Una de las preguntas más interesantes que muchas personas se han preguntado durante siglos es si existe la posibilidad de que nuestro planeta es hueco. Durante muchos años se creía que la Tierra era hueca, pero a pesar de que muchos han llegado con teorías, hasta el año de 1968 no había ninguna prueba. Ese año, las imágenes tomadas por un satélite en órbita alrededor de la Tierra mostraba claramente un enorme agujero situado en el Polo Norte; suficiente evidencia para apoyar la teoría de la Tierra Hueca según muchos.
Hemos leído sobre historias legendarias sobre los Nazis quienes exploraron las regiones del sur de nuestro planeta e incluso crearon bases secretas en Neuschwabenland. Algunos también hablan de la operación Highjump y los viajes del Almirante Byrd, donde se observaron aeronaves muy avanzadas volando por los alrededores y explorando nuevos territorios. No hace mucho tiempo, se descubrió mapas y documentos del Tercer Reich en el que se muestran varios pasajes secretos que fueron utilizados por los submarinos alemanes para acceder a las misteriosos regiones subterráneas, así como un mapa completo de ambos hemisferios y el misterioso del reino de Agartha.
También existe una carta, supuestamente escrita por Karl Unger, quien estaba a bordo del submarino 209 alemán, comandado por Heinrich Brodda, en el que señala que la tripulación había llegado al interior de la Tierra y que ellos consideraron en su momento no regresar.
Las instrucciones oficiales nazis para llegar a Agartha
Pero, sabemos que durante la Segunda Guerra Mundial, el submarino alemán mejor equipado sólo podía sumergirse hasta 260 metros, con un rango de 620 kilómetros en condiciones óptimas. La distancia más corta desde el océano abierto al Polo Sur geográfico es aproximadamente el doble del rango bajo un kilómetro de hielo; por lo que las posibilidades de que un submarino alemán podría hacer ese viaje son muy bajas, por supuesto existe esa posibilidad, donde los alemanes podían haber tenido submarinos mejor equipados que nosotros no conocemos.
La supuesta carta de Karl Unger sobre la Tierra Hueca. *Citación necesaria.
Además, la profundidad del océano Ártico en el Polo Norte es aproximadamente cuatro veces de lo que el mejor submarino alemán fue capaz de soportar.
Las historias aquí están respaldadas por los mapas realizados por el famoso cartógrafo y artista Heinrich C. Berann para la National Geographic Society en 1966. En ese mapa, el continente antártico se pueden observar sin su gruesa capa de hielo. Pero el detalle más intrigante es la presencia de pasajes submarinos que atraviesan todo el continente y parecen converger en el lugar exacto que se identifica como la apertura hacia el interior de la tierra o de la Tierra Interna.
Mapa hecho por Heinrich C. Berann para la National Geographic Society en 1966. Al parecer, muestra la entrada al interior de la Tierra.
Hitler estaba obsesionado con el misticismo y lo inexplicable, estaba muy interesado en los OVNIS y la historia antigua, y muchos de sus seguidores lo sabían y lo apoyaron. El Führer era conocido por "eliminar" a la gente de quien se sentía amenazado o no compartían sus creencias.
Mapa de 1944 del Tercer Reich que detalla no sólo el pasaje directo utilizado por los submarinos alemanes para acceder a este dominio subterráneo, sino también un mapa completo de ambos hemisferios del reino interior de Agharta.
La posibilidad de que la tierra es hueca, y que se puede acceder a través de los polos Norte y Sur, y que civilizaciones secretas florezcan dentro de él, ha estimulado la imaginación de la gente a través de los siglos. Sólo podría llegar a ser verdad, después de todo, que de alguna manera y en algún lugar hay un acceso que conduce a un mundo completamente diferente, uno que se ha mantenido en secreto durante años.
La evidencia de una "Tierra Hueca" se encuentra en la historia de innumerables civilizaciones antiguas.
El héroe babilonio Gilgamesh visitó a su antepasado Utnapishtim en las entrañas de la Tierra; en la mitología griega, Orfeo trato de rescatar a Eurídice del infierno subterráneo; se decía que los faraones de Egipto se comunicaban con el mundo subterráneo, que se podría acceder a través de túneles secretos ocultos en las pirámides; y los budistas creían (y todavía creen) que millones de personas viven en Agharta, un paraíso subterráneo gobernado por el rey del mundo. Así que justo cuando uno pensaría que estas teorías podrían ser nada más que excesivas imaginaciones, uno en realidad llega a cruzarse con evidencias dentro la historia antigua que apuntan hacia la posibilidad de un mundo interior dentro de la Tierra.
Fuente: conspiraciones1040.blogspot.com
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