Los voluntarios del proyecto del protoelamita, cada uno en su especialidad, se esfuerzan por resolver un misterio milenario
Protoelamita, considerado como el lenguaje escrito más antiguo
El reto de descifrar el protoelamita, considerado como el lenguaje escrito más antiguo de los que están aún sin descifrar, ha llegado a internet, gracias a la digitalización de textos en fotografías de altísima calidad mediante un sistema especial.
El fácil acceso a estos textos ignotos brindado por internet está movilizando a un ejército de voluntarios de todas partes del mundo, en un fenómeno comparable en entusiasmo al de SETI@Home y otros proyectos multitudinarios de ciencia ciudadana.
Lingüistas, criptógrafos, matemáticos, e incluso el nieto de Gustave Jequier, uno de los arqueólogos que desenterraron las tablillas protoelamitas hace un siglo, se han ofrecido a ayudar.
Los voluntarios del proyecto del protoelamita, cada uno en su especialidad, se esfuerzan por resolver un misterio milenario que puede encerrar sorpresas tan contundentes como para obligar a reescribir libros de texto sobre los orígenes de la escritura.
Los Elamitas, que se llamaban a sí mismos Hatamtis, eran protagonistas de una avanzada y brillante civilización en el sur de Persia, entre el cuarto y segundo milenio antes de Cristo. Era un pueblo de origen asiánico y étnicamente nada tenían que ver con los iranios que llegaron a la meseta iraní a mediados del II milenio a.C.
Al parecer, los elamitas tomaron la escritura de sus vecinos, los sumerios, aproximadamente en el 2800 a.C.
Según se puede desprender de algunas inscripciones, como la hallada en la ciudad de Reishahr, cerca de Bushehr (golfo Pérsico), esta civilización llegó a dominar muchas zonas de lo que es hoy el sur y sureste de Persia, llegando a poseer las regiones costeras de dicho golfo. La población elamita más civilizada vivía en la ciudad de Susa y alrededores.
La primera vez que los elamitas son mencionados en la historia fue cuando fueron atacados por el semita Sargón de Acad alrededor del siglo XXV o XXVI, que, a pesar de la resistencia que ofrecieron liderados por su rey Luhhi-Ishshan, fueron finalmente derrotados por el poderoso rey acadio. Después de éste, su hijo Hishep-Rashir se aviene con los acadios y para mantener la paz le hace llegar un tributo.
Escritura protoelamita.
A finales del reino de Sargón, los elamitas fueron reprimidos por su hijo Rimush. Éste es sucedido por Manishtusu que también ataca el norte de Elam y se trae su rey arrastrado hasta colocarlo a los pies del dios acadio Shamash.
Pero la derrota definitiva de los elamitas fue llevada a cabo por el rey Naram-Sin, sucesor de Manishtusu, que logró imponerse sobre los elamitas. En Susa construye templos con ladrillos sellados con su nombre y es durante este período cuando la influencia de la cultura y civilización acadias en Elam es evidente. Naram-Sin es sucedido por Shar-Kali-Sharri, quien también se declara rey de Acad. Tras su reinado, Acad se sume en la anarquía y es devastado por los lulubíes.
El último rey elamita de este período es Puzur-Shushinak, cuya imagen podemos ver en una estela guardada en el Museo de Louvre. Logró algunas victorias pudiendo finalmente arrebatarles el poder que ejercían a los acadios en la región, avanzando hasta Babilonia.
No tardaron en retroceder, pero a la vuelta de las expediciones Puzur-Shushinak es nombrado rey. La gloria del dios elamita Shushinak es ensalzada tras aquellas victorias, su templo es reedificado, los músicos tocan mañana y tarde y se instaura el sacrificio de dos carneros diarios en honor de su dios.
La importancia de Puzur-Shushinak en la historia de Elam es también debida a que es el único rey del que se conservan inscripciones en caracteres protoelamitas, sistema que empleaba en sus inscripciones junto al acadio.
El reino de Puzur-Shushinak no perduró debido a los ataques e incursiones de los lulubíes y gutíes, dos poblaciones que vivían en los montes Zagros central y septentrional y que hablaban lenguas emparentadas, tras lo cual la historia de Elam permanece bajo el dominio de estos pueblos hasta que aparece lo que los historiadores denominan III Dinastía de Ur (2200 a.C.?).
Fuentes: Historia Secreta
http://despiertacordoba.wordpress.com/2013/02/12/9067/
Más información:
El período proto-elamita discurre entre alrededor del 3200 a. C. al 2700 a. C. cuando Susa, más tarde capital de los elamitas, empezó a recibir influencia de las culturas de la meseta iraní. En términos arqueológicos se corresponde con el período Banesh tardío. Esta civilización es reconocida como la más antigua de Irán y fue ampliamente contemporánea con su vecina, la civilización sumeria, la más antigua del mundo, que comenzó alrededor de 5200 a. C.
Se sabe que el territorio de Elam está habitado desde el VIII milenio a. C. En el VII milenio a. C. se inicia una civilización agrícola basada en la irrigación fluvial, en VI milenio a. C. se pasa a una irrigación artificial similar a la de Mesopotamia, en el IV milenio a. C. nos encontramos con una comunidad calcolítica muy implantada y con contactos comerciales con Mesopotamia, Beluchistán y el valle del Indo. En este milenio surge también la ciudad de Susa, la cual es tan antigua como las ciudades de Sumeria en Mesopotamia. En el III milenio a. C. se construyen muchas otras ciudades por el territorio de Elam.
La escritura proto-elamita es un sistema de escritura de principios de la Edad del Bronce brevemente en uso para el antiguo idioma elamita antes de la introducción del elamita cuneiforme.
via sabiens2
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