jueves, 2 de julio de 2020

Hallan artefactos aborígenes en yacimientos subacuáticos de la plataforma continental de Australia



Artefacto de piedra de unos 7.000 años de antigüedad recuperado en el canal del Cabo Bruguieres (Oeste de Australia). Fotografía: S. Wright.
Los primeros yacimientos arqueológicos aborígenes submarinos han sido descubiertos en el noroeste de Australia, y datan de hace miles de años, cuando el fondo marino actual era tierra firme.
Los hallazgos han sido posibles a través de una serie de estudios arqueológicos y geofísicos en el archipiélago Dampier, como parte del proyecto Deep History of Sea Country (DHSC), financiado a través del Australian Research Council's Discovery Proyect Scheme.
Los artefactos aborígenes descubiertos en la costa de Plibara, en Australia Occidental, son el resultado más antiguo obtenido mediante arqueología subacuática en este país.
Un equipo internacional de arqueólogos de la Universidad de Flinders, la Universidad de Australia Occidental, la Universidad James Cook, la Airborne Research Australia y la Universidad de York (Reino Unido) se asociaron con la Corporación Aborigen Murujuga para localizar e investigar artefactos antiguos en dos sitios submarinos que han proporcionado cientos de herramientas de piedra hechas por los aborígenes, incluidas piedras de moler.
Mapas de ubicación del área de estudio y sitios referenciados en el mismo. 1) Isla del cabo Bruguieres; (2) Isla North Gidley; (3) Flying Foam Passage; (4) Isla de los delfines; (5) Isla Angel; (6) Isla Legendre; (7) Isla de Malus; (8) Isla Goodwyn; (9) Isla Enderby. Crédito: PLOS ONE
En un estudio publicado hoy en PLOS ONE, los antiguos yacimientos submarinos de Cape Bruguieres y Flying Foam Passage, dieron nuevas pruebas de las formas de vida de los aborígenes cuando el fondo marino era tierra firme hace miles de años debido a los bajos niveles del mar existentes.
Los paisajes culturales sumergidos representan lo que hoy se conoce como Sea Country para muchos australianos indígenas, los cuales tienen una profunda conexión cultural, espiritual e histórica con estos entornos submarinos.
"Hoy anunciamos el descubrimiento de dos sitios arqueológicos submarinos que alguna vez fueron tierra firme. Este es un paso emocionante para la arqueología australiana ya que integramos la arqueología marítima e indígena y establecemos conexiones entre la tierra y el mar", dice el profesor Jonathan Benjamin  (izquierda), coordinador del Programa de Arqueología Marítima de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad de Flinders.
"Australia es un gran continente, pero pocas personas se dan cuenta de que más del 30% de su masa terrestre quedó sumergida por el aumento del nivel del mar después de la última glaciación. Esto significa que una gran cantidad de evidencias arqueológicas que documentan la vida de los aborígenes esta ahora bajo las aguas".
"Pero ahora, finalmente, tenemos las primeras pruebas de que al menos parte de estas evidencias arqueológicas han sobrevivido al proceso de aumento del nivel marino. Las evidencias arqueológicas de la costa antigua no se han perdido para siempre, simplemente no las habíamos encontrado todavía. Estos nuevos descubrimientos son un primer paso hacia la exploración de la última frontera real que debe alcanzar la arqueología australiana", agrega el profesor Benjamín.
Vista aérea hacia el oeste del Canal del Cabo Bruguieres durante la marea alta (Foto: J. Leach); (abajo) los buzos registran artefactos en el canal. Fotos: S. Wright, J. Benjamin y M. Fowler.
Artefactos recuperados bajo el agua del cabo Bruguieres. A20, A23, A29 y A11 tienen bordes agudos bien conservados que no muestran signos de rodadura.
El equipo de buceo cartografió 269 artefactos en el Cabo Bruguieres, en aguas poco profundas de hasta 2,4 metros por debajo del actual nivel del mar. La datación mediante radiocarbono y el análisis de los cambios en el nivel del mar muestran que este enclave arqueológico tiene al menos 7.000 años de antigüedad.
El segundo enclave arqueológico de Flying Foam Passage, que incluye un manantial submarino de agua dulce a 14 metros por debajo del nivel del mar, se estima que tiene al menos 8.500 años de antigüedad.
Mapa del 'Flying Foam Passage' en el que se muestra la zona donde se recuperó un solo artefacto (WH-A01) y donde puede haber material adicional, lo que convierte el área en un objetivo de alta prioridad para futuras investigaciones.
Artefacto hallado en el 'Flying Foam Passage' (WH-A01). Fotografías: H. Yoshida; C. Wiseman; Dibujo: K. Jerbić.
Ahora bien, hay que decir que ambos yacimientos arqueoógicos subacuáticos pueden ser mucho más antiguos ya que tales dataciones representan solo cronologías mínimas.
El equipo de arqueólogos y geocientíficos empleó modelos predictivos y diversas técnicas de detección remota submarina, así como métodos científicos de buceo para confirmar la ubicación de los yacimientos arqueológicos y la presencia de artefactos.
"En algún momento habría habido una tierra firme que se extendía a unos 160 km desde la costa actual. Esa tierra habría sido propiedad y hogar durante generaciones de aborígenes. Nuestro descubrimiento demuestra que el material arqueológico submarino ha sobrevivido al aumento del nivel del mar, y, aunque estos sitios están ubicados en aguas relativamente poco profundas, probablemente habrá más en aguas profundas, en alta mar", dice Chelsea Wiseman (izquierda), de la Universidad de Flinders, y que ha estado trabajando en el proyecto DHSC como parte de su investigación de doctorado.
"Estos territorios que ahora están bajo el agua albergaban ambientes favorables para los asentamientos indígenas, pues incluían agua dulce, diversidad ecológica y oportunidades para explotar recursos marinos que habrían soportado densidades de población relativamente altas", dice el Dr. Michael O'Leary (derecha), un geomorfólogo marino de la Universidad de Australia Occidental. 
El descubrimiento de estos enclaves arqueológicos enfatiza la necesidad de una legislación federal más exigente para proteger y administrar el patrimonio submarino a través de 2 millones de kilómetros cuadrados de paisajes que alguna vez estuvieron sobre el nivel del mar en Australia, y pueden proporcionar importantes conocimientos sobre la historia humana.
"Gestionar, investigar y comprender la arqueología de la plataforma continental australiana, en asociación con los propietarios y custodios tradicionales aborígenes e isleños del Estrecho de Torres es una de los objetivos que debe alcanzar la arqueología australiana", dice el profesor Benjamin.
"Nuestros resultados representan el primer paso de un viaje de exploración para descubrir el potencial arqueológico de la plataforma continental, lo que puede llenar un vacío importante de la historia de este país", añade.
Guarda de la Corporación Aborigen Murujuga registrando el grabado de un pelícano en la isla Enderby, en el exterior del archipiélago Dampier. Fotografía de Jo McDonald).
En Murujuga, esto agrega una prueba adicional sustancial para respaldar la profunda historia de las actividades humanas que acompañan a la producción de arte rupestre en este enblemático  lugar declarado Patrimonio Nacional.



















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