domingo, 10 de agosto de 2014

Ollantaytambo


Ollantaytambo es un poblado y sitio arqueológico incaico, capital del Distrito de Ollantaytambo , situado al sur del Perú, a unos 90 km al noroeste de la ciudad del Cuzco.

Durante el incanato, Pachacútec conquistó la región y construyó el pueblo y un centro ceremonial. En la época de la conquista sirvió como fuerte de Manco Inca Yupanqui, líder de la resistencia inca. Es la única ciudad del incanato en el Perú que aún es habitada.


Se trata de uno de los complejos arquitectónicos más monumentales del antiguo Imperio inca, comúnmente llamado «Fortaleza», debido a sus descomunales muros, fue en realidad un Tambo o ciudad-alojamiento, ubicado estratégicamente para dominar el Valle Sagrado de los Incas.


El tipo arquitectónico empleado, así como la calidad de cada piedra, trabajada individualmente, hacen de Ollantaytambo una de las obras de arte más peculiar y sorprendente que realizaron los antiguos peruanos, especialmente el Templo del Sol y sus gigantescos monolitos.


Las calles rectas, estrechas y pintorescas hoy forman quince manzanas de casas ubicadas al norte de la plaza principal de la ciudad, que constituyen en sí un verdadero legado histórico. Algunas casas de tipo colonial están construidas sobre hermosos muros incaicos pulidos con finura. Los tonos de la piedra son alegres, de un color de flor petrificada, rosa oscuro. En la plaza principal un gran bloque de perfectas aristas encaja en una doble hilera sus quince ángulos de estrella terrestre.


Dos son las leyendas que tratan de explicar el origen de la ciudad y en definitiva el comienzo de los incas .... 

Leyenda de Ollantay

Esta leyenda cuenta la historia de amor entre Ollantay (un admirado y querido guerrero) y Cusi Coyllur (hija del rey inca Pachacútec). Los jóvenes mantenían una relación prohibida, ya que ella era de la nobleza y, a ojos del rey, él era poca cosa para aspirar a desposar a la hija del Inca, que debía casarse con alguien de su misma clase social. Ante la negativa del padre los jóvenes decidieron casarse en secreto pensando que así Pachacutec aceptaría la relación, pero esto lejos de aplacar su carácter esto le provocó un gran enfado e hizo enviar recluida a su hija al Templo de Acllahuasi, la casa de la sacerdotisa suprema del Sol (en Pachacamac).

Ollantay, que fue retenido en su cuartel, preso de la melancolía llegó a la conclusión de que las leyes del Imperio Incaico eran injustas y reunió a un grupo de guerreros que desde Ollantay-Tampu se rebeló contra Pachacutec. El Inca tras 10 años de arduas batallas y capturar a Ollantay decidió aceptar el matrimonio que vivió feliz en Cuzco.



La leyenda de Tunupa ....

Otro mito se basa en la existencia de un dios abstracto, pese a que los incas tenían dioses que podían ver como el rayo, las estrellas, la luna, el arcoiris y el sol. La única deidad abstracta que tuvieron los incas: Viracocha, el hacedor de todo. La identificación que le daban a Viracocha era la de una persona longeva con barba y una corona.

Cuenta la leyenda que este dios abstracto envió a una persona a la Tierra para que empezara a poblarla, con una apariencia de tez blanca, con barba, una corona y gran bulto en la espalda donde cargaba con las plantas más importantes (maíz, papa y coca). Este emisario se llamaba Tunupa. Portaba un cetro con el que iba golpeando la tierra y allá donde lo hacía salían grupos de gente, de esta forma comenzó a poblarse la tierra.

Ahora bien, la creación del imperio inca, cuenta la fábula que se debe a Manco Cápac, un personaje que salió del Lago Titicaca, puesto allí por el astro sol con la misión de fundar un gran imperio que fuera gobernado sabiamente y donde las gentes vivieran en bienestar y felicidad: el Imperio Inca. Manco Cápac fundó la ciudad de Cuzco, capital del imperio, en el lugar donde se hundió la barra de oro que recibió del Sol, cosa que ocurrió en el cerro Huanacaure, cerca de Cuzco.

La cuestión es que en Ollantaytambo se mezclan ficción y realidad, porque al hilo de esta última leyenda, en la colina de Pinkuylluna se intuye la cara de un hombre que se cree que podría ser el citado Tunupa o el propio Dios Viracocha y unas construcciones sobre las que se ha especulado mucho... Será una simple pareidolia o fue realmente esculpida esa cara? 


Pero la cara de Tunupa - Viracocha no es la única que se distingue en el cerro, en el extremo izquierdo de la montaña se puede apreciar el perfil de un inca con su típico tocado en la cabeza. Su ubicación que en principio pudiera aparentar ser un capricho orográfico no parece aleatoria, sino que fue esculpida en la montaña para cumplir una función astronómica relacionada con la previsión de las estaciones y así estimar los ciclos de cultivo.



Sin duda, Ollantaytambo es una de las obras de la arquitectura inca más impresionantes, aunque se dice que no llegó a ser concluido, es imposible no admirar el perfecto engarce de los 6 monolitos de piedra que llegaban a pesar 90 toneladas.


En su superficie destaca el típico grabado en forma de escalera, llamado chakana, que simboliza las tres fases del Mundo andino: el "Hanan Pacha" (mundo celestial), el "Kay Pacha" (mundo viviente) y el el "Ukhu Pacha" (el mundo subterráneo).




Pero vayamos al grano ...

El Templo del Sol de Ollantaytambo se construyó con granito rosa y la cantera de donde se extrajo este granito está a 4 km de distancia, esta cantera actualmente se conoce como Kachiqhata.
Lo curioso, es que hasta el momento no se le ha encontrado explicación a la obtención, corte y transporte de los bloques de piedra. Aún así, si algo llama la atención en las construcciones incas son los perfectos cortes efectuados en las rocas antes de su colocación. Cortes de una finura tal que es imposible que hayan sido realizados mediante percusión o mediante el empleo de cinceles. 

Se manejan algunas hipótesis que aluden a que éstos fueron realizados con una especie de sierras hechas de hilos u hojas de algún material capaz de cortar la roca, quizás de cobre o cuarzo ayudado de agua y algún material abrasivo, como pudiera ser la arena, pero con esta técnica los hilos se calientan y se ablandan, por lo que realmente se desconoce cómo lo hacían.

Otra cosa que deja boquiabierto al visitar las construcciones incas es la forma en que se ensamblaban las rocas. Las estructuras incas parecen auténticos rompecabezas en los que ninguna piedra parece dejarse al azar. Es más, ninguna pieza se repite en forma, por lo que parecen trabajos escultóricos. Cómo se transportaron, cortaron, pulieron e izaron es todo un misterio!



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