miércoles, 24 de junio de 2015

Redescubriendo Urkesh: La Ciudad Perdida de los Hurritas


La antigua Urkesh era en el pasado una bulliciosa urbe de la ancestral civilización Hurrita del Oriente Medio, conocida en la mitología por ser el hogar de su dios supremo. Poco se sabía sobre Urkesh y la misteriosa cultura hurrita puesto que esta ciudad permaneció enterrada bajo la arena del desierto durante miles de años, perdida entre las páginas de la historia. Sin embargo, en la década de 1980, un grupo de arqueólogos descubrió que bajo el elevado montículo de Tell Mozan, se ocultaban las ruinas de un antiguo palacio, un templo y una plaza. Una década después, los investigadores pudieron hacer pública la apasionante confirmación de que bajo Tell Mozan se hallaba la ciudad perdida de Urkesh. Localizada al norte de la actual Siria, cerca de sus fronteras naturales con Turquía e Iraq, la antigua Urkesh fue una gran ciudad mesopotámica que se desarrolló con fuerza entre los años 4.000 y 1.300 a. C. Es una de las ciudades más antiguas de la historia y muestra un modelo urbano bastante diferente al de las ciudades sumerias. 
La poderosa ciudad de Urkesh
Urkesh fue un importante centro político y religioso de los Hurritas. Podemos hacernos una idea de su situación estratégica si tenemos en cuenta que se ubicaba en medio de la ruta comercial norte-sur que unía Anatolia con las ciudades de Siria y Mesopotamia, así como en plena ruta Este – Oeste, la que unía el Mediterráneo con los Montes Zagros de Irán occidental. Urkesh fue también la capital de un reino que controlaba las tierras altas del norte en las que se localizaban importantes provisiones de cobre que la convirtieron en una ciudad cada vez más rica y próspera. 
Panorámica de Tell Mozan (al noreste de Siria), antigua Urkesh, desde el norte (Wikimedia Commons)

Los esquivos Hurritas
Los constructores de la ciudad, los hurritas, formaban una civilización pequeña y esquiva, pero influyente, del antiguo Oriente Próximo. Hasta el descubrimiento de Tell Mozan, lo poco que sabíamos de los Hurritas arrancaba a partir del segundo milenio a. C., la fecha de su llegada a la región según los especialistas. El descubrimiento de Urkesh, sin embargo, hizo que la datación de las pruebas obtenidas hasta ese momento tuviesen que retroceder en el tiempo hasta el tercer milenio a. C.  Hasta ese instante, nuestros conocimientos sobre los hurritas se limitaban a antiguas leyendas y un pequeño número de hallazgos de origen desconocido. Las excavaciones han aportado pruebas concluyentes acerca de la gran influencia que los hurritas tuvieron no sólo sobre la lengua, sino también sobre la cultura y la religión de pueblos posteriores. Además, puede que ya estuvieran presentes cuando otros pueblos cercanos de Mesopotamia, empezaron a levantar sus primeras ciudades. El rasgo más distintivo de los hurritas era su lengua, absolutamente única y sin relación alguna con ninguna otra lengua conocida, viva o muerta.
Un león Urkish acompañado de una tablilla de piedra con el texto conocido más antiguo de los Hurritas (Wikimedia Commons)

La exploración de Tell Mozan
La investigación de Tell Mozan comenzó en la década de 1980, pero los arqueólogos tardaron casi una década en poder identificar el yacimiento como la ciudad perdida de Urkesh. Las excavaciones revelaron la mayor parte de la información de la que hoy disponemos sobre la antigua cultura de los hurritas. En cuanto a la excavación en sí misma, sacó a la luz no sólo ladrillos de adobe, sino también extrañas estructuras construidas en piedra. Las ruinas descubiertas de esta fabulosa ciudad antigua han revelado una plaza abierta, una escalera monumental y un profundo túnel subterráneo : 'el Paso al Inframundo', relacionado con algunos rituales religiosos. Urkesh acogió monumentales edificios públicos, incluido un gran templo. Este templo dominaba el antiguo horizonte de la ciudad, ya que había sido construido en la cima de una terraza elevada, que rivalizaba con las cercanas montañas. El gran palacio real, actualmente en excavación, ha aportado pruebas escritas que han permitido identificar a esta ciudad ancestral. Muchas de estas pruebas han sido datadas en el período Acadio (ca. 2350-2200 a. C.).
Escalera desenterrada en Tell Mozan (Museo Met)

Antiguos sellos nos permiten conocer cómo era la vida en Urkesh 
Las excavaciones de Urkesh/Tell Mozan también nos han permitido recuperar gran número de impresiones de sellos que en la antigüedad habían sido estampados sobre cajas, vasijas y cestas. Algunas de estas estampaciones también se emplearon para sellar puertas de edificios o almacenes privados. Por ahora se han encontrado más de mil estampaciones realizadas con 100 sellos diferentes. De ellas, aproximadamente 150 contienen inscripciones. Además, también se han recuperado cierto número de tablillas cuneiformes pertenecientes al período acadio que incluyen textos, principalmente administrativos, pero también escolares. Uno de estos últimos contiene parte de un diccionario sumerio. Cientos de sellos de arcilla con representaciones costumbristas y cuentos tradicionales sobre la familia real han aportado importantes datos sobre la historia del lugar. Los documentos escritos de Palacio nos han dado el nombre, no sólo de la ciudad y del reino de Urkesh, sino también de su rey, Tupkish y de su reina, Uqnitum. Los documentos confirman que en Urkesh vivió una de las hijas del famoso rey mesopotámico Naram-Sin. Cinco de estos sellos pertenecen al rey de Urkesh de nombre Tupkish, ocho a su reina, Uqnitum y cinco más a cortesanos relacionados con la familia real. 
Sello hurrita encontrado en Urkesh (UCLA)
A partir de ahora, ningún otro yacimiento arqueológico podrá afirmar disponer de pruebas de la identidad Hurrita de tanta importancia como Urkesh. En cierta medida, porque probablemente sólo existieran unas pocas ciudades hurritas distribuidas a lo largo de lo que actualmente es el norte de Siria. Los Hurritas construyeron una civilización que demostró ser muy influyente en todo el antiguo Próximo Oriente. En el tercer milenio, los hurritas desarrollaron un modelo alternativo al modelo arquitectónico urbano utilizado, en el sur, por los sumerios: un modelo basado en la identidad étnica más que en la proximidad territorial. La singularidad cultural de Urkesh se debe, en parte, a su particular geografía: el telón de montañas frente a ella, hizo que combinasen el potencial urbano de los llanos con la capacidad de explotación de los recursos menos accesibles de las tierras altas. Esto contribuyó a la creación de unas tradiciones religiosas y políticas absolutamente únicas, salvaguardándolas, además, del agresivo expansionismo del Imperio Acadio. El rey acadio, Naram-Sin, se consideraba un dios. Urkesh fue la única ciudad importante Siria, del tercer milenio a. C., que no logró conquistar. Hecho que indica claramente que esta ciudad disfrutaba de una independencia no conocida por el resto de ciudades de la zona. Los hallazgos de las excavaciones de Tell Mozan se encuentran expuestos en el Museo Deir ez-Zor de Siria. Sin embargo, se cree que todavía permanecen ocultos muchos tesoros bajo el yacimiento del montículo. Tristemente, las excavaciones se han detenido desde el año 2011 debido a la guerra civil siria y el lugar, como toda Siria, ha quedado fuera del alcance de los arqueólogos extranjeros. Un pequeño grupo de vecinos se encarga ahora de proteger este valioso emplazamiento, salvaguardando su antigua herencia nacional hasta que la paz prevalezca y las excavaciones puedan continuar.


Autor: Bryan Hilliard
Traducción: Mariló T.A.
fuente-https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-asia/redescubriendo-urkesh-la-ciudad-perdida-los-hurritas-002692

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