viernes, 22 de noviembre de 2019

Encuentran una tumba de barco vikingo dentro de otra tumba de barco vikingo, con 100 años de diferencia



Reproducción de la tumba del hombre y las armas con las que fue enterrado (Norwegian University of Science and Technology)
En la segunda mitad del siglo IX, una mujer de alto rango falleció en una granja situada en Vinjeøra, en lo que actualmente es el centro de Noruega. Su mortaja tenía, en la parte delantera, dos grandes broches de bronce dorado en forma de concha junto con otro que parecía un crucifijo. La colocaron dentro de un bote de unos ocho metros de largo y la enterraron junto a un collar de perlas, dos tijeras, un huso en espiral y una cabeza de vaca.
El suelo en el área que fue excavada no era bueno para preservar restos humanos. En consecuencia, los arqueólogos se llenaron de alegría cuando encontraron partes del cráneo de la mujer en la tumba del bote superior. Ph oto: Astrid Lorentzen, Museo de la Universidad NTNU
Visto así, no deja de ser la típica sepultura vikinga. La cuestión es, sin embargo, que la tumba tenía algo debajo que está intrigando a los arqueólogos de la Norwegian University of Science and Technology  (NTNU). En lugar de cavar una nueva fosa, lo que hicieron fue aprovechar cuidadosamente el espacio de otro entierro que tuvo lugar 100 años antes.
El barco del siglo VIII es más grande, probablemente de unos diez metros de largo, y contiene el cuerpo de un guerrero junto con una serie de armas. El bote con la mujer se colocó cuidadosamente dentro de la barca del hombre, y luego ambos fueron enterrados.
Los arqueólogos noruegos desenterraron ambas tumbas en octubre, durante la excavación de un cementerio de una de las granjas de la Era Vikinga, en unos trabajos vinculados a una serie de mejoras que se están realizando en la autopista E39. Casi toda la madera de los botes se había podrido y apenas quedaba un poco en la quilla del más pequeño.
Aún así, los remaches del bote seguían todavía en sus posiciones originales, lo que permitió a los investigadores determinar que habían encontrado dos barcos en uno. ”Había oído hablar de varias tumbas de botes enterradas en un túmulo, pero nunca de una barca enterrada en otra”, indica en un comunicado Raymond Sauvage (izquierda), arqueólogo del NTNU.
La realidad, sin embargo, es que ya se habían encontrado algunas sepulturas dobles en la década de 1950 en Tjølling, en el sur del condado noruego de Vestfold. Aún así, hay tan pocas referencias de este tipo que el fenómeno sigue siendo desconocido.
Aunque las propiedades del suelo no son las adecuadas para preservar los restos óseos, se hallaron partes del cráneo de la mujer. Los especialistas ya tienen previsto someterlos a un análisis de ADN para obtener más información sobre ella e incluso hacerse una idea de cuál podía ser su aspecto físico.
Por ahora, los arqueólogos se han centrado en el broche en forma de crucifijo, que da detalles de la comunidad de la que formaba parte. ”La decoración y el diseño nos dicen que (la pieza) llegó de Irlanda y que alguna vez formó parte del ajuste de un arnés”, explica Aina Heen Pettersen  (derecha), experta en artefactos irlandeses y británicos que llegaron a Noruega durante la Era Vikinga.
“Era común entre los vikingos dividir los accesorios decorativos del arnés y reutilizarlos como joyas. Se conservaron varios cierres en la parte posterior de este broche y se usaron para sujetar correas de cuero al arnés. Los nuevos propietarios nórdicos colocaron un alfiler en una de las fijaciones para poder usarlo como broche“, apunta.
Los broches de este tipo probablemente eran bastante exclusivos, lo que sugiere que los accesorios del arnés se distribuyeron entre las personas que participaron en los viajes o ayudaron a organizarlos. “Fueran incursiones o expediciones comerciales o de otro tipo, esos viajes eran centrales en la sociedad nórdica y era importante participar en esta actividad”, añade Pettersen.
Este broche en forma de crucifijo fue encontrado en la tumba de la mujer. Foto: Raymond Sauvage, NTNU Vitenskapsmuseet
Llevar objetos procedentes de estas incursiones, como podían ser las joyas, marcaba una clara diferencia dentro de la sociedad vikinga, dando un estatus superior a los que habían participado en los viajes, señalan los investigadores.
Por su parte, el hombre enterrado en el bote más grande fue sepultado junto a una lanza, un escudo y una espada de un solo filo. Estas armas permitieron a los arqueólogos fechar con confianza la tumba en el siglo VIII gracias a que los estilos que se usaban para las espadas cambian con el paso del tiempo. Esta, por ejemplo, forma parte de la era merovingia temprana, una época de la que hay pocos hallazgos arqueológicos.
Los investigadores creen que los dos entierros estaban relacionados de alguna manera y que los vikingos de Vinjeøra tenían una idea clara sobre quién eran tanto el hombre como la mujer. “La familia era muy importante en esa sociedad, tanto para marcar el estatus y el poder como para consolidar los derechos de propiedad”, señalan.
La primera legislación sobre derechos de asignación en la Edad Media decía que había que demostrar que la familia había sido propietaria de la tierra durante al menos cinco generaciones. Si había alguna duda sobre el derecho de propiedad, se tenía que poder rastrear hasta los haug og hedni, es decir, los túmulos funerarios.
”En este contexto, es razonable pensar que los dos fueron enterrados juntos para marcar la propiedad de la granja de la familia en una sociedad que en su mayor parte no anotaba las cosas”, considera Sauvage. Ambas tumbas, además, estaban situadas en el borde del montículo más grande del cementerio, justo al borde de un acantilado y con vistas al fiordo.







Fuentes: lavanguardia.com | es.gizmodo.com | norwegianscitechnews.com | 21 de noviembre de 2019

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