Cuando en el año 2008 fue desenterrado en Jordania un conjunto de 70 tablillas de metal encuadernadas, surgieron serias dudas acerca de la autenticidad de estos antiguos escritos. Sin embargo, un equipo de investigadores ha analizado recientemente los códices asegurando que son genuinos y podrían datar de hace unos 2.000 años. No solo eso, sino que además una de estas tablillas metálicas podría incluir el texto más antiguo conocido relacionado con Jesús.
El Daily Mail informa de que estas tablillas fueron descubiertas “en una remota región de Jordania a la que se sabe que huyeron refugiados cristianos tras la caída de Jerusalén en el 70 d. C.” Cuando las tablillas vieron la luz por primera vez en el año 2011, el contenido de sus textos levantó una gran polémica. Muchos afirmaron entonces que estos documentos debían ser necesariamente falsos.
Las tablillas de metal encuadernadas.
Y no resulta sorprendente, ya que los documentos aportan detalles que sin duda afectan al sistema de creencias de algunas personas. Según los Elkington, una pareja que ha luchado por el reconocimiento del manuscrito, en el texto se dice que Jesús estaba recuperando una antigua tradición de hacía mil años, de la época del rey David, y no creando una nueva religión. La cosa no queda ahí, ya que en el texto también se puede leer que Jesús adoraba a un Dios que era tanto masculino como femenino.
Ahora, los profesores Roger Webb y Chris Jeynes del Laboratorio Nodus del Centro Ion Beam de la Universidad de Surrey han analizado una de las tablillas, confirmando que es “compatible con una muestra comparativa de antiguo plomo romano procedente de unas excavaciones realizadas en Dorset.” [en declaraciones recogidas por Science World Report]. El análisis de la radioactividad procedente del polonio llevado a cabo por Webb y Jeynes ha revelado que el plomo del códice tiene una antigüedad de más de cien años.
Uno de los códices de plomo hallados en el año 2008 en Jordania.
Asimismo, podemos leer en Science World Report que el análisis de cristalización del códice ha demostrado a los investigadores que su antigüedad está entre los 1.800 y los 2.000 años. Lo explican los propios expertos:
Aunque podría haber variaciones en la descomposición y corrosión que dependen de las condiciones ambientales en las que estos objetos fueron ocultados o almacenados, existe una importante descomposición subyacente que procede del interior del metal. Se está oxidando y descomponiendo a nivel atómico para volver a su estado natural. No se observa este fenómeno en objetos de plomo de unos pocos siglos de antigüedad, y no es posible producirlo acelerándolo artificialmente (mediante calor, por ejemplo). Este hecho aporta pruebas sólidas de que se trata de objetos muy antiguos, algo coherente con los estudios del texto y las ilustraciones que sugieren una antigüedad de unos 2.000 años.
Cuando los investigadores analizaron el texto en sí, descubrieron que la lengua utilizada en los escritos es paleohebreo. Sin embargo, como bien apunta el profesor Roger Webb, “Si el plomo es antiguo, la escritura es antigua. Pero no hay garantías de que lo que está escrito en ellas sea cierto.” Las tablillas de metal presentan numerosas estrellas de ocho puntas y mencionan los nombres de los apóstoles Pedro, Juan y Santiago, además de a Jesucristo.
Parte de los antiguos códices.
A consecuencia del reciente entusiasmo mediático por este tema, el Dr. Rowan Williams, antiguo arzobispo de Canterbury y en la actualidad director del Magdalene College de Cambridge, aboga por “un nuevo estudio de los Códices Jordanos.”
El renovado interés por los códices es consecuencia de los esfuerzos de dos autores británicos, David y Jennifer Elkington, que obtuvieron permiso del Departamento de Antigüedades jordano con sede en Amman para analizar las tablillas de metal.
David Elkington explica en declaraciones recogidas por el Christian Today que un experto en corrosión ha estudiado la imagen del Cristo de la tablilla de metal, confirmando que sin lugar a dudas es auténtica. Elkington describe la imagen: “Su rostro está rodeado por un halo y se parece en todo al Nazareno. El códice fue sellado por todas sus caras y a continuación colocado en una caja de plomo antes de ser depositado finalmente en una cueva del norte de Jordania.”
Posible retrato de Jesús en una de las tablillas metálicas.
Con los resultados del reciente análisis en la mano, Elkington sigue reclamando un juicio justo para las tablillas: “Cualquier duda que quede deberá ser respondida ahora por unas excavaciones adecuadas del yacimiento jordano llevadas a cabo por arqueólogos competentes con objetivos imparciales.”
Webb y Jeynes parecen coincidir con el autor en este punto:
Todas las acusaciones de falsificación y fraude, vertidas por escritores de blogs y por algunos expertos, deberían desestimarse ahora para permitir el estudio adecuado y la conservación de los yacimientos en los que fueron descubiertos estos elementos. Este hecho aportará nuevas pruebas que deberían posibilitar una datación más exacta y una mejor interpretación del significado y el propósito de los textos.
El arqueometalúrgico y antiguo Director de Antigüedades de Amman, Dr. Ziad Al Saad, ha declarado que el descubrimiento de los códices jordanos constituye uno de los hallazgos más importantes realizados en el país: “Estos manuscritos forman parte del patrimonio jordano y global, y esperamos poder compartirlo muy pronto con el resto del mundo.”
Las tablillas parecen estar ganando algo de terreno en lo tocante a su reconocimiento, pero deberemos esperar y ver cuál es el próximo movimiento de los investigadores a la hora de descubrir más cosas sobre estos polémicos códices.
Una de las tablillas de meta
Autor: Alicia McDermott
http://www.ancient-origins.es/noticias-historia-arqueologia/conjunto-70-tablillas-metal-podr%C3%AD-incluir-el-m%C3%A1s-antiguo-documento-escrito-relacionado-jes%C3%BAs-003920?nopaging=1
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