miércoles, 15 de enero de 2020

GEZER

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Gézer fue una antigua y destacada ciudad, ubicada a mitad de camino entre las actuales Jerusalén y Tel Aviv, que supo albergar a diversos pueblos a lo largo de su historia.
La ciudad de Gézer fue un enclave importante desde la Edad de Bronce, ya que estaba ubicada en el cruce de caminos entre la Ruta del Mar, o Vía Maris, una antigua ruta comercial que conectaba a Egipto, Siria, Anatolia y Mesopotamia, y la ruta que llevaba hacia Jerusalén y Jericó.
Por este motivo siempre hubo una gran disputa entre las potencias de la región por el control de esta ciudad. 
Detalle de la ruta Vía Maris en color púrpura, junto con otras rutas relevantes de la época.
“Siempre ha cambiado de manos a lo largo de la historia”, dice Steven Ortiz, co-director de las excavaciones en Tel Gezer junto a Sam Wolff de la Autoridad de Antigüedades de Israel. La ciudad fue gobernada durante siglos por los cananeos, egipcios y israelitas.
Ruinas de Gezer. Imagen
Un mojón fronterizo hallado en el lugar, datado del siglo I AEC, tiene grabada la leyenda “Límite de Gézer”, confirmando la identidad del lugar excavado.
Mojón con la leyenda del límite de Gézer

Registros históricos

Los primeros testimonios escritos de la existencia de Gézer datan de la época del faraón Tutmosis III en el siglo XV AEC. Los relieves del Templo de Amun-Re en Karnak registran su captura por dicho faraón, y muestran prisioneros de Gézer de 1468 AEC.​
Una inscripción del templo funerario de Tutmosis IV (aprox. 1410-1402 AEC) menciona prisioneros (Kharu) de una ciudad, que se supone que es Gézer.
Gézer fue prominente en el período de Amarna, ciudad a la que a mediados del siglo XIV el faraón Akenatón trasladó la capital de Egipto llamándola Ajetatón, «El Horizonte de Atón».
La ciudad de Gézer fue mencionada al menos 9 veces en las Cartas de Amarna, que era la correspondencia diplomática de los príncipes vasallos de Canaán con el faraón egipcio. Se conservan más de una docena de cartas en las que se mencionan los nombres de los gobernadores de Gezer: Milkilu, Addu-Dabi y Japahu.
Las cartas informan acerca del apremio que ocasionan los Habiru sobre algunas ciudades Estado de dominio egipcio, entre ellas Gezer, sin que los egipcios los socorrieran.
Los Habiru o Apiru fue el nombre dado por varias fuentes sumerias, egipcias, acadias, hititas, mitanias, y ugaríticas (datadas, aproximadamente, desde antes de 2000 AEC hasta alrededor de 1200 AEC) a un grupo de gente que vivían en las áreas de Mesopotamia nororiental y el Creciente Fértil, desde las fronteras de Egipto, en Canaán, hasta Persia.
Dependiendo de fuente y época, los habiru son descriptos variadamente como nómadas o seminómadas, generalmente como trabajadores migrantes, ocasionalmente como mercenarios, eventualmente sirvientes o incluso esclavos, aunque también como gente rebelde, forajidos y marginados.

Excavación de Tel Gezer

El lugar ha sido descubierto y excavado desde hace más de un siglo, y los distintos estratos excavados en Tel Gezer sacaron a la luz distintas etapas de la vida de esta antigua urbe.
Restos arqueológicos de la antigua Tel Gezer. Crédito: Samuel Wolff Imagen
Hasta hace pocos años la mayoría de los hallazgos la databan entre los siglos VIII AEC hasta la época de los primeros reyes, siglo X AEC, pero excavaciones más recientes han descubierto los restos de una ciudad cananea del siglo XIV AEC, sepultada debajo de las ruinas de la Gezer bíblica.

Tel Gezer Cananea

Una característica a destacar de la ciudad cananea es que estaba amurallada, contaba con muros fortificados defensivos de hasta un metro de grosor.
Murallas de fortificación. Imagen
“No teníamos pruebas de que Gezer era una ciudad amurallada”, dijo Steven Ortiz. “Naturalmente, una ciudad amurallada implica que la ciudad es más robusta y poderosa que una ciudad sin murallas. El descubrimiento nos hace reinterpretar la historia y la importancia de ese lugar en la Edad del Hierro I. Esta sería una importante ciudad cananea”.
Trabajos en las ruinas de Gezer. Crédito: Haaretz
En el noreste de Tell Gezer se ha hallado una suerte de altar cananeo con una fila de diez megalitos de pie, algunos de hasta 3 metros de altura y varias toneladas de peso.
Megalitos de Tel Gezer. Imagen
Ver publicación: Megalitismo
Gézer también posee algunos de los mayores túneles subterráneos de agua de la antigüedad. Los túneles probablemente se utilizaron para mantener el suministro de agua potable durante los asedios.
Túnel de suministro de agua
En Gézer parece haber habido una importante escuela de escribas, así lo atestigua un fragmento del Poema de Gilgamesh allí encontrado.
Recientemente se hallaron en Gezer joyas de oro y plata de unos 3.600 años de antigüedad, del período cananeo. El objeto central es un colgante de un disco de 3,8 cm de diámetro con una estrella de ocho puntas grabada y una media luna adosada al mismo.
Los símbolos son la representación de dioses de acadios Ishtar y Sin. Ishtar (“Inanna” sumeria, “Astarté” fenicia) era la diosa de la fertilidad, el amor, la guerra, el sexo y el poder; mientras que Sin (“Nannar” sumerio) era el dios de la luna.

Medallón con la estrella de ocho puntas y la media luna
Otro de los objetos del tesoro consiste en un escarabajo egipcio recubierto de oro datado de la época Hyksos. El mismo lleva grabado dos símbolos del ankh (☥), un jeroglífico que significa “vida” en esa cultura.
El escarabajo egipcio recubierto de oro / Tel Gezer
Los motivos de estas joyas sugieren que en Gezer existía una fuerte influencia de las religiones de Mesopotamia y Egipto, o bien la intención de asimilarse a ellas.
En el siglo XIII AEC, la Gézer cananea se encontró con un final violento siendo reducida a un montón de ruinas humeantes. Gezer no fue la única ciudad arrasada, varios sitios en el área terminaron siendo asimismo destruidos, incluidos Jaffa, Gerisa y Afek.
Jarrón de almacenamiento roto, destruido en el ardiente colapso de Gézer hace 3.200 años. Crédito: Tandy Institute for Archaeology
Las excavaciones arqueológicas han hallado, en las ruinas de una gran edificación palaciega, los restos de cuerpos humanos totalmente carbonizados, prueba de la violenta destrucción de la ciudad hace más de 3.200 años.
El análisis de los restos del edificio demuestran que el fuego fue tan intenso que el techo de una de las habitaciones se derrumbó, enterrando a un adulto y un niño en una capa de ceniza y ladrillos quemados.
Restos carbonizados de un cuerpo adulto de espaldas
En otra sala se encontró un tercer cuerpo, debajo de un montón de piedras colapsadas que, irónicamente, ayudaron a preservar los restos esqueléticos.
Restos de un adulto preservados por piedras que colapsaron encima del cuerpo. Crédito: Tandy Institute for Archaeology
Dentro de la habitación, además del cuerpo, los arqueólogos encontraron amuletos, escarabajos, sellos cilíndricos y varios objetos preciosos de cerámica.
Restos de Cerámica
Entre los objetos hallados destaca un escarabajo egipcio, un amuleto del rey Amenhotep III, el abuelo del rey Tut (Tutankamón). El escarabajo era un amuleto de fuerza y poder que representaba al Sol naciente y era símbolo de la resurrección en la mitología egipcia.
Amuleto en forma de escarabajo hallado en Gézer
Otro notable amuleto hallado es una placa rectangular bifacial de fayenza del siglo XII AEC con una tapa en forma de barril, con un cartucho de Tutmosis III flanqueado por una pluma de la verdad en cada lado. La base contiene el nombre de Ramsés II. Es un producto típico de la XIX Dinastía que conmemora los nombres de los grandes faraones de las Dinastías XVIII y XIX.
Amuleto con una placa bifacial. Crédito: Tandy Institute for Archaeology
Otro hallazgo en la segunda sala fue un sello cilíndrico que mostraba una escena de guerra compleja comandada por el dios Reshef, una deidad representada con una cabeza de gacela. Originalmente era oriunda de la región del Levante pero luego también fue adorado en Egipto durante la era del Nuevo Imperio (alrededor de 1550 a 712 AEC).
La escena muestra a Reshef apuntando su arco hacia doce enemigos en diversos grados de colapso, y dos cautivos arrodillados y atados. Algunos tienen barbas puntiagudas, una característica típica de los asiáticos en la iconografía egipcia.
Escena de guerra encabezada por el dios levantino Reshef. Crédito: Tandy Institute for Archaeology

Estela de Meremptah

Las pruebas arqueológicas de la destrucción de Gezer están en línea con los registros históricos del faraón egipcio Merneptah, puntualmente con su estela triunfal, la cual certifica que conquistó Gézer, entre otras ciudades.
La Estela de Merneptah, también llamada Estela de la victoria, es una losa de granito gris, erigida por el rey Amenhotep III e inscrita más tarde, en el reverso, por el rey Merneptah para conmemorar su victoriosa campaña militar en tierras de Canaán hacia 1210 AEC.
Estela de Meremptah. Imagen
La estela fue descubierta en 1896 por Flinders Petrie en el templo funerario de Merenptah, en la región de Tebas (Egipto).
La piedra posee una importancia histórica superlativa dado que su grabado contiene la mención extra-bíblica más antigua de “Israel” (los israelitas como grupo), por esto se la conoce también como la “Estela de Israel”.
Las diferentes traducciones otorgan el mismo sentido a la mención de quienes fueron derrotados:
Los príncipes están postrados, diciendo: ¡clemencia! Ninguno alza su cabeza a lo largo de los Nueve Arcos. ​Libia está desolada, Hatti está pacificada, Canaán está despojada de todo lo que tenía malo, Ascalón está deportada, Gezer está tomada, Yanoam parece como si no hubiese existido jamás, Isr[A]r (Israel)​ está derribado y yermo, no tiene semilla.​ Siria se ha convertido en una viuda para Egipto. ¡Todas las tierras están unidas, están pacificadas! -Petrie y Spiegelberg.
Detalle de la estela con la mención de Israel Imagen
Los pueblos mencionados en la estela llevan el determinativo​ de tierra extranjera, pero Israel es mencionado de diferente manera, al utilizar el determinativo como un gentilicio: se habla de «las gentes de Israel», mostrando que para los egipcios de esa época, Israel era considerado un grupo extranjero.

Tel Gezer Israelita

Las excavaciones en Gezer de la época israelita han llevado a dar con un imponente Palacio del siglo X AEC. El monumental edificio, del período del Rey Salomón, invita a pensar que podría haberse tratado de la morada del último monarca del reino unido israelí, aunque no se disponen de pruebas concluyentes.
Restos de la ciudad de Gezer israelita
La razón de esta hipótesis es que, además de la sincronía con el reinado de Salomón, los relatos bíblicos narran que un faraón egipcio le entregó la ciudad de Gezer como un regalo de bodas al casarse este con su hija:
  • 1 Reyes 9:16-17 El faraón de Egipto había subido y tomado a Gezer, y la quemó, y dio muerte a los cananeos que habitaban la ciudad, y la dio en dote a su hija, la mujer de Salomón. Restauró, pues, Salomón a Gezer …
Vista aérea de los restos del palacio hallado en la antigua Gézer. Imagen
Salomón, famoso por llevar la riqueza y la estabilidad al reino unido de Israel y de Judá, es conocido como el tercer y último monarca de dicho reino, que posteriormente se separó en dos, Israel y Judá. Hijo del rey David y, por tanto, heredero de sus territorios, consiguió reinar durante aproximadamente cuatro décadas, posiblemente entre los años 965 y 928 AEC.
Ruinas de Tel Gezer
La ciudad cuenta con una monumental puerta “salomónica” de entrada, comparable a la de la ciudad de Jasor.
Puerta de Salomón en Tel Gezer. Imagen
Un hallazgo singular realizado durante las primeras excavaciones de Tel Gezer, entre 1902 y 1907, se trata de una placa de piedra caliza, datada del siglo X AEC. La misma está grabada con lo que se ha denominado el Calendario de Gézer
Es uno de los textos más antiguos de escritura paleo-hebrea o bien en fenicio. Podría tratarse de un calendario agrícola, aunque también se especula que pueda ser una especie de canción popular o anotaciones de un alumno.
Calendario de Gezer, siglo X AEC, Museo de Arqueología, Estambul, Turquía. Imagen
Gezer es citada numerosas veces en la Torá en diversas circunstancias. Los registros bíblicos mencionan que el pueblo hebreo conquistó Gezer a manos de los amorreos, y que luego convivieron con los cananeos:
  • Josué 10:33 Entonces Horam rey de Gezer subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo destruyó Josué, hasta no dejar a ninguno de ellos [amorreos].
  • Josué 16:10 Pero no expulsaron al cananeo que habitaba en Gezer, y por eso quedó el cananeo en medio de Efraín, hasta hoy, y fue tributario.
Asimismo, se menciona la ciudad como margen al que expulsaron a los filisteos:
  • 1 Crónicas 14:16 Hizo, pues, David como Dios le mandó, y derrotaron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.
  • 1 Crónicas 20:4 Después de esto aconteció que se levantó guerra en Gezer contra los filisteos; y Sibecai husatita mató a Sipai, de los descendientes de los gigantes; y fueron humillados
  • Durante las revueltas de los macabeos, la ciudad (llamada en ese momento Gazara), cambió reiteradamente de propietarios. La diócesis titular de Gazera de la Iglesia católica se origina en un obispado de la Antigüedad tardía.
    El colapso de la ciudad llegó cuando, en época romana, las rutas comerciales se modificaron y dejaron de pasar por Tel Gezer. Más tarde fue conquista, destruida y abandonada, nunca más se reconstruyó.
    “Al igual que sucede hoy en día, usted tiene un pueblo fantasma cuando mueve la línea del tren y la ciudad queda fuera de uso”, dice Ortiz.

















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