jueves, 9 de marzo de 2017

Discos Dropa


En 1938 en los montes de Basian Kara Ula en la zona fronteriza chino-tibetana el arqueólogo chino Chi-Pu-Tei descubrió una serie de tumbas en unas cuevas casi inaccesibles. En ellas halló pequeños esqueletos de seres macrocéfalos, muy delgados y de hombros estrechos
En 1938  en los montes de  Basian Kara Ula en la zona fronteriza chino-tibetana  el arqueólogo chino Chi-Pu-Tei descubrió una serie de tumbas en unas  cuevas casi inaccesibles. En  ellas halló pequeños esqueletos de seres macrocéfalos, muy delgados y de hombros estrechos. También se encontraron cerca de 700 discos de piedra de unos 30 centímetros de diámetro con agujeros en el centro de 20 milímetros de ancho y surcos, los denominaron “Piedras Dropa”, en alusión a los Dropa o pastores nómadas que habitan la mayor parte del norte del Tíbet. En las paredes de las cuevas  había relieves con imágenes  del Sol, la Luna, estrellas, la Tierra y líneas que unían la Tierra con el cielo. Los discos y las pinturas podrían tener una antigüedad aproximada de 12.000 años.
Los discos y otros hallazgos de la expedición fueron llevados a la Universidad de Pekín y en 1958 el profesor Tsum Um Nui expuso una teoría según la cual los surcos eran jeroglíficos desconocidos. Los arqueólogos chinos señalaban la región como antaño ocupada en sus cumbres por las hostiles y poco sociables tribus dropa y jham (silkang) de una altura media 1,30 mts., pero sus esqueletos frágiles no encajaban con los grandes cráneos hallados, así que Chi-Pu-Tei publicó su hipótesis en 1940 afirmando que aquellas razas extintas eran algún tipo de simios montañeses, provocando el rechazo de la comunidad científica. Creía que los platos de piedra posiblemente fueron colocados por una cultura posterior pero su hipótesis no explicaba los enterramientos, impropios de monos. En 1962, el profesor Tsum-Um-Nui, de la Academia de Prehistoria de Pekín descifró parte de la escritura de los discos pero la Academia se negó a publicar tan extraños resultados. Tsum-Um-Nui demostró claramente que la escritura acanalada no era una broma moderna y, tras limpiarlos minuciosamente los remitió a la Academia de Ciencias de Moscú. En colaboración con expertos geólogos demostró que los discos contenían gran proporción de cobalto y aleación metálica. Los físicos hallaron en los discos de piedra al examinarlos con un osciloscopio, un elevado ritmo de vibraciones, lo que  les hizo suponer que en algún momento estuvieron expuestos a altas tensiones eléctricas. Tsum-Um-Nui logró el respaldo de cuatro científicos y en 1963 publicó su trabajo en el entorno universitario tras un largo debate entre su equipo y las autoridades académicas. Dicho trabajo se conserva completo en la Academia de Pekín y en el Archivo Histórico de Taipei (Taiwan). En Rusia, el filólogo Viatkeslav Zaizev, de la Universidad de Minsk, publicó un extracto de ese trabajo y de la persecución y ocaso que a partir de él sufrió Tsum-Um-Nui, en la revista de temas espaciales “Sputnik”. El informe explica que hace unos 12 mil años (edad estimada de los discos según los análisis rusos) un grupo de alienígenas quedó abandonado en la región al accidentarse su nave y ser incapaces de volver a despegar y carecer de medios para construir nuevas naves, siendo aniquilados por las tribus locales que los persiguieron pese a que esos seres intentaron mantener pacíficas relaciones con los montañeses. “Diez veces las mujeres, niños y hombres se escondieron en las cuevas hasta la salida del sol. Entonces creyeron distinguir una señal y vieron cómo llegaban otros, al parecer en señal de paz”, según otra variante de traducción “entonces entendimos a través de signos y expresiones que ellos no tenían intenciones de hacernos daño”.
Las leyendas chinas locales narran el descenso desde las nubes de pequeños seres amarillos muy delgados y macrocéfalos en la zona de BaianKara Ula, cuyo contacto fue evitado por las tribus locales por su deforme aspecto, pero luego estas tribus los exterminaron persiguiéndolos sin tregua, incluso a caballo. Para el profesor Tsum-Um-Nui y su equipo, los símbolos planetarios en las rocas tenían relación directa con lo que se narra en los discos y halló también tumbas cercanas con restos humanos normales que probaban la convivencia de seres humanos normales con seres macrocéfalos. Según Tsum, los signos narran la historia del aterrizaje forzoso de la nave espacial y la matanza de la mayor parte de los sobrevivientes por habitantes del lugar. Supuestamente, Tsum reportó su descubrimiento en 1962, pero la Universidad de Pekín no recomendó su publicación porque estimó que los criterios de interpretación de los jeroglíficos carecían de argumentación científica. Posteriormente, en 1965, las autoridades del Alma Mater autorizaron la publicación de materiales relacionados con los discos Dropa, que en esencia corroboraron la teoría de Tsum sobre la sonda tripulada interplanetaria. Entonces, los científicos chinos expusieron fotos de los discos Dropa que de hecho, son similares a los discos Bi, que se encuentran por millares en varias regiones de China. Generalmente, los discos Bi son pequeños, son hechos de jade o nefrita, con un pequeño agujero redondo o cuadrado en el centro, aunque no tienen los jeroglíficos como los discos Dropa. Según otras fuentes, los discos Dropa tienen propiedades peculiares con elevadas concentraciones de cobalto y otros metales que les confiere una dureza especial. La resistencia de los discos Dropa, más elevada que el granito ponen en relevancia de la tecnología que se tuvo que aplicar para grabar los jeroglíficos, de por sí difíciles por su reducido tamaño. Sea cual sea su naturaleza, origen, o significado, las piedras Dropa siguen siendo un objeto de vivo interés para arqueólogos y antropólogos. La mayoría de los expertos consideran que la historia que narra sus jeroglíficos de los discos Dropa es uno de los tantos mitos que existen en los pueblos antiguos que cuentan que sus descendientes vinieron a la Tierra desde otras estrellas, otros consideran factible que la Tierra fue poblada por extraterrestres, estiman que las piedras Dropa tienen un valor incalculable porque son la primera evidencia de esas visitas.
El misterio continúa.




articulo publicado en...http://www.veritasboss.com/discos-dropa/

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