viernes, 19 de septiembre de 2014
La Filmación de la Cara Oculta de la Luna “MIRLO ROJO” es Auténtica (segun Mario Zorrilla)
En enero de 2004, J. J. Benítez, indiscutiblemente uno de los mejores -por no decir el mejor- periodistas de investigación sobre el tema O.V.N.I., dio a conocer al mundo, a través de Televisión Española, uno de los mayores secretos mejor guardados por la Agencia Espacial Norteamericana, la N.A.S.A., un organismo que, ya sabemos todos que es militar, y que está controlado por militares… ¡Esto, no es ningún secreto, a estas alturas!
Como todos sabemos, J. J. Benítez, en la serie de televisión Planeta Encantado y, concretamente, en el capítulo “MIRLO ROJO”, presentó una impresionante e increíble filmación, de 14 minutos de duración que levantó, en aquel entonces, y aún sigue, “levantando ampollas”. Esa filmación, en la que se aprecian los restos, o ruinas, de una antigua construcción, estaba realizada, supuestamente, por los astronautas norteamericanos del Apolo XI cuando llegaron a la Luna, a la cara oculta de la Luna, a la zona llamada Mar de la Tranquilidad. Esa fue la primera filmación, pero no fue sólo el Apolo XI el que filmó esas ruinas, y otras construcciones que también existen en la cara oculta del satélite sino que todos los siguientes Apolos también las filmaron, y con cámaras de alta resolución.
Siempre me pregunté por qué la N.A.S.A se daba tanta prisa, excesiva diría yo, -y con el descomunal gasto económico que ello suponía- en enviar una serie de naves espaciales tripuladas a la Luna, con un intervalo de lanzamiento entre un Apolo y otro, de ¡¡entre cuatro y cinco meses!! aproximadamente, para recoger piedras o rocas lunares…, y traerlas a la Tierra para ser analizadas. ¡Aquí, algo no cuadraba! También, ¿por qué motivo los dirigentes de la NASA eligieron para alunizar, precisamente, la cara oculta de la Luna, en vez de hacerlo en cualquier otro lugar, como en la cara visible?
La Luna es muy grande, pero fueron derechos, de cabeza, a alunizar en una zona que nunca es visible desde la Tierra. Evidentemente, no lo habían “echado a suertes”, pues antes de alunizar en la cara oculta de la Luna, los americanos ya habían enviado varias sondas espaciales y otras naves Apolos, no tripuladas, con el objetivo de fotografiar toda la superficie lunar, centímetro a centímetro, y a diferentes alturas. Y, es obvio que, el hecho de ir directamente a descender en la zona llamada el Mar de la Tranquilidad, es porque “allí había algo”, desconcertante e impresionante, como así demostraban claramente las miles y miles de fotografías que estaban en manos de los militares y astrofísicos de la N.A.S.A.
Si aquí, en la Tierra, las pruebas arqueológicas y literarias que, existen al alcance de todos y que, examinándolas a la luz de nuestros tiempos, con los conocimientos que actualmente tenemos, podrían albergar dudas en cuanto a que demostrarían la presencia en nuestro planeta de seres de otros mundos desde tiempos inmemoriales…, sin embargo, allí, ¡allí estaban las pruebas, irrefutables, de la existencia de vida inteligente extraterrestre, y que, “algunos” habían decidido que la Humanidad no debería conocer jamás!
También me pregunté -y no era el único- por qué si en la carrera espacial por la conquista de la Luna, siempre y en todo momento llevaron la delantera los rusos, cómo era posible que fueran los americanos los que se llevaran “los laureles”. ¡No lo entendía en aquel entonces! Aún hay muchísima gente que no creen que los americanos llegaran a la Luna en aquel Julio de 1969… Incluso, algún “experto” en materias científicas se atrevió a decir que: “los americanos no llegaron a la Luna porque en aquel entonces no había la tecnología necesaria para esa hazaña”. ¿¡!? Pero, todos esas mentes pensantes, que no creen que los americanos llegasen a la Luna…, se olvidan de los rusos. ¿Y, entonces?, ¿los rusos? ¿Tampoco ellos llegaron a la Luna? ¿Nunca? ¿Tampoco ellos tenían la tecnología necesaria para alcanzar la Luna? Pues…, siguiendo un razonamiento “lógico” establecido, e infantil, la mayoría de la gente diría que no, que los rusos tampoco llegaron a la Luna, porque si lo hubieran hecho ¡lo habrían retransmitido las televisiones de todo el mundo! ¡Claro!
En la carrera espacial entre americanos y rusos por llegar a la Luna, con toda lógica, y a todas luces, deberían haber sido los rusos los primeros, también, en pisar el suelo lunar. Fueron los primeros en enviar un satélite al espacio: el Sputnik; los primeros en enviar un ser vivo, también, al espacio: la perra Laika; los primeros en enviar un astronauta en órbita alrededor de la Tierra: Yuri Gagarin, en la Vostok; los cohetes rusos casi nunca tenían problemas para despegar de la base de lanzamiento…, los cohetes americanos, casi siempre tenían fallos y, muchas veces, mortales; etc., etc. El mundo ignora que los americanos antes de llegar a la Luna hicieron varios intentos fallidos, que acarrearon la muerte de algunos astronautas. Pero, lo silenciaron. ¿Llegaron los rusos los primeros? Y, si así fue, ¿por qué motivo lo silenciaron? ¿Tal vez, los cosmonautas soviéticos tuvieron algún extraño e inexplicable percance mortal en la cara oculta de la Luna que obligó al gobierno de su país, en aquel entonces, a silenciar el acontecimiento…, porque no habrían podido explicar al mundo entero que uno de los cosmonautas soviéticos murió…, precisamente en la zona llamada el Mar de la Tranquilidad? ¿Cómo murió? ¡La sociedad mundial…, no se lo creería! El mejor periodista de investigación en el tema OVNI que hay en el mundo, J. J. Benítez, lo sabe.
No olvidemos lo que ocurrió con el submarino nuclear lanzamisiles ruso el Kursk, el 12 de agosto del 2010, con 118 tripulantes a bordo. Se hundió a causa de un accidente en el Mar de Barents. El Gobierno ruso, como es habitual en él, silenció el incidente y cuando se decidió a pedir ayuda a otros países, ¡que ya se la habían ofrecido!, fue demasiado tarde, muriendo todos los tripulantes por asfixia, excepto los que murieron al instante por la explosión de uno de los torpedos. Este trágico accidente, en parte, podría ayudar a algunos a entender lo que les pudo ocurrir a los cosmonautas soviéticos en la cara oculta de la Luna y que su Gobierno, en aquel entonces, silenció.
Es terriblemente ingenua la gente cuando dice, y se lo cree, que los americanos jamás llegaron a la Luna… Muchos, incluso, creen firmemente que el presidente norteamericano, Richard Nixon, encargó hacer una película de ello, en unos estudios de Hollywood y que fue dirigida por el mismo Stanley Kubrick… Y fue en el año 2002 cuando se hizo un falso documental llamado: “Operación Luna”, de 52 minutos de duración, que fue realizado por una cadena de televisión francesa, ARTE France. En aquel “falso documental” se explicaba con todo lujo de detalles, aportados por las diferentes personalidades entrevistdas, que los americanos no llegaron a la Luna y que todo fue un montaje para hacer creer al mundo entero que sí. Para dar credibilidad al documental el director incluía entrevistas a altas personalidades de la política como Henry Kissinger, el secretario de Defensa de los EE.UU., Donald Rumsfeld, el director de la C.I.A., algunos ex-agentes de la Agencia, e incluso, la propia viuda de Kubrick haciendo unas declaraciones sobre la realidad del engaño y, que al final del documental, en las “tomas falsas”, decía que “se ha divertido mucho”, particpando en el “documental”.
Si los americanos no llegaron a la Luna, como muchos creen, entonces, ¿qué ocurría con los cohetes espaciales, el Apolo XI, el XII…, hasta el XVII, que veíamos despegar desde Cabo Kennedy? Llegaban a la estratosfera y, luego, se daban unas vueltitas alrededor de la Tierra, ¡¡porque como ningún radar militar de ningún país los iba a detectar!! para, al final, ¿caer tranquilamente al mar en la cápsula espacial? ¡Y, ya está! ¿Además, todas las potencias mundiales al detectarlo con sus radares -estamos hablando en un supuesto- no habrían dicho nada a la opinión pública mundial?
¡Sí, si llegaron, de milagro pero llegaron! Hay muchas evidencias que demuestran que los americanos llegaron a la Luna, y alunizaron. La sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter lanzada desde Cabo Cañaveral el 18 de junio del 2009 hizo fotografías en alta resolución de los lugares en los que alunizaron las naves Apolo XI y siguientes, en la cara oculta de la Luna, y se pueden apreciar claramente los restos de los módulos lunares e incluso las huellas de las botas dejadas por los astronautas en su paseo por la Luna, e incluso, aún siguen estando las banderas que los astronautas dejaron en la superficie lunar.
Pero, otro dato que ignora casi todo el mundo es que los rusos enviaron una sonda espacial “espía” no tripulada a la Luna, el Lunik 15, y tres días antes de que los americanos enviaran el Apolo XI. Se posó sobre el suelo lunar el 21 de julio, poco antes de que lo hiciera el Apolo XI. Los servicios secretos del del Gobierno Soviético, en aquel entonces, tenían la firme convicción de que los astronautas norteamericanos del Apolo XI iban a tener un encuentro con extraterrestres, cuando alunizaran en la cara oculta de la Luna. ¡Los rusos no andaban muy desencaminados…!
Lo que nunca dijeron los dirigentes de la NASA y, deberían decirlo ya al mundo entero, es lo que hay en la cara oculta de la Luna. Por otra parte, si revelaran la verdad de lo que se oculta en la Luna, automáticamente…, ¡cambiaría el curso de la Historia! Habría que replantearlo todo de nuevo: el origen de la especie humana, la historia de las civilizaciones, ciencia, religión, filosofía… ¡TODO! De repente, la Humanidad, descubriría que ha venido siendo engañada durante muchos, muchos años.
Todas las fuentes, indican que los rusos fueron los primeros, también, en alunizar en la cara oculta de la Luna, en el Mar de la Tranquilidad, mucho antes de que lo hicieran los americanos y, por supuesto, ¡conocen su secreto! En realidad, lo conocen desde el año 1959. En ese año los rusos ya habían enviado a la Luna el Lunik III, el cual, envió las primeras fotgrafías de la cara oculta de la Luna y de las construcciones que allí se encuentran. ¡No es exclusivo, “ese secreto” de la Agencia Espacial Norteamericana, ni mucho menos!
Muy pocos lo saben, pero en realidad, los gobiernos de las grandes potencias mundiales, ¡incluido el Vaticano, y el mismo Papa!, están al corriente de todo lo que concierne al tema extraterrestre y, por supuesto, también de las construcciones que hay en la cara oculta de la Luna, y que, “la élite” del Gobierno Mundial en la sombra, es decir, “los que gobiernan a todos los gobernantes mundiales”, ¡a todos!, se empecinan en que la Humanidad no se entere, no sepa. Por cierto, el mundo occidental cristiano ignora que el Papa tiene a su disposición un consejero -“el astrónomo del Vaticano”- para todas las cuestiones científicas y, sobre todo, lo que concierne a “los extranjeros” de fuera de la Tierra. El Papa, por supuesto, sabe sobre este tema más de lo que podríamos jamás imaginar. No olvidemos que el Vaticano, -aunque muchos tampoco creerán esto- es un aliado selecto del Gobierno Mundial oculto.
Pero, volviendo al tema…, esa corta y desconcertante filmación que, en aquel entonces, cuando se dio a conocer al mundo, armó tanto revuelo, le fue confiada a Benítez por un alto mando militar -y, al final, buen amigo suyo- de la Agencia Espacial Norteamericana con la condición de que solamente la diera a conocer cuando él, el General de la N.A.S.A., que usaba el seudónimo “MIRLO ROJO”, falleciera. Y, así lo hizo Benítez.
Ciertamente, la filmación creó mucha polémica, y aún hoy…, ¡lo sigue haciendo! De tal manera que esa película, tan desconcertante e increíble, hoy es el día que, muy pocos creen en su autenticidad, casi nadie. Sólo aquellos que, por otras fuentes, ya sabían de la existencia de esas construcciones en la cara oculta de la Luna.
Para todos aquellos que, a estas alturas del siglo XXI, aún albergan dudas acerca de la existencia de vida inteligente en otros mundos, es lógico que no crean, tampoco, en la autenticidad de toda esa impresionante y fascinante documentación presentada por Benítez en, “MIRLO ROJO”. Es verdad que la calidad de la filmación no es muy buena y, posiblemente, sea porque es una copia, de una copia, de una copia de la original. Obviamente, lo que el General de la Agencia Espacial Norteamericana le confió a Benítez, no era más que una ínfima parte de toda la documentación que la N.A.S.A. posee de las construcciones que hay en la cara oculta de la Luna.
Bien, pues a pesar de todo y de todas las críticas feroces, “desde todos los ángulos”, que recibió Benítez, y esa filmación que realizaron los astronautas del Apolo XI en la cara oculta de la Luna, y que nadie, o casi nadie, cree que sea auténtica, la verdad es que todo indica que…, ¡ES REAL! ¿Por qué?
La veracidad de toda la documentación, de alta confidencialidad, que aparece en “MIRLO ROJO”, por lo pronto, está “AVALADA” sin quererlo ni pretenderlo, por el famoso vidente argentino Benjamín Solari Parravicini ¡¡con una de sus sicografías!!, del año 1972, en la que, atentos, dice: “LOS OBELISCOS DE LA LUNA HABLARÁN UN DÍA Y DESTROZARÁN LA VOZ DEL HOMBRE”. Se entiende, claramente, lo que dice. Está hablando de unas construcciones muy conocidas aquí en la Tierra: ¡obeliscos! También, en otra sicografía, dice: “El cráter lunar de los siete escalones circulares desvelarán al hombre su secreto”. Pero, la sicografía que nos interesa es la que habla de, ¡¡LOS OBELISCOS DE LA LUNA…!!
Hay una fotografía -que no aparece en “MIRLO ROJO”- de la superficie lunar y obtenida por la sonda Orbiter 2, a una altitud de 23 millas, que los expertos analistas no se ponen de acuerdo, sobre el origen de los 8 monolitos que en ella aparecen y que, al tener diferentes alturas, como se puede apreciar por las sombras que dejan, podrían ser simples formaciones rocosas. Personalmente, no creo que sean formaciones rocosas, sino más bien monolitos. Sin embargo, y obviamente, Parravicini en la sicografía que hizo, no se refiere a estos 8 monolitos, sencillamente porque, como podríamos apreciar en la foto, si la tuviéramos delante, ni están alineados, ni “en formación”, ni tienen como hemos dicho, la misma altura.
Y, en la sicografía de Parravicini, en el dibujo, se aprecia la figura de un astronauta visto desde atrás, y los obeliscos. Hay dibujados cinco, que están dentro de un círculo, y son todos de la misma altura. Perfectamente alineados. Parece como si Parravicini quisiera resaltar este detalle porque los dibuja encima de una línea. Dibujó cinco obeliscos, aunque tampoco era necesario dibujar los 33, pero se sobreentiende que se está refiriendo a la perfecta alineación y formación de los 33 obeliscos, que filmó durante escasos segundos, como podemos ver en “MIRLO ROJO”, la sonda Orbiter 2. Así que, descartamos la fotografía de los 8 monolitos de diferentes alturas y no alineados, pues, obviamente, no encaja con el dibujo realizado por Parravicini. Otra cosa hubiera sido si Parravicini en la sicografía hubiera dibujado obeliscos de diferentes alturas y dispersados.
En una parte de la película “MIRLO ROJO”, aunque no en la filmación de las ruinas realizada por los astronautas del Apolo XI, aparece, ¡sorpresa!, entre otras cosas “extrañas”, una cortísima filmación, de escasos segundos, de unos ¡enormes obeliscos!, perfectamente alineados en tres filas, de a diez o a once, cada fila. Esa filmación, en la que aparecen esos obeliscos, fue realizada, también, por la sonda espacial Orbiter 2, a 48 km. de altura, en noviembre de 1966. Aquí, quisiera hacer un pequeño inciso, para lanzar una pregunta al amigo Juan José Benítez, pues en la filmación, el habla de que hay 30 obeliscos, y sin embargo, hay tres filas, en formación digamos militar, y en cada fila se aprecian claramente 11 obeliscos, por lo que, entonces, serían 3 x 11= 33. En la exigua filmación podemos contar 33 obeliscos y no 30, como bien dice él. Tres arriba, tres abajo, no creo que tenga mayor relevancia pero, sería interesante, si se pudiera, conocer su opinión. ¡Hay una incongruencia entre la narración hablada que dice que hay 30 obeliscos y en la breve filmación se cuentan 33! Es un pequeño detalle que habría que aclarar.
Por consiguiente, y resumiendo… Aquel que predijo a principios del siglo XX, acontecimientos que se cumplieron al pie de la letra, como por ejemplo: el primer ser vivo lanzado al espacio, y que fue la perra Laika; la detonación de la primera bomba atómica; la liberación de París en el año 1944; la guerra de “los seis días” entre Israel y países árabes; los efectos televisivos en las masas; la llegada del Hombre a la Luna, etc., etc., también nos dejó una sicografía-profecía, ¡QUE HACE UNA CLARA Y PRECISA ALUSIÓN A UNOS OBELISCOS QUE HAY EN LA LUNA, QUE ESTÁN PERFECTAMENTE ALINEADOS, EN FORMACIÓN, Y SON DE LA MISMA ALTURA!
Curiosamente, en la documentación que, el buen amigo de J. J. Benítez -como él mismo manifiesta-, y alto mando militar de la N.A.S.A., le confió, y que J. J. dio a conocer al mundo -¡”y, el mundo no le creyó”!- a través de aquel capítulo de televisión, llamado: “MIRLO ROJO”, sorprendentemente, ¡¡aparecen unos obeliscos perfectamente alineados y en formación!! Entonces, ¡todo encaja!
Resumiendo. Parravicini, avala y demuestra con esa simple y sencilla sicografía que, la muy breve filmación, pero no la de las ruinas de la edificación que dura 14 minutos, sino la de los 30 ó 33 OBELISCOS de la Luna, y que aparece en la película: “MIRLO ROJO”, ¡ES AUTÉNTICA! Y, por consiguiente, si esa corta filmación es real, entonces, y por simple deducción lógica, TODA LA DOCUMENTACIÓN, altamente confidencial, sobre las construcciones que hay en la cara oculta de la Luna y que aparece en: “MIRLO ROJO”…, ¡ES AUTÉNTICA!, ¡INCLUIDA LA DESCONCERTANTE E INCREÍBLE FILMACIÓN DE 14 MINUTOS DE DURACIÓN QUE HICIERON LOS ASTRONAUTAS DEL APOLO XI EN LA CARA OCULTA DE LA LUNA!
Podemos creer, o no, en las declaraciones que han hecho sobre la cara oculta de la Luna, ingenieros, astrofísicos y científicos que trabajaron para la NASA, como por ejemplo, Richard Hoagland, y otros; incluso podemos creer, o no, en las declaraciones que han hecho ex-astronautas, como -entre otros- Edgar Michell, que fue el sexto hombre en pisar la Luna; podemos creer, o no, en las declaraciones de militares de alto rango, ya retirados, que trabajaron en bases militares ultrasecretas, como -entre otros- Robert Deam, ex-comandante de la OTAN; ex-militares como -entre otros- William Cooper condecorado con la medalla del Elogio Naval V; etc., etc., pero la sicografía del buen Parravicini sobre los obeliscos “alineados” que hay en la Luna, ¡ESTÁ AHÍ!, “la podemos ver y tocar” y, es, en sí misma, una prueba de la absoluta veracidad de “MIRLO ROJO”.
Es verdad que hay sicografías-profecías de Parravicini de difícil interpretación, por el momento, pero la que se refiere a “los obeliscos de la Luna HABLARÁN UN DÍA Y….” no deja lugar a dudas, pues ésta, hasta un niño sabría interpretarla. Hablarán UN DÍA…, sí, porque los jeroglíficos, similares a los egipcios, que se encuentran en todos y cada uno de esos obeliscos hablan no sólo del verdadero origen del ser humano sino también de la Historia de todas las civilizaciones que han existido sobre la Tierra desde tiempos inmemoriales…, ¡y destrozarán la voz del hombre!, como dice Parravicini.
Evidentemente, los escépticos, y detractores del buen Benjamín Solari Parravicini, alegarán que algunas sicografías-profecías no se han cumplido… Y, es cierto, algunas no se han cumplido AÚN, y “algunas” otras, que se refieren al futuro, no se cumplirán jamás, por ejemplo las que apuntan a un conflicto bélico (ver: ¡”La 3ª Guerra Mundial…, NO sucederá”!) mundial y nuclear y, sobre todo, las que hagan referencia “a la fecha” del Final de los Tiempos. Ya fue, dicho y escrito: “Nadie sabe el día ni la hora”. Ni siquiera el buen Parravicini. ¡Nadie puede, ni debe, saberlo! Sencillamente, porque, el futuro no es más que una “probabilidad”, y puede ser alterado.
El futuro, lo estamos construyendo ahora mismo, pues el futuro será el resultado de los deseos, actos y decisiones que tome la Humanidad, en su conjunto. El futuro será lo que desee el género humano. Si nuestro mundo no termina de despertar y continúa su inercia con el estado actual de degeneración, de indiferencia, ceguera, “ego”-ísmo, y, en definitiva, falta de amor y compasión…, encontrará un futuro acorde a ello, pero a nada que cambie “algo” en los corazones de una parte de la Humanidad…, el futuro que se presentará será más luminoso y cristalino.
Y, el hecho de que algunas profecías de Parravicini no se hayan cumplido, no desacredita para nada la obra profética de este gran profeta contemporáneo.
Autor: Mario Zorrilla G.
articulo publicado en--despierta cordoba
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