¿Hubo una vez una pirámide negra en Egipto que ha sido borrada de las páginas de la historia? Según Frederic Louis Norden, un capitán naval, cartógrafo y explorador danés del siglo XVIII, así era: una cuarta PIRÁMIDE NEGRA estaba alineada con las tres moles de piedra que actualmente están en la meseta de Guiza.
La meseta de Guiza, en las afueras de El Cairo, es famosa por albergar los cuatro monumentos más icónicos de Egipto, la Gran Esfinge y tres pirámides —entre las que se encuentra la única maravilla del mundo antiguo que sobrevivió hasta nuestros tiempos—. Una visita obligada para cualquier turista o viajero del mundo que se precie.
Los arqueólogos que excavan la meseta siguen descubriendo nuevas tumbas e impresionantes artefactos del antiguo Egipto. Este sitio histórico aún no ha abandonado todos sus antiguos secretos y tiene mucho más que ofrecer.
Sabemos que hay tres pirámides, atribuidas —caprichosamente vale destacar— por el oficialismo arqueológico a los faraones eran Keops, Kefrén y Micerino, siendo esta última la más pequeña, y sin haber signos obvios de una cuarta hermana piramidal… Al menos no en piedra.
En papel, la existencia de una cuarta pirámide en Guiza fue documentada por el explorador danés Frederic Louis Norden (1708-1742) quien participó en una expedición a Egipto organizada por el francés Pierre Joseph le Roux d’Esneval a pedido del rey danés Christian VI.
Norden no era un explorador aficionado. Era un experimentado capitán naval, cartógrafo y explorador arqueológico que antes de su visita a Egipto en 1737 había viajado a países como Holanda, Francia, Italia, y Malta, para estudiar fortificaciones.
Cuando el capitán llegó a Egipto, documentó y dibujó todo lo que vio y experimentó, incluidos monumentos faraónicos, arquitectura, instalaciones y mapas. Realizó más de 200 dibujos que se pueden encontrar en su publicación Voyage d’Egypte et de Nubie (disponible para su descarga bajo estas líneas).
- Voyage d’Egypte et de Nubie – Frederic Louis Norden (16,4 MiB, 18 hits)
Descripción de archivo: Voyage d’Egypte et de Nubie (1755) registra la extensa documentación y dibujos de Frederic Louis Norden sobre su viaje a través de Egipto en 1737-1738. Contiene algunos de los primeros dibujos realistas de monumentos egipcios y hasta el día de hoy sigue siendo una fuente principal de la apariencia de los monumentos egipcios antes del turismo y las excavaciones generalizadas de los siglos XIX y XX.
Algunos de sus dibujos desconcertaron a los investigadores modernos. ¿La razón? Norden había hecho un dibujo de una cuarta pirámide en Guiza.
En sus escritos, el capitán declara: «Hay cuatro de ellas; merecen la atención de los curiosos, aunque puedan haber siete u ocho en las inmediaciones, no son nada en comparación con la primera (…). Las dos pirámides del norte son las más grandes y tienen 500 pies perpendiculares. Las otras dos son mucho más pequeñas pero tienen algunas peculiaridades que hacen que valga la pena su examinación y admiración».
Al describir la cuarta pirámide, menciona que la parte superior de la estructura antigua era extraña. Parecía ser «una piedra más negra que el granito común».
«En cuanto a la cuarta pirámide, está a menos de treinta metros de la tercera. No tiene cubierta, está cerrada y se parece a las demás, pero sin ningún templo como la primera. No obstante, tiene una característica que vale la pena mencionar, que es que la parte superior está coronada por una única piedra grande, que parece haber servido como pedestal», explica el Capitán Norden.
A estas alturas, sabemos que no hay una cuarta pirámide en Guiza. Hay quienes sugieren que las imágenes de satélite revelan la existencia de varias pirámides egipcias gigantes escondidas bajo la arena, pero esto no pudo haber sido lo que Norden observó durante su viaje. Entonces, ¿cómo pudo documentar cuatro pirámides de Guiza cuando solo hay tres?
La mayoría de los estudiosos modernos sugieren que el capitán cometió un error e identificó incorrectamente una de las pirámides satélite de Micerino como una cuarta gran pirámide. Pero si esto es cierto, no explica por qué Norden dijo que la cuarta pirámide era negra. Es de conocimiento común que las pirámides satélite de Micerino —apodada como pirámide roja por su recubrimiento original— no estaban hechas de piedras negras.
Este hecho nos deja muy pocas opciones. Una posibilidad es que haya habido un error de traducción en alguna parte. El texto del capitán Norden fue escrito originalmente en francés antes de ser traducido al inglés. Quizás su intención nunca fue decir que la cuarta pirámide era negra, sino simplemente más oscura que las demás.
Otra posibilidad es que, de hecho, vio una pirámide negra que ya no existe. Quizás la antigua estructura se convirtió en víctima del vandalismo o se utilizó deliberadamente como cantera para casas o edificios del El Cairo.
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