jueves, 3 de noviembre de 2016

Vimanas o “Carros de Fuego” en una Guerra Atómica hace 13000 años?


Impactados quedaron los sabios de las física teórica moderna, cuando tomaron conocimiento de los antiguos libros de la India milenaria como el  Mahabharata, un conjunto épico escrito por los rishis con unos 200.000 versos y que habla con lujo de detalles de una Guerra Nuclear.
Antes de conocerse los efectos de la bomba atómica estos poemas carecían de sentido, ahora no, al igual que el de los carros de fuego que por los aires los llevaban:
Si el fulgor de mil soles
Estallara de repente en el cielo,
Sería como el esplendor del Poderoso…
Ha llegado a ser la Muerte, la destructora de mundos.
(Era) un solo proyectil
cargado con toda la fuerza del Universo.
Una columna incandescente de humo y llamas
brillante como diez mil soles
se elevó en todo su esplendor…
…Era un arma desconocida,
un relámpago de hierro,
un gigantesco mensajero de muerte,
que redujo a cenizas
a toda la raza de los Vrishnis y los Andhakas.
…Los cadáveres quedaron tan quemados
que no se podían reconocer.
Se les cayeron el pelo y las uñas:
los cacharros se rompieron sin motivo,
y los pájaros se volvieron blancos.
Al cabo de pocas horas
todos los alimentos estaban infectados…
…Para escapar de ese fuego
los soldados se arrojaban a los ríos,
para lavarse ellos y su equipo…
…Un tallo fatal como la vara de la muerte.
Medía tres codos y seis pies.
Dotado de la fuerza
del trueno de Indra, la de mil ojos,
destruía toda criatura viva…
…Entonces (el dios de esa poderosa arma)
se llevó por delante multitudes de Samsaptakas
con corceles y elefantes y carros y armas,
como si fueran hojas secas de los árboles…
Llevados por el viento, oh Rey,
parecían hermosos allá arriba
como aves en vuelo arrancando de los árboles…
…Vientos de malos auspicios llegaron a soplar…
El Sol pareció dar la vuelta,
el Universo, abrasado de calor,
parecía tener fiebre.
Elefantes y otras criaturas de la tierra,
abrasados por la energía del arma,
huyeron corriendo…
las mismas aguas al calentarse,
las criaturas que vivían en ese elemento
empezaron a arder…
Hostiles guerreros caían como árboles
quemados en un fuego furioso…
Enormes elefantes quemados por esa arma,
caían por tierra…
…Lanzando terribles gritos…
Otros abrasados por el fuego corrían de acá para allá
mientras, en medio de un incendio de bosque,
los corceles… y los carros también…
quemados por la energía de esa arma…
parecían como copas de árboles
quemados en un incendio de bosque…
…Una sustancia como fuego
ha surgido a la existencia
quemando ahora colinas y ríos y árboles.
…Toda clase de hierbas y césped
en el Universo móvil e inmóvil
quedan reducidos a cenizas…
Vosotros, crueles y perversos,
emborrachados de orgullo,
mediante ese rayo de hierro llegaréis a ser
los exterminadores de vuestra raza…
Mahabharata
En el Ramayana se lee:
Tan poderoso que podía destruir
la tierra en un momento:
un gran ruido que se elevaba en humo y llamas…
y sobre él está sentada la Muerte…
Ramayana
El Mahabharata refiere la historia de un señor feudal llamado Gurkha con estas palabras:
…Venía a bordo de un vimana, y sació su ira enviando un sólo y único rayo en contra de la ciudad. Una enorme columna de fuego diez mil veces más luminosa que el sol se levantó, y la ciudad quedó reducida a cenizas en el acto…
El Ramayana relata:
Las Vimanas tienen la forma de una esfera y navegaban por los aires a causa del mercurio (rasa) levantando un fuerte viento. Hombres a bordo de los Vimanas podían así cubrir grandes distancias en un espacio de tiempo sorprendentemente corto, pues el hombre que conducía lo hacia a su voluntad volando de abajo arriba, de arriba abajo, adelante o atrás.
Ramayana
En el Saramangana Suttradhara se lee:
Estaban hechos con planchas de hierro bien unidas y lisas y eran tan veloces que casi no se los podía ver desde el suelo. Los hombres de la tierra podían elevarse muy alto en los cielos y los hombres de los cielos podían bajar a la tierra.
El Libro de Krisna relata:
Era capaz de moverse sobre el agua y bajo el agua. Podía volar tan alto y veloz que resultaba imposible de ver. Aunque estuviese oscuro, el piloto podía conducirlo en la oscuridad.
En el Ramayana se nos dice:
Debe haber cuatro depósitos de mercurio (rasa) en su interior. Cuando son calentados por medio de un fuego controlado, el vimana desarrolla un poder de trueno por medio del mercurio. Si este motor de hierro, con uniones adecuadamente soldadas, es llenado de mercurio y el fuego se dirige hacia la parte superior, desarrolla una gran potencia, con el rugido de un león e inmediatamente se convierte en una perla en el cielo.
Se considera en la India, por parte de los entendidos, que los primeros cronistas diferenciaron en sus relatos lo real de lo ficticio. Las historias de imaginación, o cuya veracidad no había sido comprobada, entraban dentro de la categoría “Daiva”. Los hechos reales, cuya autenticidad estaba fuera de toda duda, eran conocidos como “Manusa”. El Mahabharata, Ramayana, Mahavira, y otros textos tenidos por fantasiosos, pertenecen a la categoría “Manusa”.
Un proyectil, cargado con la fuerza del universo, produjo una inmensa columna de humo y llamas deslumbrantes. Tan brillantes como 10.000 soles en todo su esplendor. Era una arma desconocida un trueno de hierro, un gigantesco mensajero de la muerte, que redujo a cenizas a la totalidad de la raza enemiga. Los cuerpos quedaron irreconocibles, sus cabellos y uñas se caían, la loza se rompía espontáneamente y las aves vieron decolorados su plumaje… Después de unas cuantas horas, todos los alimentos quedaron contaminados, para poder escapar de ese fuego, los soldados se arrojaron a los ríos para lavar su equipaje y lavarse ellos mismos… El sol pareció temblar, y el universo se cubrió de calor. Las aguas hirvieron, los animales comenzaron a perecer y los guerreros hostiles cayeron derribados como briznas. Grandes proporciones de vegetación quedaron desiertos, y hasta el metal de las carrozas se fundió ante esta arma…
 Mahavira Charita
En  1889 Protap Chandra Roy traduce el milenario “Drona Parva”, del sánscrito al inglés.
En el se relata:
Salió disparado un proyectil brillante, poseído del resplandor de un fuego sin humo, y las huestes enemigas quedaron rodeadas por una densa oscuridad: por todas partes se hizo la oscuridad. Soplaban vientos terribles y las nubes se elevaban, rojas como la sangre: los mismos elementos mostraban su confusión. Giraba el Sol, y el mundo, achicharrado por el calor de aquella arma, parecía presa de una fiebre. Los elefantes huían despavoridos, buscando refugio. Las criaturas acuáticas se abrazaban y el enemigo caían como árboles derribados por un voraz incendio… Corceles y carros, destruidos por la energía de aquella arma, semejaban tocones sumidos por la conflagración del bosque. Por todas partes se derrumbaban carros a millares. Y entonces, la oscuridad se abatió sobre el ejército…
Hace 40 años se informó:
  Una pesada capa de cenizas radioactivas en Rajasthan, India, cubre un área de ocho kilómetros cuadrados, dieciséis kilómetros al oeste de Jodhpur. Los científicos investigan el lugar, donde se estaban construyendo viviendas para alojar gente. Desde hace tiempo se viene notando un alto porcentaje de defectos genéticos en los recién nacidos y cáncer en el área de construcción. Los niveles de radiación registrados por los investigadores son tan altos que el gobierno Indio ha acordonado toda la región. Los científicos han desenterrado una antigua ciudad donde las evidencias muestran que hubo una explosión atómica hace miles de años, entre 8.000 y 12.000 años, y que arrasó gran parte de las construcciones y probablemente mato a medio millón de personas. Un investigador estima que la bomba nuclear usada fue aproximadamente del mismo tamaño que la lanzada en Japón en 1945.
En las ruinas de Mohenho-Daro, en la India en 1960 hubo un hallazgo especial para los científicos. De las ruinas emergieron esqueletos que parecían quemados. Fueron estudiados y se constató una antigüedad de 8.000 a 12.000 años. Lo que descolocó a la ciencia era que esos esqueletos estaban radiactivos. La pregunta de algunos es si el relato nuclear de los antiguos textos tenía que ver con las víctimas de los restos radiactivos hallados en las ruinas de Harappaimohenho-daro, en el Valle del Indo.
Los esqueletos encontrados en los estratos inferiores de las excavaciones evidenciaban una muerte súbita para toda la población, además que el nivel de radiación de los mismos superaba en 50 veces la normal. Las pruebas se repitieron varias veces mostrando siempre la misma realidad de un holocausto nuclear tal cual lo relatan los milenarios textos de la India.
Claro que esos sujetos de entendimiento muy limitado siguen diciendo que son todas fantasías, pero se niegan a ir y verificar lo que otros han encontrado, excepto que exista una banda de desquiciados que se entretiene sembrando polvo y esqueletos radioactivos en las noches y a bastante profundidad.



















Fuente: Cristal Encantado y Todos Somos Uno Radio

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