Las Estatuas y Posturas Simbólicas que Conectan Göbekli Tepe con la Isla de Pascua y otros Lugares de Todo el Mundo

Los antiguos monumentos dejados por la humanidad plantean un enigma sin resolver: ¿por qué las estatuas humanoides de muchos yacimientos prehistóricos— de los descubiertos en Göbekli Tepe en Turquía a los de la isla de Pascua—presentan posturas similares? El estilo distintivo y las posturas simbólicas exhibidas por estas increíbles estatuas de lugares de todo el mundo plantean preguntas sobre que causó que la humanidad repitiera un tema de “renacimiento” a través de grandes distancias en el tiempo y el espacio. Göbekli Tepe está situado en la ciudad de Şanlıurfa (o Urfa) en Turquía y destaca como uno de los yacimientos prehistóricos más interesantes a día de hoy. Como resultado de la investigación científica, los templos de Göbekli Tepe han sido datados hasta el 9600 a. C. como posible fecha más antigua — a lo que nos referimos en lenguaje arqueológico como Pre-cerámico Neolítico A. Göbekli Tepe comprende numerosos templos construidos sobre columnas que pesan entre 40 y 60 toneladas, y estelas con forma de T, o menhires, con intrincadas representaciones de toros, serpientes, zorros, leones y otros animales grabadas en la piedra. Pero este imponente lugar fue supuestamente construido por gentes “primitivas” del Neolítico que carecían de herramientas avanzadas, provocando especulaciones sobre cómo se construyó y por qué. Mirando más de cerca, los brazos y manos pueden verse con precisión en las columnas de Göbekli Tepe. Los rostros no están tan claros. Puede que no sean representaciones de seres humanos, sino símbolos de dioses y diosas del Neolítico. Los brazos se pueden ver a lo largo de ambos lados de la columna, y las manos se unen en el omphalos, el ombligo. Esta posición de pie puede considerarse especial y quizás sagrada. La diosa sumeria Inanna  era representada de pie justo tal como vemos en las columnas centrales de Göbekli Tepe. Sin embargo, Göbekli Tepe no es única en la creación de estatuas en esta posición.
De manera similar, las enormes estatuas de la isla de Pascua fueron construidas en este estilo de posición sagrada de pie, con las manos sobre el omphalos. De acuerdo con los investigadores, esta postura simboliza nacimiento o renacimiento. Además, en la tradición oral de los nativos de la isla, la Isla de Pascua o Rapa Nui era llamada originalmente Te pito o te kainga a Hau Maka, que significa “Ombligo del Mundo.” 

Estatuas de estilo similar se pueden encontrar no solo en Göbekli Tepe, sino también en Nevali Çori y Kilisik Tepe (ambos en Turquía). La comparación de piedras de Göbekli Tepe, la Isla de Pascua y de muchos otros lugares revela características similares significativas, y animan a seguir investigando para hallar pruebas adicionales procedentes de civilizaciones de todo el mundo. 

Numerosos ejemplos de estas estatuas se han encontrado en: Bolivia (Tiwanaku), Azerbaiyán (Gobustán), Tahití, Islas Marquesas, Colombia (San Agustín), Egipto y también Costa Rica. Como se puede ver, estos países se localizan en regiones del mundo muy alejadas las unas de las otras.

Las estatuas y formaciones submarinas son especialmente interesantes. Se piensa que muchos de estos hallazgos pudieron hundirse durante las últimas subidas del nivel del mar en la última mini-glaciación. En años recientes, los resultados de las investigaciones han arrojado luz sobre sorprendentes descubrimientos arqueológicos submarinos como los monumentos submarinos de Yonaguni en Japón. 

Las ruinas de Yonaguni fueron investigadas por el Dr. Massaki Kimura durante más de 15 años, que descubrió que las formaciones están realizadas por la mano del hombre y datan de aproximadamente el 6000 a. C. Estas afirmaciones fueron publicadas en un artículo de National Geographic del 2007 titulado “La Antigua Pirámide Submarina de Japón”. Otras ruinas submarinas se han descubierto en el Golfo de Cambay, India. Se dice que tienen más de 9.000 años de antigüedad y que son anteriores a la civilización de Harappa. El yacimiento fue descubierto por casualidad por oceanógrafos del Instituto Nacional Indio de Tecnología del Océano cuando llevaban a cabo un estudio sobre la polución. La datación de carbono en la cerámica, cuentas, esculturas y huesos humanos ha revelado que los hallazgos, según estos datos, tienen cerca de 9.500 años de antigüedad. El descubrimiento de presencia masiva humana en una edad tan temprana desafía al modelo tradicional de los orígenes de la civilización. Estos vestigios submarinos de antiguas civilizaciones nos recuerdan que la humanidad debió de sufrir grandes cambios climáticos y fuertes trastornos en el medio ambiente. Sabemos de una serie de cataclismos sucedidos entre hace 13.000 y 11.500 años durante la Dryas Reciente, una mini-glaciación que finalizó bruscamente hace 11.500 años. Los análisis científicos de este período, en particular los realizados por el historiador de la ciencia D. S. Allan, y el geólogo y antropólogo de Oxford, J. B. Delair, describen un desastre cósmico hace 11.500 años que reorganizó el sistema solar e impactó severamente a la Tierra. Esta teoría continúa diciendo que este trauma afectó  y cambió la consciencia humana, y que la gente se vio obligada a desarrollar nuevas habilidades para sobrevivir. Por ejemplo, los cazadores-recolectores se adaptaron y aprendieron a cultivar. Aquellos que sobrevivieron al dramático cambio climático y la elevación del nivel del mar durante los siguientes pocos miles de años eran gentes multi-traumatizadas, afligidas por lo que se denomina “catastrofobia”— un término acuñado para describir el miedo extremo a los trastornos y el caos. Esta palabra se está popularizando ahora que los paleoantropólogos han completado un preciso cuadro de las migraciones globales y asentamientos humanos a lo largo de los últimos 100.000 años. Si solamente una muestra de estas estatuas hubiera sido vista en Göbekli Tepe, se podría asumir que formaba parte de unas creencias y cultura locales propias de esa región del mundo. Pero muy al contrario, estas valiosas obras de arte se han descubierto en muy diferentes lugares de nuestro planeta. 


Como tal, esto indica una probable creencia en el “renacimiento” extendida por todos los continentes a lo largo del tiempo. Es posible que estas comunidades traumatizadas generasen motivos comunes, similares a los arquetipos de Carl Gustav Jung, el psiquiatra y psicoterapeuta que fundó la psicología analítica. En la psicología Jungiana el arquetipo es una idea inconsciente heredada, patrón de pensamiento, imagen, etc., universalmente presente en las psiques individuales. Por ejemplo, los cultos a la muerte, la vida tras la muerte, al renacimiento y la fertilidad emergieron en tierras remotas y también en las mismas épocas. ¿Cómo fue esto posible? En cuanto a la creación de estatuas monumentales, cabe preguntarse cómo gentes de regiones tan distantes de todo el mundo pensaron en construir estatuas con temáticas y estilos tan similares. ¿Qué tipo de relación puede imaginarse entre Anatolia (Asia Menor, Turquía) y la isla de Pascua, localizada en medio del Océano Pacífico? 

Las mismas posiciones de manos y brazos presentan los torsos de las estatuas Moai de la isla de Pascua,  que son de la misma altura relativamente, unos 15 pies (4,5 metros) que las figuras antropomórficas de Göbekli Tepe. En el año 2010, cuando los arqueólogos comenzaron a excavar por debajo de las cabezas de piedra de las estatuas de la isla de Pascua, se reveló que los miembros de los Moai descansaban sobre sus cuerpos con la misma extraña posición de las manos. Estas altas estatuas humanoides, ampliamente separadas en distancia, pero que presentan un estilo similar de “Postura de Renacimiento” sugieren que quizás una cultura chamánica global comunicó esta postura a través del arte. Una interesante pregunta viene a la mente cuando contemplamos estas enormes estatuas de Göbekli Tepe y la isla de Pascua. ¿Por qué son tan gigantescas en comparación a los seres humanos? Es posible que en el pasado, los humanos se sintieran débiles e inferiores frente a la naturaleza y el universo. Presentarse por tanto a sí mismos como “más grandes que la vida” podría haberles proporcionado una mayor sensación de seguridad en el mundo, transmitiendo el mensaje  de que ellos también eran fuertes y poderosos. Otra posibilidad es que debido a los terribles desastres naturales que debió afrontar la humanidad, llegaran a creer que Dios o los dioses no podían verles ni darse cuenta de que ellos estaban ahí. Es posible que construyeran grandes estatuas a fin de que los dioses se percataran de su existencia. 

De manera interesante, las estatuas de la isla de Pascua, México, Costa Rica, Azerbaiyán, Polinesia Francesa, Mesopotamia Occidental, África Sahariana, Bolivia, Egipto, Tahití, Colombia y las islas Marquesas revelan una forma similar a las de Göbekli Tepe. A causa de esta sorprendente semejanza, diversas preguntas deben formularse: ¿Qué vínculos hay entre todos estos misteriosos lugares? ¿Cuál era la conexión entre estas tierras lejanas en las épocas antiguas? Por ahora no hay respuestas obvias, pero si se sigue investigando, quizás se revele nueva información, y las piezas de este antiguo rompecabezas vayan encontrando su sitio. 









Autor: Özgür Etli
Traducción: Rafa García
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