martes, 1 de abril de 2014

Existen Evidencias de una Misteriosa Conexión Extraterrestre?

Imagen 41La desaparición reciente, sin dejar rastro, del avión de Malaysia Airlines que volaba entre Kuala Lumpur y Beijing con 239 personas a bordo, ha desatado toda una serie de especulaciones, incluida la de una posible abducción por parte de una nave alienígena o la de un misterioso túnel espacio-temporal. Y es que el Boeing no envió ninguna señal de alarma tras su despegue, y las condiciones meteorológicas eran buenas para el vuelo. El misterio se acrecienta con el paso de los días. Puede que finalmente el desenlace de este drama sea menos misterioso de lo que parece, pero de todas maneras me sirve de base para iniciar este artículo. Desde tiempos inmemoriales se cree que los océanos representan un ambiente hostil y peligroso para el hombre. Tanto en la tierra como en algunas áreas de los océanos se han experimentado anomalías misteriosas. El área más conocida es seguramente el triángulo de las Bermudas, un área triangular del Océano Atlántico cuyos vértices serían el archipiélago de las Bermudas, la Isla de Puerto Rico y la punta de la península de Florida. ¿Sería posible que seres humanos fuesen abducidos fuera de este planeta para que en su lugar de destino trabajen al servicio de otras razas más adelantadas? En un primer momento uno puede pensar que ninguna raza, por avanzada y superior que sea a nosotros, tiene el derecho de cometer esta fechoría. Somos seres racionales y por tanto tenemos nuestros derechos y no se nos puede tratar como si fuésemos animales. Sin embargo, hace sólo tres siglos no pensábamos igual, cuando fuimos a África a cazar a los pobres negros y encerrados en horribles bodegas de barcos que los trasladaban a América para que trabajasen como esclavos. Los cultos y cristianos colonos blancos trataban a los que tenían la suerte de llegar vivos como si fuesen animales; los amarraban, los domaban a palos si hacía falta, los compraban y vendían como una mercancía más, y hasta consideraban de su propiedad a los hijos de sus esclavas. Y si mal lo hicimos en África, peor lo hicimos en América, en donde acabamos con razas enteras y arrasamos culturas que eran mucho más antiguas que las nuestras. La historia humana es un conjunto de abusos de los pueblos fuertes sobre los débiles y de las castas superiores sobre las inferiores. ¿Podemos ahora quejarnos de que otros más fuertes que nosotros hagan lo mismo que nosotros hicimos con los más débiles? Y esto por no hablar de los animales, con los que hemos cometido toda suerte de crímenes por la sola razón de que se supone que nosotros somos más inteligentes que ellos.
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Pero, ¿estamos realmente amenazados de ser transportados involuntariamente fuera de nuestro planeta? ¿A dónde y con qué fin? Según nos explica el ufólogo Salvador Freixedo, existirían planes para ir preparando una colonia terrestre en algún otro planeta, en parte como un comienzo de nuestra apertura y salida hacia el Cosmos y en parte para tener un lugar donde pudiese refugiarse un grupo de escogidos, en caso de que, por causa de cualquier cataclismo natural o provocado, la Tierra se hiciese inhabitable. Este plan es el llamado «Alternativa 3», y está basado en un hecho histórico. En 1957, un grupo de científicos de primera categoría se reunieron en Huntsville (Alabama, USA) y llegaron a la conclusión de que nuestro planeta está abocado inexorablemente a un proceso de deterioro irreversible debido a una industrialización irracional y suicida a que lo hemos sometido en los últimos años y debido a la imparable carrera atómica en que nos han metido la estupidez de los dirigentes políticos y militares. En 1963 hubo en Iron Mountain (USA) otra reunión de científicos y una de sus conclusiones para lograr que la humanidad se comportase mejor fue la de meterle miedo con posibles invasiones extraterrestres. Esto nos hace pensar que cabe muy bien la posibilidad de que, según esta conclusión de Iron Mountain, se les estén achacando a seres extraterrestres muchas de las acciones que en la actualidad están siendo cometidas por terrestres muy poderosos, con un desmedido deseo de hacerse dueños del planeta entero. En la reunión de Hunsville, los sabios allí reunidos discutieron varias alternativas. En primer lugar pensaron en bombardear la atmósfera para abrir huecos o «chimeneas» en el dióxido de carbono que allí se ha estado acumulando y que al producir el «efecto invernadero» hacen que el planeta se esté recalentando rápidamente. Desechada esta alternativa, se discutió la segunda, que consistía en construir grandes ciudades subterráneas y usar las inmensas galerías que ya en la actualidad existen, construidas por antiquísimas civilizaciones que se vieron en las mismas circunstancias que en la actualidad nos amenazan a nosotros. Esta segunda alternativa también fue desechada. Apareció entonces la tercera alternativa, propuesta por uno de aquellos científicos que sabía lo que los otros desconocían, por haber sido hasta entonces y seguir siendo en la actualidad un secreto conocido por muy pocas personas: La relación mantenida por los gobiernos de USA y de la URSS con seres extraterrestres que, a cambio de cierta permisividad para sus actividades en nuestro planeta, entregarían una tecnología avanzadísima. Mediante ella se haría posible el traslado rápido y masivo de seres humanos a otros lugares fuera de nuestro planeta.

La Alternativa tercera (A-3) fue aceptada, y consistía, en concreto, en crear en Marte una colonia de seres humanos selectos, aunque ello conllevase algunas consecuencias muy desagradables. Lo que la mayoría de aquellos hombres de ciencia no sabían es que su «Alternativa 3» sería enseguida llevada a la práctica, con terribles modificaciones, ya a finales de la década de los años cincuenta por un grupo secretísimo de rusos y norteamericanos con la ayuda de los extraterrestres. Estructuraron todo un proyecto, que más tarde se convirtió en un vasto plan, en el que, más o menos conscientemente, trabajaban miles de personas en todo el mundo, aunque sin conocer a fondo ninguna de ellas todo el alcance del mismo. Las ideas fundamentales de A-3 eran las siguientes: Básicamente se trataba de salvar o de preservar a la raza humana. Por tanto, todas las injusticias que para ello hubiera que cometer estarían justificadas por tan importantísimo fin. El proyecto estaría dirigido por 16 personas, ocho norteamericanos y ocho rusos, que se reunirían periódicamente bajo los hielos del polo ártico. Se contaría para ello con tecnología cedida por extraterrestres. Las personas trasladadas a Marte, y aquí radica la parte tétrica del proyecto, serían de dos categorías: 1) los «trasladados elegidos», que serían los encargados de dirigir todos los aspectos de la construcción de la nueva colonia, y 2) las «remesas», mucho más abundantes, que estarían formadas por gente normal. Los «trasladados elegidos» serían voluntarios, aunque no se les dijese toda la verdad del proyecto, y serían reclutados entre personas cualificadas por sus conocimientos, mientras que las personas de las «remesas» harían el papel de obreros y serían secuestrados a la fuerza, siendo sometidos a fuertes tratamientos psico-fisiológicos que además de incapacitarlos para la procreación, los convertiría en seres obedientes y sin capacidad de rebelión. Una especie de «zombis». El viaje hasta Marte se realizaría en ovnis, haciendo una primera parada en la Luna, en donde existen varias bases. Allí serían trasladados a otras naves para dar el gran salto hasta Marte. En el planeta escogido para la nueva colonia de los humanos, contrario a lo que la NASA ha dicho, hay una atmósfera de aire respirable por el hombre. Todo el proyecto estuvo detenido durante un tiempo debido a una enorme catástrofe, fruto de un sabotaje, que tuvo lugar en la principal base de la Luna. En ella habrían perecido cientos de humanos. Hasta aquí los rasgos fundamentales de A-3. Salvador Freixedo, ufólogo e investigador español de temas paranormales, aporta citas de dos personajes muy envueltos en toda esta problemática. La primera es del astronauta Edgar Mitchell, que pilotó el Apolo XIV y que más tarde dimitió para fundar en California un Instituto para las Ciencias Mentales. Nos describe así sus pensamientos cuando desde la Luna contemplaba nuestro planeta: “Me inundó un sentimiento patético; una especie de angustia. Aquel planeta tan increíblemente hermoso que era la Tierra… mi hogar… que no era más grande que mi pulgar… una joya azul y blanca contra un cielo de terciopelo negro… ¡estaba siendo exterminada!”. Dos años más tarde de su dimisión, en 1972, le hizo esta confidencia al periódico Daily Express: «Nuestra sociedad sólo dispone de tres caminos y el tercero es la alternativa más viable, aunque difícil».
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Otra persona bien enterada es el doctor Gerard O’Neill, profesor de estudios Aeroespaciales en la Universidad de Princeton y en el MIT de Boston. Pues bien, en una entrevista de la que nos hablan L. Watkins y D. Ambrose en su libro «Alternativa 3», después de hablar de los enormes problemas que en la actualidad existen en la atmósfera terrestre debido al «efecto invernadero», añadió que la solución será lo que él llamó «Isla 3», que sin los rasgos macabros de A-3 y sin necesidad de un traslado a Marte, tiene muchos puntos de contacto con «Alternativa 3». El doctor O’Neill desconocía los tratos secretos de rusos y norteamericanos y toda la tecnología que había sido recibida ya para entonces de los extraterrestres Sin embargo, dijo que tal tecnología existía ya y que la NASA había confesado que la poseía. Ivan Sanderson es un biólogo profesional que fundó la Sociedad para la Investigación de lo inexplicable en Columbia, Nueva Jersey. En 1972 escribió para la revista Saga que: “Hay doce cementerios del Diablo en todo el mundo”. Trazó las desapariciones de buques y aviones en todo el mundo, centrando la atención en 12 áreas, en las que las anomalías magnéticas estaban vinculados a una amplia gama de extraños fenómenos. Se dedicó a estudiar algunos patrones de fenómenos misteriosos, aprovechando al máximo la tecnología moderna de comunicación y el análisis de datos estadísticos. ¿Por qué determinados megalitos antiguos están colocados en determinados puntos, como Mohenjo-Daro , El Cairo , Perú , Isla de Pascua , Zimbabwe o Borneo, por nombrar algunos? Los sumerios, que tenían unos conocimientos muy desarrollados de astronomía, astrología, geometría sagrada y matemática, conocían esta red de líneas de fuerza magnética de la Tierra, también conocida como cuadrícula de energía global. L. A. Waddell dijo que encontró marcas sumerias en una de las piedras en Stonehenge y Alexander Thom, profesor de Ingeniería en la Universidad de Oxford, descubrió que los que construyeron Stonehenge sabían de los principios geométricos y matemáticos “Pitagóricos” miles de años antes de que Pitágoras naciese. Thom explicó que las piedras no sólo formaban dibujos geométricos en y alrededor del círculo, también se alineaban a características en el paisaje circundante y a las posiciones del Sol, la Luna y las estrellas más relevantes en momentos determinados, como por ejemplo cuando el Sol aparecía o desaparecía en el equinoccio o el solsticio y la Luna estaba en las posiciones extremas de su ciclo. Era un reloj astronómico gigantesco, Pero añadió que era algo más: ¡Era un receptor y transmisor de energía! La cuadrícula magnética de la Tierra consiste de líneas de energía magnética. Donde estas líneas se cruzan, la energía se mueve en espiral hacia un vórtice y donde muchas líneas se cruzan se tiene un vórtice enorme de energía. Éstos son los lugares de poder en que desde tiempos remotos se han localizado los sitios sagrados. El vórtice, o espiral, es una constante en todo el universo.

Nuestra galaxia es una espiral, el agua se mueve en espiral cuando se vacía por un agujero y la molécula de ADN que lleva nuestro código genético es una espiral doble. Hay un punto sobre una de las cuadrículas de la Tierra, llamado cuadrícula de Hartmann, donde doce de estas líneas de fuerza se reúnen y bajan hacia el interior de la tierra. Parece que está ubicado en Avebury, Inglaterra. Es el mismo lugar que los sumerios eligieron para construir sus círculos de piedra hace más de cinco mil años, así como también en otros sitios circundantes, tales como el gran túmulo de Silbury Hill. Estos lugares forman parte de una especie de circuito en el núcleo de la cuadrícula de energía, que afecta fundamentalmente la naturaleza del campo magnético de la Tierra. Avebury es un lugar increíblemente poderoso para una persona sensible a la energía. Es también el área en donde han aparecido la mayoría de los extraños círculos en los cultivos. Muchas culturas usan líneas rectas en sus caminos y en América del Sur estas líneas generalmente se dirigen a las cimas de las montañas. Las enigmáticas líneas de Nazca son un buen ejemplo de cómo las culturas antiguas hacían grandes “caminos” en línea recta. Y este mismo tipo de líneas conectan las antiguas pirámides mexicanas. La cultura chaco, familia de las tribus Anasazi de Nuevo México, cortan sus escaleras en los acantilados de arenisca para facilitar el mantenimiento de sus caminos rectos. Los indios Hopi tienen una leyenda que explica que el espíritu de Palongawhoya construyó estas líneas espirituales para la comunicación con los ancestros. Tal como antes hemos visto, en Gran Bretaña se han trazado miles de líneas Ley. Y los defensores de la teoría comenzaron a descubrirlas por todo el mundo, como Alemania y Australia. En el continente americano, por ejemplo, especulan que una línea de energía conecta el Monk’s Mound, un montículo artificial prehistórico, situado en la ribera del Mississippi, con Mystery Hill, cerca de Salem del Norte, así como con el desierto de Mojave y con el White Horse, en Uffington (Inglaterra). Las líneas y otros diseños grabados en el suelo de la llanura de Nazca, en Perú, se basan en el mismo concepto. Entre los dibujos encontrados en Nazca, las líneas ley encontradas van desde 8.2 m. la más pequeña hasta la más grande de 137 m., en sus 1295 km. cuadrados. También en China se encuentran los Lunng mei (‘Sendas del Dragón’), que parece se construyeron para atraer las energías positivas hacia el Emperador. Las primeras leyendas conocidas de estas Líneas de Poder nos llegaron desde la Gran Bretaña prehistórica. Los Druidas creían que esta energía se deslizaba como una serpiente a través del suelo como las corrientes telúricas. La religión druídica creía que estas líneas telúricas son vías espirituales que recubren todo el planeta. Creían también que estas energías nacían del tránsito acuífero de los subsuelos o de las grietas de terrenos que entran en fricción, al igual que de los magmas subterráneos del planeta. Así pues, en la creencia druida; estas energías serían la manifestación misma de la vida sobre la tierra y el origen de su fertilidad.
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Algunos de sus lugares sagrados son Glastonbury o la catedral de Chartres, erigida sobre un antiguo bosque sagrado de los celtas galos. Una zona de vórtice energético en España puede encontrarse en la montaña de Montserrat, cerca de Barcelona. También se afirma que el camino de Santiago transcurre por una línea Ley. De igual modo creían que esas energías cruzaban los cielos y el interior de la tierra, a modo de cauces energéticos que, en ciertos parajes concretos, daban una condición específicamente benéfica a la acción de las corrientes telúricas del subsuelo, y creaban allí un lugar privilegiado, que los druidas marcaban mediante menhires o dólmenes. Posteriormente estos lugares se convertirán en centros rituales y ceremoniales, donde para acrecentar o favorecer esas manifestaciones energéticas, se cultivaba con danzas e invocaciones. Se considera que hay un gran vórtice en cada continente y el centro de cada vórtice se consideraba un lugar sagrado. Desde este centro sagrado, el vórtice se expande de un modo circular y su radio se extiende por cientos de kilómetros. Todos los vórtices se expanden y se contraen de acuerdo a complejas condiciones que pueden afectarles y los vórtices también tienen profundidad y altura. Así, la superficie total de un vórtice terrestre es esférica, con extensiones verticales hacia la atmósfera y en una dirección subterránea para conectar con las estructuras más profundas de la Tierra. Mitos y leyendas iluminan la función de cada vórtice. Cada vórtice es dinámico u lleno de energías sutiles. En algunas situaciones, estas fuerzas giran y ascienden tanto en sentido de las agujas del reloj como en sentido contrario. En otras circunstancias, la fuerza de un vórtice puede seguir una línea recta a lo largo de los conocidos como sendas de Dragón o líneas Ley. Estos caminos conectores son análogos a los sistemas nerviosos, circulatorios o energéticos humanos. Las grandes arterias Ley de la Tierra conectan entre si los grandes vórtices continentales. La Tierra está interrelacionada con el resto del sistema solar. En particular, los ritmos de la luna y del sol son vitales para el funcionamiento terrestre. También los variados movimientos de la Tierra son muy importantes. Todos estos movimientos terrestres, lunares o solares tienen un profundo efecto en los vórtices terrestres y cada vórtice tiene su propio lugar en el tiempo. Es importante recordar que su continua interacción entre ellos es la clave para una mayor calidad de vida en el planeta. Ningún vórtice terrestre actúa aislado de los demás.

Hay una aparente conexión de todo esto con otros hechos que, aunque parecen alucinantes, están apoyadas por hechos comprobados y terribles. En efecto, varios enigmáticos fenómenos han sido descritos por marineros y aviadores a lo largo de la historia. Incluso Cristóbal Colón escribió en su diario que vio misteriosas bolas de luz flotando en las aguas de esta enigmática parte del Océano Atlántico. Los investigadores han postulado varias hipótesis para justificar los fenómenos que desafían las leyes de la física y la misteriosa desaparición de aviones y buques, tales como la presencia de un túnel espacio-tiempo, producido por distorsiones magnéticas de un fenómeno que aún se desconoce. Hay quienes piensan que en la parte inferior del triángulo de las Bermudas existe una gigantesca pirámide de cristal, un generador de energía de gran antigüedad, que provocaría el mal funcionamiento y que sería un remanente de la mítica civilización de la Atlántida, hundida hace unos 13 mil años en el océano Atlántico. Frente a la costa sudeste de los Estados Unidos, en el Atlántico Occidental, existe una zona que forma lo que se ha denominado un triángulo. Se extiende desde las Bermudas, por el Norte, hasta el sur de la Florida; va hacia el Este, hasta un punto situado a través de las Bahamas, más allá de Puerto Rico, a unos 40 grados de longitud Oeste, y luego regresa hacia las Bermudas. Esta zona ocupa un lugar inquietante, casi increíble, en el catálogo de los misterios no resueltos del mundo. Habitualmente se le llama el Triángulo de las Bermudas, donde más de cien barcos y aviones han desaparecido en medio de una atmósfera transparente. La mayor parte de las desapariciones han ocurrido desde 1945, y desde entonces se han perdido allí más de mil vidas humanas, sin que se haya podido recuperar ni un solo cuerpo, ni siquiera un trozo de los restos de los aviones o barcos desvanecidos. Pese a que hoy los viajes por mar y aire son mucho más frecuentes y las investigaciones son más detalladas y precisas, las desapariciones se siguen produciendo. Muchos de estos aviones se perdieron mientras estaban en contacto por radio con sus bases o con sus lugares de destino, contacto que se mantuvo normalmente hasta el momento mismo de la desaparición. Otros enviaron los más extraordinarios mensajes radiales, dando a entender que no podían hacer funcionar sus instrumentos, que sus compases giraban locamente, que el cielo se había tornado amarillo y brumoso (en un día claro) y que el océano (sereno en los alrededores) “no parecía normal“, sin precisar qué era lo anormal.
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El 5 de diciembre de 1945, un grupo de cinco aviones que formaban una escuadrilla de Avengers TBM de la Marina de los Estados Unidos, y que viajaban en misión desde la base aeronaval de Fort Lauderdale, más el Martin Mariner enviado en su rescate, desaparecieron y fueron objeto de una de las operaciones de búsqueda marítimo-terrestre más intensivas jamás realizadas, pese a que nunca pudo localizarse ningún bote salvavidas, o mancha de aceite o restos de naufragio. Otros aviones, incluso de pasajeros, han desaparecido mientras recibían instrucciones para aterrizar. Como se ha señalado en los sumarios de la Junta de Investigación Naval, pareciera que se hubiesen ido volando por un agujero abierto en el cielo. Navíos grandes y pequeños se han perdido sin dejar rastro. Como si ellos y sus tripulaciones hubiesen sido arrastrados hacia otra dimensión. Algunos muy grandes, como el carguero Marine Sulphur Queen, de 129 metros de largo, o el Cyclops, de 19.000 toneladas, con 309 pasajeros a bordo, simplemente se desvanecieron. Otros barcos y lanchas han sido hallados a la deriva dentro del Triángulo, algunas veces con un animal como sobreviviente, un perro, o un canario, que no podían explicar lo ocurrido. Por cierto, hubo un caso en que un lorito hablador desapareció junto con la tripulación. Las pérdidas de barcos y aviones en el Triángulo de las Bermudas siguen ocurriendo hasta hoy. Ninguno de ellos es puesto dentro de la categoría de “búsqueda interrumpida” en los archivos de la sección séptima de la Guardia Costera sin que entre el público o los investigadores quede la sensación explícita o tácita de que existe alguna conexión entre el pasado y el actual fenómeno del Triángulo de las Bermudas. Da la impresión de que el número de personas que piensan que ocurre algo muy grave en esta área es cada vez mayor. Los recientes y numerosos informes acerca de aviones y embarcaciones que han sufrido experiencias increíbles dentro del Triángulo y supervivieron contribuyen a crear un nuevo folklore del mar, pese a que la causa de la inexplicable amenaza que pesa sobre naves aéreas y marítimas en esta zona sigue rodeada del mismo misterio de siempre. Se han ofrecido las más variadas e imaginativas explicaciones sobre las presuntas pérdidas y muertes, aunque no se ha recuperado un solo cadáver. Algunas de ellas van desde las repentinas mareas causadas por terremotos hasta las bolas de fuego que explotan contra los aviones, pasando por ataques de monstruos marinos, trastornos espacio-tiempo que conducen hacia otra dimensión, torbellinos electromagnéticos o gravitacionales que hacen que los aviones se estrellen o los barcos se pierdan en el mar, capturas y secuestros por ovnis manejados por entidades de culturas sobrevivientes de la antigüedad, provenientes del espacio exterior o del futuro, y en busca de muestras de los actuales habitantes de la Tierra.

Décadas antes de que se sospechase la posibilidad de emitir rayos láser, Edgar Cayce, un vidente que murió en 1944, sostuvo que los antiguos Atlantes usaban cristales como fuentes de energía, que dichos cristales estaban localizados específicamente en la zona de las Bimini y que lo más probable era que posteriormente se hundiesen frente a la costa de Andros, en las Bahamas, donde han ocurrido muchas de las desapariciones. Según esta idea, una fuente de energía hundida a una profundidad de 1.600 metros al oeste de Andros estaría ejerciendo todavía una atracción ocasional sobre los equipos electrónicos de los barcos y aviones de la actualidad. En todo caso, la explicación del misterio parece estar relacionada con el mar, que es de por sí el más grande enigma de la Tierra. La verdad es que alrededor de tres quintas partes de la superficie del globo, constituidas por las profundidades abismales del océano, nos son casi tan desconocidas como los cráteres de la luna. Hace tiempo que hemos trazado un mapa de los contornos generales del fondo del mar: primero por medio de sondas mecánicas y más recientemente utilizando sonar, exploraciones submarinas y cámaras-sonda de gran profundidad. La actividad desplegada durante la guerra fría y la creciente utilización de flotas submarinas, pese al peligro experimentado por la marina francesa en las actividades submarinas en el Mediterráneo y por la de los Estados Unidos en el Atlántico, contribuirían considerablemente, si los materiales fuesen publicados, a hacer mayor nuestro conocimiento del fondo del mar. Sin embargo, las partes más profundas del océano todavía podrían reservarnos sorpresas considerables. Es posible que las planicies abisales y los cañones y hendiduras contiguas contengan una fauna inesperada. En el Océano Indico se descubrió en 1938 que el supuestamente extinguidocoleocanto, un pez prehistórico, dotado de extremidades residuales, aún existía. Se trata de un pescado azul, de cuatro miembros, que era muy abundante hace alrededor de sesenta millones de años. Existen descripciones detalladas, provenientes de observadores dignos de confianza, sobre una “serpiente marina“, en que se explican las características de ciertas criaturas marinas que tienen una estructura muy parecida a la del monosaurio del Plioceno, o del ictiosaurio, y que aparentemente viven todavía en las profundidades abisales. El monstruo de Loch Ness, al que se le llama cariñosamente “Nessie” y que ha sido fotografiado varias veces, aunque en forma borrosa, podría ser una versión menor de estos gigantescos “peces lagartos“, que es como se traduce su nombre griego, Ichthyosaurus.
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El oceanógrafo danés Antón Bruun observó en una ocasión un renacuajo de casi dos metros de largo, similar a una anguila, que había sido pescado por un barco de arrastre y que se hallaba en estado larval. Si hubiese llegado a su edad adulta, creciendo proporcionalmente, habría llegado a medir 22 metros de largo. Aunque no se ha recogido ningún ejemplar de calamar gigante, hay diversos indicios de que podrían ser tan grandes como algunas de las legendarias “serpientes marinas“, e incluso de que podrían ser las propias serpientes de mar vistas por tantos observadores. Se puede calcular el tamaño de estos calamares gigantes por medio de los restos de esqueletos que se encuentran ocasionalmente y también gracias a las marcas en forma de disco encontradas en los lomos de algunas ballenas. Los tentáculos de los calamares succionan el pigmento de la piel de las ballenas y dejan la huella que sugiere titánicas batallas en las profundidades. A este respecto podemos mencionar que el kraken es una criatura marina de la mitología escandinava y finlandesa descrita comúnmente como un tipo de pulpo o calamar gigante que, emergiendo de las profundidades, atacaba barcos y devoraba a los marinos. La leyenda puede realmente haberse originado de avistamientos de calamares gigantes reales que se estima tendrían de 13 a 15 metros de largo, incluyendo los tentáculos. Aunque el nombre kraken nunca aparece en las sagas noruegas, hay monstruos marinos similares, el hafgufa y lyngbakr, ambos descritos en la saga Örvar-Oddr y en los textos noruegos de 1250, Konungs skuggsjá. Carolus Linnaeus incluyó al kraken como cefalópodo con el nombre científico deMicrocosmus en la primera edición de su Systema Naturae (1735), una clasificación taxonómica de organismos vivos, pero excluyó al animal en ediciones posteriores. El kraken también es extensivamente descrito por Erik Pontoppidan, obispo de Bergen, en su Historia Natural de Noruega (1752). Cuentos antiguos, incluyendo los de Pontoppidan, describen al kraken como un animal “del tamaño de una isla flotante“. Se decía que el dorso de un kraken adulto tenía una longitud de 2,4 kilómetros, cuyo verdadero peligro para los marineros no era la criatura misma, sino el remolino que creaba después de sumergirse rápidamente en el océano. Quizás fuese algún extraño tipo de nave, tal vez extraterrestre. Pontoppidan también describe el potencial destructivo de la gran bestia: “Se dice que si se aferra al mayor buque de guerra, podría tirar de él hasta el fondo del océano” (Sjögren, 1980). El kraken fue siempre distinto de las serpientes marinas, también comunes en la tradición escandinava.

Desde fines del siglo XVIII, el kraken se ha representado en varias formas, principalmente como grandes criaturas similares a pulpos, y a menudo se ha afirmado que el kraken de Pontoppidan podría haberse basado en observaciones de calamares gigantes por parte de algunos marineros. En las primeras descripciones, sin embargo, las criaturas eran más similares a cangrejos parecidos a pulpos y, en general, poseen rasgos que se asocian con las grandes ballenas en lugar de con los calamares gigantes. Algunos rasgos del kraken se asemejan a las actividades volcánicas submarinas que ocurren en la región de Islandia, incluida el agua burbujeante, las corrientes peligrosas y la aparición de nuevos islotes. En 1802, el francés Pierre Dénys de Montfort reconoce la existencia de dos tipos de pulpos gigantes en Histoire Naturelle Générale et Particulière des Mollusques, una descripción enciclopédica de moluscos. Montfort afirma que el primer tipo, el pulpo kraken, ha sido descrito por los marineros noruegos y balleneros de América, así como antiguos escritores como Plinio el Viejo. Sobre la segunda categoría más grande, el pulpo colosal, se informó acerca de un ataque a un buque velero de Saint-Malo, frente a las costas de Angola. Montfort luego se atrevió a hacer más afirmaciones. Él propuso que diez barcos de guerra británicos, incluyendo el navío de línea Ville de Paris, que misteriosamente desaparecieron una noche en 1782 debieron ser atacados y hundidos por pulpos gigantes. Desafortunadamente para Montfort, los británicos fueron hundidos por un huracán cerca de la costa de la isla de Terranova, tal y como se supo a través del relato de los supervivientes delVille de Paris. La carrera de Pierre Dénys de Montfort nunca se recobró y murió hambriento y pobre en París alrededor de 1820. En defensa de Pierre Dénys de Montfort, cabe señalar que muchas de sus fuentes, para el “pulpo kraken” probablemente describen al verdadero calamar gigante, cuya existencia se probó en 1857. En 1830, posiblemente influido por el trabajo de Pierre Denys de Montfort, Alfred Tennyson publicó su popular poema El kraken, que difundió la idea del kraken. El poema, en sus tres últimas líneas, también tiene similitudes con la leyenda del Leviatán, un monstruo marino, que subiría a la superficie en el final de los días. Leviatán es una bestia marina del Antiguo Testamento, a menudo asociada con Satanás, creada por Dios. El término Leviatán ha sido reutilizado en numerosas ocasiones como sinónimo hoy en día de gran monstruo o criatura. La descripción de Tennyson aparentemente influyó en Julio Verne que imaginó al famoso calamar gigante en su obra Veinte mil leguas de viaje submarino, en 1870. Verne también hace numerosas referencias al Kraken y al obispo Pontoppidan en la novela. Hoy en día se han encontrado varias pruebas de existencia de calamares gigantes en las profundidades del mar, de aproximadamente 15 a 20 metros.
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Aunque siempre estamos aprendiendo más acerca de la vida en las profundidades del océano, la mayor parte de nuestras observaciones y de nuestras capturas de ejemplares han sido casuales, como podría ocurrir, para hacer una analogía, con exploradores del espacio que hubiesen lanzado redes desde sus naves espaciales en diversas regiones de la Tierra, para luego recogerlas con lo que pudiesen haber encontrado. Incluso las criaturas marinas que ya nos resultan familiares presentan ciertos misterios en sus migraciones y hábitos procreativos. Por ejemplo, las anguilas de Europa interior y América, que se encuentran para la procreación en el mar de los Sargazos y desde el cual sólo los nuevos ejemplares regresan a los lugares de origen de sus padres. También los atunes, que inician su emigración frente a las costas del Brasil, viajan a Nueva Escocia y luego a Europa y entonces sólo algunos siguen hacia el Mediterráneo. Asimismo las langostas de púas, que caminan sobre el fondo del mar, descendiendo por la plataforma continental y siguiendo luego hacia abajo, rumbo a un destino ignorado en la llanura abisal. Pero al área de las Bermudas no es el único lugar del planeta donde existen los misteriosos y enigmáticos fenómenos antes relatados. Entre otros misterios, se pueden citar las grandes fosas de los océanos, que curiosamente tienen aproximadamente la misma profundidad, uno 11.000 metros, algo asombroso, por lo que es increíble que existan criaturas vivientes en el fondo, bajo enormes presiones. También son remarcables las corrientes oceánicas, que son como los grandes ríos del mar. Algunas son de superficie y su profundidad es variable, mientras otras fluyen a centenares de metros de profundidad y a menudo en direcciones distintas a las de la superficie. O la corriente de Cromwell, en el Océano Pacífico, que hace algunos años subió a la superficie y luego retornó a su nivel submarino. Casi todas estas corrientes giran. Las del Hemisferio Norte como las manecillas del reloj, y las del Hemisferio Sur en sentido contrario. Pero hay una excepción, como la corriente de Bengala, que fluye sin girar. Los vientos y las olas son otros tantos misterios. Las tormentas más violentas y repentinas se producen básicamente sólo en dos lugares: en el Caribe y en la región atlántica occidental, en forma de huracanes, y en el sur del Mar de la China, en forma de tifones. Sin embargo, algunas veces aparecen olas enormes en medio de mares habitualmente serenos. Se cree que estas olas provienen de deslizamientos de tierra submarinos o de terremotos que pasan inadvertidos en la superficie y no aparecen en las previsiones meteorológicas. En la actualidad, la riqueza mineral del océano es incalculable y la extracción y explotación de estos depósitos minerales,   además de las   del petróleo, podrían afectar considerablemente la situación de los océanos.

El manto protector del mar cubre también tesoros y vestigios de civilizaciones pasadas. Muchas de ellas resultan evidentes en las bajas aguas costeras de la plataforma continental del Mediterráneo y el Atlántico, pero otras podrían yacer, por ejemplo, a unas profundidades de más de 1.500 metros, frente a la costa del Perú. Allí se han fotografiado columnas talladas emplazadas entre lo que podrían ser edificios sumergidos, prueba de tremendos hundimientos de tierra que podrían haber ocurrido en un remoto pasado. En muchas zonas de los mares del mundo, desde la perdida Atlántida en el centro del Atlántico, hasta las Bahamas o el Mediterráneo Oriental, perviven historias de civilizaciones sumergidas. Por ejemplo, los misterios de la isla de Pascua y otras civilizaciones perdidas del Pacífico Sur, o la posibilidad de la existencia de una cultura ahora enterrada bajo el hielo de la Antártida, que habría existido allí antes del desplazamiento de los polos. Hay algunas áreas del fondo del mar que parecieran estar en constante movimiento. En mayo de 1973, parte de la fosa de Bonin, cerca de Japón, subió casi dos mil metros. La mayoría de los cien mil terremotos que se producen todos los años a lo largo de la cordillera del centro del Atlántico ocurren en el lugar donde, según se supone, estaba ubicada la legendaria Atlántida. Existe también el misterio del “fondo falso“, frecuentemente revelado por investigaciones con sonar, a gran profundidad. Dichas pesquisas revelan a menudo que la profundidad es mucho mayor que la que antes se había supuesto y más tarde vuelven a arrojar el resultado primitivo. Se ha supuesto que este falso fondo es el resultado de la presencia ocasional de bancos de peces u otra variedad de la fauna marina, tan compacta, que presenta una superficie sólida contra la cual rebota el sonar, proporcionando la información errónea. Los curiosos rayos brillantes de “agua blanca” de la corriente del Golfo constituyen otro misterio perturbador. Se ha pensado que podrían ser causados por bancos de peces fosforescentes, o por la marga agitada por los pescados, o por la presencia de radioactividad en el agua. En todo caso, el fenómeno resultó suficientemente notable como para que ya Colón lo comentase, hace cinco siglos, y fue también la última luz terrestre que pudieron ver los astronautas rumbo al espacio. Por último, tenemos la teoría de los continentes que se desplazan, al separarse uno del otro a lo largo del océano y alejarse de su posición original, donde se hallaban agrupados formando un supercontinente. Esta teoría ha sido aceptada sólo recientemente y podría tener estrecha relación con la rotación, composición y comportamiento de la propia Tierra.
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Sin embargo, hay una diferencia entre estos múltiples misterios, que podrían ser finalmente resueltos y el que plantea el Triángulo de las Bermudas, que introduce un elemento de peligro para el viajero. Es verdad que todos los días un gran número de aviones vuelan sobre el Triángulo, que barcos grandes y pequeños navegan por sus aguas y que innumerable cantidad de viajeros visitan la región sin que se produzca ningún incidente. Además, barcos y aviones se han perdido y se siguen perdiendo en el mar y en los océanos del mundo por una serie de razones. Por cierto, debemos acordarnos de distinguir entre “perdido en el mar“, lo que sugiere el hallazgo de un naufragio o de ciertos restos identificables y “desaparecido“, que es el caso en que no se encuentra nada. Pero, en ninguna otra región, aparte del Triángulo de las Bermudas, han sido tan numerosas las desapariciones sin explicación. En ninguna se las ha registrado tan bien, ni han sido tan repentinas y acompañadas de circunstancias tan extrañas, algunas de las cuales llevan el elemento de la coincidencia hasta los límites de lo imposible. Muchas   autoridades marítimas o aeronáuticas podrían hacer la observación de que es perfectamente natural que algunos aviones, barcos o yates desaparezcan en una zona en que hay tantos viajes marítimos y aéreos, todos ellos sujetos a tormentas repentinas y a las múltiples posibilidades de accidentes y errores de navegación. Esas mismas autoridades comentarían, tal vez, que el Triángulo de las Bermudas sencillamente no existe y que esa denominación en sí es errónea, y constituye un misterio fabricado para divertir a los lectores curiosos e imaginativos. Las líneas aéreas que sirven la región comprendida en el Triángulo de las Bermudas suscriben esta versión con un entusiasmo   fácil de   comprender,   aunque hay muchos pilotos experimentados que no están muy seguros de su inexistencia. Los que aseguran que el Triángulo no existe tienen razón, en cierto sentido, porque el área de las desapariciones inexplicables podría no ser un verdadero triángulo, sino más bien una elipse, o tal vez el segmento gigante de un círculo cuyo ápice estaría cerca de las Bermudas y cuyo fondo curvo se extendería desde la baja Florida hasta más allá de Puerto Rico, describiendo una curva hacia el Sur y el Este a través del mar de los Sargazos, y volviendo luego hacia las Bermudas. En general, los que más han estudiado el fenómeno están de acuerdo en su ubicación, aunque puedan diferir en detalles. Ivan Sanderson, que se ocupó del tema en su obra Invisible Residents (Residentes invisibles) y en numerosos artículos, llegó a la conclusión de que la zona tenía la forma de una elipse, o punta de diamante, y de que habría otras doce similares, esparcidas en todo el mundo a intervalos regulares; entre ellos, el tristemente célebre mar del Diablo, en el Japón.

John Wallace Spencer, en su obra El limbo de lo perdido, piensa que el área peligrosa sigue la plataforma continental. Parte de un punto frente a Virginia y se dirige luego al Sur, a lo largo de la costa norteamericana, y pasa más allá de Florida para continuar alrededor del Golfo de México. Cree también que la región incluiría los escalones submarinos de las islas del Caribe y la periferia de las Bermudas. Vincent Gaddis, autor de Invisible Horizons (Horizontes invisibles), traza su forma triangular aproximadamente dentro “… de una línea que va de Florida a las Bermudas, otra desde las Bermudas a Puerto Rico, y una tercera que vuelve a Florida a través de las Bahamas“. En cambio, John Godwin, en su libro This Baffling World (Este mundo sorprendente) sugiere que el “Mar de la Mala Suerte es una especie de cuadrado, cuyos límites se extienden entre las Bermudas y la costa de Virginia y cuyo extremo sur está formado por las islas de Cuba, Hispaniola y Puerto Rico“. Incluso la Guardia Costera de los Estados Unidos, que no cree en el Triángulo de las Bermudas, dan la siguiente información: “El Triángulo de las Bermudas, o del Diablo es una zona imaginaria situada frente a la costa Atlántica sudoriental de los Estados Unidos, que es conocida por la alta proporción de pérdidas inexplicables de barcos, pequeños botes y aviones. Los vértices generalmente aceptados del Triángulo son las Bermudas, Miami (Florida) y San Juan (Puerto Rico)“. Los meteorólogos se refieren con frecuencia al “Triángulo del Diablo” como un área limitada por líneas que van desde las Bermudas, hasta Nueva York, por el Norte, y por el Sur hasta las Islas Vírgenes, ondulando como un abanico hacia el Oeste y abarcando 75° de latitud Oeste. Si se observa un mapa en el que se indiquen las desapariciones importantes de barcos y aviones, podrá sacar sus propias conclusiones acerca de la forma del Triángulo de las Bermudas y verificar si es un triángulo, una elipse gigante, un cuadrado, o un fenómeno que se desplaza paralelamente a los escalones continentales y de las islas. En círculos marítimos se sabía hace mucho tiempo que numerosos barcos habían desaparecido en esta zona y algunas de las anteriores desapariciones podrían haber contribuido a elaborar la leyenda del “Mar de los Barcos Perdidos“, ubicado en el mar de los Sargazos y parte del cual está situado dentro del Triángulo. Los registros concernientes a las desapariciones de barcos parecen indicar desapariciones de una frecuencia creciente desde la década de 1860, tal vez debido a que entonces hubo una información más detallada. Las desapariciones comienzan después de la Guerra Civil, descartando así posibles ataques de parte de los Confederados. Sin embargo, algunos meses después de la Segunda Guerra Mundial se produjo un incidente notable, que sugeriría que los aviones que vuelan sobre esta zona podrían desvanecerse del cielo por las mismas razones que han hecho que los barcos se pierdan en el mar. Ese fue el incidente que dio su nombre al Triángulo de las Bermudas.
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El Mar del Diablo, también conocido como el “Triángulo del Dragón“, es un área del Océano Pacífico que está frente a la costa sureste de Japón. Incluso en este caso es posible identificar un triángulo ideal cuyos vértices son representados por las islas de Honshu, Luzón y Guam. Aunque esta zona se ha hecho famosa por acontecimientos que han pasado desde tiempos inmemoriales, las leyendas dicen que esta zona del Océano Pacífico está habitada por demonios y monstruos que están esperando atacar a los incautos navegantes. Las narraciones más antiguas hablan de dragones que surgen de las profundidades para tragarse naves o islas y que se vuelven al fondo del mar sin dejar ni rastro. Pero, además de leyendas, existen hechos registrados que dan que pensar. Las numerosas desapariciones de barcos y aviones en la zona han obligaron al gobierno japonés a declarar la zona como una “zona peligrosa“. Según informes del escritor Charles Berlitz, Japón ha perdido en esta área cinco buques de guerra, que se desvanecieron sin dejar rastro. En 1955, el gobierno japonés comisionó una expedición en ese tramo del oceáno para arrojar luz sobre las misteriosas desapariciones y evaluar el peligro real y sus coordenadas geográficas. Pero nunca nadie hubiese esperado que el buque de investigación Haiyang Maru también desaparecería con todos los tripulantes a bordo, formada por marineros y científicos. Tras estos enigmáticos acontecimientos, numerosos investigadores independientes comenzaron un estudio exhaustivo sobre el Triángulo del Dragón. Entre estos destaca el trabajo de Ivan Sanderson, que incluye esta área en el Pacífico en su artículo “The Twelve Devil’s Graveyards Around the World” (Los doce cementerios del diablo alrededor del mundo), que Sanderson presento a la comunidad científica en 1972. Según la hipótesis de los investigadores existen 12 áreas como el triángulo de las Bermudas, colocados a intervalos de 72° y más precisamente localizadas sobre los 36º latitud norte y sur, cinco en el hemisferio norte, cinco en el hemisferio sur, así como de los polos norte y sur. Ivan Sanderson también dice que existen 12 áreas relacionadas con las misteriosas desapariciones de buques y aviones en todo el mundo. La razón por la que el Triángulo de las Bermudas es el más conocido, es debido a que es una zona con un alto tráfico aéreo y marítimo. No así las otras áreas que, aunque ubicados en lugares apartados, dan evidencia de anormalidades. Sanderson describió estas áreas como “Vórtices del Mal“. Sanderson había teorizado que las corrientes frías y calientes cruzando estos vórtices podrían crear interferencias electromagnéticas, que afectaría a los instrumentos de los buques, provocando su desaparición.

El Mar de los Sargazos se encuentra enel Océano Atlántico, entre las islas de las Antillas Mayores (oeste) y las Azores (este). Se sabe que allí proliferan las algas pertenecientes al género Sargassum. Estas algas, de color marrón, suben a la superficie en grandes cantidades, dando a ciertas áreas del Mar de los Sargazos un aspecto de una pradera. Otra cosa peculiar del mar de los Sargazos es el hecho de que siempre está en calma y, a pesar de estar en una alta latitud, el agua siempre esta inusualmente cálida. El mar de los Sargazos fue descubierto por Cristobal Colón el 16 de septiembre de 1492 en el primer viaje a América, cuando se encontraba a 1600 km de las Islas Canarias. Viendo las carabelas navegar en el medio de estas exuberantes manchas verdes, él pensó que estaba en las cercanías de la tierra y sondeo el fondo sin encontrarlo, aunque usó una cuerda de 200 brazos. Unos días más tarde las algas fueron tan espesas que el mar parecía que se había coagulado. Pero a los 72° meridianos las algas cesaron. Incluso Julio Verne escribió sobre el mar de los Sargazos en su libro “Los grandes navegantes del siglo XVIII“, llamándolo “un lago en el océano abierto“. Según Verne, la mítica Atlántida estaría justo en la parte inferior del Mar de los Sargazos. La zona en cuestión tiene la misteriosa reputación de “secuestrar” a los tripulaciones de sus barcos, dejando las embarcaciones vacías. Uno de los más conocidos es el del barco mercante francés Rosalie, un barco construido en el año 1838, con 222 toneladas de madera, que partió de Hamburgo y se dirigía a la Habana, Cuba. La nave fue encontrada el 06 de noviembre de 1840 a la deriva fuera de la costa de Cuba, sin tripulación, y con sus velas desplegadas. El único sobreviviente fue un canario dentro de su jaula. El casco y su carga estaban completamente intactos, así que se descartó un ataque de piratas. Incluso los botes salvavidas estaban en el lugar. No estaba clara la razón por la que la tripulación habría abandonado el barco. La tripulación desapareció misteriosamente y nunca se supo nada más. En algún momento entre septiembre e inicios de octubre de 1872, el Mary Celeste atracó en el muelle 44 del East River de Nueva York, preparándose para recibir un nuevo cargamento y una nueva tripulación.
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El 7 de noviembre de 1872, a las ordenes del capitán Benjamin Briggs, zarpó, con una carga de alcohol perteneciente a Meissner Ackermann & Coin, desde Staten Island, New York, para dirigirse a Génova, Italia. Además de una tripulación de 7 miembros, llevaba el capitán y dos pasajeros, la esposa del capitán, Sarah E. Briggs y su hija de dos años, Sophia Matilda. Diez personas en total. El 04 de diciembre de 1872 el bergantín fue avistado por otro barco, el Dei Gratia. El Mary Celeste fue localizada a la deriva, entre las costas de Portugal y las Azores, navegando a través del estrecho de Gibraltar. No había muestras de la presencia de la tripulación a bordo. Un grupo de marineros de la Dei Gratia fue enviado a bordo. Buscaron a la tripulación y no los encontraron, simplemente desaparecieron. El Mary Celeste fue abandonada y la tripulación había desaparecido. La nave estaba en buenas condiciones, aunque estaba chorreando agua. Sólo una de las bombas estaba operativa y en la bodega había hasta un metro de agua. Algunas de las velas estaban rasgadas. Un trozo de barandilla había sido arrancado para lanzar el bote al agua. Esto, por lo menos, aclaraba la forma en que había desaparecido la tripulación: había abandonado el barco. Pero, ¿qué razones pudo tener un marino experimentado, como Benjamin Spooner Briggs, para abandonar un barco en perfectas condiciones, junto a su mujer, su hijita y los siete miembros de la tripulación, en un bote pequeño y poco estable? Abandonar un barco es una medida desesperada, algo que sólo se hace cuando no hay otra alternativa. Sin embargo, como declaró después uno de los tripulantes del Dei Gratia, el Mary Celeste estaba en condiciones de dar la vuelta al mundo. Entonces, ¿por qué fue abandonado? La carga de 1701 barriles de alcohol estaba intacta, aunque una vez en Génova, se descubrió que nueve barriles estaban vacías. A bordo había incluso reservas de alimentos y agua para seis meses. Los últimos registros de navegación encontrados en el barco informaban que habían llegado a Santa María en las Azores el 25 de noviembre. El bergantín fue conducido al puerto de Gibraltar por los hombres del Dei Gratia y posteriormente incautado por las autoridades británicas. Ninguno de los hombres que desaparecieron en el Mary Celeste fueron encontrados y nunca nadie supo lo que les había sucedió. En 1873 se informó que dos botes salvavidas desembarcaron en las costas de España, uno contenía un cuerpo y una bandera de Estados Unidos, el otro que contenía cinco cuerpos. Sin embargo, estos cuerpos no lograron ser identificados.

A lo largo de la historia se ha recabado información de casos sobre personas que inexplicablemente desaparecen de la faz de la tierra sin dejar rastro. Estas historias varían desde las bien documentadas hasta las que entran en el mundo de la leyenda. ¿Dónde están las personas desaparecidas? Se habla de portales del tiempo, otras dimensiones, o de abducciones. En el Triángulo de Bennington, en Vermont, cerca de la montaña de Glastonbury, Inglaterra, desaparecieron entre cinco y diez personas. La mayoría de estas desapariciones se produjeron sin dejar ni una sola pista. Las víctimas eran personas de diversas edades y de ambos sexos. El noventa por ciento de las víctimas desaparecieron entre 1945 y 1950, y todas las desapariciones ocurrieron entre los meses de octubre, noviembre y diciembre. Aparte de esas diferencias y similitudes, poco más se conoce acerca de la naturaleza de las desapariciones en el triángulo de Bennington. El 1 de diciembre de 1949, el Sr. Tetford desapareció de un autobús lleno de gente. Tetford fue a su casa de Bennington proveniente de un viaje a St. Albans, Vermont. Tetford, un ex soldado que vivía en el hogar del soldado en Bennington, estaba sentado en el autobús con 14 pasajeros. Todos ellos declararon verlo allí durmiendo en el asiento pero cuando el autobús llegó a su destino Tetford había desaparecido, aunque sus pertenencias estaban todavía en el porta equipajes. Su asiento sin embargo, estaba vacío. Tetford nunca llegó a su destino. El 1 de diciembre de 1946, una estudiante de 18 años de edad, de nombre Paula Welden desapareció durante un paseo. Welden caminaba por el largo camino hacia la montaña de Glastenbury. Ella fue vista por una pareja de mediana edad que estaba paseando a unos 100 metros detrás de ella. La perdieron de vista cuando ella siguió el rastro alrededor de un afloramiento rocoso. Pero cuando dobló el afloramiento ella ya no estaba a la vista. No se ha visto ni se ha sabido nada de Welden desde entonces. A mediados de octubre de 1950, Paul Jepson, de 8 años de edad, desapareció de una finca. La madre de Paul, quien se ganaba la vida como cuidadora de animales, dejó a su pequeño hijo jugando cerca del establo, mientras ella cuidaba a los animales. Poco tiempo después volvió y Paul ya no estaba. Realizaron una minuciosa búsqueda de la zona, pero los resultados fueron infructuosos.
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Owen Parfitt tenía un derrame cerebral masivo y era incapaz de moverse. En junio de 1763 en Shepton Mallet, Inglaterra, Parfitt estaba sentado a fuera de su casa junto a su hermana, como de costumbre en las noches cálidas. El hombre de 60 años de edad, estaba en silencio con su camisa de dormir sobre su abrigo doblado. Al otro lado del camino había una granja donde los trabajadores estaban terminando su jornada laboral recogiendo heno. Aproximadamente a las 19:00h, la hermana de Parfitt, Susannah, salió a la calle con un vecino para ayudar a Parfitt a entrar en la casa, ya que una tormenta se acercaba. Al salir al porche de la casa Parfitt ya no estaba. Sólo se encontraba el abrigo doblado sobre su silla. Las investigaciones de esta misteriosa desaparición no encontraron rastros ni pistas sobre Parfitt. El Diplomático británico Benjamin Bathurst desapareció instantáneamente en 1809. Bathurst regresaba a Hamburgo con un compañero, después de una misión para la corte austríaca. En el camino de vuelta se detuvieron a comer en una posada en la ciudad de Perelberg. Al terminar de comer regresaron a su coche de caballos donde el compañero de Bathurst observó cómo el diplomático se acercó a la parte delantera del coche para examinar a los caballos y simplemente desapareció sin dejar rastro. En 1975, un hombre llamado Jackson Wright se dirigía con su esposa desde Nueva Jersey a Nueva York. Esto les obligaba a pasar por el túnel Lincoln. Según Wright, que conducía, una vez que a atravesó el túnel detuvo el coche para limpiar el parabrisas. Su esposa Martha se ofreció para limpiar la ventana trasera a fin de poder reanudar su viaje, pero cuando Wright se dio la vuelta su esposa había desparecido. Él no oyó ni vio nada inusual y una investigación posterior no pudo encontrar evidencia de que Jackson matara a su esposa o la hiciera desparecer. Tres soldados afirmaron ser testigos de la extraña desaparición de un batallón entero en 1915. La historia se dio a conocer 50 años después de la batalla de Galípoli, durante la Primera Guerra Mundial. Los tres soldados dijeron que observaron claramente como el batallón del Regimiento Real de Norfolk marchaba hasta una colina en Suvla Bay, Turquía. La colina estaba envuelta en una nube de baja altitud, donde los soldados ingleses marcharon directamente sin dudarlo. Nunca se volvió a saber del batallón. Después de que el batallón entrara en la nube, la misma se levantó lentamente de la colina hasta desaparecer. Cuando la guerra acabó, el gobierno británico exigió a Turquía devolver el batallón capturado. Los turcos insistieron, sin embargo, que no habían capturado a ningún batallón en la colina en Suvla Bay.
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Otra trampa para los barcos y marineros está representada por la Tierra del Fuego, un archipiélago en el extremo sur de Sudamérica. Durante su primer viaje alrededor del mundo, iniciado en 1520, el famoso navegante Fernando de Magallanes avisto muchas luces móviles cerca del archipiélago. Algunos pensaron que se trataba de antorchas encendidas sobre balsas a la deriva. La idea inspiro al navegante que llamó a las islas “Tierra del Fuego“. Las crónicas hablan de un terrible suceso que ocurrió muchos siglos más tarde y todavía permanece envueltas en misterio. En octubre de 1913, marineros a bordo de una nave británica avistaron un buque desconocido a la deriva. Cuando abordaron el barco, los marineros descubrieron que la cubierta estaba totalmente podrida y encontraron 20 esqueletos que supuestamente representaban lo que quedaba de la tripulación original. Los esqueletos fueron hallados sentados, en la postura de quien participa en un largo y aburrido crucero por el océano. Todos los bienes y equipos de la nave estaban intactas y nada parecía fuera de lugar. Los documentos encontrados a bordo revelaron que la nave había dejado el puerto de Nueva Zelanda 23 años atrás, en dirección a Londres, con un cargamento de lana y carne congelada. ¿Qué pasó con la nave y su tripulación? Esto sigue siendo un misterio. Sin embargo, encuentros con naves “fantasma” o cementerios flotantes no son tan raros en mar abierto. Pero no sólo el mar mantiene secretos y lugares misteriosos. El lago Michigan, en Estados Unidos, fue el escenario de numerosos avistamientos de objetos misteriosos y aviones fantasma, según escribe Dwight Bower, un historiador, en su libro “Extrañas Aventuras de los Grandes Lagos“. La leyenda del triángulo nació en 1937, cuando el capitán George Donner desapareció misteriosamente de la cabina del barco durante una entrega rutinaria de carbón en Michigan. Parece que el capitán había indicado que quería ser despertado cuando el barco llegase al puerto. Pero cuando sus hombres fueron a su camarote no pudieron encontrarlo, a pesar que su puerta estaba cerrada con llave desde el interior. Trece años después, el 23 de junio de 1950, el vuelo 2051 de la Northwest Airlines, un DC-4 en servicio entre Nueva York y Seattle con 55 pasajeros a bordo, desapareció en medio de la noche, cuando paso por el triángulo de Michigan a 1100 metros de altura. Al principio se pensaba que el avión se había estrellado en el lago, pero los buzos de investigación dieron resultados negativos. Incluso hasta hoy, no se ha encontrado los restos del naufragio.
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Tales acontecimientos misteriosos han dejado perplejos a los investigadores. Las misteriosas desaparición de barcos, aviones y personas han llevado a la gente a creer en la presencia de poderes sobrenaturales en esas regiones. La ciencia ha fallado al determinar si estos incidentes fueron debidos a errores humanos o a algún fenómeno natural. La leyenda del Triangulo de las Bermudas empezó con la misteriosa desaparición del vuelo 19, el 5 de diciembre de 1945. Alrededor de las 2h10 de la tarde, cinco aviones Avenger despegan de Fuerte Lauderdale (Florida, Estados Unidos) para una misión de entrenamiento de rutina, con 14 miembros de tripulación. El entrenamiento se efectúa sin problema. Una vez terminada la misión, los aparatos se dirigen hacia su base de salida. Durante el regreso las transmisiones de radio de los pilotos revelaron fenómenos extraños y el reporte de la Navy concluyo que la causa y las razones de esta desaparición eran desconocidas. Al momento de su desaparición, los cinco Avengers sobrepasaban el área que se llamará después el Triangulo de las Bermudas. Las investigaciones sobre el Triangulo de las Bermudas muestran que numerosos aviones y barcos desaparecieron en esta área, a veces sin dejar ninguna huella. La desaparición del vuelo 19 no fue la primera y siguieron muchas más. Las revelaciones de estas desapariciones amplificaron el misterio. Entre las numerosas desapariciones de aviones en el Triangulo de las Bermudas, algunas son bastante sorprendentes. En enero del 1948, un avión Tudor IV desaparece en el Triangulo sin dejar huellas. La encuesta muestra el carácter extraño de esta desaparición. Más sorprendente aun, un año después otro Tudor IV desapareció en la misma área. En diciembre del 1948, un DC-3 de la compañía Airborne Transport desapareció durante la noche al acercarse a Miami. Ninguna huella ni resto del avión y de los 32 pasajeros y miembros de tripulación ha sido hallado. El accidente más trágico en el Triangulo de las Bermudas sucedió el 30 de octubre de 1954. Un Super Constellation de la US Navy se volatizo con sus pasajeros. Nunca se ha encontrado nada. En Agosto del 1963, dos enormes KC-135 Stratotanker, que volaban en formación, chocaron en pleno vuelo sobre el Triangulo de las Bermudas. Este accidente sucedió con un clima estable y con los aparatos volando a una distancia razonable. El 22 de Febrero del 1978, un Grumman KA-6 del ejército norteamericano desapareció de repente mientras iba a aterrizar en un portaviones. Muchos barcos también desaparecieron de manera extraña en el Triangulo de las Bermudas. Algunos de estos naufragios se hicieron famosos por su carácter misterioso. Es el caso del USS Cyclops. En marzo del 1918 desapareció con sus 306 pasajeros y miembros de tripulación. Más recientemente, en 1980, una nave de 160 metros (el SS Poet) zozobro sin dejar huellas. La investigación no encontró ninguna explicación, pero en el año 2006 se habló de la posibilidad de una posible misión secreta. Pero la desaparición más misteriosa en el Triangulo de las Bermudas sigue siendo la del SS Marine Sulphur Queen, en el año 1963.

¿Eran los dioses de distintas culturas astronautas extraterrestres? Para muchos puede resultar sorprendente. Pero existen pruebas que demuestran que no somos la primera civilización avanzada del planeta. Efectivamente, al margen de muchas leyendas de distintos pueblos, se han encontrado huellas de zapatos fosilizadas, pisadas de hombres sobre las huellas de animales extinguidos hace millones de años, y muchas cosas más. No son muchas, ya que estamos hablando de muchas decenas de miles o millones de años de antigüedad, pero sí suficientes como para hacer tambalear toda nuestra historia. A estos objetos se les denomina ooparts, que significa “Out of Place Artifacts” (Artefactos fuera de lugar). Deberían ser analizados detenidamente. Estos artefactos podrían demostrar que hace millones de años hubo humanoides sobre la Tierra, y apoyaría la teoría de que abandonaron el planeta cuando las catástrofes se sucedieron, tales como glaciaciones, inversiones de polos, etc… Según Sixto Paz, ufólogo y supuestamente contactado, somos la quinta humanidad en la Tierra. Supuestamente esas civilizaciones habrían regresado posteriormente y repoblaron la Tierra o se encontraron con seres semejantes afectados seriamente por los cambios sucedidos. Con el paso de los años habrían decidido ayudarles, y esos pueblos habrían confundido a esos visitantes con dioses. Además, nuestra sociedad es la única que no sólo no acepta sino que hasta ridiculiza estas creencias. En realidad, desde siempre los hombres han hablado de demonios, ángeles y todo tipo de seres que probablemente no son más que seres extraterrestres o intraterrestres. Además, si incluimos a los fantasmas y demás seres de otras dimensiones, el cuadro queda completo. En una pintura rupestre de Tassili (Argelia), podemos ver representado el posible secuestro de varias mujeres por parte de un ser con escafandra. Existen muchísimas más pinturas y leyendas que aportan la información necesaria como para demostrar que los pueblos fueron visitados por seres extraterrestres en la antigüedad. Estos seres viajaban en sus naves, que son descritas como nubes de fuego, nubes, etc… Entre las pinturas rupestres de Lascaux, en distintas cuevas, podemos ver extraños objetos surcando los cielos o saliendo del mar. Se ha buscado una explicación extraterrestre para la construcción de las pirámides de Egipto y para otros hitos de las viejas civilizaciones, como las mesoamericanas. Pero lo curioso es cuando nos remontamos a una época todavía más remota, anterior al Neolítico: el Paleolítico Superior e incluso Medio, es inevitable referirse a unos enigmáticos dibujos descubiertos en las famosas cuevas de Altamira, tan semejantes en su forma a uno de aquellos platillos volantes popularizados por Hollywood. Tales pinturas rupestres tienen una antigüedad de unos 13000 años. Además, no son únicas, sino que en la vecina Francia también se han encontrado obras pictóricas similares.
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¿Debemos considerar esos dibujos en las paredes la crónica periodística de finales del Paleolítico? Pero la Península Ibérica no es el único lugar donde se han encontrado pinturas rupestres sobre ovnis. En las cavernas de Tassili, ubicadas en el Sahara, en el sur de Argelia, se encuentra una serie de dibujos prehistóricos en los que se pueden ver extrañas figuras muy parecidas a astronautas. En efecto, en pleno desierto del Sahara y a corta distancia del Mar Mediterráneo, fueron encontradas diversas expresiones artísticas de los pueblos antiguos. Varios de ellos muestran extraños objetos voladores cerca de las también extrañas figuras humanas o humanoides. Los indios Hopi afirman que sus antepasados fueron visitados por seres procedentes de las estrellas que se desplazaban en escudos volantes o pájaros tronantes y dominaban el arte de cortar y transportar enormes bloques de piedra, así como de construir túneles e instalaciones subterráneas. Estos salvadores eran los “katchinas”, que significa “sabios, ilustres y respetados”. Para los Hopi, los Katchinas no son dioses, sino que son seres visibles. En Hoshangabad, India, unos arqueólogos encontraron unas grutas con pinturas de extraños seres y artefactos voladores. Tal como ya hemos indicado, durante la Edad Media algunos pintores representaron ovnis en sus obras. Situado cerca del valle del río Decanska Bristica, en Kosovo, 20 kilómetros al sur de la ciudad de Pec, encontramos un monasterio de monjes ortodoxos, conocido por Monasterio de Decani. Erigido por el rey serbio Esteban Uros, en 1327, el Monasterio de Decani tiene una Basílica compuesta por 5 naves y una gran cúpula. Observando con cuidado los frescos de la Basílica, fechados 1350 d.C., descubrimos algunas cosas interesantes. En un fresco titulado “La Crucifixión“, pintado en 1350, muestra dos figuras, en los extremos superiores derecho e izquierdo, de los hombres dentro de objetos voladores que parecen estrellas. Esta pintura, que representan la crucifixión de Jesús, puede darnos indicación de la existencia de algo que fue visible en la época en que fue pintada. Esto es, naves y sus tripulantes. También observamos que una nave parece estar huyendo de la que le antecede. Tenemos otra pintura, “La Señora con San Giovannino“, de artista desconocido, pintada en el siglo quince y actualmente localizada en Palazzo Vecchio. En su esquina superior derecha podemos encontrar a un pastor con un perro mirando hacia el cielo, donde vemos una especie de platillo volante. Teniendo en cuanta que el modelo arquetípico de ovni en forma de platillo volante surgió durante el siglo XX, ¿cómo es que en este lienzo se refleja un platillo volante en el cielo?

Aert (o Arent) de Gelder fue un pintor barroco holandés (1645 – 1727). Tras estudiar con Samuel van Hoogstraten, fue uno de los últimos pupilos de Rembrandt (1606 – 1669) en Ámsterdam. Él no fue sólo uno de los más talentosos alumnos de Rembrandt, sino que también fue uno de sus más devotos seguidores, porque él fue el único artista holandés que siguió trabajando con su estilo en el siglo XVIII. Sus pinturas religiosas, en particular, con su audacia imaginativa y la preferencia por los tipos orientales, están muy en el espíritu del maestro, aunque Aert de Gelder usó a menudo colores, como lila y amarillo limón, que fueron atípicos de Rembrandt, y su paleta en general fue más ligera. Una de sus obras más conocidas, El sueño de Jacob (Galería Pictórica de Dulwich, Londres), fue atribuida durante mucho tiempo a Rembrandt. En 1710 pintó la obra titulada “El Bautismo de Cristo“. En él se observa claramente un objeto con forma de disco que está suspendido en el cielo y que irradia rayos brillantes sobre San Juan Bautista y Jesús. Esta pintura se encuentra en el Museo Fitzwilliam, en la Universidad de Cambrige, Inglaterra. La colegiata Notre-Dame, de Beaune, se hizo basílica en 1958. Edificado sobre un antiguo castrum romano, su construcción está en la iniciativa de Etienne de Bage, obispo de Autun.. Actualmente se pueden ver varios tapices. Entre ellos podemos destacar dos tapices que fueron creados en el siglo XV. Ambos representan la vida de María. En los dos pueden observarse claramente objetos con forma de sombrero. Uno de ellos es conocido por el título de “The Magnificat”. Existen unas curiosas ilustraciones de dos sajones en un manuscrito del siglo XII, “Annales Laurissenses”, recogidos en la “Patrología”, donde el monje Lorenzo explica que, alrededor del 776 d.C., los sajones, en su intento de tomar Sigisburg y en el mismo día en que se preparaban para enfrentarse a los cristianos que vivían dentro del castillo, se les apareció la gloria de Dios en manifestación encima de la iglesia dentro del castillo. Aquellos que lo observaron dijeron que tenía el aspecto de dos grandes escudos de color rojizo y llameantes que se movían encima de la iglesia. Esto, según el cronista, espantó a los sajones que retrocedieron, describiéndolo como un signo de Dios en favor de los cristianos. Realmente existen muchas dudas, ya que por una parte sería lógico pensar que podría tratarse del avistamiento del cometa Halley que pudo aparecer por aquellos años. Además, las fechas coinciden, pudiéndose considerar el 776 d.C. como posible fecha de avistamiento, teniendo en cuenta que el cometa llega alrededor del Sol aproximadamente cada 75-76 años. Y la primera constancia de avistamiento data del 239 a.C.
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Pero si rebuscamos algo más en la historia del manuscrito más antiguo conocido, que contiene una copia de la Laurissenses Annales, el Codex Lorsch, que data del siglo XII y que debe ser al que se refieren cuando se comenta la procedencia de las ilustraciones, podemos conocer que una reimpresión de la copia del manuscrito, realizado entre los años 1929-1936, no contienen esas ilustraciones. Por lo tanto parece ser que las ilustraciones se han asignado posteriormente al texto del manuscrito. Algunos investigadores descubrieron además que existían similares características entre la supuesta ilustración y la imagen de un fresco español del siglo XIII, en el que se representa el viaje de los tres Reyes Magos a Belén. Las similitudes son muy visuales, excepto por el color, que pasa de rojo a azul, y por que la estrella de Belén ha sido sustituida por una nave. Hay dos ejemplos de arte rupestre en Toro Muerto, Perú, de unos 12000 años de antigüedad. Los seres dibujados tienen alguna clase de halo cubriendo sus cabezas. También, se observa alguna clase de objeto en la mano del ser principal. Podemos ver un cuadro que representa a Jesús y Maria montados en un extraño artefacto lenticular. La pintura se titula “El Milagro de la Nieve” y fue realizada en 1428 por Masolino Da Panicale (1383-1440). Este cuadro se encuentra en la iglesia de Santa María Maggiore, Florencia. En otra pintura, realizada por Carlo Crivelli (1430-1495), titulada “La Anunciación” (1486), en la Galería Nacional, Londres, podemos ver una forma discoidal de la que parte un rayo de luz hacia la cabeza de María. En un tapiz llamado “El triunfo del Verano”, que se realizó en Brujas, en 1538, actualmente en el Museo Nacional de Baviera, en Alemania, se pueden ver claramente varios objetos con forma de disco en la parte superior del tapiz, tanto en el lado izquierdo como en el derecho. Los objetos flotando en el aire son iguales; tienen forma discoidal con una parte elevada en el centro, similar a la forma de un sombrero. También tenemos un representación de la crucifixión de Cristo en un fresco del siglo XVII, en la Catedral Svetishoveli, en Georgia. En este fresco pueden observarse dos objetos con forma de nave en ambos lados de Cristo, a la altura de sus manos. Además, se observa una cara bajo cada objeto mirando hacia abajo. En una ilustración del Renacimiento se representa un ovni visto sobre Roma, detallada en el libro el ”Prodigiorum liber” por el historiador romano Julio Obsequens. Se define como “Algo como una clase de arma, o proyectil, se elevó con un gran ruido de la tierra y voló en el cielo”. Otra interesante ilustración pertenece al libro “Ume No Chiri” (“polvo de albaricoque”), publicado en 1803. Un barco extranjero y su tripulación fueron testigos en Haratonohama, Japón, de este extraño objeto. De acuerdo con las explicaciones del dibujo, la cáscara exterior estaba hecha de hierro y cristal y unas extrañas letras podían verse dibujadas dentro de la nave. Japón también tiene una gran tradición de estos extraños objetos en sus grabados. Paolo Ucello (1397-1475), magnífico representante del Quatrocento, pintó una tabla conocida como “la Thébaide” en la que se observa un Cristo crucificado y bajo él un extraño aparato describiendo una curva muy cerrada.

hay un interesante dibujo en que se muestran dos objetos voladores sobre Hamburgo, en Alemania, el 4 de Noviembre de 1697. Los dos objetos fueron descritos como “dos ruedas brillantes”. También nos sorprenden los extraños Wandjinas australianos, representados en cuevas de miles de años de antigüedad. Hay una ilustración que muestra un avistamiento de una rueda en llamas en el año 900, en Japón. Otra imagen procede de una traducción al Tibetano del texto en sánscrito “Prajnaparamita Sutra”, del Siglo X, y se encuentra en un museo Japonés. Se pueden observar dos objetos que se parecen a sombreros, y uno de ellos parece que tiene ventanillas redondas. Los textos de los Vedas están repletos de descripciones de Vimanas, misteriosos objetos volantes. El texto sagrado Ramayana describe a los Vimanas como naves circulares o cilíndricas con dos niveles, con ventanas y con una cúpula. Vuelan a la “velocidad del viento” y producen un “sonido melodioso”. Podemos ver extraños dibujos en una cueva en Val Camonica, Italia, que fue pintada hace unos 12000 años. Parece representar a dos seres con trajes de protección e instrumentos extraños en sus manos. También podemos ver una reproducción artística de un relieve encontrado en un laberinto en la isla Jotuo, en el lago de Toengt’ing. Fue encontrado por una expedición que tuvo lugar en 1957, dos años antes de un terremoto en esa región. La expedición se llevó a cabo por el profesor Tsj’i Pluma-Lai, y encontraron varios relieves que muestran a seres humanoides vestidos con ropa extraña, que se parecía a los trajes de los astronautas. Hay una moneda francesa, acuñada en 1680, utilizada como herramienta educativa para ayudar a las personas a contar el dinero. Es del siglo XVI y parece representar un ovni que parece una rueda. Algunos investigadores dicen que representa la rueda del Ezequiel Bíblico. La inscripción latina “OPPORTUNUS ADEST” se traduce como ‘está aquí en el momento oportuno”. Miles de escritos e imágenes de todo tipo avalan esta teoría y se cree que más de 35.000 están guardados en los archivos secretos del Vaticano. Se describen encuentros entre hombres y máquinas extrañas, e incluso entre los tripulantes de las mismas, ataviados con extraños ropajes o aspecto, como por ejemplo este fragmento de la misma Biblia en el que se narra un encuentro del profeta Ezequiel con un extraño vehículo junto al río Kebar: “Miré, y he aquí que venía del septentrión un viento impetuoso, una nube densa, y en torno a la cual resplandecía un remolino de fuego, que en medio brillaba como bronce en ignición. En el centro de ella había semejanza de cuatro seres vivientes y cada uno tenía cuatro caras…”.
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Según nos dice el Génesis: “Dijó Yahvé a Abraham: Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré“. Todo se comenzó a preparar 2000 años antes de la llegada de Jesucristo, creando una nueva nación, pues ya cada una tenía su religión y creencias. Esta nueva nación crecería hasta ser 600.000 personas. En el Libro de Ezequiel (600 a. C.), tenemos toda una descripción de un ovni y seres extraterrestres: “Y fue que a los treinta años, en el mes cuarto, a cinco del mes, estando yo en medio de los transportados junto al río de Chebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios. A los cinco del mes, que fue en el quinto año de la transmigración del rey Joaquín. Fue palabra de Yahvé a Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los Caldeos, junto al río de Chebar; fue allí sobre él la mano de Yahvé. Y miré, y he aquí un viento tempestuoso venía del aquilón, una gran nube, con un fuego envolvente, y en derredor suyo un resplandor, y en medio del fuego una cosa que parecía como de ámbar, en medio de ella, figura de cuatro animales. Y este era su parecer; había en ellos semejanza de hombre. Y cada uno tenía cuatro rostros, y cuatro alas. Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido. Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus rostros y sus alas por los cuatro lados. Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban; cada uno caminaba en derecho de su rostro. Y la figura de sus rostros era rostro de hombre; y rostro de león a la parte derecha en los cuatro; y a la izquierda rostro de buey en los cuatro; asimismo había en los cuatro rostro de águila. Tales eran sus rostros; y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos. Y cada uno caminaba en derecho de su rostro: hacia donde el espíritu era que anduviesen, andaban; cuando andaban, no se volvían. Cuanto a la semejanza de los animales, su parecer era como de carbones de fuego encendidos, como parecer de hachones encendidos: discurría entre los animales; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos. Y los animales corrían y tornaban a semejanza de relámpagos. Y estando yo mirando los animales, he aquí una rueda en la tierra junto a los animales, a sus cuatro caras. Y el parecer de las ruedas y su obra semejaban al color del topacio. Y las cuatro tenían una misma semejanza: su apariencia y su obra como rueda en medio de rueda. Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro costados: no se volvían cuando andaban. Y sus cercos eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro. Y cuando los animales andaban, las ruedas andaban junto a ellos: y cuando los animales se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban. Hacia donde el espíritu era que anduviesen, andaban; hacia donde era el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los animales estaba en las ruedas. Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los animales estaba en las ruedas. Y sobre las cabezas de cada animal aparecía expansión a manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas. Y debajo de la expansión estaban las alas de ellos derechas la una a la otra; a cada uno dos, y otras dos con que se cubrían sus cuerpos. Y oí el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ejército. Cuando se paraban, aflojaban sus alas. Y cuando se paraban y aflojaban sus alas, oíase voz de arriba de la expansión que había sobre sus cabezas. Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas, veíase la figura de un trono y que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él. Y vi apariencia como de ámbar, como apariencia de fuego dentro de ella en contorno, por el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor. Cual parece el arco del cielo que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Yahvé. Y luego que yo la hube visto, caí sobre mi rostro, y oí voz de uno que hablaba“.

El ingeniero director de la Oficina de Construcción de Proyectos de la NASA, Josef Blumrich, estaba tan seguro de que Ezequiel describía una nave extraterrestre que incluso rediseñó el aparato y patentó algunos elementos. En Daniel podemos leer: “El día del primer mes, estando yo a la orilla del gran río, el Tigres, alcé mis ojos y miré, y vi a un varón vestido de lino blanco y ceñidos los lomos de oro de Ufaz. Su cuerpo era como el crisolito, su rostro parecía un relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y sus pies tenían el brillo de bronce bruñido y el rumor de sus palabras era parecido al estruendo de un gran gentío“. – Aparentemente Daniel vio a un humanoide con traje brillante y voz metálica. En Éxodo leemos: “Jehovah iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche. La columna de nube nunca se apartó de día de delante del pueblo, ni la columna de fuego de noche...”. Parece que algún tipo de ovni en el cielo ayudó al pueblo. También en Éxodo leemos lo siguiente: “Entonces Moisés subió al monte, y la nube cubrió el monte. La gloria de Jehovah posó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día él llamó a Moisés de dentro de la nube. Y la apariencia de la gloria de Jehovah en la cumbre del monte era como un fuego consumidor ante los ojos de los hijos de Israel. Moisés entró en la nube y subió al monte. Y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches...”. Aquí vemos un tipo de abducción. Y en el mismo Éxodo se nos dice que: “Mientras Aarón hablaba con toda la comunidad israelita, volvieron la mirada hacia el desierto, y vieron que la gloria del Señor se hacía presente en una nube“. De nuevo alguien o algo aparece en una nube. En Reyes podemos leer: “Aconteció que mientras ellos iban y conversaban, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego los separó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino“. Aquí tenemos otro claro caso de abducción. En Jonás leemos: “Entonces levantaron a Jonás y lo echaron al mar, y el mar cesó de su furia. Y aquellos hombres temieron grandemente a Jehovah; le ofrecieron un sacrificio e hicieron votos. Pero Jehovah dispuso un gran pez que se tragase a Jonás. Y éste estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches. Y desde el vientre del pez oró Jonás a Jehovah su Dios [...] Entonces Jehovah habló al pez, y éste vomitó a Jonás en tierra…“. Queda claro que se trata de algún tipo de nave submarina.
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En Mateo leemos: “… y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre donde estaba el niño. Al ver la estrella, se regocijaron con gran alegría. Cuando entraron en la casa… ” Extraña estrella que puede moverse y pararse. Probablemente los Reyes Magos fueron guiados por algún tipo de nave. En Lucas podemos leer:“… mientras él estaba diciendo esto, vino una nube y les hizo sombra. Y ellos tuvieron temor cuando entraron en la nube. Entonces de la nube salió una voz que decía “este es mi hijo, el escogido. A él oíd”… “. Otra vez una extraña nave. En Génesis vemos: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra propia semejanza…”. Parece más un caso de ingeniería genética. En Génesis también podemos leer: “Enoc vivió en total trescientos sesenta y cinco años y anduvo en la presencia de Dios; después no fue visto más porque Dios se lo llevó“. Otro posible caso de abducción. Según la Biblia, hubo seres que tras perder la gran batalla de las estrellas cayeron a la Tierra como también lo aseguran otras culturas. Un dato importante es que, en hebreo, Elohim (plural) significa “aquellos que vinieron del cielo“. En cambio fue traducido por “Dios”. En Génesis se nos habla de la destrucción de Sodoma y Gomorra, que refleja los efectos de una posible explosión atómica anunciada a Lot por dos seres que vinieron del cielo: “Entonces Yahvé hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego que venía de Yahvé desde el cielo. Y destruyó aquellas ciudades, y toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades, hasta las plantas del suelo. Mas la mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal. Se levantó Abrahan muy de mañana y se fue al lugar donde había estado en pie delante de Yahvé. Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la región de la llanura, y vio que de aquella tierra subía humo, como el humo de un horno”. – Yahvé habría lanzado desde su nave un arma nuclear que habría producido efectos descritos como “azufre y fuego“. En el Corán leemos: “Sobre esta bestia Mahoma ascendió al cielo, bajó a la tierra, ahí conoció los siete cielos y los siete infiernos, ahí vio un gallo cuyas patas descansaban sobre la tierra y su cabeza alcanzaba hasta el mismo reino de Dios...”. Mahoma fue transportado desde la Meca hasta Jerusalén en una nave. Aquí podemos imaginar otro caso de abducción.

Seguramente los extraterrestres ya nos visitaron en la antigüedad. Numerosos misterios como los de las Pirámides, de las antiguas civilizaciones en América, etc…, nos indican que alguien interactuó con la Humanidad. Los dogones son los actuales habitantes de Mali, y desde el siglo XII conocen la existencia de Sirio B, una enana blanca que gira alrededor de la brillante Sirio A, estrella de la constelación de Can Mayor. Sin embargo, la ciencia moderna no descubrió Sirio B hasta mediados del siglo XX y fue fotografiada por primera vez en 1970. Pero para los dogones era el astro más importante. Además el dibujo que realizaron para mostrar la órbita de Sirio B alrededor de Sirio A es igual al que ofrece el actual mapa astronómico. Por si esto fuera poco, conocen su período de translación, en una órbita elíptica de 50 años, y durante sus rituales rinden honores al hecho de que gire sobre sí misma. Obviamente, nadie podía saber eso entonces. Los dogones nos sorprenden de nuevo al decir quién les proporcionó la información. Afirman que una vez llegaron a la Tierra unos seres de Sirio con la intención de instaurar la sociedad en la Tierra. Así describen el aterrizaje, y su nave espacial: “El arca se posó en la tierra seca del Zorro y desplazó polvo, levantado por el remolino que causó. La violencia del impacto dejó el suelo rugoso. El arca era como una llama que se apagó al tocar la tierra“. Los dogones llaman “nommos” a los seres de Sirio B. Según los dogones, estos seres eran “feos“, y anfibios similares a las sirenas. Estos seres también aparecen en mitos de Babilonia y otros pueblos. Por ejemplo, la famosa Diosa egipcia Isis ha sido representada como una sirena en alguna ocasión, y también se la relaciona con Sirio. Según los dogones, los “nommos” viven en un planeta que orbita alrededor de otra estrella en el sistema Sirio. También parece que estos seres les ofrecieron información sobre nuestro Sistema Solar. Conocían que Júpiter tiene cuatro grandes satélites, que Saturno tiene anillos y que los planetas giran alrededor del Sol. La ciencia moderna no descubrió esto hasta que Galileo inventó el telescopio. Marcel Griaule y Germain Dieterlen, antropólogos franceses, conocieron esto a través de cuatro curas dogones en la década de 1930. Esta historia es sorprendente, pero hay más misterios. Los aztecas decían que Quetzalcóatl, su Dios más importante, era un príncipe sacerdotal y creador de criaturas humanas, portador de cultura y mensajero de los dioses. Vivió con ellos 52 años hasta que se trasladó a Venus. Esta no es la única leyenda que habla de Venus. Los mayas poseían unos conocimientos astronómicos fuera de los normal. Edificaron Teotihuacan, que viene a ser un gran Sistema Solar, pues las posiciones de los planetas vienen dadas por algún edificio o templo importante. Su pirámide Solar es mayor que la de Keops, y además temían el regreso de los dioses el mismo día que un planeta situado ente Marte y Júpiter, donde ahora hay un cinturón de asteroides, estaría en posición óptima para realizar un viaje hasta la Tierra. Se supone que tardaría 5,2 años en dar una vuelta al Sol.
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El calendario Maya, el más preciso, ha acertado hasta la fecha todos los pronósticos astronómicos. Cabe destacar el día 11 de julio de 1991. Ese día, según el calendario, habría un eclipse, y los dioses volverían. Curiosamente, ese día se dio el eclipse, y una gran cantidad de ovnis fueron vistos sobre México. Pero este calendario termina el 21 de diciembre de 2012, supuestamente coincidiendo con el regreso de los dioses mayas. Podemos constatar que en esta fecha no sucedió nada especial, pero no sabemos si este regresos de los dioses se empezó a producir. La mayoría de los dibujos rupestres de Durango (México) están orientados hacia las Pléyades. El resto apuntan a distintas constelaciones. Asimismo, podemos ver un vehículo anfibio en las esculturas del Templo del Sol, en Teotihuacan. El texto más antiguo acerca de Teotihuacan nos dice que los dioses se reunieron allí para celebrar consejo sobre los hombres, y esto ocurrió mucho antes de que apareciera el homo sapiens. El historiador Julio Obsequens recoge de originales de Cicerón, Tito Livio, Séneca y otros: “Siendo cónsules Cayo Mario y Lucio Valerio, se pudieron ver en diversos lugares de Tarquinia un objeto que semejaba una antorcha encendida que súbitamente cayó del cielo. Hacia el anochecer se vio un objeto circular, parecido en su forma a un “clypeus” “-el escudo de los romanos-” llameante, que cruzaba el cielo del Oeste hacia el Este“. También cuenta que “en el territorio de Spoleto, en la Umbría, una esfera de fuego, de color dorado, cayó a tierra dando vueltas. Después parecía que aumentase de tamaño, se elevó del suelo, y ascendió hacia el cielo, en donde oscureció al disco del Sol con su claridad cegadora. Después desapareció en dirección al cuadrante este del cielo“. Tito Livio cuenta que “Naves fantasma han sido vistas brillando en el cielo… Mientras que en el distrito de Amiterno aparecieron en muchos lugares hombres con vestidos centelleantes, de lejos y sin acercarse a nadie“. Los Egipcios también tenían unos conocimientos muy avanzados en distintas materias, tales como medicina, cirugía, astronomía, etc.. Probablemente lo aprendieron de los “dioses“. Además, se ha descubierto que la Gran Esfinge de Egipto se remonta a más de 10.000 años a. C., e incluso hay estudiosos que dicen que pudo haber sido construida hacia el 15.000 a. C. Por tanto, este sería un indicio de que los Egipcios no construyeron la Esfinge.
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Es conocida la precisión con la que fueron levantadas las Pirámides. Ni hoy en día podrían ser construidas con semejante precisión. Sus dimensiones son gigantescas, y encima están orientadas hacia distintos puntos cardinales, astros, constelaciones, etc. Hay una pirámide que está alineada al norte con un margen de error de 5 minutos de arco. Las pirámides más grandes y las que mejor se conservan son curiosamente las más antiguas. Por ello parece que ya estuvieran allí cuando se asentó la primera civilización, que habría intentado sin mucho éxito copiar aquellas obras. Quizá no fue levantada por humanos. La compañía Swissair modificó la ruta de sus aviones puesto que al pasar sobre la meseta de Gizeh los aparatos de vuelo parecían verse sometidos a un extraño campo magnético. La Gran Pirámide está orientada al Norte, y el área de su base entre su altura es igual al número pi. Además contiene bloques de hasta 60 toneladas, milimétricamente tallados y traídos de unas canteras de Asúan, que se encuentran a 100 kilómetros de las pirámides. Las Tres Grandes Pirámides están alineadas según las tres estrellas que forman el cinturón de la constelación de Orión. ¿Casualidad? La Gran Pirámide de Gizeh se asocia al faraón Kéops, pero lo cierto es que no hay ninguna prueba que apunte hacia esa dirección. En su interior no hay ningún tipo de resto humano o sarcófago, ni jeroglíficos, y tampoco se sabe cuándo o quién la construyó. Algunas plantas experimentaban además un proceso de rejuvenecimiento al permanecer cerca de las pirámides. Igual de sorprendentes son la Pirámide Roja y la Pirámide Acodada, situadas en Dahshur, a 40 kilómetros al sur del Cairo. Esta última es especialmente curiosa porque presenta un cambio de ángulo hacia la mitad, resultando así una pirámide abombada. Oficialmente habría sido construida por el Padre de Kéops, Snefru. Tampoco aquí hay ni sarcófagos ni estatuas. ¿Para qué se construyó? La Pirámide Roja, por su parte, oculta unas desconocidas cavernas. Es probable que estas cinco pirámides (Gizeh, Kefrén, Micerinos, la Roja y la Acodada) fueran construidas mucho antes por una civilización desaparecida. Cómo si no se explica que las grandes pirámides midieran hasta ciento cincuenta metros de altura y las posteriores rozasen los veinte metros y fuesen de una calidad muy inferior. Se cree que las pirámides fueron tumbas para faraones, pero no se han encontrado tantos cuerpos como seria previsible en su interior. Algunas pinturas de las Pirámides son muy extrañas. Podemos ver seres con escafandras, con trajes luminosos, con una especie de guantes, extraños objetos desconocidos flotando y rodeados de pequeños seres levitando, tales como pueden verse en el sepulcro de Ramsés VI, etc.
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¿Conocían los antiguos egipcios la electricidad? En un relieve del templo de Hathor aparecen humanoides rodeados de una especie de bombillas. Walter Garn, ingeniero, asegura que es imposible realizar dichos dibujos sin unos conocimientos básicos sobre electricidad. La serpiente, a modo de filamento, brota de una flor de loto, símbolo de la luz. En ningún sitio hay restos de hollín o de soportes para antorchas. En 1978 nueve arqueólogos desenterraron cerca de la Pirámide Roja un extraño disco aplanado metálico de 120 cm. de diámetro con tres patas que emergían por detrás. En el templo de Kom-Ombo aparecen pinzas y material médico. Según cuenta la leyenda, en Dendera, Egipto, pelearon seres luminosos descendientes de dioses que llegaron al comienzo de los tiempos. En Abusyr hay granito perfectamente taladrado por una maquinaria de otra época. Aquello debió ser vaciado mediante tubos giratorios de un material bastante más duro que el diamante. Sencillamente imposible. Según B. Baker, petrógrafo, aquello tuvo que ser hecho con un material de dureza 500, mientras que el material más duro hasta hoy conocido, como el diamante sintético, posee una dureza de nivel 11. También hay cortes ideales de hasta siete metros que hoy sólo seríamos capaces de hacer con sierras de diamante manejadas por ordenadores. Casi todo lo que oficialmente se sabe sobre las dinastías de Egipto se basa en el “Papiro de Turín“. Pero hay que recordar que falta, ni más ni menos, que un 90% de su superficie. Quizá en la parte que falta se encontrasen muchas de las respuestas a las preguntas sin respuesta. Los resultados de una investigación de muestras recogidas por los periodistas investigadores Iker Jiménez y Francisco Contreras en las pirámides de Kéops, Micerinos y Snefru, demuestran que los materiales no fueron ni moldeados ni esculpidos por cinceles de bronce. Los resultados de dichos informes se pueden comprobar en el libro de Iker Jiménez “Fronteras de los Imposible“. Según el Papiro Tulli, escrito hace 3.500 años, el faraón Tutmosis III vio un ovni: “En el año 22, tercer mes, en la hora sexta del día, dos escribas de la Casa de la Vida escucharon un círculo de fuego que estaba viniendo por el cielo. No tenía cabeza. Su olor era desagradable. Entonces, ellos tuvieron miedo y huyeron a decírselo a su Majestad. Ellos brillan en el cielo. El Ejército del Rey estaba en aquel lugar y Su Majestad los vio. Allí arriba, ellos se marcharon hacia el Sur. Del cielo cayeron peces y aves, algo inaudito desde el comienzo de los tiempos“.

Piri Reis fue un almirante turco que vivió entre los siglos XV y XVI. En 1513 poseía unos mapas de la Costa Americana, Antártida y Groenlandia. Estos mapas reflejaban perfectamente los accidentes geográficos de la zona, pero antes de una glaciación ocurrida hace más de 10.000 años. De esta manera, el extremo Sur de la Tierra de Fuego estaba unido con la Antártida, y figuraban islas y accidentes que sólo actualmente se ha podido comprobar que, efectivamente, una vez la Tierra de Fuego y la Antártida estuvieron unidas. Piri Reis se había basado en varios mapas de distintos marineros, uno de los cuales formó parte de la tripulación de Cristóbal Colón. El cartógrafo americano Arlington H. Mallery aseguró que es imposible trazar ese mapa tan exacto sin sobrevolar la zona. El expediente realizado por el las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos decía por su parte que aquello no era un fraude, y que efectivamente fue realizado en 1513, en Constantinopla. Además reconocía que en el mapa aparecían zonas desconocidas de América y la Antártida, que la costa sin hielo de la Tierra de la Reina Maud aparece en su estado de deshielo y añade que la glaciación de esa zona se produjo, como se ha dicho, hace más de 10.000 años, y que no se conoce ninguna civilización que hubiera podido explorar la zona en aquella época. Pero Piri Reis no es el único en haber poseído un mapa tan antiguo. El mapa de Oronteus Finaeus (1531) muestra continentes perdidos y el Mar de Ross, en la Antártida, sin hielo. Poco después, bajo las órdenes de Gerard Kremer, se dibujaría el mapa “Mercator“, que refleja la superficie del planeta con las mismas tierras pero cubiertas de hielo. Algunas historias babilónicas hablan sobre unos seres con cola de pez que salían del Golfo Pérsico para impartir enseñanzas. Asimismo existen numerosos escritos que aún no han sido descifrados. Por ejemplo, el disco de Festo (o disco de Phaistos), que es un disco de arcilla cocida con inscripciones en ambas caras fechado a finales de la edad de Bronce. Fue descubierto el 15 de julio de 1908 por el arqueólogo italiano Luigi Pernier en la excavación del palacio minoico de Festos, cerca de Hagia Tríada, en el sur de Creta. El propósito de uso y su origen aún no han sido determinados, lo que ha convertido a este objeto en uno de los más famosos misterios de la arqueología. Actualmente se encuentra en el museo de Heraklion en Creta. También tenemos los signos de la Isla de Pascua, muy similares a los de la cultura de Harappa, en Pakistán, de unos 5.000 años de antigüedad, en plena edad del bronce. Asimismo encontramos grabados en piedras descubiertas en Estados Unidos, que recuerdan a caracteres vikingos. Por otro lado tenemos la escritura zapoteca, que comprende un conjunto de inscripciones epigráficas encontradas en el estado de Oaxaca (México). Se cree que contiene inscripciones chinas y hebreas. En Ur (Irak) se han encontrado textos sobre láminas de oro que hablan de dioses con apariencia humana que descendieron del cielo y regalaron las láminas a los sacerdotes.
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Una leyenda babilónica del 3000 a. C. dice que “no a espaldas del águila, sino sujeto a ella pecho a pecho, vuela Etna en su viaje a las estrellas [...] Seis veces en el curso de la ascensión, el águila muestra a Etana el aspecto cada vez más reducido de la Tierra que van dejando atrás“. Para poder ver cómo la Tierra se hace cada vez más pequeña habría que alejarse mucho de ella, y no precisamente en un águila. En el libro sagrado Popol Vuh, los indios quichés (mayas) decían que nuestros creadores eran unos constructores. La epopeya sánscrita Mahabharata (India) dice que Maia, el constructor de los asuras, diseñó y construyó un habitáculo de metal (vimana) que fue trasladado al cielo. También se dice que cada dios (Indra, Yama, Varuna, Kuvera, Brahma) tenía un vimana. En la India, la literatura sánscrita se clasifica a manusa como lo práctico y real, y a daiva, como lo poético y místico. Pues bien, el libro manusa, titulado “Samarangana Sutradhara“, describe cómo construir y manejar naves espaciales (vimanas) con motor a base de mercurio. Otros libros también describen con todo lujo de detalles naves, armas avanzadas, guerras, etc. El sabio Narada decía que la ciudad volante de Indra se hallaba en el espacio, rodeada de una pared que emitía destellos cuando el vehículo se desplazaba por el cielo. También se mencionan otros aparatos que se desplazaban bajo el agua. También habla de ciudades espaciales, submarinas y subterráneas. Arjuna por ejemplo, un dios, tenía un vehículo volador anfibio pilotado por su ayudante Matali. Valmiki, autor de la epopeya hindú Ramayana habla con total naturalidad de vehículos metálicos y brillantes que se movían por el cielo a voluntad del piloto. Asimismo, en el Ramayana hindú se mencionan objetos metálicos que brillan en el cielo. Cualquiera que se montase en ellos podía viajar hasta las estrellas y visitar mundos lejanos, para luego volver. Sus tripulantes eran expertos constructores. Como se ha dicho antes, hay epopeyas que describen batallas. Esta es una de ellas, y describe batallas aéreas con “misiles“, capaces de destruir y convertir la tierra en yerma. Una de esas armas desprendía “un brillo más brillante que diez mil soles“. Las leyendas de Perú hablan de estrellas habitadas y de dioses que desciende hasta ellos desde las Pléyades.También hablan de “gente de los cielos” los Indios Machiguenga, de Perú. Esta gente bajó a la Tierra por caminos resplandecientes. También recibieron enseñanzas de estos seres. Naimlap fue un ser que descendió de los cielos para impartir enseñanzas a los habitantes de la costa norte de Perú. Asimismo, en Perú se han encontrado, junto con esqueletos de nobles o sacerdotes incas o preincas, piezas de aluminio, concretamente cinturones. En Tihuanaco se habla de una mujer que vino de las estrellas en una nave dorada, cuyo nombre era Orjana. Con cuatro dedos, esta mujer vino a donar su maternidad al mundo. En las pinturas rupestres de Tihuanaco hay dibujados seres con cuatro dedos. También en Tihuanaco hay bloques de piedra caliza perfectamente pulida que encajan tan bien que ni una navaja entra entre piedra y piedra. Además estos bloques se encuentran a 4000 metros sobre el nivel del mar.

Existe una leyenda sobre el origen del Imperio Inca que cuenta que una pareja (Manco Cápac y Mama Ocllo) salió del fondo del lago Titicaca, donde hoy se dice que hay una base extraterrestre, ya que muchos lugareños han visto entrar y salir bolas de luz. Ese lago, situado en Bolivia, representa un gran misterio. Parte de su agua es dulce y parte salada. Los ancianos cantan y afirman que ahí los dioses crearon el mundo, que de allí salió Viracocha para crear la vida sobre la Tierra y que, como se ha dicho, el padre sol hizo emerger a Manco Cápac y Mama Ocllo, que iniciaron el gran imperio Inca. En medio del mismo lago de Titicaca se encuentra la isla de los Urus, una especie de mundo aparte en donde habitan unos indígenas. Sus barcas son exactamente iguales a las que utilizaban los egipcios hace cuatro mil años. En sus historias aparecen esferas que bajan del cielo al lago. Cerca de allí hay una isla, la Isla de Campanario. Todo el mundo sabe que es imposible llegar a ella. Desde siempre, cuando alguien ha querido ir a Campanario, se ha originado una tormenta tal que hacía el viaje imposible, por lo que se le tiene mucho miedo. En Tihuanaco, en la Puerta del Sol, se encuentra un extraño ser rodeado de casi cincuenta figuras con cascos mirando a un punto del cielo. También se han encontrado grabados de animales que vivieron hace unos doce mil años, como Toxodontes o incluso tipos de elefantes que nunca ha habido allí. Por eso parece que la ciudad puede tener unos diecisiete mil años, y no quinientos como asegura la ciencia oficial. Los Collas fueron unos feroces guerreros de Bolivia. Esta etnia también disponía de una tecnología sorprendente. Deformaban sus cráneos y se los perforaban, seguramente para experimentar algún tipo de éxtasis. También construyeron las llamadas chulpas, una especia de torreón tan perfecto que, como en otros muchos edificios, ni un alfiler cabe entre las piedras que lo forman. Además, cuando un guerrero fallecía era envuelto en una tela y arrojado al interior de estas chulpas junto con mujeres y niños, que eran asesinados. Curiosamente, en esa zona hay también un extraño campo magnético que provoca que las brújulas se vuelvan locas. Incluso situando dos brújulas a pocos metros éstas se contradicen. Son muy conocidas las líneas de Nazca y las agencias de viaje las muestran en sus catálogos. Pero hay que decir que sólo muestran las que representan animales. Todo comenzó en 1927, cuando Mejía Xespe, arqueólogo, descubrió unas largas líneas en la pampa peruana, líneas datadas en unos 2000 años, aunque podrían ser mucho más antiguas. En 1939 el profesor Paul Kosok consiguió observar desde las alturas estos dibujos. Entonces descubrió que las líneas formaban grandes figuras, como monos, pájaros, arañas, figuras geométricas perfectas, humanoides, etc. El escritor suizo Erich Von Däniken afirmó que las líneas eran una especie de aeropuerto para naves extraterrestres. Se basa en que las figuras sólo pueden apreciarse desde las alturas. Y, puesto que están trazadas con una precisión envidiable, era, por lo menos, necesaria una visión aérea. Parece una teoría descabellada, salvo en lo de que tuvieron que ser trazadas para gente que lo vería desde el cielo. Entonces, ¿quién volaba hace más de 2000 años? Además las líneas tienen unas curiosas propiedades que hacen que permanezcan allí a pesar de la supuesta erosión por el viento y la lluvia.
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Las teorías de la Tierra hueca surgen en un periodo anterior. Una de las más antiguas leyendas es la de un enigmático reino, increíblemente rico, poderoso y con grandes conocimientos, que está oculto en el interior de la Tierra. Se dice que allí gobierna un monarca que es llamado el Rey del Mundo. El célebre historiador romano Plinio refiere que los habitantes de una isla maravillosa, en el mítico país de Hiperbórea, lograron huir del cataclismo, que hundió aquel edén bajo un manto de hielo, a través de cavernas y túneles que llegaban hasta el Sur de la actual Alemania. Es decir, 1.200 millas náuticas de galerías subterráneas uniendo el círculo ártico con las tierras templadas. Esto equivale a 2.246 kilómetros. ¿Podríamos, entonces, imaginar que algunos de aquellos fugitivos se quedaran indefinidamente habitando aquel mundo subterráneo? Dante Alighieri (1265-1321), en su famosa obra “La Divina Comedia”, introduce la idea de un mundo interior poblado. Aunque en este caso estamos hablando del infierno, donde las almas de los pecadores purgan sus faltas. Es por tanto un relato que tiene mucho en común con las tradiciones antiguas. Será Athanasius Kircher (1601-1680) quien iniciará especulaciones sobre el interior de la Tierra, basadas en sus observaciones. En efecto, la erupción del Etna le llevó a desarrollar un modelo del interior de la Tierra donde, según él, existiría ríos de lava que conectarían enormes cámaras de material incandescente, siendo los volcanes válvulas de seguridad por donde aliviar la presión. También incluía algún que otro bestiario, con demonios y reptiles, estos últimos en base al descubrimiento de fósiles. Y el primer autor científico que propone la existencia de huecos lo suficientemente grandes para estar habitados es Edmond Halley (1656 – 1742), que propone la existencia de tres esferas huecas concéntricas (con un grosor de 800 Km.) y un núcleo. Y sugería que el origen de las auroras boreales es la luz que escapa del interior de la Tierra. Ya en el siglo XIX, John Cleves Symmes Jr. abogará por un modelo parecido, con cuatro esferas concéntricas, con grosores de 1300 Km, con aberturas en los polos de 2300 Km, pero sin núcleo central. Durante todo el siglo XIX la idea de la Tierra hueca tendrá defensores y arraigara en algunas capas de la sociedad. Así Julio Verne, un gran iniciado, la desarrollará en su novela “Viaje al centro de la Tierra”. Y ya en el siglo XX, Edgar Rice Burroughs, en sus novelas “En el corazón de la Tierra” y “Pellucidar”, así como los relatos fantásticos de H.P. Lovecraft (“Las montañas de la locura”), retomarán la teoría de la Tierra hueca como base de sus relatos.

Fernando Ossendowski, en su libro “Bestias, Hombres, Dioses”, explica una profecía desconocida para la gran mayoría de la gente, pero no por eso menos inquietante. Fue anunciada, a finales del siglo XIX, a los lamas de un monasterio budista en Asia. Y fue escrita por el autor del libro mencionado a comienzos del siglo XX, según consta en los registros editoriales. Al analizar esta profecía detalladamente podemos observar interesantes similitudes con acontecimientos sucedidos durante el siglo XX y escalofriantes predicciones que deberían suceder en el presente siglo. El texto es el siguiente: El hutuktu de Narabanchi me refirió lo siguiente cuando tuve ocasión de visitarle en su monasterio al empezar el año 1921: “la vez que el Rey del Mundo apareció a los lamas de nuestro monasterio, favorecidos por Dios, hace treinta años, hizo una profecía relativa a los años venideros, que entre otras cosas, dice: ” …… Enseguida vendrán dieciocho años de guerra y cataclismos. Luego los pueblos de Agharti saldrán de sus cavernas subterráneas y aparecerán en la superficie de la tierra.””. Agartha, también conocida o denominada Agarthi, Agharta o Agarttha, es, según la tradición oriental, un reino constituido por numerosas galerías subterráneas que conectan con decenas de ciudades intraterrestres habitadas por seres de un altísimo nivel de conocimiento, que custodian y preservan la evolución planetaria. Diferentes culturas de todo el planeta, especialmente en Asia, han dejado importantes referencias acerca de este misterio. La situación geográfica de su capital, de nombre Shamballah, se encontraría bajo el desierto de Gobi. Estas teorías son tan antiguas como la humanidad y en algunas leyendas se habla del reino subterráneo de Agartha, que se encuentra bajo los montes del Tibet. Se ha dicho en muchas ocasiones que los tan discutidos ovnis no proceden del espacio, sino que tienen sus bases en el interior de la Tierra, que abandonan saliendo precisamente por las dos aberturas que existen en ambos Polos. “Ahí vive la raza superior, la misma que un día subirá a aniquilarnos“. Esta teoría, defendida hace dos siglos por el inglés Bulwer Lytton, sería aceptada por los filósofos del nazismo, quienes se mostrarían convencidos de la existencia de un sol interior. Este sol iluminaría a una tierra hueca cuyos habitantes serían de raza aria y odiarían a muerte a los que vivimos en la superficie del planeta. El mito de este mundo secreto en las profundidades de la tierra nos conduce hasta a la religión Brahamánica.
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En el libro “El rey del Mundo” (1927), el esotérico francés René Guénon enumera gran cantidad de tradiciones antiguas que hablan de una tierra santa localizada en lugares legendarios, como la Atlántida, el Reino del Preste Juan o el propio Castillo de Camelot, entre otros. Louis Jaccolliot, Alexandre Saint-Yves d”Alveydre y Ferdinand Ossendowski fueron los primeros en difundir la descripción de Agartha. La ocultista Helena Blavatsky mantiene la opinión y creencia de que el reino de Agartha fue fundada por semi-dioses provenientes del planeta Venus. Las doctrinas esotéricas mas fantasiosas retrasan su fundación hasta hace unos quince millones de años. La idea de mundos subterráneos se pudo haber inspirado en creencias religiosas antiguas como el Hades, el Sheol y el infierno. La palabra Agharta es de origen budista. Se refiere al Mundo o Imperio Subterráneo, en cuya existencia creen los budistas. Ellos también creen que este Mundo Subterráneo tiene millones de habitantes y muchas ciudades, con Shamballah como su capital. Allí vive el Gobernante Supremo del Imperio, conocido en oriente como el Rey del Mundo. Se cree que el Dalai Lama del Tíbet es su representante en la superficie. Transmite sus mensajes utilizando algunos túneles secretos que conectan el mundo subterráneo con el Tíbet. También hay túneles semejantes en Brasil. Brasil, en el oeste, y Tíbet, en el este, parecen ser las dos partes del mundo donde se accede con mayor facilidad a este Mundo Subterráneo. El famoso artista, filósofo y explorador ruso Nicholas Roerich, que viajó por Asia central, sostenía que Lhasa, la capital del Tíbet, estaba conectada mediante un túnel con la ciudad de Shamballah, capital del imperio subterráneo de Agharta. La entrada al túnel estaba vigilada por lamas, a los que el Dalai Lama había hecho jurar secreto sobre su ubicación. Se creía que había un túnel similar que conectaba la base de la pirámide de Gizeh con el Mundo Subterráneo, por el que se supone que se podía establecer contacto con los “dioses” del mundo subterráneo. Las diferentes estatuas gigantes de los primeros dioses y reyes egipcios, así como las de Buda, hallados en todo Oriente, representan los “dioses” subterráneos que vinieron a la superficie para ayudar a la raza humana. Eran emisarios de Agharta, el paraíso subterráneo al que todos los budistas desean llegar.

La tradición budista dice que la primera colonización de Agharta se produjo hace muchos miles de años, cuando un hombre santo condujo bajo tierra a una tribu que desapareció. Se supone que los gitanos provienen de Agharta, lo cual explicaría sus permanentes traslados. ¿Para encontrar el hogar perdido? Esto nos recuerda a Noé, que se supone residía en la Atlántida y que se salvó del diluvio que sumergió a la mítica isla. Se cree que él llevó a su grupo a las altas planicies del Brasil, donde se establecieron en ciudades subterráneas, conectadas con la superficie por medio de túneles, para poder escapar de los residuos radioactivos producto de una supuesta guerra nuclear que se cree iniciaron los atlantes. Se supone que esta civilización subterránea tiene muchos miles de años (se cree que la Atlántida se hundió hace más de 11.500 años) y se afirma que son capaces de manejar fuerzas que nosotros ignoramos, como demuestran sus naves volantes operando con una fuente de energía desconocida. Ossendowski sostiene que el Imperio de Agharta consiste en una red de ciudades subterráneas, conectadas entre sí por túneles, por los que pasan vehículos a tremendas velocidades, tanto debajo de la tierra como del océano. Estos pueblos viven bajo el reinado de un gobierno mundial, encabezado por el Rey del Mundo. Representan a los descendientes del continente perdidos de Mu (Lemuria) y la Atlántida, además de los Hipeboreanos. Las versiones positivas afirman que en distintas épocas los “dioses” de Agharta vinieron a la superficie para enseñar a los seres humanos y salvarlos de las guerras, las catástrofes y la destrucción. De todos modos hay varios datos que parecen apuntar a algunas intervenciones menos pacíficas. En la épica hindú, el Ramayana, describe a Rama como un emisario de Agharta, que vino en un vehículo aéreo. Una tradición china habla de maestros divinos que vinieron en vehículos aéreos. El fundador de la dinastía Inca, Manco Capac, vino de la misma manera. Uno de los maestros más importantes de Agharta en América parece que fue Quetzalcoatl, el gran maestro de los mayas y aztecas y de los indígenas de América en general, tanto del norte como del sur. Sabemos que era distinto a ellos porque lo definen como de tez y cabello claro, alto y con barba.
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Durante muchos años estuvieron registrándose avistamientos de extraterrestres sin que, curiosamente, se hicieran estudios de las distintas tipologías de seres extraterrestres. Ello empezó a hacerse a fines de los años 60 y principios de los años 70, en el siglo XX. El tipo de entidades que Fabio Ramírez, en su libro “¿Cómo son los extraterrestres?“, nos describe, son muy variadas. Tenemos los Robots o Androides, que tienen una altura similar a la humana. Su apariencia es metálica y no tienen miramientos en usar armas contra humanos. Parecen obedecer a otras entidades como los grises o humanoides. Seguramente sirven como pilotos de ovnis en el espacio y como guardianes durante el aterrizaje, cuando el ovni está en tierra. También tenemos los Seres Invisibles. Son transparentes o invisibles, y solo pueden percibirse por los sonidos que producen. Aparentemente están vinculados a la manipulación de maquinas y rayos de energía. Se especula que su invisibilidad podría deberse a maquinas que lo ayudan a pasar desapercibido en sus actividades terrestres. Otra tipología la constituyen las Formas Luminosas. Se han observado en lugares alejados, generalmente en montañas, por parte de exploradores y alpinistas. Parecen ser entidades dimensionales relacionadas con alguna actividad de la naturaleza. Podrían ser los seres extraños y luminosos que las religiones describen en sus libros místicos. Asimismo se hace referencia a Seres Monstruosos. Un pequeño porcentaje de testimonios aluden a estos seres, más parecidos a seres de películas de ciencia ficción. Los describen con apariencia cercana a los reptiles y con cabezas parecidas a las de los insectos. A veces se los describe con brazos similares a tentáculos. Pocos testigos han descripto seres de esta tipología y es comprensible que la apariencia de estos seres no haga que los testigos se acerquen a ellos. También tenemos la tipología de Humanoides. Este es el tipo más numeroso, pero con varios subtipos. Los hay con trajes espaciales, con forma más o menos humana. Sus trajes abultados incluyen mochilas con tanques de aire, gafas especiales, casco y armas. Parecen versiones similares a nuestros astronautas. Hay otros humanoides con trajes de una pieza pegados al cuerpo. El color de su piel varia de amarillento a verdoso. Sus orejas son distintas a los humanos, o más pequeñas o mucho más grandes. Sus manos también difieren de las humanas. Los nórdicos o adámicos son humanoides muy altos y bellos, con piel blanca, cabellos largos y ojos claros. Podrían ser asimilables a la raza nórdica de los escandinavos. Su expresión es dulce, sus trajes suelen estar pegados al cuerpo y usan guantes y cinturón. Se parecen a las típicas imágenes de los ángeles o las apariciones marianas, y sus mensajes tienen un alto contenido espiritual.

También tenemos los famosos grises. Son los más recientemente conocidos y aparecen en las noticias sobre abducciones. Son bajos, ya que apenas llegan a 1,20 metros de altura. Son muy delgados, con contextura anémica. Sus brazos y piernas son muy largos, y a veces tienen 4 o 6 dedos. Su cabeza es desproporcionada, ovalada y sin cabello. Sus ojos son muy grandes, con un doble parpado. Sus orejas y su nariz casi no se ven. Su aparato sexual esta modificado y parecen andróginos. Su sistema nervioso se asemeja al de un insecto. Su cerebro es muy grande y su apariencia es sospechosamente parecida a un feto, lo que indica que tal vez algo en su evolución sea fruto de manipulación genética. Su comportamiento es muy hostil, ya que raptan humanos y los someten a diversos experimentos. También parecen ser responsables de ataques a ganado. Aparecen vestidos con brillantes trajes metalizados y no dudan en usar armas cuando los humanos se acercan. Se dice que los grises tienen contactos y acuerdos secretos con los gobernantes y militares de las superpotencias. Actualmente la mayor cantidad de avistamientos se refieren o a los grises o a los nórdicos-adámicos. A principios de la década de 1990 empezó a revelarse información sobre varios ovnis caídos y recuperados por los militares de Estados Unidos y Rusia. Se decía que los extraterrestres se reunieron con representantes militares de Estados Unidos y en el desierto se construyeron verdaderas ciudades secretas subterráneas, en la llamada Área 51, en las que se probaría la tecnología extraterrestre. Se dice que Estados Unidos comprobó más tarde que los grises los habían traicionado y que estaban ejecutando misteriosas actividades contra personas. En la década de 1990 se producen unas supuestas filtraciones de documentos secretos que cuentan que Estados Unidos sabia del tema ovni antes de la segunda guerra mundial y que tuvo contacto con ellos. Para tapar teste asunto, se creó una comisión llamada “Majestic 12“. Algunos documentos parece que eran auténticos y nos muestran que hay un gobierno oculto, y que el presidente de Estados Unidos no gobierna, sino que es solo un títere en manos de organizaciones secretas. Según David Icke, autor de “El gran secreto“, había otras razas extraterrestres en la Tierra. Una de las razas extraterrestres es la que los sumerios llamaron los Anunnaki y otros textos antiguos llamaron laRaza Serpiente. Bien podría haber sido que algunas razas extraterrestres fueran a la guerra con estos extraterrestres reptiloides Anunnaki. Los textos antiguos registran estas “guerras de los dioses” en todo el mundo y éstas podrían incluir conflictos entre razas extraterrestres diferentes, así como aquellas descriptos en las Tablillas Sumerias, que parecían involucrar facciones de Anunnaki peleando entre sí.
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Según David Icke, es posible que algunos de estos seres procedan de una cuarta dimensión, aunque puedan materializarse en nuestro entorno tridimensional. A principios del siglo XX comenzaron algunos científicos avanzados a especular con la existencia de una cuarta dimensión. Estructura que, además, podría explicar la desaparición brusca de objetos desde este mundo, como, por ejemplo, en el Triángulo de las Bermudas. Cada vez es mayor el número de físicos que se inclinan a aceptar la posible existencia de otras dimensiones o hiperespacios análogos al sistema en el que vivimos, aunque sean inaccesibles o invisibles el uno con respecto al otro. La posible existencia de estas dimensiones invisibles e inaccesibles ha motivado todo tipo de hipótesis, incluida el que dos de estas dimensiones pudieran estar temporalmente comunicadas una con la otra. El problema parece generarse al intentar descubrir si realmente hay diferentes dimensiones inaccesibles entre sí. Una hipótesis podría considerar que se accede a estas dimensiones durante estados mentales alterados, propios de momentos privilegiados. Actualmente los físicos han desarrollado teorías acerca de los agujeros negros y la antimateria y de cómo ciertas entidades subatómicas se relacionan con otras dimensiones. El hecho de que pudieran existir otras dimensiones podría dar explicación, entre otras cosas, a la supuesta habilidad para desplazarse fuera del cuerpo y ver cosas que suceden en otras estancias, en ocasiones a kilómetros de distancia. A este respecto, las recientes teorías de física en relación a las supercuerdas podrían predecir la existencia de otras numerosas dimensiones que normalmente no podemos percibir. Un ejemplo de las mismas es el de la Teoría M, que está desarrollada a partir de la teoría de las supercuerdas y que incluye diez dimensiones espaciales, siendo el tiempo la número once. La opinión generalizada de los científicos en los últimos años es que dichas dimensiones verdaderamente existen, pero que no pueden ser percibidas por nosotros. Más recientemente, en el año 2000, Arkani-Hamed, físico teórico canadiense, ha descrito que estas dimensiones podrían ser de mucho mayor volumen de lo que previamente se consideraba. Esta última idea solucionaría muchos problemas de física teórica que aún se encuentran pendientes de resolver. El mundo en el que vivimos parece tener tan solo tres dimensiones. Es decir, solo podemos ver la superficie más cercana de las cosas que nos rodean y no las lejanas ni tampoco el interior. Nos visualizamos moviéndonos hacia arriba, abajo, derecha, izquierda, adelante o atrás. Podemos imaginar un espacio en tan solo tres dimensiones. Ahora bien, si pudiésemos mover nuestro cuerpo astral, abandonando nuestro cuerpo físico, hacia una cuarta dimensión, en ese mismo instante se obtendría una visión más allá y podríamos ver incluso objetos muy lejanos. Más aún, podríamos ver el interior de objetos aparentemente cerrados para los que viven en tres dimensiones, incluso sin movernos en ninguna de las direcciones. De hecho, no ha habido movimiento alguno, sino que se ha añadido una dimensión más al espacio. Desde esta perspectiva y rotando, las escenas tienen un campo de visión de trescientos sesenta grados.

Actualmente hay muchos relatos modernos de personas que afirman haber visto seres de tipo humanoide cuya piel y caras tenían características reptiloides, y dotadas de grandes ojos saltones. Jason Bishop III, un investigador del fenómeno extraterrestre, dice que los reptiloides son mucho más altos que los humanos y tienen sangre fría como los reptiles de la Tierra. Parecen ser menos emocionalmente sensibles que los humanos y la mayoría tiene gran dificultad expresando sentimientos y emociones, aunque son sumamente inteligentes y tienen una tecnología muy avanzada. Curiosamente Los relatos modernos de reptiloides se ajustan a las descripciones de muchos “dioses” del mundo antiguo en distintos textos y leyendas. La cultura Ubaid existió entre el 5.000 y el 4.000 a.C., incluso antes de la existencia de Sumeria, en lo que ahora es Irak. Las estatuillas de sus dioses son claras representaciones de humanoides con aspecto reptil. La región donde las culturas Ubaid – Sumeria aparecieron es fundamental para comprender la historia. Las culturas centroamericanas tenían su dios serpiente alado, Quetzalcoatl; los indios Hopi tenían un dios serpiente emplumado, Baholinkonga, y la cultura americana está inundada con imaginería de serpientes, incluyendo el misterioso túmulo de tierra de forma de serpiente en Ohio. Los indios hindúes hablan de dioses reptiloides, los Nagas. Éstos eran una raza de ‘demonios‘ según las leyendas de la India y su nombre significa “aquellos que no caminan, sino que se arrastran“. Los egipcios tenían su dios serpiente, Kneph, y los faraones se retrataron a menudo con serpientes. Los fenicios tenían a Agathodemon, una figura de serpiente. Los seguidores del vudú tienen un dios que ellos llaman Damballah Wedo, que es retratado como una serpiente. Los hebreos tenían a Nakhustan, la Serpiente de latón. Un dios británico antiguo, conocido como el Dragón, era considerado el gobernante del mundo y fue llamado HU. Deeste nombre se supone proviene la palabra humano. El símbolo del disco alado de los sumerios, que es encontrado por todo el mundo antiguo, era normalmente representado con dos serpientes. El simbolismo de la serpiente y su asociación con “dioses” antiguos abunda en todo el mundo.
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El Reverendo John Bathhurst Deane, en su libro The Worship of the Serpent (La Adoración de la Serpiente), escribió: “Uno de (los) cinco constructores de Tebas (en Egipto) fue nombrado por el dios serpiente de los fenicios, Ofhion”El primer altar levantado a los Cíclopes en Atenas, era para “Ops”, la deidad serpiente. La adoración simbólica de la serpiente era tan común en Grecia, que San Justino Mártir acusa a los griegos de introducirla en los misterios de todos sus dioses. Los chinos se dice que son supersticiosos al elegir a una parcela de tierra para erigir una casa para morada o sepulcro: representándola con la cabeza, la cola y pies de dragones diversos que viven bajo la Tierra“. La idea de dragones lanzando fuego y serpientes malvadas que aparecen en leyendas y textos en todo el mundo podrían fácilmente ser referencias a los “dioses reptiloides” que operaron abiertamente hace miles de años. Ésta era la Gente Serpiente de los textos antiguos, incluyendo la Biblia, donde la serpiente es un referente regular. Por supuesto, la serpiente ha sido usada para simbolizar muchas cosas y no cada referencia es literalmente un reptil. Pero muchas de ellas lo son. También hay un tema común haciendo referencia a un lugar sagrado que está protegido por una serpiente o dragón. Tenemos la serpiente en el Jardín del Edén y el tema de serpiente / dragón es mundial. Por la descripción del dios peruano Viracocha, se diría que era un extraterrestre nórdico o adámico, que se decía que venía de las estrellas. Los habitantes de la China se autodenominaban “hijos del cielo“. Además su literatura clásica menciona multitud de avistamientos, indicando la fecha concreta. La obra “Ciencia Natural” (China) dice que “bajo el reinado de Xi ji -(2000 a. C.)- fueron vistos dos soles en la ribera del río Feichang, uno de los cuales subía por el este, mientras que el otro bajaba por el oeste. Ambos producían un ruido como el trueno“. Por supuesto no eran soles sino algún tipo de ovni. Wan Jia, que vivió bajo la dinastía de los Tshin, cuenta en su libro “Reencuentro” una historia del siglo IV a. C.: “Durante 30 años del reinado del emperador Yao, una inmensa nave flotaba por encima de las olas del mar del oeste. Sobre esta nave, una potente luz se encendía de noche y se apagaba de día. Una vez cada 12 años, la nave daba una vuelta por el espacio. Por esto se la denominaba Nave de Luna o Nave de las Estrellas“.

Un historiador cuenta que “había una gran nave voladora expuesta en el Palacio de la Virtud, bajo la dinastía de los Tang. Medía más de 50 pies de largo, y resonaba como el hierro y el cobre, resistiendo perfectamente a la corrosión; se elevaba en el cielo para retronar después, y así continuamente“. Otro historiador, Zhang Zuo, autor de “La Historia del Poder y de la Oposición“, cuenta que “el 29 de mayo del año 2 bajo el reinado Kai Yuan, durante la noche, apareció una gran estrella móvil, del tamaño de una cuba, que volaba en el cielo del Norte, acompañada de otras estrellas más pequeñas; esto duró hasta el amanecer“. En general, los astrónomos Chinos y Babilónicos poseían conocimientos que nosotros no hemos adquirido hasta recientemente. El “Nuevo Libro” de los Tang, en su capítulo dedicado a la astronomía cuenta que “El año 2 bajo el reinado del emperador Quian-fu, dos estrellas, una roja y otra blanca, que medían como dos veces la cabeza de un hombre, se dirigieron una junto a la otra al sudeste. Una vez paradas en el suelo, aumentaron lentamente de tamaño y lanzaron luces violentas. Al año siguiente, una estrella móvil brilló de día como una gran antorcha. Tenía el tamaño de una cabeza. Habiendo llegado al nordeste, sobrevoló dulcemente la región para desaparecer finalmente en dirección noroeste“. En el mismo libro, “En marzo del año 2, bajo el reinado del emperador Tian Yu, cierta noche una gran estrella surgió de la bóveda del cielo. Era cinco veces más grande que un celemín (537 m²) y volaba en dirección del noroeste. Descendió hasta treinta metros del suelo. Su parte superior lanzó luces de fuego de color rojo anaranjado. Sus luces llegaban a más de cinco metros. Se desplazaba como una serpiente, rodeada de numerosas estrellas pequeñas que desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. Se vio una especie de vapor que subía muy alto hacia el cielo“. En Kunming (China) se han descubierto máquinas cilíndricas que en su representación parecen dirigirse hacia el cielo. Los relieves están esculpidos sobre unas pirámides que surgieron súbitamente del lago Kunming tras un terremoto. ¿Serían vehículos espaciales? En Sudamérica y Egipto se han encontrado objetos de oro y madera que reproducen una especie de aviones aerodinámicos. El nacimiento de Buda es muy misterioso, al igual que el de Jesús. En el siglo IV a. d. C., en el Himalaya, una mujer llamada Maya concibe a un ser que nace sin padre terrestre. Los dioses siempre cuidaron de Maya y de su hijo, que se convertiría en Buda. Los aborígenes de Kimberly (Australia) cuentan que fueron sus dioses quienes dibujaron en las rocas los Wandjinas, unos extraños humanoides sin boca y con una especie de escafandras sobre su cabeza. Estos dioses también impartieron sabiduría a los nativos, que cuentan que los dioses se transformaron en serpientes y se sumergieron en charcos. Dicen que de vez en cuando se les puede ver de noche en forma de luces que evolucionan por el cielo. También en Reservoir Thomas existen pinturas grabadas, según los aborígenes, por seres no humanos.
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En el octavo libro de la Eneida, Virgilio habla de “ruedas que transportaban rápidamente a los Dioses“. Es curiosa la relación entre Yahveh y Huitzilpochtli. El primero hizo caminar a Moisés (y los israelitas) cuarenta años por el desierto para abandonar su tierra. El segundo, dios azteca, hizo que su pueblo caminase 3000 km también para abandonar su tierra. Ambos siguieron a los suyos, el primero en forma de nube, el segundo en forma de pájaro. Además, ambos pueblos llevaban consigo un cofre con el que se comunicaban con su Dios. Según un jefe de los Indios Hopi, White Bear (Oso Blanco), sus antepasados contaban que sus abuelos, que vivieron en algún punto del océano Pacífico, fueron ayudados por unos seres llamados “katchinas“, que descendieron de las alturas para ayudarles a trasladarse al continente americano sirviéndose de escudos voladores, cuando la tierra de sus antepasados se hundió. Cuentan también que estos seres sabían tallar grandes bloques de piedra, que dominaban el transporte aéreo de los bloques y que, además, eran diestros construyendo instalaciones subterráneas. Los Indios Thompson, de la Columbia Británica, cuentan que una mujer casada fue capturada por “gente del cielo“. Los Indios intentaron comenzar una guerra pero los hombres del cielo desmoronaron sus planes. Las culturas de Oriente, China y Sudamérica, entre otras, tenían la extraña costumbre de deformar los cráneos. ¿Tuvieron contacto entre sí? Algunos ladrillos de edificios Mayas recuerdan a los Romanos, y hay pinturas en las paredes de estos edificios Mayas que no han podido ser descifradas, pero que recuerdan a cierta escritura India. Los Indios Hopi dividieron los períodos entre grandes catástrofes entre distintos soles: el Sol del Agua, el Sol de Tierra, el Sol de Viento y el actual, el Sol de Fuego. Sus predicciones afirman que el Sol de Fuego terminará poco después del año 2000, y será anunciado por la aparición de una estrella oscura que se está acercando a la Tierra, así como también por una rara flor azul que florecerá en el desierto. Los aztecas también coincidían en esta teoría de los Soles. Según Bernal Díaz del Castillo, cronista de Hernán Cortés: “Dijeron los indios mexicanos que vieron una señal en el cielo que era como verde y colorada y redonda como rueda de carreta y que junto a la señal venía otra raya y camino hacia donde sale el Sol y se venía a juntar con la raya colorada [...] Lo que yo vi y todos cuantos quisieron ver, en el año 27 (1527) estaba una señal del cielo de noche a manera de espada larga, como entre la provincia de Pánuco y la ciudad de Tezcuco, y no se mudaba del cielo, a una parte ni a otra, en más de veinte días“. Los Dioses griegos viajaban en vehículos aéreos. En 609 d. C., Muhammad Ibn Abadía es contactado por el ángel Gabriel, un ser que descendió del cielo y que le dijo “Yo soy Gabriel, el emisario enviado por Dios para comunicarte que has sido elegido para que le anuncies a la humanidad su mensaje revelado“. Este hombre se convertiría en el profeta Mahoma, y aquí comenzaría el Islam. En el Corán hay también muchas referencias a seres que descienden de los cielos.
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La escritura conocida más antigua parece ser la sumeria (unos 4000 a. C.). Pero parece que hace seis mil años, casi dos mil antes de que los sumerios comenzasen a escribir, ya existía algún tipo de escritura en Tassili, ya que se han encontrado una serie de signos formados por barras, círculos y otros trazos sencillos. Los maoríes cuentan que algunos de ellos pudieron visitar el “país del cielo” donde se les impartieron enseñanzas. Hay muchas construcciones a lo largo y ancho del mundo que dejan perplejos a arquitectos, historiadores y científicos. Además, muchas veces están formados por bloques de piedra que se obtuvieron de canteras muy lejanas, y estos bloques suelen pesar hasta varias toneladas. Aparte de las Pirámides, tenemos que en Stonehenge hay bloques de 350 toneladas, que fueron extraídos de unos montes que distan 280 km. También se encuentran losas de hasta 30 toneladas en Pépieux, Francia, en la cima de un cerro empinado. Algunas pinturas sumerias representan las estrellas tal y como nosotros las conocemos. Además, también dibujaron planetas en torno a las estrellas. ¿Quién les suministró esta información? La “Dama Blanca“, una pintura rupestre de Brandberg (Sudáfrica), representa a un ser con pantalones ceñidos, guantes y zapatillas. Tras esta figura se puede ver otro ser delgado con un aparatoso casco en la cabeza. “Tantjua” y “Kantjera” son libros tibetanos que hablan sobre máquinas voladoras que llamaron “perlas celestes“. En una caverna en Bayán-Karula (entre China y el Tíbet) se encontraron unos discos de piedra, similares a discos musicales, con unos grabados que resultaron ser una escritura microscópica. Según el Dr. Tsum Um Nui, allí ponía que una nave espacial aterrizó en la zona hace doce mil años. Los discos cuentan cómo los Dropa fueron incapaces de arreglar la nave, y que encontraron refugio en las montañas. Casualmente en esa zona vive un pueblo cuyos miembros miden menos de 1,27 m. de estatura. Los Ham, otro pueblo cercano, aseguran que son descendientes de unos seres venidos del cielo en una extraña nave. En 498 a. C., Aulio Postumio fue ayudado por unos extraños jinetes de estatura superior a la humana en su batalla contra Tarquino y Octavio Manilio. Alejandro Magno también fue ayudado por “escudos voladores” en formación triangular durante la toma de Tiro. También se vieron extraños objetos en el 216 a. C. el día de la batalla de Cannae entre romanos y cartagineses. Observaron objetos redondos y con formas de barcos durante toda una noche. Julio César se encontró con una figura sobrehumana cerca del río Rubicón el 1 de enero de 49 a. C., según Cayo Suetonio. No sería la única vez en que Julio César se encuentró con estos seres. De hecho, en 48 a. C. un objeto en llamas cayó del cielo sobre el campamento de su adversario Pompeyo. Flavio Josefo asegura que en el siglo I se vio una espada volante durante un año entero sobre Jerusalén. Beda, en su “Historia Eclesiástica“, afirma que el año 664 se pudo ver sobre el monasterio de Parking (cerca del Támesis) una sábana volante luminosa. Se cuenta que “los valientes helvecios tuvieron que defenderse de los milaneses y fueron ayudados por enormes bolas de fuego que, cayendo sobre el enemigo, causaron su rendición“.
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Los habitantes de la ciudad de Manresa, cerca de Barcelona, celebran todavía hoy el hecho de que una luz luminosa se detuviera sobre ellos el 21 de febrero de 1345. Hay una tradición cartaginesa (Túnez) que dice que a veces la luna tiene ojos y boca, y que baja para llevarse a alguien. Con 17.000 años de antigüedad, según la profundidad a la que fue encontrada, tenemos la figura “Nomoli“, encontrada en Sierra Leona. Dentro contenía, inexplicablemente, una pequeña esfera de cromo y acero. Las piedras azules suponen también otro misterio importante. No sólo porque contienen iridio, metal extremadamente raro, sino porque además la leyenda cuenta que “la parte del cielo en la que vivían los Nomoli se volvió una roca, y cayó a la Tierra en forma de piedras”. Esta, y otras figuras similares a reptiles antropomorfos fueron encontradas por la gente local cuando buscaban diamantes. Pedro Sarmiento de Gamboa cuenta, en la “Relación sobre su primer viaje al Estrecho de Magallanes“, que la noche del 5 de febrero de 1580: “… a la banda del sudeste cuarta al sur, vimos salir una cosa redonda, bermeja como fuego, como una darga, que iba subiendo por el cielo o viento. Sobre un monte alto se prolongó, y estando como una lanza alta sobre el monte, se hizo como media luna entre bermeja y blanca. Las figuras eran de esta manera (y siguen tres figuras: una en círculo, otra una elipse, y la tercera un semicírculo)...”. Parece evidente que las antiguas civilizaciones se “codeaban” con los extraterrestres. No estaría de más recordar que muchos mitos han pasado a convertirse en historias verídicas al descubrirse restos que prueban que dichos mitos respondían a hechos reales. Así, tenemos los casos de Troya, del Rey Sargón de Asiria, del Machu Pichu, etc. Jonathan Swift, clérigo irlandés, escribió en 1726 su conocida obra “Los Viajes de Gulliver“. Durante la historia, Gulliver viaja a lugares como la isla Liliput, habitada por pequeños seres, Brobdingnag, poblada por seres gigantes, y la isla volante de Laputa. La obra es interpretada como una crítica, pero hay algo curioso en relación a Laputa. Swift narra un encuentro con unos seres de Marte. Gulliver entró en la nave, que estaba llena de mandos y aparatos, con un “imán vertical” en el centro que, según variaba, cambiaba la dirección de la nave. Sorprendentemente, más de 100 años antes del descubrimiento oficial de los satélites de Marte, Swift cuenta que “Además, han descubierto dos estrellas interiores o satélites que giran alrededor de Marte, del que el más próximo al planeta superior dista del centro del mismo exactamente 3 veces su diámetro, y el más alejado está a una distancia de 5 veces el mismo diámetro. La revolución del primero se realiza en diez horas, y la del segundo en veintiuna horas y media, de manera que los cuadrados de sus tiempos periódicos están aproximándose en la proporción de los cubos de sus distancias del centro de Marte“. Al cabo de más de 100 años se demostró que esta descripción era sorprendentemente precisa.

En 1988, una mujer que iba en coche con sus hijos casi fue abducida por un OVNI. Mientras el objeto brillante los abducía, sus voces se volvían más lentas y se distorsionaban. Cuando finalmente el coche cayó a la carretera, una rueda explotó, una capa de ceniza negruzca cubría el abollado coche. La gente de los alrededores afirmó haber visto extrañas luces en el cielo aquellos días. En 1915 desaparece todo un regimiento inglés formado por cientos de hombres cuando luchaban contra Turquía. Los soldados subieron a una “nube” que se encontraba en el suelo. Cuando el último soldado entró, la nube se elevó a gran velocidad en contra del viento, haciendo que nunca más se supiese nada de los soldados.En 1908 sucedió la famosa explosión de Tunguska, en Siberia. Un supuesto hongo atómico llegó a gran altura y el impacto quedó registrado en todo el mundo. La explosión se escuchó a 1.000 km a la redonda y además el cielo quedó iluminado con nubes fosforescentes. ¿Una nave extraterrestre reventó antes de chocar? Los testigos vieron como un extraño objeto giraba bruscamente, y parece que explotó antes de tocar Tierra. En 1936, en unas excavaciones en Irán, se descubrió un extraño objeto que, a pesar de datar del año 250 a. C., fue interpretado como una pequeña batería. El objeto tubular, de 2,5 centímetros de diámetro y 12,5 de longitud, se encontraba dentro de un recipiente de terracota. Estaba hecho con una lámina de cobre soldada con una aleación de plomo y estaño. Una tapa de cobre sellada con brea cubría un extremo. El otro lo taponaba la brea solamente. Por este extremo sobresalía una barra de hierro aislada con cobre. Se hicieron distintos experimentos. Efectivamente, aquello generaba corriente al llenarlo con alguna solución ácida como vinagre o jugo de limón. Puede que las antiguas civilizaciones conocieran estas tecnologías, y de hecho no se han encontrado restos de hollín ni nada que indique que en las pirámides se entraba con antorchas… Además existen pinturas que pueden ser interpretadas como antiguas “bombillas”. Los foo-fighters son unas bolas de fuego o de luz que se hicieron especialmente famosas durante la Segunda Guerra Mundial, pues seguían a los aviones. Incluso existe un caso en el que una bola entró en la cabina a través de la pared del avión. Poco después volvió a salir. ¿De qué naturaleza estaban hechas? Las oleadas de avistamientos en España y Francia entre 1950 y 1954 coincidieron con la mínima distancia entre Marte y la Tierra. Existen estudios que demuestran que uniendo los puntos de avistamiento, resultaban una serie de líneas que partían de un mismo punto. En ese punto, en Francia, mucha gente vio una gigantesca nave. El científico, matemático e informático Jacques Vallée, al estudiar los aterrizajes de Francia, descubrió que todos se producían de noche, que eran inversamente proporcionales a la densidad de población y que las naves con forma de elipse se posaban sobre cuatro patas. Otros estudios realizados en España, Estados Unidos, etc. llevan a las mismas conclusiones.
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El 25 de febrero de 1942, 80 días después del ataque japonés a Pearl Harbor, escuadrillas de entre 15 y 20 ovnis sobrevolaron las costas norteamericanas, en que militares y material bélico se preparaban para su embarque con destino al frente del extremo Oriente. El caso Roswell, fue otro punto de inflexión. Hubo hasta comunicados oficiales, después desmentidos. En 1947, varios seres extraterrestres perecieron cuando sus naves se estrellaron cerca de Roswell, Nuevo México. Se recogieron distintos restos materiales y varios cadáveres, aunque parece que se pudo rescatar a algún extraterrestre con vida. Existe unas polémicas filmaciones de unas autopsias. Supuestamente una sería real. El 13 de febrero de 1948 se recogió una nave espacial de una altiplano en Aztec, Nuevo México. Semanas más tarde, se recuperaron más naves con cuerpos extraterrestres y, sorprendentemente, humanos. Una nave recogida ese año, en Aztec también, llevaba 16 cuerpos inertes de poco más de un metro de estatura y aspecto humano. Vestían un uniforme azul oscuro con botones metálicos y cascos. Se afirma que también se hicieron autopsias. El 8 de Enero de 1948 Thomas Mantel se convertiría en el primer piloto desaparecido por perseguir un ovni. Siguiendo las órdenes de sus superiores, 4 pilotos con 4 cazas comenzaron a perseguir un ovni de 100 m de diámetro en Kentucky. Al quedarse 3 cazas sin combustible, estos vuelven a la base, pero el pilotado por Mantel continuó persiguiendo al ovni, llegando a acercarse demasiado. Se perdió el rastro del piloto, y más tarde se encontraron los restos de su avión. Mantel desapareció. En 1951 se descubrieron las dos naves extraterrestres que orbitan alrededor de la Tierra. Fue desde el observatorio de Monte Palomar (California) desde donde se reconocieron dos objetos situados a más de 100 km de altura. Los radares del aeropuerto de Washington detectaron 7 objetos que aparecieron de repente la noche del 19 al 20 de julio de 1952. Posteriormente se situaron sobre la Casa Blanca, el Capitolio y la Catedral de Nueva York. Lo mismo ocurrió la noche del 26 al 27. Oficialmente, todo fue un fallo de los radares, y la gente sólo vio fenómenos atmosféricos o tuvo alucinaciones.Algo muy importante ocurrió la noche del 24 al 25 de abril de 1955. Desde Monte Palomar se detectó un objeto de más de 10 km de diámetro y de forma esférica orbitando alrededor de la Tierra a 500 km de altura, dando una vuelta cada hora (unos 30.000 km por hora), y acercándose cada vez más. En la cumbre de Ginebra de 1955 distintas autoridades decidieron descubrir qué era aquello. Al saber que era extraterrestre, soviéticos y norteamericanos decidieron avanzar en sus programas de investigación espacial.

En 1959, cuatro interruptores automáticos de la generadora de Uberlândia, en Minas Gerais, se dispararon y la red eléctrica dejó de funcionar. Los técnicos revisaron el sistema, pero no encontraron nada extraño. Poco después, otro empleado de una subestación cercana informó a su jefe de que un ovni se ha detenido en el aire sobre la subestación provocando que los interruptores se dispararan también. El jefe no hizo caso. Cuando el empleado conectó los tres interruptores, todo volvió a funcionar. Además, en ese instante los empleados de la subestación de Uberlândia se percataron de que un ovni brillante se alejaba. Distintos hombres perdieron la vida en misiones secretas hacia la Luna. Obviamente, la URSS mantuvo esto en secreto. Posteriormente se supo que Terentity Shiborin (1959), Piort Dolgev (1960) y Wassilievch Zavadovsky (1961) habrían fallecido, y Kennedy Mikhailov y Alexy Belokonev (1961) habrían visto ovnis. Otra nave extraterrestre rodeó la Tierra en 1960, y fue descubierta al lanzarse el satélite norteamericano Eco I. El Presidente Kennedy y más autoridades presenciaron un avistamiento OVNi en mayo de 1962. También se dice que ese año Kennedy tuvo un encuentro con un extraterrestre, y esto fue conocido por políticos y autoridades del Pentágono. “Estoy observando unas partículas luminosas que vienen a mi encuentro ¡Son muy rápidas! Y parecen tener una luz más brillante que las estrellas… entonces ellos existen!… Son ellos! [...].¡Es metálico! y refleja intensamente la luz solar“. Esto dijo el astronauta norteamericano Carpenter orbitando la Tierra a 275 km de altura en la nave Aurora 7. Carpenter reconoció que era cilíndrico y muy grande y, además, se movía muy rápido. De repente, se detuvo junto a la Aurora 7, y tres pequeños discos salieron de la nave nodriza. Entonces el gran cilindro desapareció hacia las estrellas. En 1961, el astronauta ruso German Titov, a bordo de la Vostok 2, pudo ver y fotografiar ovnis que se acercaron a la cápsula. También un objeto apareció cerca de la nave Sputnik II, siguiéndola. Al día siguiente del lanzamiento del Sputnik IV, una luz intermitente comenzó a seguir al satélite. Después extrañas voces humanas con un timbre metálico fueron transmitidas por radio desde el satélite. No es la primera vez que pilotos escuchan voces con timbre metálico. El 6 de mayo de 1963 tres astrónomos vieron un platillo volante en Australia. Bart Bok, autoridad en el estudio de la Vía Láctea, H. Gollonow, astrónomo profesional, y M. Mowar observaron un objeto brillante de color rojo anaranjado a las 6:58 de la tarde, sobrevolando el observatorio. El objeto se desplazó durante un minuto de oeste a este por debajo de las nubes a una velocidad muy superior a la de un globo sonda. Tras informarse, dedujeron que aquello no era ni un satélite, ni un meteorito, ni un avión, ni nada similar. He aquí otra posible intervención de los extraterrestres en un conflicto. Eugenio Siragusa recibió, en 1962, un mensaje de seres extraterrestres invocando la Paz Mundial y el fin de las armas nucleares. Este mensaje fue enviado a las potencias. Curiosamente, la Crisis de Cuba, que acababa de comenzar, se resolvió rápida y misteriosamente. Y, en 1963, Kennedy y Kruscheff firmaban el tratado de “No Proliferación de armas nucleares“.
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En 1963, Valeri Bikovski, en la cápsula Vodstok V, comunicó a la base de control que “¡Un cuerpo luminoso parece volar en dirección a la cápsula! ¡Algo me acompaña por el espacio! ¡Parece que vuela muy cerca de mi cápsula! ¡En este instante se precipita hacia mí! ¡El bólido me ha rebasado a enorme velocidad! Ha pasado casi rozando la cápsula...”. También Valentina Tereskova, a bordo del Vodstok IV, solicitó instrucciones cuando una nave desconocida se acercaba a la cápsula. En 1963, Gordon Cooper, cosmonauta que sería expulsado de la NASA por hablar más de la cuenta, vio extrañas luces durante distintos vuelos orbitales, que calificó de “origen extraterrestre“. Se cree que el gran apagón eléctrico de Nueva York en 1965 fue provocado por ovnis, pues poco antes se vio un gran círculo brillante sobre la central térmica de Nueva York. Algo parecido ocurrió en el apagón de 1977 y en el de 2003. En Puno, Bolivia, en 1965, hasta doscientas personas contemplaron cómo un objeto alargado, que emitía luz, se posaba dejando marcas en el terreno. El acontecimiento fue presenciado por un redactor de un periódico local de entonces y un niño de siete años, que aseguró haber visto cómo salían del objeto hasta siete seres muy delgados que, al parecer, tenían tan solo un ojo. Otros dos testigos que no se conocían entre sí y que circulaban por la autopista Panamericana declararon también haber visto un extraño ser de unos ochenta centímetros de altura con un solo ojo. Pero la cosa no queda ahí. Días después, el teniente del ejército Sebastián Mancha aseguró haber observado a dos pequeños seres cerca del lago Ceulacocha, lugar en el que se posó el ovni que se supone el niño vio días antes. Pasaron varios días y varios pastores vieron cómo unos seres pequeños con traje fluorescente aparecían emitiendo una especie de graznidos. Avisaron a la autoridad, que sólo pudo comprobar unas extrañas marcas en el suelo. Más curioso es el caso de dos amigos que, viajando en coche, atropellaron a alguien que resultó ser un “enano de un solo ojo“. Al acercarse para comprobar si estaba herido pudieron comprobar además que vestía un traje de tiras plateadas. Un ovni tipo cigarro apareció entonces. En 1969 el hombre llega por primera vez a la Luna oficialmente. La retransmisión es interrumpida repentinamente durante unos minutos. ¿Qué ocurrió?. Los astronautas sufrieron una crisis tras aquello y aseguraron haber visto luces en la Luna. Maurice Chatklain, que estuvo a cargo del equipo de comunicaciones entre la Tierra y la Luna, aseguró que todas las naves Apolo y Géminis fueron seguidas por naves extraterrestres. También dijo que dos ovnis les “dieron la bienvenida” en la Luna, y apuntó que hubo extrañas interferencias. Fred Bell comentó que los astronautas están preparados para guardar silencio, y dijo que el proyecto Apolo fue cancelado porque había demasiadas cosas arriba. Los rusos enviaron el Lunik 15 como espía, y sabían que se podían encontrar con los americanos y los extraterrestres.

El Presidente Carter, que había tenido una experiencia ovni, afirmó antes de ser presidente que “Cuando llegue a ser presidente de los EEUU, haré conocer los ovnis al mundo. Hay toneladas de material oficial sobre este tema en los archivos secretos nacionales, el público tiene derecho a saber. Es probable que otra civilización estelar este intentando ponerse en contacto con nuestro mundo. No podemos cerrar los ojos frente a una realidad viva, aunque sea desconcertante“. Pero no lo cumplió. El astronauta ruso Víctor Afanasyev, a bordo de la estación Salyut 6 (1977 – 1982), dijo: “Nos persiguió durante media órbita. Lo podíamos ver cuando había luz, pero cuando entrábamos en la zona de sombra de la Tierra desaparecía por completo. Sin lugar a duda era un objeto artificial, metálico y de unos 40 metros de longitud. Tenía forma de huso y presentaba aperturas a modo de escotillas. En algunas partes presentaba estructuras parecidas a alerones. El objeto permaneció muy cerca de nosotros. Lo pudimos fotografiar a la perfección cuando se encontraba a unos 25 metros de nosotros“. El 3 de febrero de 1972 dos respetados habitantes de Nazca fueron testigos de un típico caso de contacto en la tercera fase, pero algo especial, dado el lugar en donde sucedió. Los testigos se encontraban cerca de la Pampa Carbonera, en Perú, cuando divisaron unos destellos en el cielo. Siguieron aquel objeto metálico hasta llegar a Chauchilla, una zona considerada especialmente siniestra. Al llegar a aquel siniestro y abandonado poblado divisaron a 40 metros un extraño humanoide de unos 2 metros de altura enfundado en un extraño mono verde. Aquel ser, que deambulaba entre las tumbas de los posibles constructores de las líneas de Nazca, se percató de la presencia de los testigos y comenzó a perseguirles. Afortunadamente se encontraban en un coche y, mientras se alejaban del lugar, uno de ellos pudo contemplar cómo la cabeza de este ser se iluminaba y radiaba. Más gente vio una extraña luz aquella noche. Este mismo año, y en la misma zona, otro investigador, llamado Rocinsky, pudo ver a un ser alto, “calvo“, flaco y pálido, con tres dientes o similares, en una boca semiabierta, cerca de un disco metálico que había logrado filmar poco antes en una loma. Hay quien dice que lo que realmente vio fue uno de los muchos cadáveres que hay en la zona de Chauchilla. Rocinsky murió al estrellarse su coche contra un árbol, en la zona. ¿Fue un tipo de maldición? Lo cierto es que la zona de Chauchilla es una zona prohibida. Hace pocos años un funcionario creyó presenciar un accidente de avión y acudió a ayudar, ya que una luz se había estrellado contra el suelo. Lo que vio le dejó helado, ya que una luz sobrenatural emergía del suelo de aquel cementerio maldito. De repente, según el testigo, unas llamaradas blancas comenzaron a perseguirle, por lo que huyó del lugar en su coche.
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En 1977, en Portugal, tres niños vieron cómo un ser sin cara y calvo, con un vestido blanco y brillante que le llegaba hasta los pies, con unos brazos finos y largos y con manos cerradas y rojas, se aparecía ante ellos. De repente abrió los brazos, y los niños se asustaron. poco tiempo el “hombre” se elevó y desapareció. En 1979 varios testigos, incluido un policía, fueron testigos de cómo su coche perdía el control cuando una luz pasaba cerca de ellos. Fue un caso típico, pero no por ello menos sorprendente. Su coche parecía que era controlado. El policía de Minnesota perdió el conocimiento y cuando se recuperó se dio cuenta de que el parabrisas estaba hecho añicos, la antena estaba doblada y su reloj se había retrasado catorce minutos. Según el Centro de Estudios de ovnis de Evanston (Illinois) se han contabilizado más de 400 casos similares en todo el mundo. Se analizó el coche del policía, reconociéndose que ningún fenómeno conocido podría causar un comportamiento como el experimentado. A finales de 1979 y comienzos de 1980, una niña de Albacete (España) se perdió en el bosque, y fue encontrada a los tres días. Sorprendentemente no mostraba síntomas de congelación. La niña contó que una mujer vestida de blanco le había cuidado en la gruta. ¿Quiénes habitan ciertas grutas? Hace años en Argentina ocurrió otro caso similar. En enero de 1986 un gran objeto con forma ovalada, de unos125 x 75 metros, se posó en El Pajarillo (Argentina). Fueron muchos los testigos. Y fue tal la importancia del asunto que hasta la NASA acudió al lugar. La zona quedó extrañamente quemada, y los insectos muertos por una extraña deshidratación causada por una intensa fuente de calor desconocida. Además, el surco marcado en la tierra sobrevivió a un incendio, la hierba comenzó a crecer abundantemente y ningún animal ha vuelto a entrar allí. Más objetos sobrevolaron la zona, y no es difícil encontrar testigos. Además, es común la aparición de extrañas luces . En La Pampa y Córdoba existen registros de los años cincuenta que cuentan cómo los campesinos jugaban a acercarse a estas luces. Era algo bastante frecuente. Hay incluso quien ha disparado contra alguna misteriosa luz, observando cómo la luz se dividía en ocho o diez más pequeñas al paso de las balas y se volvían a juntar. Otros cuentan que las han visto cerca de otros aparatos más grandes. Quizá los testigos mezclen distintos casos, pero de cualquier manera estos avistamientos son muy frecuentes en esta zona de Argentina. En Argentina también existen otros casos sorprendentes. En 1968, la recepcionista de un motel vio un humanoide con un traje verdoso y con una especie de escamas. En su cara se reflejaba una extraña sonrisa y en su mano llevaba una esfera brillante. El extraño ser entró en la recepción, se dio la vuelta y desapareció. Existe también el caso de un camionero que, tras escuchar extraños ruidos, detuvo el camión y salió a la carretera para inspeccionar el vehículo. De repente, pudo ver cinco seres vestidos de blanco y con un rostro oscuro que se acercaban. Se detuvieron a veinte metros del camión y el testigo comprobó que, aparentemente, no tenían rostro. Estos seres se reunieron en torno a un punto y se desplazaron como si llevasen algún artilugio que los mantuviese unos centímetros por encima del suelo. Una especie de cono brillante apareció para cubrirles y subieron al cielo en un abrir y cerrar de ojos.

En 1989 el físico Robert Lazar apareció en una televisión de Las Vegas para denunciar que el gobierno trabajaba con tecnología extraterrestre en la enigmática Área 51. Agregó que él mismo trabajó en los motores de propulsión de los ovnis, y que a 40 km al sur de la Base, en un sector subterráneo denominado S-4, había 9 ovnis, de forma discoidal, de entre 10 y 12 m de diámetro. Como se sabe, Fobos, satélite de Marte, realiza unos movimientos extraños y únicos, y hay quien dice que podría ser artificial, y que allí podría haber una base extraterrestre. Para explorar mejor este curioso satélite, la URSS lanzó el 12 de julio de 1988 una nave en dirección a Fobos. Se trataba de la Phobos II, ya que la Phobos I se perdió tres meses después de su lanzamiento debido a un error humano. En enero de 1989 comenzó la fase de acercamiento a Fobos, pero el 28 de marzo de 1989 dejó de funcionar. Víctor Borishov, científico soviético, afirmó que la sonda Phobos II fotografió una advertencia escrita sobre una roca en Marte: “Stay Hawai” (“Manténganse Lejos”), dirigida supuestamente a la humanidad. Ese mismo día, la sonda dejó de transmitir y se perdió. Pero las últimas fotografías que envió fueron sobrecogedoras. Se veían unas sombras elípticas y en forma de puro, perfectamente definidas, de hasta la increíble longitud de 25 km de largo. Las fotografías fueron visualizadas tanto por el Presidente norteamericano George Bush padre como por el presidente soviético Mikael Govachev. Otra fotografía fue divulgada por la investigadora y coronel rusa Marina Popovich, y muestra un gran cilindro de unos 20 km de longitud dirigiéndose hacia Fobos. Ésta se había tomado dos días antes de la desaparición de la Phobos II, el 25 de marzo de 1989. June Crain, que había estado trabajando en la base de Wright Patterson durante diez años (1942-1952), concedió una entrevista a James Clarkson en 1998. Crain le comentó que, en la base, dos importantes científicos le dictaron informes orales sobre ovnis, hombrecillos y extrañas aleaciones de metales. Uno de los científicos, Werner Von Braun, sería curiosamente el padre de la astronáutica. ¿Utilizó tecnología extraterrestre?. En 1999 un terremoto sacude Eyup (Turquía). Esa noche cientos de testigos y hasta cámaras de televisión vieron sobre el cielo extraños objetos ovalados y afilados que cambiaban de color y, en silencio, giraban en todas las direcciones rápidamente. Fue uno de los casos con más testigos de la época.
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Hace unos años, en Argentina, una mujer, llamada Gabriela Castalsano, y unos amigos desaparecieron como acontece con más gente en la zona. Pero curiosamente aparecieron a los siete días en una gruta, en estado de crisis nerviosa y vestidos con una especie de túnica blanca que ellos no llevaban. La mujer tenía los pies congelados hasta tal punto que los médicos decidieron amputárselos. Pero mientras descansaba en el hospital, y para sorpresa de todos, la sangre volvió a correr por sus gangrenados pies. Nadie explicó cómo pudo restablecerse el riego sanguíneo. Castalsano recordó que, perdida, entró en una gruta en donde vio un destello luminoso. Entonces apareció un hombre con un cinturón ancho y cabello blanco. No recordaba nada más. En Oruro, Bolivia, en Octubre de 2005, muchos testigos, incluyendo cámaras de televisión, pudieron ver objetos brillantes que se descomponían y formaban extrañas figuras, objetos discoidales que se movían en zig-zag, etc. Los gigantes y los gnomos, seres mitológicos, podrían ser más reales de lo que pensamos. Para empezar porque se han encontrado esqueletos de seres de varios metros de altura junto a platillos volantes, aunque dicha información se ha mantenido en secreto. Esto podría explicar cómo se construyeron algunos templos y edificios cuyas piedras llegan a pesar varios cientos de toneladas. Aunque existen varias teorías, no está claro quiénes eran esos gigantes. Tal vez eran extraterrestres. En Filipinas, en Gargayán, se encontraron restos de un ser que medía 5,81 metros de altura. En Agadir (Norte de África) se han encontrado en un yacimiento de huesos hachas de doble filo de hasta 8 kg, 16 veces más pesadas que las de ahora. ¿Qué seres podían manejar dichas hachas? Pei-Ven-Chung, paleontólogo chino, dató algunos gigantes en 300.000 años. Según los estudiosos de la Biblia, el último gigante de la Biblia fue el Rey Og, de Bassan, que necesitaba una cama de cinco metros. El Dr. Rex Gilroy, director del Mount York Natural History Museum, descubrió unas huellas enormes junto a herramientas de gran tamaño y una muela de 6 centímetros. En Malta, en 1750, se descubrieron esqueletos de gigantes. Cerca de la zona donde fueron encontrados se encuentra el templo neolítico de Gigantia, que según las tradiciones fue construido por gigantes que habitaron la isla en la antigüedad. En Grecia se descubrieron esqueletos de nada menos que diez metros de longitud, tres más que los restos de los gigantes de la antigüedad hallados en Sicilia. También parecen una realidad los “gnomos” o seres diminutos. Al igual que con los gigantes, también se han encontrado pequeños seres y esqueletos diminutos. En 1930, en Wyoming, unos buscadores de oro dieron con una cueva de cinco metros de longitud y un metro y veinticinco de altura y anchura al tirar una pared con una explosión con dinamita. Dentro, sobre un zócalo de piedra, encontraron una pequeña familia momificada con las piernas cruzadas. Se entregó a los investigadores locales. La altura de los seres era de unos veintidós centímetros, y su peso momificado era de 350 gramos. En su rostro se observaba una frente baja, nariz aplastada y piel bronceada. Los Rayos X confirmaron que era un ser humano, con dentadura, vértebras y pelvis. En Escocia, unos investigadores descubrieron unas escaleras con peldaños de dos centímetros que daban a un cementerio de pequeños seres. Pero desafortunadamente los restos desaparecieron.

Antes hemos mencionado encuentros con naves y seres extraterrestres. Pero hay evidencias que vienen a demostrar que mucho antes de que existiera el hombre actual ya había “gente” sobre este planeta. Al margen de que algunos contactados digan que hace millones de años que la Tierra estaba poblada por seres muy avanzados, lo cierto es que se han encontrado pruebas que apuntan en esa dirección. No son muchas, pues, como es lógico, debido al gran tiempo que ha transcurrido. Pero se han encontrado algunos extraños “objetos” que dejan perplejos a los científicos, pues por sí solos demostrarían que hace millones de años seres avanzados caminaron sobre la Tierra. En Suiza se descubrió la mandíbula de un niño en un bloque de carbón de una antigüedad de unos 10 millones de años. En Utah, en unas rocas de 500 millones de años que formaban una playa, aparece la huella de una sandalia pisando un trilobite, animal que se extinguió a finales de la era primaria, hace unos 280 millones de años. En 1968 el Dr. C. Burdick, geólogo de Arizona, encontró cerca otra huella; esta vez la pisada fosilizada de un supuesto niño descalzo. En las colinas de Kentucky se encontraron hace unos años más de 10 huellas humanas con una antigüedad de 250 millones de años. En una mina de Montana se encontró un diente humano. Curiosamente, el esmalte se había convertido en carbón, cosa que necesita muchos centenares de miles de años para producirse. En Texas, huellas humanas fosilizadas de cuarenta y tres centímetros aparecieron junto con las de unos tiranosaurios. En las piedras de Ica (Perú), aparecen humanoides conviviendo con dinosaurios. También figuran operaciones quirúrgicas como trasplantes de corazón. En el Valle de la Muerte (EEUU), se han encontrado esqueletos humanos de dos metros y medio de altura. Esa especie habría vivido allí hace 100.000 años. También existen esqueletos de adultos que sólo miden medio metro. En un yacimiento de carbón se encontró un collar de oro, y en otro apareció una vasija de hierro. En una mina de carbón de Iowa se encontró un objeto de piedra tallado, de sesenta centímetros de largo, en el que aparece cuatro veces el rostro de un anciano. Su antigüedad se calcula en unos 300 millones de años, antes de que existieran los dinosaurios. Existen desiertos con zonas cristalizadas, como cuando explota una bomba atómica, y restos de ciudades y fortines con paredes vitrificadas por una intensísima fuente de calor. Un martillo fosilizado fue encontrado en unas rocas de hace 140 millones de años. En Texas, una familia encontró un martillo incrustado en una roca con el mango de madera petrificado. En 1934, los científicos se negaron a analizarlo, pero en los 80 un grupo de científicos australianos y norteamericanos decidieron hacerlo. Sólo pudieron decir que la cabeza estaba formada aparentemente por una aleación utilizada en el siglo XIX. ¿Cómo se fosilizó el mango? En la década de 1880, remodelando una prisión en Nevada, se descubrió un gres solidificado, de 3 millones de años de antigüedad, en el que aparecía una gran huella de un ser humano calzado.
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Se han encontrado unas aparentes “pilas eléctricas” de cuatro mil años de antigüedad. Pueblos como los Babilonios, Egipcios, Hindúes y Africanos parecían poseer estas tecnologías. En Asia y Sudamérica se han encontrado piezas de aluminio y bronce de aluminio. Pero, que sepamos, hace falta corriente eléctrica para conseguirlo por electrólisis. En 1950, unos paleontólogos Chinos excavaban en el desierto del Gobi y encontraron huellas de zapatos remendados sobre arenisca de 200 millones de años. En las piedras calizas de Glen Rose (Texas) se halló lo que parece una “huella” humana fosilizada, de una antigüedad estimada de 110 millones de años. En la misma zona se hallaron más huellas, pero de tamaños desconcertantes: pies de 38 cm de longitud y una separación entre huellas tal que hace pensar que aquellos hombres medían más de 2,5 metros de altura. También hay en la zona huellas de dinosaurios, pero en estratos más recientes. Unos buscadores de geodas encontraron en 1961, en California, una geoda que pesaba más de lo normal, y decidieron abrirla. Lo intentaron con una sierra de diamante, y ésta casi se rompe. Dentro, en vez de un hueco encontraron un objeto claramente no natural: Era una pieza de porcelana circular, en cuyo interior se hallaba fijada una varilla metálica de unos dos milímetros de diámetro, terminada en una especie de espiral, y envuelta en un estuche hexagonal formado por un material desconocido y difícil de examinar al haber desaparecido casi por completo. Aquella pieza parecía ser una especie de bujía, pero la edad mínima de la geoda era de 500.000 años. El arqueólogo norteamericano Dr. A. Hyatt Verril aseguró que en algunas piezas de las figuras representadas en la antigua cerámica de la cultura Cocle (Panamá) aparecen representados animales voladores prehistóricos como los pterodáctilos.

El profesor Doheny organizó una expedición al cañón de Hava Supai (Arizona) para conocer aquella zona. Descubrieron un grabado de un animal erguido sobre sus patas traseras. Parecía unRyanosaurio, animal extinguido hace 32 millones de años. También en Oregón se encontró el retrato de un stegosaurio. El sabio Francés Denis Saurat, tras estudiar el calendario de Tiahuanaco, llegó a la conclusión de que algunos cráneos o cabezas de dicho calendario eran de los toxodones, mamíferos que se extinguieron hace millones de años. Antes hemos mencionado los mapas de Piri Reis, un marino otomano que dibujó la costa de la Antártida y Groenlandia tal y como fue antes de la supuesta glaciación de los Polos. Según él, se basó en distintos mapas de otros marineros. La forma de la costa antes de la glaciación sólo se ha conocido hace poco, y gracias a los avances tecnológicos. En la década de 1970 se encontró en Salta (Argentina) un feto humano petrificado de unos dos millones de años. En Malasia también presumen de tener restos curiosos. Concretamente, hablan de huellas humanas de hasta 85 cm. En una cerámica griega que se encuentra en un Museo de Boston pueden verse una serie de extrañas figuras, entre las que destaca una que ha desconcertado a los arqueólogos durante años. La figura representa a un monstruo cuya cabeza es parecida a la de un dinosaurio. Nuevas pinturas de dinosaurios, esta vez en una urna de Caria (Asia). Se pueden apreciar desde mosasaurios hasta pulpos o delfines. Recientemente han ido apareciendo en Sudáfrica cientos de extrañas esferas con tres ranuras. Las hay de dos tipos; de metal azulado y con manchas blancas y huecas rellenas de un centro esponjoso blanco. El conservador del museo de Klerksdorp, Roelf Marx, asegura que son un completo misterio, puesto que parecen hechas por el hombre, pero en una época en la que se supone no había vida inteligente sobre la Tierra, pues las encontraron unos mineros en depósitos precámbricos, comprendidos entre la formación de la Tierra, hace unos 4.000 millones de años, y el comienzo de la vida en los mares, hace unos 57 millones de años. Muchos de estos objetos han desaparecido, quizá por parte de organizaciones interesadas en que no se sepa la verdad. Por ejemplo, un extraño cubo industrial que apareció en Salzburg, de 785 gramos, desapareció en el Museo de Linz.
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En 1969 se supone que el hombre pisó la Luna por primera vez. Y ahora se especula que este momento tan importante pudo haber sido una farsa. En efecto, algunos investigadores dijeron que habían detectado ciertos fallos en las imágenes y vídeos que la NASA mostró al mundo. Además de las imágenes en sí, hay otros aspectos que hacen dudar. Por ejemplo, la sombra de Aldrin -colocando la bandera- es muchísimo más larga que la de Armstrong. Si la fuente es el Sol, esto no tiene una explicación lógica. Si la luz es solar, ¿qué es el halo que se observa? ¿acaso hay atmósfera? Parecería que esta foto ha sido tomada en la Tierra. Además, si el Sol es la única fuente de luz ¿cómo es posible que la parte frontal del astronauta esté iluminada? También se observa un cielo sin estrellas, cuando en la Luna las estrellas se ven a la perfección. De todos modos, existen distintas teorías, tales como que llegaron a la Luna, y todo es verdad, no llegaron a la Luna, y todo es un fraude, sí llegaron, pero mostraron un vídeo falso, por algún tipo de precaución. Pero no se entiende que mostraran un vídeo falso si todo fue un éxito. Tampoco parece que no llegara, ya que mucha gente vio despegar el cohete, aunque algunos creen que lo único que hicieron fue dar vueltas alrededor de la Tierra. Efectivamente, todo apunta a que sí llegaron, pero por algún motivo no se atrevieron a mostrar lo que allí ocurría. ¿Por qué mostrar un vídeo falso? Todo comenzó cuando Christiane Kubrick, viuda del famoso director de cine Stanley Kubrick, descubrió unos papeles que su esposo tenía escondidos, junto a una cámara. Los papeles tenían los sellos de la NASA, y contenían una información que sin duda la sorprendió. Recordemos también que, ya en 1961, el Presidente Kennedy prometió que, antes de que acabase la década, los americanos llegaría a la Luna. En 1966 la CIA captó un mensaje que indicaba que los soviéticos estaban preparados para ir a la Luna. La carrera por ver quién llegaba antes a la Luna había comenzado. En 1967 murieron unos astronautas del proyecto Apolo, y a los rusos les explotaron algunos cohetes. Más que un proyecto científico era un concurso en donde los rusos y los americanos intentaban demostrar que ellos eran mejores. Es difícil de explicar que aquellos cohetes, capaces de desplazar piedras de varios kg de peso, ni siquiera desplazaran el polvo de la superficie lunar. Además, es curioso que se puedan llegar a leer las pegatinas e inscripciones del Módulo Lunar que están en el lado en donde no da el Sol, ya que no había suficiente luz. Para movilizar a la población americana, Kubrick habría rodado la película “2001, odisea en el espacio“. Donald Rumsfeld propuso rodar el alunizaje por si acaso había problemas con la retransmisión. Dio como plazo dos semanas, y parece que emplearon el decorado de “2001, odisea en el espacio“. El KGB soviético enseguida se dio cuenta de que todo aquello era mentira, o que por lo menos el vídeo era falso. Además detectaron que las pisadas eran extrañas, que las sombras eran demasiado alargadas, tal vez debidas a focos, que las cámaras que empleaban no estaban protegidas y que, por lo tanto, no podrían sacar fotos, etc.
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Cuando llegaron a la Tierra, de vuelta, los astronautas desaparecieron de la vida pública. Nunca más se supo de ellos. Aldrin cayó en una gran depresión, y comenzó a emborracharse con frecuencia. Armstrong, por ejemplo, se dedicó a buscar civilizaciones subterráneas. Según Chapel, ex-agente de la CIA, los involucrados recibieron una nueva identidad. Por su parte, el diseñador del decorado se escondió durante diez años en una sinagoga, hasta que lo encontraron. Y cinco años después del alunizaje, al pedir a la NASA una lente especial para una película, Stanley Kubrick se dio cuenta de que estaba siendo espiado. Desde entonces no salió de su inmensa finca. Esto fue lo que reveló el ex-director de la CIA, Vernon Walters, que murió curiosamente dos días después de desvelar la verdad. No dijo, al parecer, nada relacionado con extraterrestres. Pero lo cierto es que la transmisión de las comunicaciones de los astronautas deja entrever que sí vieron algo. Sabemos que desde hace siglos se han detectado luces en la Luna y Marte, pero es que diversos astronautas han visto ovnis en sus vuelos. El astronauta Gordon Cooper aseguraba que eran vehículos extraterrestres, y que siempre han seguido a las misiones Apolo. También dijo que el Apolo 11 fue el primero en entrar en su zona de influencia. El ufólogo Timothy Good, en su libro “Cielos abiertos, mentes cerradas“, asegura que existe una grabación con una conversación secreta entre Armstrong y Aldrin, en la que hablan sobre seres gigantescos en la superficie de la Luna y naves alineadas alrededor de un cráter. Santiago Vázquez fue el encargado de transmitir el alunizaje para España. Se encontraba en Fresnedilla (Madrid) junto con periodistas de todo el mundo. Cuando se estaba realizando la transmisión, los directivos de Fresnedillas rogaron a los periodistas que salieran de la sala, enviándolos a una sala contigua sin monitores. Poco después pudieron escuchar las pulsaciones de los astronautas, muy aceleradas, y ya algunos afirmaban haber visto extrañas luces. Collins era el que más campo de visión tenía, por haberse quedado en el módulo, y casualmente era el que más pulsaciones por minuto tenía. Se pensó que las pulsaciones podrían ser debidas a todas las cosas que podría estar viendo. Efectivamente, en la década de 1970, muchos artículos hablaban sobre la posibilidad de que los astronautas se hubiesen encontrado con naves y seres extraterrestres.
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El escritor e investigador español J. J. Benítez tiene su propia teoría. Asegura que, según le confesó un alto cargo, llamado “Mirlo Rojo“, existe un vídeo, que al parecer tiene en su poder, en el que se ven unos edificios en ruinas que grabaron supuestamente los astronautas del Apolo 11 en la Luna. El vídeo fue emitido por TVE dentro de la serie “Planeta Encantado“, y levantó muchas polémicas. Los más críticos decían que todo era un montaje. En la primera imagen los astronautas bajan por una montaña y recorren algunos metros en el vehículo lunar. Después, vuelven a aparecer en la misma montaña. Similar al caso anterior. Si el Módulo Lunar no se movió, ¿por qué en una fotografía aparece y en la otra no? Sin embargo, parece tratarse del mismo fondo. Según Benítez, las oleadas ovni de los años 40 alertaron a los soviéticos, y eso obligó a cambiar el rumbo de la carrera armamentística. Incluso Kennedy fue engañado. Todo el mundo fue engañado. La gota que colmó el vaso ocurrió en 1955, cuando dos observatorios astronómicos descubrieron un cilindro orbitando a 500 km de la tierra a una velocidad de 30.000 km/h. El objeto tenía más de 10 km de longitud. Las grandes potencias se reunieron inmediatamente en Ginebra, ya que aquella nave no era de origen terrestre. Benítez muestra fotografías y vídeos de carreteras y extrañas formaciones. tales como monolitos alineados, muros, ruinas, etc. La NASA habría censurado unas 900 fotografías que habrían pasado a los archivos del Pentágono. Posteriormente, las misiones Apolo habrían grabado vídeos de los edificios en ruinas, tomando medidas y analizando los materiales. Los muros eran de un material similar al de la superficie lunar, el edificio principal tenía forma de hangar, y medía 60 metros de largo. Su altura era de hasta 9 metros, tenía 12 ventanas y una puerta de 3 metros de altura. Estaba especialmente erosionado, y como en la Luna no hay atmósfera, se pensó que podía ser muy antiguo. Benítez también defiende la teoría de que allí había seres y naves, al otro lado de los cráteres. Pero cuando se ordenó filmar, todos desaparecieron. Sobre las pulsaciones antes mencionadas, Benítez dice que efectivamente se emitió un comunicado a todo el mundo en el que se afirmaba que el corazón de Armstrong alcanzó las 160 pulsaciones por minuto al finalizar el paseo lunar. El 24 de diciembre de 1968 ocurrió un incidente similar. El Apolo 8 perdió contacto con la Tierra durante seis minutos. Cuando todo volvió a la normalidad, el astronauta James Lovell, que había pasado de unas pulsaciones normales a 120, pronunció una frase clave: “Acaban de decirnos que Papá Noel existe“. Muchos piensan que era un mensaje secreto que quería decir que los extraterrestres estaban allí. Es curioso que en el módulo lunar pusiera la frase “Venimos en son de paz“. También es curioso que desde entonces no se haya vuelto a la Luna. Se cree que EEUU utilizó bombas nucleares para borrar aquellas huellas extraterrestres. En 1994 la NASA envió por fin una sonda, la Clementine, después de 20 años. Lo que captó sorprendió de nuevo a los científicos, ya que vieron figuras geométricas y más construcciones. Pero este lanzamiento de la sonda pasó desapercibido.

Otro elemento más de esta polémica es la famosa conversación que supuestamente mantuvieron los astronautas y el centro de control, mientras los periodistas fueron “invitados” a salir de las salas, cuando la emisión se interrumpió. Esta conversación fue en principio captada por radioaficionados, y captaba la explicación, por parte del astronauta Neil Amstrong, de algo increíble que estaban viendo. ¿Qué vio Armstrong? Lo cierto es que la voz sí que parece la de Armstrong, y así lo han dicho varios especialistas. Curiosamente el interés por la Luna apareció y desapareció a la vez en Estados Unidos y en la Unión Soviética. Siete meses después de que el Apolo 17 abandonase la Luna, los soviéticos perdieron contacto con el Lunakhod, que se encontraba a 110 millas del lugar en que el Apolo 17 alunizó. La agencia UPI informaría más tarde de que el Lunakhod 2 había encontrado, el 14 de febrero de 1973, una piedra lisa, parecida a un muro. Sobre la conversación que mantuvieron Armstrong y Collins en la Luna, Otto Binder -ex-empleado de la NASA- aseguró que algunos radioaficionados la pudieron captar. Benítez reproduce parte de ella en el vídeo: “Apolo 11: “Estos tipos son muy grandes, señor. ¡Enormes!. ¡Dios mío!. ¡Ustedes no lo creerían!”. NASA: “¿Qué pasa ahí?. Control de la misión llamando a Apolo 11″. Apolo 11: “Están aquí, bajo la superficie”. NASA: “¿Qué hay ahí?”. Apolo 11: “Estamos aquí, los tres. Pero hemos encontrado visitantes. Por las instalaciones parece que han estado aquí desde hace bastante tiempo. Digo que ahí fuera hay aparatos espaciales. Están alineados en filas al otro lado del cráter”. NASA: “Filmar”. Apolo 11: “¡Demonios!. Las condenadas cámaras están funcionando mal aquí arriba. Tenemos tres tomas de ovnis o lo que fueran. Pueden haber velado la película… ¡Están posados aquí!. ¡Están en la Luna, observándonos!…“”. Maurice Chatelain, experto en comunicaciones de la NASA, confirmó que un retardo en la transmisión permitió a la NASA censurar algunas partes. Neil Armstrong en cambio aseguró a Timothy Good que allí arriba nunca se vio nada extraño. Pero posteriormente, en otra entrevista, Armstrong explicó que sí vieron cosas, y que sus naves (las de los extraterrestres) eran mucho más grandes y avanzadas. Los tripulantes del Apolo 12 también vieron una especie de pirámide opaca desde la que se les observaba, y que emitía o reflejaba los colores del arco iris. Y otros viajes de reconocimiento, como el del Apolo 10, también observaron cosas curiosas. Una de las fotografías de esta misión muestra extrañas alineaciones y sombras. Tal vez el proyecto Apolo sea un disfraz para ocultar un verdadero programa militar. Hay quien dice que ya tenemos bases en la Luna, y hay quien dice que la Luna está hueca. Los años posteriores a los proyectos Apolo fue un período de especulaciones. La prensa publicaba artículos con distintas teorías y, a la vez, el recuerdo se iba diluyendo. George Leonard, que había trabajado para distintas dependencias del gobierno, publicó un libro titulado “Somebody Else is on the Moon“, en el que analizaba las fotografías de la NASA. Leonard defendía en su libro la teoría de que la Luna estaba habitada por seres extraterrestres, cuyos vehículos y construcciones podían ser vistos por nosotros, y aseguraba que eso fue lo que impulsó esta carrera espacial en la década de 1960.
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Hubo también dudas acerca del origen de la Luna, pues las edades de las distintas rocas recolectadas eran muy dispares. El astrónomo Don Wilson publicó dos libros en los años 70 en los que venía a decir que la Luna estaba hueca, coincidiendo así con la teoría de otro astrónomo, Gordon McDonald. Dicha teoría dio pie a otras. Por ejemplo, dado que supuestamente es imposible que se formen cuerpos planetarios huecos, Vasin y Scherbakov se aventuraron a decir que la Luna era artificial, como aparentemente lo es el satélite de Marte, Phobos. No se volvió a hablar de las anomalías hasta 1996, cuando el investigador Robert Hoagland, el ex-piloto de pruebas Ken Johnson, y los geólogos Ron Nicks y Brian Moore, presentaron nuevas fotografías de distintas estructuras en la Luna. Se ha especulado mucho sobre el origen de la Luna, y probablemente nunca sepamos la verdad. Todos los libros de texto definen la Luna como un satélite natural de la Tierra. Por supuesto, es una teoría muy aceptada, y la más lógica a priori. Pero no está tan claro. Hace años, los científicos tenían tres teorías, que fueron cuatro en 1975, cuando se analizaron las rocas de la superficie. La primera teoría es la llamada “Formación por fisión de la Tierra“. Defiende la idea de que la Luna fue “expulsada” de la Tierra cuando ésta se formaba. A favor tiene el hecho de que la densidad de la Luna es la misma que la de las rocas del manto superior de la Tierra, pero en contra tiene los principios de la mecánica, pues el momento angular de la Tierra tendría que haber sido mayor que el momento angular actual. La segunda teoría es la de la “Formación en una órbita cercana“. La Luna, al igual que los demás cuerpos del Sistema Solar, se habría formado independientemente de la Tierra. La tercera teoría viene a decir lo mismo, pero añade que la Luna se habría formado muy lejos, y que habría sido atraída por la Tierra. La última teoría y más aceptada es la del “Impacto”. Según esta teoría (1975), la Luna se habría formado después de que un gran cuerpo, tan grande como dos veces Marte, chocase contra la Tierra. Este impacto habría expulsado partes de la Tierra al espacio, que se habrían fundido para formar la Luna. En cambio, es la geoquímica de la Tierra la que puede desbaratar esta aceptada hipótesis, pues parece imposible que los materiales se pudieran fundir tan rápidamente. Las otras teorías “no oficiales” hablan de un origen artificial. Hay quien dice que la Luna habría sido colocada ahí por alguna raza extraterrestre para poder observarnos de cerca sin que nosotros pudiésemos verlos. Otros dicen que podría estar hueca. También podría ser posible que su origen fuera natural, y que los extraterrestres la hayan adaptado a sus necesidades, construyendo bases, etc. Otros dicen que la Luna es el único satélite natural que sobrevivió a una serie de cataclismos ocurridos durante la glaciación. En cualquier caso, resulta curioso que por su órbita nunca nos muestre su otra cara. ¿Qué hay allí realmente? La sonda Clementine, lanzada en 1994, indicó a los científicos que podría haber agua helada en un cráter de la cara oculta de la Luna. Efectivamente, en 1998 el Lunar Prospectorconfirmaba la existencia de agua helada. Se cree que estas toneladas de agua podrían ser debidas a los cometas y asteroides que han caído en la Luna desde hace millones de años.

Cydonia es una zona de Marte que se caracteriza por albergar, supuestamente, los restos de una antigua civilización. Cydonia se encuentra al Norte de Marte (40,8 º N, 9,45 º O). Todo comenzó cuando el científico Tobías Owen vio la fotografía 35A72 que envió la sonda Viking 1, que se encontraba cartografiando Marte en busca de un buen sitio para que la Viking Lander 2 descendiera. Eran mediados de los 70, y todo el mundo sospechaba que Marte era un lugar hostil a la vida. En cualquier caso, se intentaba encontrar restos de algún tipo de vida microscópica. Aquella fotografía, tomada el 31 de julio de 1976, era la famosa “cara” de Marte. Y junto a ella se encontrarían los restos, como pirámides, de una antigua civilización similar a la egipcia. Sin duda, era el descubrimiento más importante para la humanidad. Primero se dijo que aquella “cara” de 1,5 km de diámetro no era más que una meseta, y que el aspecto humano era debido a un curioso efecto óptico. Se aseguró que horas más tarde la sonda fotografió de nuevo la zona, y que entonces se veía que aquello no era más que una roca erosionada. En cambio, esa fotografía no se mostró, porque no existía. Era imposible que la sonda hubiera obtenido una segunda fotografía horas más tarde porque no habría pasado por la zona hasta varios días después. Esa sería la primera mentira, pues sí existe otra fotografía (70A13) tomada más de un mes después y a una hora distinta, pero se aprecian los mismos detalles. Sí, meses después la Viking 2 obtuvo una serie de fotografías que no serían mostradas al público hasta diez años después, cuando dos ingenieros adscritos a la NASA (DiPrieto y Molenaar) comenzaron una investigación. Descubrieron nuevas fotografías de la zona, y a pesar de que la iluminación era distinta en todos los casos, aquello seguía pareciendo una cara humana, simétrica y con detalles. Posteriormente, el Dr. Mark Carlotto utilizó un proceso de extracción de formas a partir de técnicas de sombreado. Efectivamente, aquello existía en el terreno. Carlotto utilizó sofisticadas técnicas para analizar las cintas originales, y consiguió fotografías tan nítidas que era posible distinguir desde el mentón hasta los globos oculares, pasando por los dientes. Además, se vio que la formación era totalmente simétrica, por lo que difícilmente podía ser algo natural. Geólogos, físicos, ingenieros y matemáticos trabajaron para intentar encontrar una explicación a lo que allí había, que aparentemente era una ciudad en ruinas. Las extrañas formaciones y las supuestas pirámides… recuerdan a la civilización egipcia. Además, las construcciones se encuentran bordeando un supuesto antiguo mar que habría estado en el área marciana de Acidalia Planitia. Los cráteres de la zona están ligeramente erosionados por lo que parece un suave oleaje, por encima del nivel del agua. En la zona de Cydonia se pueden encontrar muchísimas curiosidades.
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La “cara” o “esfinge” es la estructura más famosa. Mide 2,5 km de largo, 2 de ancho y 400 m de alto. Al estudiarse se vio que era simétrica, y que tenía dibujados los ojos, con pupilas, la boca, los dientes, etc. La pirámide D&M es conocida con este nombre en honor a DiPrieto y Molenaar, y se encuentra a 20 km, que representa 1/360 del diámetro marciano, de la “cara“. Pero tiene cinco caras, y no cuatro, como las egipcias, y además mide 800 metros de altura, con un diámetro de casi tres kilómetros. A 20 km de la “cara” también podemos encontrar un grupo de pirámides erosionadas. Los ángulos entre la “cara”, la “Pirámide D&M” y otras estructuras son de 3,14 (el número pi), 2,72 (el número e, conocido a veces como número de Euler o constante de Napier) y el número 19,5, que se repite varias veces. También encontramos un gigantesco cráter con una pirámide en su borde. Sin duda las construcciones son posteriores a la caída del meteorito que causó el cráter. Existe una colina denominada “Tholus“, que se caracteriza por tener una rampa espiral, que la rodea. Además, si se traza una línea vertical desde un “acantilado” situado cerca del cráter anterior hasta esta cima, y otra desde la pirámide, tenemos dos rectas que se cruzan formando un ángulo de 19,5 grados, que se repite varias veces. El “acantilado” y las extrañas ruinas, a las que se ha bautizado como Utopía es una zona ha sido analizada por distintos investigadores, pero nadie le encuentra una explicación. El cartógrafo y analista de sistemas de la Agencia Cartográfica de la Defensa, Erol Torun, por ejemplo, no puede explicar cómo aquello pudo haberse formado naturalmente. Y eso fue lo que le motivó para analizar concienzudamente todas las formaciones, especialmente su geometría. Quedó tan impresionado que confesaría que no estaba preparado para reconocer lo que estaba encontrando. Más tarde se enviaron las naves Mars Observer, Mars Global Surveyor y Mars Pathfinder con el fin de analizar mejor la zona de Cydonia. La primera de ellas, enviada a primeros de los 90, costó más de 100.000 millones de dólares, pero se perdió inexplicablemente cuando ya había llegado a Marte. Se acusó a la NASA de encubrimiento. Además, poco después se reparó el telescopio espacial Hubble, y muchos piensan que se aprovechó para recoger información secreta. Las otras sondas encontraron nuevos alineamientos en otras zonas, tales como Elyseum y Utopía. Por ejemplo, la Mars Global Surveyor captó nuevas imágenes de la “cara“, fotografías que fueron descaradamente manipuladas por la NASA. La primera fotografía estaba tan modificada que hasta se pensó que habían fotografiado otra formación totalmente distinta. La segunda versión se asemejaba más a la “cara“, pero no era simétrica. La nariz por ejemplo estaba muy desplazada.
En 2001 se tomaron de nuevo imágenes de la “cara“. Esta vez no se mostraron al público hasta seis semanas después de las tomas, lo que permitió a la NASA retocarlas mejor. De nuevo hubo una serie de sospechas, pero la NASA consiguió convencer a todo el mundo científico. En cualquier caso, ellos seguían interesados en saber qué era aquello, y de hecho continuaron fotografiando la zona en secreto. El investigador John Brandenburg afirmó lo siguiente: “… la superficie del planeta Marte está llena de rastros geológicos que conducen a pensar que, en la antigüedad, estuvo surcada por ríos y mares. Las pirámides y la “Cara” de Cydonia, así como los otros dos rostros hallados en la región de Utopía, son simétricamente perfectos y, con toda seguridad, artificiales“. Richard Hoagland, investigador y asesor de la CBS durante el proyecto Apolo, comenzó a investigar, impulsado por el trabajo de DiPrieto y Molenaar. El que los números pi y e apareciesen continuamente al trazar líneas y unir puntos clave de la ciudad, le ayudó a descubrir que existían objetos poliédricos ordenados en una recta, que el eje de simetría de la cara es perpendicular al eje principal de la ciudad, que un conjunto cuadrado de objetos marcaba el punto medio exacto sobre el eje principal de la ciudad, que el eje de simetría de la “Pirámide D&M” apuntaba a la cara, que otro borde estaba alineado con el recuadro de la ciudad y que otro borde se alineaba con una colina especialmente redondeada. Además el frente más cercano a la cara de la “Pirámide D&M” está formado por dos ángulos congruentes, con otros dos congruentes también a los lados. Trabajó durante mucho tiempo en busca de relaciones entre aquellas medidas, hasta que por fin dio con lo que parece es la verdad: allí están los postulados teóricos de una física hiperdimensional. Además, Hoagland opina que “un grupo conspirativo dentro de la NASA está tratando de que la gente no se entere de las pruebas de la existencia de vida inteligente que hay en Marte“. En efecto, se comprobó que, tomando como esfera un planeta, si colocamos un vértice de un tetraedro en un polo, los otros vértices caen a la altura del paralelo 19,5. Y es en esa zona donde se encuentran los mayores focos de inestabilidad de los planetas del Sistema Solar, tales como el volcán Mauna Kea, la montaña más alta de la Tierra, con una altura total de 9.754 metros; el monte Olimpo, de 25 km de altura, en Marte; una serie de volcanes activos en Venus; las manchas de Júpiter y Neptuno; las manchas solares, etc. Pero eso solo es el principio. Gente como Maxwell o Faraday estudiaron hace un siglo la llamada “física hiperdimensional“, que podría explicar la aparición de “puertas dimensionales“. Estos físicos llegaron a la conclusión de que existe un universo de múltiples dimensiones, que interactúan con el nuestro, dando lugar a extraños fenómenos no explicados hasta ahora. Sabían también que debía existir un flujo de energía de esas dimensiones hacia la nuestra, y que un sistema giratorio en un espacio de cuatro dimensiones crearía una serie de vórtices de energía al ser proyectado en un espacio de tres dimensiones. Y ello se produciría a 19,5 grados del ecuador.
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Richard Hoagland ha denunciado que existe una conspiración entre la NASA y la JPL (Jet Propulsion Laboratory), que se dedica a los viajes autopropulsados a Marte. Si hubiera construcciones en Marte, se enviarían vuelos tripulados para comprobar las estructuras, y se le acabaría el negocio a la JPL. Marte tiene dos satélites, Fobos y Deimos, que significan curiosamente pánico ymiedo. Son muy pequeños, ya que Fobos tiene un diámetro de 21 km, y Deimos de 12.por lo que algunos astrónomos piensan que son asteroides del cinturón que se han visto atraídos por Marte. Además Fobos se encuentra a 6.000 km de la superficie marciana y es de los satélites más pequeños del Sistema Solar. Fue descubierto en 1877 por el astrónomo estadounidense Asaph Hall y fotografiado por primera vez, en 1971, por la nave Mariner 9. Fobos es, si cabe, tan misterioso como Marte. Son tantas las peculiaridades de esta roca, que parece artificial. Su órbita, por ejemplo, presenta unos movimientos únicos. Ya en los años 40, el astrónomo norteamericano B. P. Sharpless se percató de que la órbita respondía a una aceleración típica de nuestros satélites artificiales, tal y como comprobó el astrónomo Josif Shklovski, doctor en ciecias fisico-matemáticas y director de radioastronomía y astrofísica en el Instituto Sternberg. En 1959 Shklovski planteó que Fobos era un satélite hueco y, por tanto, artificial, debido entre otras cosas a su densidad, ya que tiene una masa de 1,08 e+16. Esto explicaría el hecho de que realizase su órbita en sentido inverso al de la mayoría de satélites naturales del Sistema Solar. Además, Fobos es el único satélite del Sistema Solar que sale dos veces en un día solar. Su órbita es de 7 horas y media, y el período de rotación de Marte es de 24,6 horas, por lo que va acelerando y disminuyendo su velocidad. Además, el hecho de que todavía siga entero a pesar de los impactos y de las grietas, hacen pensar que Fobos es un cuerpo especialmente duro. En julio de 1988, la Unión Soviética lanzó dos sondas gemelas, la Phobos 1 y la Phobos 2. La primera se perdió por un error humano, que impidió orientar los paneles solares correctamente. La segunda, que llevaba instrumentación añadida para estudiar el Sol, Marte, el medio interplanetario y la explotación de fuentes de rayos gamma, sí llegó, e incluso estuvo dos meses orbitando Marte antes de iniciar la fase de acercamiento a Fobos, que comenzaría el 25 de marzo de 1989. Oficialmente, se perdió el contacto por radio cuando estaba posándose. Se encontraba a 100 km de Fobos cuando todas sus cámaras se apagaron. Pero en un último intento, transmitió varias fotografías que avivan más el misterio. Las dos primeras muestran unas sorprendentes sombras sobre Marte. La última es estremecedora. La Phobos 2 fotografió sombras cilíndricas. La primera fotografía es de una sombra sobre Fobos de un sólido de más de 20 km de longitud, y de casi 2 de ancho. La segunda es una sombra elíptica sobre Marte. Esta tiene forma de puro y su longitud es también de unos 25 km. Sin duda aquello no era ni la sombra de la nave, ni la de sus satélites, ni la de algún montículo. La coronel y piloto de pruebas Marina Popovitch aseguró que los mismísimos Presidentes Bush y Gorbachov trataron el tema, mientras que algunos investigadores creen que puede tratarse de una nave que sobrevolaba Marte junto con la Phobos 2…

En 1882 los astrónomos de la época daban por hecho que en Marte vivían seres. El hecho de que hubiera canales, vistos por astrónomos como Schiaparelli, Perrotin o Keeler y Holden, impulsó a científicos, como Percoval Lowell, a asegurar que allí había vida inteligente, y llegaron a aventurar cómo debía de ser su estructura social. Según Lowell, que se gastó toda su fortuna en construir el mayor observatorio del mundo, sus habitantes habían diseñado un sistema de canales con el objetivo de recoger y almacenar el agua de las capas polares. En cambio, ese mismo año se obtuvo el espectro de la superficie de Marte, que por ser muy parecido al de la Luna, descartó la posibilidad de que en Marte hubiese vapor de agua. Pero Lowell continuó escribiendo libros y defendiendo su teoría, llegando a afirmar que los cambios de color de Marte eran debidos a la vegetación. Mientras, más astrónomos aseguraban que no veían por ningún lado los canales de los que hablaba Schiaparelli. Los astrónomos siguieron estudiando este curioso planeta, confeccionando mapas y debatiendo sobre los canales durante años. ¿Hubo agua en Marte?. Recientemente se ha confirmado su existencia en otras épocas y, tal vez, la existencia de agua subterránea. Más tarde, otras autoridades en el tema llegaron a afirmar que habían captado una explosión nuclear en la región de Tithonius Lacus cien veces mayor que la de una bomba de hidrógeno. Josif Shklovski, astrónomo y astrofísico soviético/ruso, afirmaba que Deimos y sobre todo Fobos podían ser satélites artificiales construidos por alguna antigua civilización marciana. Ahora, después de analizar las fotografías que las distintas sondas han ido mandando desde 1971, especialmente la Mariner 9, parece que sí pudo haber vida, aunque muy simple, y seguramente en el subsuelo, donde quizá haya una especie de mar con vida bacteriana o restos de ella. Eso es al menos lo que se cree oficialmente, pues existen cursos de agua secos, sistemas de nubes en los casquetes polares -formados por nieve carbónica y hielo de agua-, canales de lava, etc. Además, los robots Spirit y Opportunnity han encontrado zonas que fueron húmedas, pues existen rocas con unas grietas que recuerdan a la tierra seca. En 1984 se encontró en la Antártida un meteorito. Años después, en 1997, la NASA anunció que habían encontrado en él pruebas de que en Marte hubo vida. Un equipo liderado por Kathie Thomas-Keprta, del Centro Espacial Johnson, de la NASA, examinó los cristales de los minerales encontrados en el meteorito. Vieron que un cuarto de los cristales de magnetita eran idénticos a un tipo de magnetita que en la Tierra sólo es creada por una variedad de bacteria denominada MV-1. Entonces, ¿existe en Marte tal bacteria? Según McKay, geólogo, han estudiado y descartado la posibilidad de que la magnetita de la Tierra se haya adherido al meteorito. Luego, al parecer, esa magnetita sí venía de Marte. Según Imre Friedman, del Centro de Investigación Ames, de la NASA: “Las cadenas que hemos descubierto son de origen biológico“.
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Un equipo de científicos trataron de nuevo el tema en 1996, y concluyeron que los cristales de magnetita pudieron ser creados por procesos inorgánicos a temperaturas de hasta 800 ºC. Por otra parte se cree que los carbonatos del meteorito tienen un origen orgánico de casi cuatro mil millones de años, más viejos que la vida primitiva en la Tierra, debido quizá a que Marte se desarrolló más rápidamente por ser un planeta más pequeño. Como se puede deducir, la cosa no está clara, pero sí hay motivos para pensar que en Marte hubo, al menos, algún tipo de vida. Las últimas sondas han reabierto la polémica, pues han enviado fotografías de una especie de barro marciano, de ovnis y de extraños discos. El 6 de enero de 2004, el diario Washington Post escribía que la Spirit había fotografiado algo parecido a barro. Los científicos dicen que sí, que parece barro, pero que no puede ser, porque de serlo significaría que hay agua y serias posibilidades de que existiera vida a nivel bacteriano. Otros explican que podría ser debido a una capa de hielo que se encontraría en el subsuelo. Lo cierto es que sí parece que en Marte hubo agua, pues sí se han encontrado rocas estratificadas, que en la tierra se dan por la erosión del agua. Y, aunque no se han encontrado pruebas oficialmente, la NASA cree que existe agua superficial. ¿Agua en Marte? Algunos así lo creen, pero lo cierto es que según los científicos el barro encontrado no es agua. Existen más fotografías, disponibles en la página Web de la NASA, que demuestran la cantidad de este líquido que hay en Marte. Puede verse cayendo por los montículos, en el fondo de algún cráter, etc. A finales de Marzo de 2004, el robot Spirit pudo fotografiar lo que parecía un ovni, aunque se intentó explicar diciendo que podía ser algún meteorito o sonda extraviada. Pero no todos están de acuerdo, y ha sido el mismísimo Mark Lemmon, responsable de los robots, quien ha dicho lo siguiente: “¿Estamos ante la primera imagen de un meteorito tomada desde Marte o ante la fotografía de una nave espacial enviada por otra civilización que está llevando a cabo su propio programa de exploración espacial?“. El 10 de marzo de 2004, el robot Spirit se encuentra en el cráter Gusev. El instrumento microscópico EDR fotografía una especie de disco. Tampoco se le encuentra explicación. Se tomaron más de cincuenta fotografías entre los días 10 y 14 de Marzo, pero ninguna de ellas resuelve el misterio. Parece un disco tallado o incluso erosionado, y se encuentra semienterrado. La NASA proporcionó las fotografías, pero no explicó qué era.

A mediados de los 50, numerosas oleadas de ovnis sacuden distintos países, especialmente Francia y España. En este contexto empiezan a salir contactados asegurando que los marcianos existen, y que ellos han viajado a Marte. Quizá fuera verdad, pero eso nunca lo sabremos. Lo que sí se sabe es que muchísima gente vio ovnis, que aparecían con mucha frecuencia, incluso a pleno día. Algunos ufólogos e investigadores comenzaron a analizar los testimonios y los avistamientos. Y los ufólogos Eduardo Buelta y Antonio Ribera llegaron a un curioso resultado: “… el ritmo comprobado en las apariciones permite señalar como más probable punto de su origen al planeta Marte (…) Lo único cierto es que esas desconocidas naves existen rondando las fronteras de la Tierra y que nos vigilan…“. Habían encontrado una relación entre las oleadas de ovnis y el ciclo bianual marciano, cuando se produce la máxima aproximación de Marte. Incluso se predijeron oleadas, que sucederían según esta teoría.
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El investigador francés Aimé Michel comenzó un estudio en Francia uniendo, mediante líneas, distintos puntos de Francia en los que había habido actividad ovni. Dichas líneas fueron denominadas “ortolíneas“. Posteriormente se relacionó con los momentos de mayor acercamiento de Marte. Eduardo Buelta comentaba que “El desplazamiento hacia el este de las oleadas bianuales sucesivas es efecto de que estando ligadas a las oposiciones de Marte, cada una aparece retrasada respecto a la anterior unos dos meses. Así la del año 1952 comenzó a mediados de julio, la de 1954 a mediados de septiembre y la de 1956 a principios de diciembre, pudiéndose prever la siguiente para febrero de 1959“. Se predijo que ocurriría sobre el meridiano 120º. Y así ocurrió según el C.E.IDurante la segunda mitad de enero, en febrero y parte de marzo, se produjo una nueva oleada de ovnis. Una de ellas inundó los cielos de Australia y Japón. Esto puede no parecer demasiado extraordinario pero para nosotros reviste significado muy particular por cuanto la habíamos pronosticado con meses de anticipación, no solo su momento sino también el lugar donde se desarrollaría“. En cualquier caso, las oleadas comenzaron a ocurrir en otros períodos, y se creyó que aquel estudio no había sido riguroso. De todas maneras pensando que podemos ser visitados por distintas especies, y que éstas no van a realizarlo de por vida, podría deducirse que aquél estudio fue válido para aquél periodo y para aquellas oleadas concretas. Un famoso hacker americano, que se hacía llamar “Big Bug“, logró interceptar una valiosa información que se enviaba al ingeniero de vuelo, John W. Philips, y al subdirector del JPL, William F. Campbell. Trataba de la sonda Mars Polar Lander, que es una de las desaparecidas. Por lo visto la sonda sí llegó a transmitir los datos previstos, incluidas la posición e imágenes de la zona. Pero a los 4 minutos y 22 segundos ocurrió algo inesperado. Algo se movió hacia la derecha de la pantalla de video de alta resolución, y salió fuera del campo visual de la cámara. No se podía manejar en tiempo real la sonda, debido a la distancia entre Marte y la Tierra, así que sólo quedaba esperar a que “eso” que se dirigía hacia la sonda entrase en el campo de visión de la cámara de baja resolución, que barría un ángulo de 180º. A los 9 minutos y 32 segundos “eso” se abalanzó sobre la sonda. 2 segundos después terminaba la transmisión. El hacker esperó unas semanas sin decir nada, pensando que todavía podía interceptar más información valiosa. Efectivamente, una semana más tarde el director del JPL envió un mensaje al Servicio de Alertas de la NASA en el que explicaba detalladamente el análisis de las imágenes que la sonda envió. Aquel objeto, que se movía a una velocidad de entre 40 y 45 millas a la hora hacia la sonda, estaba compuesto en un 34,38% de agua, en un 58,09% de compuestos orgánicos con base de carbono y en un 7,53% de compuestos de molécula larga de silicio, todo esto con un margen de error del 0,01%. Según el viento que hacía entonces en Marte, se dedujo que aquello se movía voluntariamente, y no según el viento. Pero eso no era lo sorprendente. Lo espectacular e inquietante fue el análisis de los últimos 2 segundos, en los que aquello se abalanzaba sobre la sonda. Según el mensaje, se apreciaba, sin lugar a duda, un ser rojizo con cinco tentáculos como extremidades, que salía radialmente de un centro situado en la parte superior de un “cuerpo” hemisférico de unos 2 metros y medio de altura que abrazaba a la Mars Polar Lander.
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Son bastantes las sondas que se han perdido o han desaparecido. Seguramente alguna se ha perdido por algún problema técnico. Pero es sospechoso que se hayan perdido tantas. El 30 de octubre de 1938, en plena guerra fría, habían continuas oleadas de ovnis. El cineasta Orson Welles dirigía un programa de radio que adaptaba obras de teatro. Ese día representaron desde los estudios de la CBS de Nueva York la novela de Herbert George Wells “La Guerra de los Mundos“, que narraba una invasión de la Tierra por parte de los extraterrestres. Welles comenzó leyendo las primeras líneas de la novela que H. G. Wells escribió en 1989: “Nadie hubiera creído, en los últimos años del siglo XIX, que a nuestro mundo lo observaban minuciosamente inteligencias mayores que las del hombre, aunque mortales como él; que, mientras los hombres se ocupaban de sus diversos asuntos, alguien los vigilaba y los estudiaba, quizá tan detalladamente como un hombre con un microscopio podría vigilar a las pequeñas criaturas que medran y proliferan en una gota de agua. Con infinita complacencia, los hombres fueron de un lado a otro por el planeta ocupándose de sus pequeños asuntos, seguros de su dominio sobre la materia. Tal vez los microbios que vemos al microscopio hacen lo mismo. Nadie pensó que los mundos más antiguos del espacio pudieran ser fuente de peligro para la humanidad. Sólo pensamos en ellos para desechar la idea de que pudieran albergar vida. Es extraño recordar los hábitos mentales de aquellos días. Cuando mucho, los hombres se imaginaban que en Marte vivían otros hombres, quizá inferiores a ellos y dispuestos a recibir emisarios terrestres. Pero a través de las enormes distancias espaciales, unas mentes que son a las nuestras como las nuestras a las de las bestias, unos intelectos vastos, fríos y crueles, miraban a la Tierra con envidia, y, lenta pero inexorablemente, fraguaron planes contra nosotros. Entonces, a principios del siglo XX, se produjo la gran revelación“. Para hacerlo más creíble, y bajo previo aviso, comenzaron a radiar un programa musical. El truco estaba en que cada poco tiempo cortaban la retransmisión del concierto para informar, por medio de “boletines de última hora“, sobre cómo las naves extraterrestres caían en la Tierra. De esta manera dramatizó la novela en forma de programa informativo, simulando una noticia en directo. Efectivamente, las primeras “noticias” hablaban de explosiones de gas en la superficie de Marte, que se dirigían a la Tierra. Después, unos astrónomos aseguraban que lo que pasaba era inexplicable; al rato caía un meteorito en Nueva Jersey, que resultó ser un cilindro pulido metálico del cual salían unos seres viscosos con tentáculos similares a serpientes, etc. Además, en los cortes informativos se oía a la gente gritar de pánico, y era tal el realismo de la transmisión que millones de personas pensaron que lo que les contaban era cierto. Las carreteras estaba colapsadas, con dos millones y medio de vehículos abandonando las ciudades, el caos se había impuesto en las ciudades, con un gran número de llamadas de auxilio. La gente incluso se tapaba la cabeza con toallas húmedas para evitar que el gas venenoso de las armas extraterrestres les afectara, siguiendo los consejos de los reporteros. Todo el mundo se lo creyó hasta que, demasiado tarde, se recordó que aquello era una adaptación de una novela de ciencia ficción.
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La idea de que en la Luna y Marte hayan habido bases extraterrestres no es descabellada. Desde hace siglos los astrónomos han registrado extrañas luces en la Luna y Marte. Durante el siglo XIX, por ejemplo, se vieron brillantes luces blancas en el cráter Aristarco, que inicialmente fueron interpretadas como efectos ópticos. Hasta que un grupo de observadores las vio despegar. También en el cráter Platón se han visto procesiones de luz, como si se tratase de una procesión de vehículos. Los tripulantes del Apolo 8 también detectaron haces de luz que salían de entre los cráteres Messier y Pickering. Además, a finales de septiembre de 2005, el astronauta Buzz Aldrin reconoció en un programa de televisión que un ovni acompañó al Apolo 11. Fue en el canal Science Channel de la televisión americana, y mostró un video. Incluso el astronauta Collins lo observó con un telescopio, pensando que podría ser parte del propulsor del Apolo. Según Aldrin, la NASA les dijo que no podía ser, y que lo que estaban viendo era un ovni. Los primeros hombres que fueron enviados al espacio ya vieron extrañas luces y artefactos que les acompañaban durante el trayecto. De hecho, cuando los rusos enviaron el Lunik 15 como espía, en julio de 1969, sabían que podían encontrarse con los extraterrestres. Y científicos como Fred Bell, que trabajó para la NASA, reconocen que los astronautas conocen esta realidad, pero que han sido entrenados para guardar silencio. Maurice Chatklain, científico que trabajó en el proyecto Apolo y que estuvo a cargo de las comunicaciones, afirmó que todas las naves Apolo y Géminis fueron seguidas por naves extraterrestres. Sin ir más lejos, el 12 de abril de 1961 el astronauta ruso Yuri Gagarin dijo, ya en Tierra, que: “¡Ví claramente en la Luna, ciudades, ríos, lagos; hubiera podido inlcuso distinguir los barcos, de haberlos habido a mi paso!“. Y Joseph Walker, piloto del avión de pruebas X-15, ya reconoció en 1962 que poco antes había tenido un encuentro con unos platillos volantes, encuentro que grabó. También, en 1962, el piloto Robert White vio un objeto grisáceo de entre 10 y 14 metros de envergadura cuando volaba a casi 100 km de altura en el X-15. Bastante antes, en 1951, Donald Slayton reconoció que “Yo estaba probando un avión de combate P-51 en Minneapolis cuando vi ese objeto. Estaba a unos 3.000 m, era una agradable y brillante tarde de verano, y pensé que el objeto era un pájaro, pero enseguida comprendí que ningún pájaro podía volar tan alto“. Los rusos han guardado quizá mejor los secretos, pero tarde o temprano, ven la luz. Un caso fuera de lo normal fue el ocurrido en 1985. Los astronautas de la Salyut 7 tuvieron un encuentro con unos gigantescos humanoides con alas tan grandes como un jet. Estos seres, rodeados por un halo luminoso, sonreían, y aparecieron después de que una fortísima luz anaranjada cegase a los tripulantes.

Además, se ha sabido que el astronauta ruso Yuri Gagarin no fue el primer hombre en el espacio. Al margen de que en la antigüedad algunos habitantes de algunos pueblos con contactos con seres extraterrestres hayan podido volar, lo cierto es que la Unión Soviética envió a unos cuantos hombres antes que a Gagarin. Estos astronautas habrían perdido la vida de camino a la Luna, en la Luna, o en el viaje de vuelta, y serían Terentity Shiborin (1959), Piort Dolgev (1960), Wassilievch Zavadovsky (1961) y Gennedy Mlkhailov y Alexy Belokonev (mayo de 1961). Estos últimos eran científicos, y fueron enviados a la Luna el 17 de mayo de 1961. En el año 1957, el satélite ruso Sputnik II, con la perra Laika a bordo, cambia de órbita, y un ovni aparece junto a la nave. Al parecer algo o alguien lo secuestró para posteriormente volverlo a poner en su órbita. En el año 1962, el astronauta Glenn, en la nave Mercury 6, avista luces, y ese mismo año el astronauta Carpenter fotografía naves discoidales, desde el Mercury 7. En el año 1963, en la Mercury 9, el astronauta Cooper aseguró que un objeto con luz verdosa y cola rojiza avanzaba en dirección contraria a la cápsula. Un año después se lanza la primera Géminis. Dos objetos se colocaron sobre la cápsula, otro debajo y otro enfrente. En 1965, el FBI descubrió que dos interesados en el tema tenían un acuerdo con un empleado de la NASA, el cual les suministraba material clasificado: “La fuente cree que la información puede ser clasificada. Por ejemplo, la fuente dijo que [censurado] había visto una filmación en la que se veía un misil separándose de un ovni que aparecía en la pantalla. Antes del vuelo del Geminis 4, [censurado] dijo que veía algo interesante, porque la nave espacial tenía a bordo dispositivos para detectar ovnis…“. Este texto está extraído de un documento del FBI fechado el 2 de septiembre de 1965. Ese mismo año,1965, los astronautas James Lovell y Frank Borman vieron un ovni cuando tripulaban una nave del proyecto Géminis. Control dijo que era la última etapa de su cohete impulsor. Borman contestó que podía ver el cohete, y que aquello era otra cosa. Años antes, en 1961, el astronauta ruso German Titov, a bordo de la Vostok 2, pudo ver y fotografiar ovnis que se acercaron a la cápsula. También un objeto apareció cerca del Sputnik II, siguiéndolo. Pero se suspendió la información acerca del satélite. Harland Bentley, que estuvo trabajando en proyectos clasificados de distintos gobiernos y agencias, incluyendo la NASA y la DOE, habló acerca de un incidente ocurrido en 1967 o 1968. Pudo oír una conversación entre los astronautas y el control de Houston que trataba sobre cómo esquivar una colisión con una nave extraterrestre, en la cual vieron seres. Posteriormente, en 1969, dos naves contemplaron el alunizaje. En cualquier caso, la llegada del hombre a la Luna está más ampliado en el artículo “1969“, aunque el Dr. Wolf reconoce que llegaron a la Luna antes de 1969, y que ya entonces vieron extraterrestres en la Luna, y que incluso se comunicaron con ellos.
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Mucho antes, en 1963, el astronauta Gordon Cooper fue testigo de cómo una extraña voz causaba interferencias entre la nave Faith 7 y Houston. Y no fue la única vez. Al día siguiente del lanzamiento del Sputnik IV, una luz intermitente comenzó a seguir al satélite. Después extrañas voces humanas con un timbre metálico fueron transmitidas por radio desde el satélite. Y esta no es la primera vez que pilotos escuchan voces con timbre metálico. Como curiosidad: esta voz aparecía en la banda dedicada exclusivamente para los astronautas. Ese mismo año, el mismo Cooper fue seguido por una extraña luz, la cual fue vista además por muchas personas desde Tierra. Ese mismo año, 1963, Valeri Bikovski, en la cápsula Vodstok V, comunicó a la base de control que “¡Un cuerpo luminoso parece volar en dirección a la cápsula! ¡Algo me acompaña por el espacio! ¡Parece que vuela muy cerca de mi cápsula! ¡En este instante se precipita hacia mí! ¡El bólido me ha rebasado a enorme velocidad! Ha pasado casi rozando la cápsula…”. También Valentina Tereskova, a bordo del Vodstok IV, solicitó instrucciones cuando un vehículo desconocido se acercaba a la cápsula. El astronauta Gordon Cooper, héroe americano, y ya fallecido, sería despedido de la NASA por hablar demasiado sobre estos temas. Posteriormente, en 1978, diría que “En ningún momento los astronautas han estado solos en el espacio“. Además reflexionó, y en 1985, ante la ONU dijo que es un asunto muy serio que concierne a toda la humanidad, y que si alguien está intentando ponerse en contacto con nosotros, deberíamos escucharlos. Concretamente, dijo que “Creo que vehículos extraterrestres y sus tripulaciones nos están visitando desde otros planetas, y que están técnicamente un poco más avanzados que nosotros. Considero que necesitamos un programa de alto nivel para recoger y analizar la información referente a cualquier tipo de encuentro y para determinar la mejor manera de relacionarnos amistosamente con estos visitantes“. El mismo Cooper y Edgar Mitchell han llegado a solicitar a las Naciones Unidas que dejen que se sepa la verdad. También Scott Carpenter, del proyecto Mercury, reconoció que vieron cosas extrañas fuera, y que sabían lo que eran, pero que “no podemos decir nada“. Además dijo que “En ningún momento los astronautas han estado solos en el espacio, siempre ha habido una constante vigilancia por los ovnis“. El mismo John Glenn reconocería que los platillos volantes son “naves interplanetarias“.

Fue curioso lo que le ocurrió al sargento de la USAF, Karl Wolfe, allá por los años 60. Según contó al “Disclosure Project” del Dr. Steven Greer, por aquel entonces él era técnico fotográfico militar. Cierto día, fue enviado a la base de Langley para analizar la información recibida de la sonda Lunar Orbiter. Allí le llevaron a un hangar donde sólo había un militar de bajo rango. Como el aparato que procesaba las imágenes no funcionaba, ambos se sentaron a esperar. Entonces, el militar dijo: “Por cierto, hemos descubierto una base en la cara oculta de la Luna“. Wolfe pensó que sería de los rusos, o quizá de los chinos. El militar le repitió que había una base en la Luna. Entonces entendió que era extraterrestre. Poco después, el técnico fotográfico de la base le mostró unas fotos en donde se podía ver la base artificial, con figuras geométricas, torres, construcciones esféricas, especies de platos de radar de más de una milla, etc. Era tal la información que se le ofreció que dejó de verla por el peligro que correría. Incluso Larry Warren, testigo de un incidente ocurrido en la base de Bentwaters (Reino Unido), fue llevado en cierta ocasión junto con otros soldados a una sala donde se les mostró un rodaje increíble. Pudieron ver estructuras de color arenoso en la superficie lunar, junto con el robot utilizado por los astronautas, que podían ser vistos señalando las estructuras. En esa misma década, en un vuelo de los Géminis, varios astronautas vieron un ovni sobre el triángulo de las Bermudas cuando un barco desapareció. Eugene Cernan, comandante del Apolo 17, dejó claro en un artículo de “Los Ángeles Times” que “A mí se me han hecho preguntas y contesto públicamente que yo creo firmemente en la existencia de los ovnis, son algo diferente, algo que proviene de otra civilización“. Guion S. Bluford, doctor en ingeniería espacial y astronauta, que viajó en el Challenger en 1983, opina que es probable que exista vida más allá de la Tierra “Somos tan infinitesimales, que es duro no imaginar otra forma de vida más allá de la Tierra o la galaxia. No sé qué formas de vida puede haber, pero incluso en la Tierra, las formas de vida han sido creadas en muchos medios distintos -submarinos, en tierra, atmósfera“. Eso sí, a la pregunta de si había visto ovnis, respondió que no, pero reconoció que estaban prácticamente todo el día centrados en experimentos. En 1965, el astronauta McDivitt, en el Géminis 4, aseguró que había visto un ovni cuando estaba en órbita sobre Hawaii. Según el informe Condon: “los grandes brazos que salían de un objeto, similares a antenas, y acercándose a la cápsula tanto que estuve a punto de hacer variar el rumbo de la nave, llegó a tomar fotos“. comisión de investigación Condon fue creada a instancias de la USAF en 1966. Concluyó en 1968, con la entrega de un voluminoso informe (el informe Condon) y un esperado veredicto negativo acerca de la relevancia científica del fenómeno. Fue dirigida por el Dr Edward U. Condon de la Universidad de Colorado. La USAF encargo este trabajo a una comisión civil después de haber perdido todo crédito intentado explicar algunos avistamientos de los que fueron testigos numerosas personas.
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El mismo informe Condon habla sobre el caso de los astronautas Frank Bormann y James A. Lowell Jr, en el Géminis 7. Estos hombres llegaron a ver varios ovnis en formación, y la NASA aclaró que fue objeto de una alucinación motivada por los 13 días que llevaban en el espacio, y por la responsabilidad de ser la misión en la que se llevaría a cabo un acoplo entre naves. Fue entonces cuando comenzaron las transmisiones en clave: “Muchachos, tenemos un espantapájaros sobre nuestras cabezas un poco hacia la izquierda, ¿lo veis en Tierra?” Pero en el Géminis 6, el astronauta Edward H. White, que salió al espacio 23 minutos, pudo ver también el mismo tipo de objeto que sus compañeros. Los tripulantes del Géminis 9 también vieron objetos extraños, y fue impactante el hecho de que Eugene P. Cernan fuera observado por una gigantesca nave mientras estaba fuera de la nave, durante 128 minutos. Los vuelos Géminis 11 y 12 también fueron seguidos. En 1966, los tripulantes de la Géminis 11, fotografiaron un ovni que les seguía, sobre Madagascar. Fue entonces cuando Gordon Cooper, que iba a bordo, dijo que los ovnis existían y que eran tripulados por extraterrestres. Cooper fue expulsado por sus declaraciones. James A. Lowell Jr. y Edwin Aldrin Jr., en la Géminis 12, fueron seguidos por una nave de 12 metros de diámetro que emitía luces brillantes que cambiaban de tono según aumentaba la velocidad del aparato. Los vuelos del programa Apolo también fueron seguidos. Un caso destacable, aparte del Apolo 11, fue el del Apolo 7. Walter M. Schirra, Don F. Eisele y R. Walter Cunningham realizaron experimentos secretos, tales como la telepatía. Durante estos experimentos, un astronauta entró en trance y comenzó a decir cosas sin sentido, además de palabras ininteligibles. De repente, las pantallas de radar detectaron una enorme nave que seguía a la de los astronautas. El Apolo 8 fue otro vuelo accidentado. Mientras Frank Bormann, James A. Lowell y William Anders daban vueltas alrededor de la Luna, pudieron observar todos los extraños objetos y construcciones que había en la cara oculta de la Luna. Objetos, plataformas, naves que se acercaban, etc. Pero el susto vino cuando se dieron cuenta de que la televisión estaba a punto de retransmitir la sombra de una de esas naves. Gracias a que las imágenes se emiten con retardo pudieron ser cortadas antes de que pudiesen ser visualizadas. El Apolo 15 sufrió un incidente alarmante. Los cosmonautas implicados fueron David Scott y James Irwin, que vieron cómo algo sobrevolaba sus cabezas a una velocidad extraordinaria. Gene Cernan y Harrison Schmitt, en cambio, estuvieron más cerca de lo desconocido, pues “algo” hizo explotar una antena que llevaban en el vehículo lunar Apolo 17: “Sí, explotó. Algo voló sobre nosotros justo antes…todavía…”, “¡Dios! Pensé que nos había impactado un… un… ¡miren aquello!” Sin duda, aquello eran auténticos ovnis, pues no se encuentra otra explicación.

El astronauta ruso V. A. Satalov también pudo ver cosas extrañas durante el acoplamiento del Salyut 4 y del Salyut 5. Quedó tan impresionado que no paró de pedir que le enviasen de vuelta a la Tierra. También el Salyut 9 fue seguido por dos ovnis. Los astronautas murieron al entrar en la atmósfera, pero no se saben las causas. Oleadas de ovnis fueron vistas por los tripulantes del Salyut 14. Fueron testigos de entradas de ovnis en la atmósfera. La Lunik 3 (1959) sacó fotografías de la cara oculta de la Luna, comprobando que sí había bases y naves. Y los vehículos Lunik 17 y 21 trajeron también fotos de aparatos metálicos. Víctor Afanasyev, a bordo de la estación Salyut 6 (1977 – 1982), también vio algo: “Nos persiguió durante media órbita. Lo podíamos ver cuando había luz, pero cuando entrábamos en la zona de sombra de la Tierra desaparecía por completo. Sin lugar a duda era un objeto artificial, metálico y de unos 40 metros de longitud. Tenía forma de huso y presentaba aperturas a modo de escotillas. En algunas partes presentaba estructuras parecidas a alerones. El objeto permaneció muy cerca de nosotros. Lo pudimos fotografiar a la perfección cuando se encontraba a unos 25 metros de nosotros“. Pero no sólo los astronautas han visto ovnis en el espacio. Astrónomos, mediante sus telescópios, han podido ver extraños objetos. Ya en 1874, “L’ Année Scientifique” publicó que un gran número de objetos negros habían sido vistos cruzando la Luna. En 1951, fue el observatorio de Monte Palomar el que descubrió dos objetos gigantes orbitando la Tierra. El 21 de abril de 1958, el astrónomo aficionado Roberto Osorno fotografió un ovni desde su observatorio, en Ciudad de México. Por intentar que aquello pareciera serio, no fue hasta el 25 de septiembre de 1965 cuando “La Prensa” (periódico mexicano) dio a conocer la foto. La fotografía resultó ser real, y aquel objeto en forma de puro rotó rápidamente y desapareció. Osorno dijo que años antes observó también objetos cilíndricos con una luz central centelleante, y que días después contempló una esfera azul en rotación vertiginosa. El entonces director del Observatorio Nacional de Tacubaya, el Dr. Haro, dijo que se trataba de “un grupo de enormes ‘máculas’ solares que parecían debilitarse rápidamente“. En general, como se ha dicho, desde hace mucho tiempo se han detectado luces y construcciones en la Luna y Marte. No es nada nuevo. Es también curioso el comportamiento de algunas naves en el espacio. Por ejemplo, es un gran misterio lo que ocurrió en las misiones Pioneer 10 y 11. Inexplicablemente, su velocidad decreció espectacularmente, y no se encuentra explicación. Según el físico ruso Slava Turyshev, “se trata de una anomalía constante con respecto al tiempo y a la distancia entre 2.500 y 10.000 millones de km. Este comportamiento anómalo ya ha sido observado en otras sondas de espacio profundo como los Voyager y Ulyses“.

Fuentes:
  • Charles Berlitz – El Triangulo de las Bermudas
  • Salvador Freixedo – La Amenaza Extraterrestre
  • Fabio Ramírez – ¿Cómo son los Extraterrestres?
  • Adonai – Ángeles ayer extraterrestres hoy
  • Fabio Zerpa – Ellos los Seres Extraterrestres
  • Manuel Navas Arcos – Los Grandes Contactados
  • Robert Charroux – Archivos de otros Mundos
  • Santiago Martinez Concha – La Conexión Atlante
  • David Icke – El gran secreto
  • Pauwels & Bergier – El Retorno de los Brujos
  • J.J. Benitez – Mis enigmas favoritos
  • Isaac Asimov – Civilizaciones Extraterrestres

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