra diferencia entre Huaca del Loro y Huaca Las Ventanas es que los cuerpos de las mujeres en Huaca del Loro estaban ubicados cuidadosamente alrededor del sepelio de la élite, pero los de Huaca Las Ventanas no poseen patrón alguno de acomodación. De manera interesante, se sugirió que los cuerpos sepultados en Huaca Las Ventanas pertenecían a voluntarios que se comprometieron en un ritual que creaba vida a través de la celebración de la muerte.
Las fosas de la cultura sicán permiten una mayor comprensión sobre las diferentes prácticas y el estatus social en el norte de Perú entre los años 750 y 1375 d.C.
https://www.youtube.com/watch?v=vBkrZLiyNy0
articulo publicado en--https://www.ancient-origins.es/historia-tradiciones-antiguas/ajuar-funerario-sacrificios-humanos-las-diferencias-sociales-la-cultura-sic%C3%A1n-reflejadas-sepelios-002739
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