Imhotep fue el más grande erudito de Egipto. Un sabio que ejerció de médico y astrónomo y que es considerado el primer ingeniero y arquitecto conocido de la historia. Tan grande fue su influencia que fue elevado al rango de Dios de la medicina y la sabiduría. Se le representaba sentado, como a los escribas, con un papiro desplegado sobre sus rodillas.
Como toda divinidad egipcia, Imhotep tuvo sus sacerdotes, esos hombres encargados del cuidado del templo, de los rituales y de honrar al dios. Uno de ellos llegó hasta nuestros días en forma de momia y ahora se han conocidos sus secretos más íntimos, aquellos que se esconden debajo de las vendas que han mantenido su cuerpo imperturbable al paso de los siglos.
Nespamedu fue un Sacerdote de Imhotep y médico del Faraón que residió en Alejandria o Saqqara
Nespamedu es el nombre de nuestro protagonista. Un sacerdote de Imhotep y médico del faraón que fue un importante personaje en el periodo Ptolemaico (300-200 a.C.) y que vivió en Alejandría o Saqqara. Su momia -cubierta con cartonajes dorados llenos de inscripciones e imágenes religiosas- fue donada al Museu Arqueológico Nacional (MAN) en 1925.
El MAN, en colaboración con el Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, lleva un año estudiando este y otros tres cuerpos embalsamados para descubrir los detalles escondidos. En el caso de Nespamendu, por ejemplo, entre los vendajes se han encontrado un collar usekh (utilizado por la nobleza en el Antiguo Egipto como talismán relacionado con Hathor), brazaletes, pulseras y amuletos.
El sacerdote contaba entre sus posesiones con dos juegos de placas de los cuatro hijos de Horus, otras dos placas del dios Thot, dos de las diosas Isis y Neftys en actitud de plañideras, dos ojos udjats (Ojo de Horus) y un amuleto de corazón. Hasta 25 piezas se han hallado gracias al estudio radiológico.
El análisis demuestra que el proceso de embalsamado era distinto al que se usaba en Egipto y que se les mantenían las vísceras aplicando una técnica conocida como el mirlado. Esta momia procede de una cueva funeraria del Barranco de Herques, en el suroeste de la isla de Tenerife. En 1764, poco después del hallazgo, fue enviada a Madrid para que pudieran verla en La Corte y a partir de 1776 pasó al Real Gabinete de Historia Natural que había fundado Carlos III.
Articulo publicado en...https://www.lavanguardia.com/cultura/20170613/423373968363/secretos-momia-nespamedu-sacerdote-imhotep.html
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