Se pueden encontrar laberintos en antiguas monedas cretenses, en jarrones etruscos, en tumbas sicilianas, en anillos de oro indonesios, así como también en las joyas de los indios de Norteamérica. Se tallaron laberintos sobre rocas españolas, inglesas y rusas, se dispusieron como mosaicos en el pavimento de las catedrales francesas y se utilizaron en la decoración de templos indios y de las mezquitas paquistaníes. También se recortaron en el césped de jardines ingleses y alemanes y se revistieron de piedra en Escandinavia, Rusia, India y Norteamérica, por poner sólo unos ejemplos.
El laberinto como símbolo mitológico ha variado en cada cultura como así también el uso que se le ha dado. En cualquier caso, sus orígenes siguen siendo un misterio, ya que la ausencia de registros escritos hace que cualquier intento de explicar el significado de estos primeros laberintos siga siendo motivo de debate.
La datación de muchos de los ejemplos tempranos es a menudo difícil y algunas veces controversial, ya que un laberinto tallado en una pared rocosa hace varios cientos de años a menudo puede no ser muy diferente de uno tallado hace miles de años, y como sabemos solo puede datarse por el método de carbono 14 a los materiales orgánicos.
Hay un patrón en particular que se encuentra en la mayoría de las culturas, en diferentes momentos de la historia y en lugares tan diversos como Europa, Perú, Estados Unidos, México, Islandia, Escandinavia, Creta, Egipto o Sumatra, entre otros.
Se trata de un diseño unicursal (un único camino hacia la meta) de siete niveles concéntricos con una meta central. A este diseño de laberinto se lo ha denominado “Clásico” y su estructura de armado es la siguiente:
Este diseño puede ser tanto en forma circular como cuadrada y dondequiera que se encuentre, el laberinto clásico siempre repite el mismo método de construcción. Se ha encontrado en muy diferentes contextos históricos en toda Europa, Norte de África, el subcontinente indio e Indonesia, como también en el suroeste de Estados Unidos y, hasta en América del Sur.
Este laberinto es también conocido como el laberinto “cretense”, por su asociación con el laberinto del mito griego, aunque dicha leyenda es posterior al diseño clásico.
La legendaria construcción del laberinto de Creta fue diseñada por el inventor Dédalo a pedido del rey Minos de Creta para mantener preso a su hijo Minotauro (monstruo mitad hombre, mitad toro), que acabó muerto por Teseo, quien se adentró en los inextricables pasillos dejando una huella de hilo (que le había dado la princesa Ariadna, hermana del monstruo).
Un laberinto grabado en la pared interior de una cámara de una tumba subterránea Neolítica en Luzzanas, en la isla de Cerdeña, se estima que podría remontarse hasta el 2.500 AEC, pero el estilo del gravado es muy diferente de la decoración de esa época en tumbas similares. Tal vez tenga más probabilidades de ser un gravado de la época Romana o posterior, común en las tumbas como la de Cerdeña.
Otros de los conjuntos de laberintos más antiguos conocido se encuentran en las provincias de Pontevedra y Vigo, en Galicia.
En la imagen de arriba se observa, hacia la derecha, una cruz con delineación doble, como el primer paso de la construcción del Patrón Clásico, dando la impresión que sus diseñadores plantearon primero la estructura a seguir y luego la ejecutaron al lado. Estos petroglifos datan de finales del Calcolítico e inicios de la Edad del Bronce, es decir, más de 5.000 años de antigüedad.
Astorga, León, España
De los laberintos de Val Camonica, en el norte de Italia, el más conocido es el de Naquane, que está rodeado por figuras de cazadores y animales y parece tener un par de ojos en su centro. Otros ejemplos, son los de Merichi y Luine.
Val Camonica, Italia. 750-500 AEC
Estos petroglifos son comúnmente atribuidos a los principios de la Edad de Hierro, 750-500 AEC, aunque la yuxtaposición compleja de tallas en muchas de las superficies rocosas de Val Camonica, que van desde el Neolítico (antes de 2000 AEC) hasta los períodos Etruscos o Romanos, dificulta a menudo la datación precisa de ciertos elementos.
Val Camonica, Italia. 750-500 AEC
Los laberintos de Mogor y Val Camonica tienen gran semejanza con otros similares encontrados en la isla de Wier (Laponia), Escandinavia, Islandia y Cornualles. Si no fuese por la gran diferencia temporal entre ellos, este hecho podría hacernos pensar que todos provienen de un mismo pueblo navegante y con ansia de colonizar todo el oeste europeo.
A día de hoy, el primer laberinto que puede ser fechado con exactitud, está sobre una tablilla de arcilla del palacio de Pilos, en el sur de Grecia, la cual fue conservada accidentalmente por el incendio que destruyó el palacio en el año 1200 AEC. La parte delantera de la tablilla presenta registros de las entregas de cabras al palacio, y en el reverso, se encuentra un laberinto cuadrado con el patrón clásico.
Tablilla de Pilos, Grecia
Es interesante que este primer ejemplo se encuentre en el hogar tradicional del rey Néstor, quien junto a Menelao, planteó la flota de barcos para ayudar en el asedio y posterior caída de Troya, según consta en la Ilíada de Homero.
Reconstrucción de Troya II, (2.600 – 2.450 AEC).
La representación de un laberinto en una jarra de vino etrusca de Tragliatella, Italia, que data de finales del siglo séptimo AEC, muestra soldados armados a caballo, corriendo delante de un laberinto con la palabra TRVIA (Troya) inscrita en el circuito exterior.
Jarra etrusca. Tagliatella, Italia. 550 AEC
Otros hallazgos apuntan a una expansión temprana del símbolo del laberinto en las costas del Mar Mediterráneo. Dos laberintos rayados en una pared en medio de las ruinas de Gordion, en el centro de Turquía están fechadas el año 750 AEC.
Knidos, Turquia. s. VI-VII
Laberintos grabados en unos paneles de arte rupestre en Taouz, Marruecos, han sido positivamente fechados en alrededor del año 500 AEC.
Taouz, Marruecos
Frescos e inscripciones han sido encontrados en Delos, Grecia, así como en Egipto y Jordania. La mayoría datan de los primeros cuatro siglos AEC y son claramente el resultado de la colonización griega y romana y su influencia comercial en la región.
Monedas griegas, Knossos. 200-250 AEC
Avanzando un poco en el tiempo encontramos las monedas de Knossos, Creta, fechadas a partir de los tres últimos siglos antes de Cristo. Su diseño probablemente hace alusión al complejo laberinto del palacio de Cnossos del rey Minos, el cual se cree que podría ser el origen de la leyenda del laberinto de Creta.
Monedas griegas, Knossos. 200-250 AEC
El palacio minoico de Knossos, fue destruido en varias ocasiones durante su historia, y finalmente abandonado en el año 1380 AEC. Fue excavado en el siglo XX pero no se han encontrado rastros del famoso laberinto en su estructura. Solamente algunos fragmentos de diseños laberínticos en los frescos de la pared.
Monedas griegas, Knossos. 200-250 AEC
Similares frescos minoicos han sido recientemente excavado en Egipto, y fechados en el año 1550 AEC. Estos datos proporcionan pistas sobre los orígenes y la difusión de las historias del Minotauro y el Laberinto.
Kom Ombo, Egipto
También puede encontrarse este mismo motivo grabado en piedra en India.
Pansaimol, India. 2500 AEC
También lo representa una tablilla mesopotámica de 1800 AEC.
Tablilla de Mesopotamia, 1800 AEC
Las islas de Gran Bretaña presenta una gran cantidad de laberintos registrados de diversas formas.
Rock Valley, Cornwall, Inglaterra
También podemos encontrarlos en América del Norte, Central y del Sur.
Laberinto Hopi, cerca de Oraibi, Arizona, (1200)
Según lo que comenta Frank Waters en “The book of the Hopi”, todo el mito y el significado del surgimiento de los Hopi en el mundo esta expresado por un símbolo en forma de laberinto, que los hopi conocen como representativo de la Madre Tierra. Este símbolo es comúnmente conocido como Tapu’at (la madre y el hijo) que representa el renacimiento espiritual o purificación que se produce al pasar de un mundo hacia el siguiente.
Existen dos tipo de formas en los laberintos Hopi, la cuadrada y la circular. Ejemplos de estos laberintos se encuentran tallados en roca al sur de Oraibi, y al sur de Shipaulovi. Una combinación de ambos se puede apreciar tallada en un palo de madera que es colocado en frente de un altar en la kiva Kwani, en Walpi, durante la ceremonia llamada Wúwuchim.
Laberinto Hopi, cerca de Oraibi, Arizona, (1200)
Uno de los muchos geoglifos de Nazca, Perú, es un laberinto clásico.
Nazca, Perú
El símbolo del laberinto clásico fue un tema popular en los pisos de mosaico delImperio Romano.
Casa de Cantaber, Conímbriga, Portugal, siglo I aC- V dC
Este patrón clásico puede encontrase incluso en diagramas de Israel, representando la ciudad de Jericó.
Mapa de Jericó
Simbolismo e interpretación
Como elemento de superstición
El significado cultural y la interpretación del laberinto como símbolo es muy amplio y rico. Está presente en diversas culturas, épocas y lugares, presentándose siempre como un símbolo ligado a lo espiritual.
Por ejemplo, muchos laberintos dibujados en el suelo tenían la función simbólica de servir como una especie de trampa que atrapaba a los malos espíritus. En algunas casas, la imagen del laberinto se trazaba en la puerta de ingreso, como sistema de protección.
Mosaico del Laberinto, Casa de Neptuno, Ruinas Itálicas Santiponce, Sevilla, España
Aunque algunos laberintos romano son del tipo “clásico”, los diseños empleados comúnmente son muy diferentes de los laberintos anteriores y representan los primeros cambios significativos en el símbolo del laberinto original.
Conímbriga, Portugal, 139 aC-468 dC
Algunos representan a Teseo y al Minotauro en el objetivo central, una tradición traspasada a los pavimentos de las catedrales de Europa, mil años después.
Mosaico romano con Teseo y el Minotauro
Luego de la conversión del emperador Constantino, el símbolo del laberinto fue traspasado del Imperio Romano al cristianismo, adoptándolo como motivo del suelo de iglesias y catedrales, adornarnos y frescos. En algunas iglesias católicas es posible encontrarlos trazados en el piso, cerca del baptisterio, lugar donde se bautiza a los nuevos fieles.
Iglesia de Itchen Stoke, Hampshire, Inglaterra
Una de las más importantes significaciones del laberinto es asociado a los rituales de iniciación. El laberinto es el símbolo que representa la búsqueda del centro personal, del sí mismo del ser humano, y para el encuentro de tan preciado hallazgo, se requiere de un ritual iniciático.
Significado místico y espiritual
En esencia, un laberinto es un lugar formado por calles y encrucijadas, intencionadamente complejo para confundir a quien se adentre en él. El objetivo en última instancia de todo laberinto es proteger lo que se guarda al final de sus pasillos, lo que denota su característica esotérica intrínseca.
Minarete Kuhak, Delhi, India
Umberto Eco pone en boca de uno de sus protagonistas las siguientes palabras:
… “Son muchos y muy sabios los artificios que se utilizan para defender este sitio consagrado al saber prohibido. La ciencia usada, no para iluminar, sino para ocultar […]”
Tablilla de cerámica Babilonica, 2000-1700 AEC
Pero a diferencia de un laberinto multicursal, que se refiere a un rompecabezas ramificación compleja con opciones de ruta y dirección, el diseño del laberinto “clásico” sólo tiene un único camino que, sin trucos ni callejones sin salida, conduce inequívocamente al centro.
Grabado con simbolos rúnicos en Lye, Gotland, Suecia
Esto lo diferencia significativamente del concepto y propósito del laberinto multicursal, por lo que podríamos conjeturar que en realidad el laberinto clásico no estaría diseñado para perder a sus “participantes” sino simplemente para hacerlos transitar por todo su recorrido. Por esto se toma al laberinto clásico como una metáfora de la vida misma en la que nos vemos obligados a seguir el camino serpenteante para llegar a la meta.
Machu Picchu, Perú
En vista de esto, Teseo habría tenido poca necesidad de usar el hilo de Ariadna, sino que solo tendría que haber seguido el recorrido del camino y habría salido sin dificultad del laberinto.
Louis Charpentier se refirió de la siguiente forma a este tema:
“Se ha hablado mucho de simbolismo a propósito de esos laberintos. Y esta fuera de duda que sea un símbolo alquímico, pero no puede dejarse de notar que el laberinto de Chartres (como tampoco el de Amiens o, antaño, el de Reims) no es, hablando con propiedad, un laberinto, en el sentido en que es imposible extraviarse en él, pues no tiene mas que “un camino” que conduce al centro. Lo cual indica que se tiene especial empeñó en que las gentes que se encaminan por el “dédalo” sigan por un trazado determinado; que recorran un camino y no otro. Y ese camino debía ser recorrido a un ritmo, según un ritual.
Pero el caminar ritual no es caminar; ¡es danza! El hombre llegado al centro del laberinto, tras haberlo recorrido ritualmente, tras haberlo “danzado”, será un hombre transformado y, que yo sepa, en el sentido de una apertura intuitiva a las leyes y armonías naturales; a las armonías y a las leyes que él quizás no comprenderá, pero que sentirá dentro de sí, de las que se sentirá solidario y que serán para él el mejor test de verdad, como el diapasón es el test del músico”
Vinculado con la danza
En Europa, los ritos laberínticos adoptaban a veces la forma de danza. En Inglaterra se utilizaban laberintos de hierba en los festivales primaverales de pascua y del 1 de Mayo, celebraciones del renacimiento, aunque se desconoce la naturaleza exacta de tales rituales. Sin embargo, en Escandinavia se recuerdan algunos juegos llevados a cabo en laberintos de piedra relacionados con el retorno de la fertilidad en Primavera.
Arroyo Hondo, Mexico
En Finlandia y Suecia existen varios laberintos donde los jóvenes debían ingresar con el fin de rescatar a una muchacha aprisionada en el centro. Estos laberintos se les llamaban a veces Jungfraudanser o danzas de la Virgen. En una pintura mural del siglo XV existente de la iglesia de Sibbos, Finlandia, se ve un laberinto con una figura de mujer en el centro.
Este tema, el rescate de la mujer encerrada en un laberinto, aparece también en el mediterráneo y en la India y es indudable que en estas zonas el laberinto guardaba relación con los ritos primaverales de fertilidad.
El laberinto y la danza siempre han estado muy unidos. Teseo bailó con Ariadna ladanza de la grulla junto a los rehenes liberados de Creta en su viaje de regreso a casa. Quizás fue a partir de ahí que se construían en aquellos lugares donde la gente se reunía a bailar.
Laberinto trojeborg (‘ciudad de Troya’), labrado en una piedra procedente de Visby, Suecia.
Hace cientos de años, los jóvenes rusos y escandinavos solían realizar un juego denominado “danza de la doncella” en este laberinto. Una chica se situaba en el centro y dos chicos y avanzaban por sus pasillos corriendo en sentidos opuestos. El primero que llegaba al centro podía sacar a bailar a la chica. Se construía cerca de la costa utilizando piedras. Conquistar su centro requería de una hábil estratagema, como la conquista de la ciudad de Troya, de ahí su denominación.
Espirales y círculos concéntricos
Existen formas y símbolos similares asociados con el patrón clásico, y que podrían tratarse de sus versiones preliminares, tales como las espirales y los círculos concéntricos.
Achnabreck, Escocia
Venezuela
Espirales talladas de Tarxien, Malta
Newgrange, Irlanda
Esfera arenisca con grabados – Colección Museo Nacional de Costa Rica
Cairn de Gavrinis, Francia. 3.500 AEC
Knowth, Irlanda
Espiral de Nazca
Espirales en desierto de Sudáfrica. Coord: -30.006010, 21.106024
Mompantero, Piemonte, Italia, 3000-2700 AEC
Carschenna, Suiza, 3000 AEC
Pedra da Lufinha, Lufinha, Portugal
Venezuela
Motivos Grabados, Sitio Piedra Museo (Santa Cruz, Argentina)
Fuentes:
- labolab.net
- absolum.org
- Gernot Candolini, Laberintos, Madrid, Mens Sana y Parramón, 2000.
- articulo publicado en--http://reydekish.com/2015/07/27/laberintos-ancestrales/
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