miércoles, 13 de noviembre de 2019

Un polémico estudio revela que el acueducto de Los Milagros de Mérida fue levantado a partir del siglo IV con influencia bizantina



Acueducto de los Milagros de Mérida, en mayo pasado. En vídeo, imágenes del monumento. ALEJANDRO RUESGA | EPV
Las arquerías del acueducto de Los Milagros, en Mérida, no se caen, pero su mito como construcción romana se tambalea. Si hasta ahora se creía que esta edificación monumental había sido levantada en el siglo I d. C., por emperadores de las familias Claudia o Flavia, para surtir de agua a Augusta Emerita, las recientes pruebas de termoluminiscencia realizadas por la Universidad Autónoma de Madrid retrasan su fábrica, por lo menos, al siglo IV, lo que sitúa su inauguración en pleno periodo tardoantiguo, rozando el inicio de la Edad Media.
Este acueducto de 830 metros de longitud y una altura de 25 metros en su parte más elevada siempre ha sido considerado el paradigma de lo que se supone que es una construcción romana. Pero dos análisis de laboratorio realizados en España y Alemania lo ponen en duda. Es más, ubican su construcción entre los siglos IV y VI.
Isaac Moreno Gallo (izquierda), ingeniero técnico de Obras Públicas, geógrafo e historiador, recuerda que la cronología de los siglos IV y V coincide con la reforma administrativa de Diocleciano, en el momento en que Augusta Emerita, la actual Mérida, pasa a ser la capital de la extensa Diocesis Hispaniarum, provincia que ocupaba toda la Península y el norte de África. La ciudad fue remozada en aquellos momentos y sobre ella se realizaron importantes obras urbanas, entre ellas el acueducto.
Las arquerías de 'Los Milagros' son tardoantiguas, no plenamente romanas, y es muy necesario que sea la Administración competente la que realice nuevos ensayos de termoluminiscencia para identificar con más precisión su momento constructivo”, reclama Moreno Gallo.
Los análisis que la Universidad Autónoma ha realizado este año se suman a otros que se llevaron a cabo en 2011 en Alemania y que arrojaron la fecha de construcción en torno al año 560, ya en plena época visigoda. Según estos resultados, la edificación tendría su origen en una de las frecuentes guerras civiles visigodas”.
Moreno Gallo lo explica así: “El rey Agila se refugió en Mérida en torno al 555 y se enfrentó al rebelde Atanagildo. Pero Agila fue derrotado porque las tropas bizantinas del emperador Justiniano [que ocuparon durante casi un siglo una franja costera que va de Valencia a Cádiz] apoyaron a su enemigo. No sería raro, por tanto, que arquitectos bizantinos hubiesen intervenido en Mérida, tras la victoria de Atanagildo, para levantar el acueducto con su tecnología”.
El ingeniero de caminos, Manuel Durán Fuentes (izquierda), exprofesor de Historia de la Ingeniería Civil de la Escuela de Ingenieros de Caminos de La Coruña, cree que "La arquería de Mérida presenta fábricas de época tardía [a partir del siglo IV] por algunos detalles constructivos”. Y lo explica: “Por ejemplo, el empleo de ripiado [pequeñas piedras entre los sillares para nivelar el acueducto] se corresponde más a épocas tardoantiguas y altomedievales que a romanas”. “La presencia, además, de hiladas de piedra alternadas con otras de ladrillo tampoco es del siglo I, como dice la tradición, sino más allá del III, por lo menos”.
Durán, que ha estudiado la práctica totalidad de los puentes romanos de Hispania, cuestiona también otras dataciones en la Península. Expone como ejemplo el puente de Villa del Río, en Córdoba, sobre el Salado (derecha). “Su fábrica no es romana tampoco, aunque sí la cimentación, ya que sus modos constructivos de arquería tienen más precedentes en la construcción de época califal y mayores parecidos con la construcción oriental”, explica.
Moreno Gallo remacha las palabras de su colega: “Este tipo de errores en la datación de las obras de ingeniería romana es muy frecuente en España. Todo lo antiguo, de piedra y sin documentación, pasa a ser sistemáticamente romano. Y esto, lógicamente, no es así, aunque lo sostenga la más firme tradición”.




Fuente: elpais.com 

Un estudio, basado en un ladrillo, “descubre” que el acueducto romano de los Milagros en Mérida es visigodo

El Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida ha asegurado que el acueducto emeritense de 'Los Milagros' es de época romana y no del periodo tardoantiguo, rozando el inicio de la Edad Media, como "sin rigor arqueológico" apuntan dos ingenieros a partir de una prueba realizada por la Universidad Autónoma de Madrid.
El director del Consorcio Monumental, Félix Palma (izquierda), ha respondido a la información publicada por El País, en la que se recoge que unos ingenieros, a partir de unas pruebas de termoluminiscencia realizadas por la universidad madrileña al acueducto, apuntan que "el acueducto de Los Milagros de Mérida fue levantado a partir del siglo IV con influencia bizantina".
"Han sacado conclusiones después de que haya sido analizado un ladrillo, repito un único ladrillo, lo que refleja la falta de rigor", ha dicho a la agencia EFE Félix Palma, quien ha explicado que la prueba practicada a "ese único ladrillo" lo data en el año 290, "con un error de más o menos 106 años".
"Es un dato, pero no concluyente", ha afirmado Palma. "Esa datación es el único dato objetivo que hay y, a partir del cual, han montado la teoría, todo ello sin tener en cuenta el resto de estudios y conocimientos que se tienen sobre el acueducto".
"El acueducto de 'Los Milagros' es indudablemente, y sin duda alguna arqueológica, de época romana", ha insistido Palma. Construido en la segunda mitad del siglo I, se mantuvo en uso durante dos o tres siglos más, "durante los cuales se fue reparando, reformando y arreglando".
Ha explicado que una de las pruebas evidentes de que es del siglo I, y no de entre los siglos IV y VI, "como dicen esos resultados de la universidad madrileña", es que "había un mausoleo, unas tumbas, del siglo I que se estaba adosando al acueducto".
Además, se ha excavado en el tramo de la canalización y "en el siglo IV y V ya estaba cegado el canal" y no funcionaba.

Alcalde

Por su parte, el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna (izquierda) ha dicho, durante un breve encuentro con los medios de comunicación, que "existen numerosas cuestiones que desatan dudas sobre ese informe". "Hay túneles que estaban cegados en el siglo IV, por lo que no tendría mucho sentido que hubiera túneles cegados justo en la fecha en la que se data la construcción del acueducto", ha expuesto.
"Por esta ciudad han pasado todas las civilizaciones de la humanidad. Somos una de las pocas ciudades de España que ha sido capital visigoda, capital romana y que tuvo un papel fundamental en la época musulmana, de ahí que haya habido mucha sobreposición de cada una de estas culturas en nuestros monumentos", ha continuado.
A su juicio, "debe primar la veracidad de nuestra historia porque eso nos garantiza una mejor posición de cara a la recuperación de nuestro patrimonio".





Fuente: eldiario.es

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