Foto: Busto de Carlomagno en la Catedral de Aquisgrán. [Crédito: DPA]
Fuente: The Local | 31 de enero de 2014 (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)
Científicos alemanes han anunciado, después de casi 26 años de investigación, que los huesos enterrados durante siglos en la Catedral de Aquisgrán es probable que sean los de Carlomagno.
Los investigadores confirmaron el pasado miércoles por la tarde -1200 años desde del día en que Carlomagno murió- que los 94 huesos y fragmentos óseos extraídos del supuesto lugar de descanso del rey de los francos, y fundador de lo que iba a convertirse en el Sacro Imperio Romano, provenían de un hombre alto, delgado y viejo.
Foto: La mayoría de los huesos fueron encontrados en el sarcófago dorado de Carlomagno, Catedral de Aquisgrán. [Crédito: DPA]
El equipo abrió el sarcófago del primer emperador de Europa occidental desde la caída del Imperio Romano en secreto, en 1988, y presentó sus resultados por primera vez la pasada semana.
Uno de los científicos que estudiaron los restos, el profesorFrank Rühli (izquierda), dijo: "Gracias a los resultados obtenidos desde 1988 hasta hoy, podemos decir con gran probabilidad que estamos tratando con el esqueleto de Carlomagno".
Del estudio de las dimensiones de los huesos de la parte superior del brazo, el fémur y la espinilla, los científicos han creado una imagen del hombre que está detrás del esqueleto, el cual coincide con las descripciones de Carlomagno.
Con 1,84 metros de estatura era inusualmente alto para su tiempo. El equipo también calculó su peso en alrededor de 78 kilogramos, lo que le da un índice de masa corporal delgada de unos 23 Kg/m2.
Las estimaciones anteriores habían propuesto su altura entre 1,79 metros y 1,92 metros.
En un relato medieval de su biógrafo, Eginardo el Franco, en el que describe que Carlomagno caminaba con cojera en su vejez, bien podría ser exacto, ya que los huesos de la rótula y el talón tenían sedimentos consistentes con una lesión.
Foto: Huesos de Carlomagno [Crédito: DPA]
No se encontraron nuevas evidencias que corroboren los relatos de que murió de neumonía, dado que los investigadores no descubrieron ninguna pista sólida en cuanto a la salud de Carlomagno en el momento de su muerte.
La mayor parte del esqueleto fue encontrado en la elaborada tumba del rey, mientras que partes del cráneo fueron halladas en un busto del emperador. Uno de los huesos de la espinilla fue descubierto en un relicario de Carlomagno, un recipiente ceremonial para guardar restos óseos.
Aunque la mayoría de los huesos están representados, se cree algunos de ellos desaparecieron o fueron regalados como reliquias en el momento de la muerte del emperador.
fuente--terraeantiqvae
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